Estrasburgo (Francia) (EuroEFE).- La Comisión Europea reiteró hoy su llamamiento a Cuba a respetar «la integridad física y los derechos fundamentales» de los detenidos en Cuba, durante un debate en el Parlamento Europeo sobre la situación del opositor cubano preso José Daniel Ferrer, en el que Bruselas defendió también el diálogo con La Habana.

«Hemos seguido muy de cerca este asunto y hemos compartido nuestras preocupaciones por los canales relevantes. Lamentamos que se detenga a personas simplemente por manifestar sus opiniones y hemos hecho un llamamiento para que se respete la integridad física y los derechos fundamentales de esas personas. Hoy reitero este llamamiento», dijo la comisaria europea Stella Kyriakides.

La titular europea de Salud intervino en un debate en la Eurocámara sobre la situación del líder de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), José Daniel Ferrer, encarcelado en la isla caribeña desde hace casi tres años, tras una primera etapa recluido entre 2003 y 2011.

La comisaria defendió la «necesidad de respetar los derechos humanos en Cuba, como en cualquier otro lugar» y aseguró que Bruselas confía en un «diálogo adecuado para tratar las deficiencias» sobre derechos humanos con La Habana a través del acuerdo de diálogo político y cooperación entre la UE y Cuba.

En el debate previo en el hemiciclo, el eurodiputado del Partido Popular español Gabriel Mato, uno de los ponentes del texto que la Eurocámara votará este, jueves, aseguró que la situación de Ferrer es «un claro ejemplo de la represión del régimen cubano».

«Como él, cientos de cubanos permanecen encarcelados e incomunicados, desaparecidos, sin haber cometido más crimen que defender la libertad y la democracia en su patria», agregó.

Mato señaló a Cuba como el «principal apoyo del resto de dictaduras de la región» y lamentó que en la UE «seguimos tratando con ellos como si nada pasara», por lo que pidió sanciones para los criminales y revisar el acuerdo de cooperación y diálogo político de la UE y Cuba en virtud de cláusulas de derechos humanos.

El socialdemócrata portugués Franciso Assis, por su parte, dijo que «no hay dictaduras buenas y dictaduras malas».

«Todas las dictaduras son malas y todos los demócratas tienen el deber de enfrentarse a ellas», agregó el socialista, quien agregó que su formación no oculta que está «en contra del ‘embargo americano’ contra Cuba», que sirve al «régimen» para justificarse.

El ultraconservador español José Martín Frías (VOX) cargó contra el «régimen Castrocomunista», que calificó como una de las dictaduras más longevas y sanguinarias del planeta» y dijo que pervive gracias a la «comunidad internacional y (…) la Unión Europea».

«La única manera de apoyar de verdad la causa de José Daniel Ferrer» es ser «firmes, contundentes y asfixiar a quienes les apoyan», agregó.

En el polo opuesto, el izquierdista belga Marc Botenga, en español, criticó que el Parlamento Europeo no se preocupe por el bloqueo económico de Washington a La Habana que «viola masivamente los derechos humanos del pueblo cubano» y llamó a acabar con ese embargo y a reclamar la retirada de Cuba de la lista estadounidense de Estados que patrocinan el terrorismo.

La eurodiputada española de ERC Diana Riba, desde los Verdes, exigió a las autoridades cubanas la «liberación inmediata» de Ferrer y afeó a la derecha y a la ultraderecha que sólo critiquen algunas dictaduras.

«Callan y callarán ante cualquier autócrata de su poder político», dijo Riba, quien también cargó contra el «bloqueo al que el país está sometido por parte de EE.UU.» que «asfixia a la población entera», dijo la política catalana en línea con la gallega Ana Miranda (BNG), que criticó a quienes intentan «aprovecharse del sufrimiento del pueblo cubano por parte de un embargo trágico».

Editado por Sandra Municio

Estrasburgo (Francia) (EuroEFE).- El Parlamento Europeo votará mañana jueves una resolución impulsada por el Partido Popular Europeo, los ultraconservadores y la ultraderecha de los Patriotas por Europa para reconocer al líder opositor Edmundo González como el legítimo presidente de Venezuela y para pedir a la Unión Europea (UE) y sus Estados miembros que hagan lo propio.

El texto, que se ha negociado durante esta semana de pleno en Estrasburgo (Francia), llegará al hemiciclo este jueves a mediodía y por el momento se perfilan dos bloques de voto, un consenso mucho menor que el que logró el mismo paso con el también líder opositor Juan Guaidó en 2021.

La mayoría que se está construyendo une al Partido Popular Europeo con los Conservadores y Reformistas Europeos (del que forma parte Fratelli d’Italia, el partido de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni) y los Patriotas por Europa, el grupo de ultraderecha en el que se enmarca la formación española Vox desde principios de julio.

La Europa de las Naciones Soberanas, un segundo grupo de extrema derecha, no se ha sentado a la mesa de negociación pero diversas fuentes creen que al menos parte de su treintena de miembros puede votar sí, lo que les coloca en torno a un 50 % del hemiciclo a favor para un voto en el que sólo se necesita una mayoría simple: más síes que noes.

Juntos en bloque sumarían 375 escaños de 720. Fuentes de los Patriotas creen que delegaciones individuales de fuera de estos cuatro grupos también podrían unirse a su texto y votar a favor.

Frente a ellos se sitúan los socialdemócratas, liberales, verdes e izquierda, que ponían como línea roja el reconocimiento de González como presidente por varios motivos pese a compartir, según resumió una fuente socialista, hasta «un 95 %» del resto del texto en cuanto a la denuncia de la represión, la condena de las detenciones arbitrarias o el apoyo de las sanciones europeas al régimen del presidente venezolano, Nicolás Maduro.

En concreto, la fuente señaló que ni la Unión Europea ni ninguno de sus países por separado reconoce a Edmundo González como presidente, mientras que en la comunidad internacional sólo lo hacen Panamá y Ecuador. Además, apunta que aún teniendo «indicadores» de cuál ha podido ser el resultado, es necesaria una mayor legitimidad para efectuar un reconocimiento así.

Por último, avisan también de que «más allá de debates morales» el reconocimiento de Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela en enero de 2019 con un amplio consenso de la Eurocámara «ha fracasado» y no ha conseguido los objetivos que buscaba, además de dificultar la interlocución con el régimen de Maduro e «intoxicar» las relaciones de la UE con toda Latinoamérica.

Será la primera ocasión de la actual legislatura en la que el Partido Popular Europeo vota con la extrema derecha en lugar de con el bloque a su izquierda en el hemiciclo y la resolución tiene altas probabilidades de salir adelante.

Al menos los socialdemócratas y los liberales presentarán enmiendas, aunque lo harán por separado al no haber logrado ponerse de acuerdo en la terminología, pues mientras los segundos reconocen a González como ganador de las elecciones, los primeros quieren rechazar la legitimidad de esos comicios del pasado julio e instan a que se publiquen las actas y se respete la voluntad del pueblo.

Según el texto, los eurodiputados urgen a la Unión Europea y sus Estados miembros a que hagan «lo máximo posible» para que González pueda asumir la presidencia el próximo 10 de enero de 2025 y a que soliciten una orden internacional de detención contra Nicolás Maduro por crímenes contra la humanidad.

Además, piden a los gobiernos y al alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, que reinstauren las sanciones contra miembros del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela «como señal de buena voluntad» y que el resto de sanciones contra el régimen se prolonguen y amplíen.

De salir adelante, la Eurocámara iría -de manera simbólica- más allá que el Consejo de la Unión Europea, en cuyos ministros de Exteriores recae la competencia de la política exterior comunitaria y que a finales del pasado mes de agosto decidieron no reconocer a Maduro como presidente pero tampoco hacerlo con el líder opositor.

Editado por Sandra Municio

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Bruselas / Pekín (EuroEFE).- El vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis, y el ministro de Comercio de China, Wang Wentao, se reunirán mañana jueves en Bruselas para discutir los aranceles a la importación de vehículos eléctricos desde el gigante asiático.

La reunión se producirá una semana después de que Bruselas considerase insuficientes las ofertas de los fabricantes chinos para evitar los aranceles y antes de la votación que los países de la Unión Europea tienen previsto llevar a cabo a finales de octubre para decidir si la medida se aplica de forma definitiva.

Por ahora, se está haciendo de forma provisional desde principios de julio, cuando el Ejecutivo comunitario decidió imponer aranceles de hasta el 36,3 % al fabricante SAIC, del 19,3 % a Geely y del 17 % a BYD, por considerar que reciben subvenciones que dañan a los fabricantes de la UE.

Los aranceles no afectan únicamente a los fabricantes chinos, sino también a las empresas occidentales que producen parte de sus vehículos eléctricos en China y los exportan posteriormente a la UE, como la alemana BMW o la estadounidense Tesla.

Desde entonces, han ido en aumento las dudas entre los Veintisiete sobre la conveniencia de adoptarlos, entre ellas las de España, cuyo presidente, Pedro Sánchez, pidió la semana pasada desde China que la UE reconsidere su posición, sumándose a, entre otros, Alemania.

Todo ello después de que China haya iniciado una investigación a las importaciones de carne de cerdo y productos lácteos de la UE, que para España representan una factura de exportaciones de casi 1.900 millones de euros en el primer caso y de 91 millones en el segundo.

Los aranceles entrarán en vigor de forma definitiva, a no ser que 15 países que representen al menos al 65 % de la votación de la UE voten en contra. Y lo harán por un máximo de cinco años.

El Ejecutivo chino rechaza que su apoyo a la industria sea injusto y ha advertido en varias ocasiones de que las acciones de la UE podrían «dañar gravemente las relaciones comerciales y dar lugar a medidas de represalia», al tiempo que ha pedido abordar la cuestión «a través del diálogo y la cooperación».

En ese sentido, la prensa oficial china recoge esta semana el informe que presentó el economista Mario Draghi a los eurodiputados sobre sus ideas para relanzar la competitividad en la UE.

«Se menciona a China en 25 páginas de 69, diciendo que la UE se enfrenta a una demanda extranjera más débil -especialmente de China- y a la presión competitiva de las empresas chinas», indica.

«En abril ya condenó específicamente a China por ‘amenazar con socavar’ la base industrial europea. Todo esto solo refleja ansiedad. Europa no debe posicionar a China como un elemento que obstruye su desarrollo», afirma el diario oficialista Global Times en un editorial.

Agrega que la UE está «en clara desventaja en el mercado global» mientras «China ha hecho avances significativos en campos emergentes como las energías renovables».

«Pero China y Europa comparten profundos intereses mutuos y ambos tienen ventajas complementarias. China puede ayudar a Europa en el desarrollo de nuevas energías, ayudando a resolver los cuellos de botella que afronta», incide el rotativo, que pide «diálogo para evitar una situación de pérdidas para todos».

Editado por Sandra Municio