París/Berlín (Euractiv.fr/.de).- La Unión Europea (UE) estrenará 2025 mirando a París y Berlín, el tradicional “motor” de la construcción comunitaria, que funciona sólo a medio gas, con una guerra de Ucrania que se prolonga más de lo previsto, y con  incertidumbre ante el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.

En 2025, los máximos responsables políticos europeos deben responder con urgencia a los retos que afectan a la economía europea, entre ellos la débil demanda, el bajo crecimiento de la productividad, los elevados precios de la energía y un mercado único aún mal integrado.

Carsten Brzeski, Director Global de Macroeconomía de ING Research, asegura que 2025 será un año «incierto», al tiempo que señala que «la panoplia de escenarios posibles (para 2025) nunca ha sido tan amplia como ahora».

De hecho, numerosos analistas aseguran que las perspectivas económicas de Europa dependerán en gran medida de la situación política en Berlín y París, las dos capitales que suelen marcar la agenda de la UE.

En su opinión, el escenario más optimista sería que Alemania se comprometiera con un ambicioso programa de reformas e inversiones tras las elecciones federales de febrero.

Ello podría incluir el apoyo a una mayor integración de los mercados de capitales, la emisión de más deuda para financiar inversiones esenciales y el abandono del «freno a la deuda», un controvertido mecanismo consagrado en la Constitución alemana que limita el déficit presupuestario estructural al 0,35% del PIB del país.

Por su parte, la inestabilidad política en Francia podría forzar al presidente Emmanuel Macron a convocar nuevas elecciones parlamentarias a mediados de 2025.

Ello podría proporcionar a Macron una mayoría parlamentaria estable que le permitiera seguir adelante con sus planes de profundizar en la integración política y económica de la Unión Europea.

Sin embargo, a diferencia de Alemania, en Francia «tenemos una incertidumbre desde hace tiempo, y no está del todo claro si se resolverá totalmente con las nuevas elecciones del próximo junio», asegura Nils Redeker, director adjunto del Centro Jacques Delors de Berlín.

Por ello, un escenario más pesimista -y probablemente más realista- pasaría por un eje franco-alemán aún paralizado por las actuales crisis políticas, que dejara a la economía de la UE atrapada en una nociva espiral de bajo crecimiento y baja productividad.

«Necesitamos un eje franco-alemán que funcione para seguir avanzando en la integración [europea]», asegura Carsten Brzeski.

“Con la actual inestabilidad política en Francia y Alemania, en Europa no pasará nada (relevante)” en 2025, vaticina el experto.

Donald Trump y otros «males»

En ese sentido, son numerosos los analistas en Berlín y París que apuntan a un agravamiento de la inestabilidad política en la UE si Donald Trump cumple su promesa de imponer aranceles elevados a las importaciones estadounidenses de Europa.

Esa medida perjudicaría especialmente al potente sector automovilístico alemán, que depende en gran medida de las exportaciones y que ya se tambalea por la ralentización de la demanda china.

«[Donald] Trump es muy relevante (para la UE)», señala Brzeski, al tiempo que advierte de que la política proteccionista del “America first” podría impulsar a muchas empresas europeas a deslocalizarse al otro lado del Atlántico.

 «Los aranceles son importantes, pero me preocupan aún más los recortes de impuestos, la desregulación y las políticas que hacen que Estados Unidos sea más competitivo que Europa», añade.

Por su parte, Nils Redeker cree que la UE debería «prepararse a fondo» para la segunda presidencia de Trump.

Además de incluir posibles nuevas alternativas de negociación, entre ellas comprar más gas natural licuado (GNL) estadounidense o material bélico, lo «primero que se necesita es una estrategia clara de contramedidas (represalias) en respuesta a los aranceles impuestos» por Washington, asegura el analista.

«Antes de decir públicamente lo que está dispuesta a negociar (la UE), primero debería tener muy claro lo que está dispuesta a hacer para defender sus intereses», señala el director adjunto del Centro Jacques Delors.

Sus palabras difieren levemente de las pronunciadas recientemente por la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, y del think tank bruselense Bruegel.

Tanto Lagarde como los expertos de Bruegel han dejado entrever que la prioridad máxima de la UE debería ser negociar con Trump para evitar a toda costa nuevos aranceles.

El “dolor de cabeza” de China

En líneas generales, los analistas coinciden en que las relaciones comerciales entre la UE y China se deteriorarán el año que viene, algo que la reelección de Donald Trump hace aún más probable.

En ese sentido Brzeski señala que es probable que el Republicano, que ha calificado  la política comercial de Pekín con  Washington como «el mayor robo de la historia del mundo», presione a las empresas europeas para que reduzcan su dependencia de China. Eso les permitiría evitar posibles aranceles y preservar su acceso al mercado estadounidense.

«[Donald] Trump obligará a la UE a elegir [entre EEUU y China], y la UE, por razones de seguridad (la UE), siempre elegirá a EE.UU.», vaticina.

Por su parte, Zach Meyers, director adjunto del Centro para la Reforma Europea, destaca los profundos desacuerdos que persisten en el seno de la UE sobre la política a adoptar frente al gigante asiático.

Ese asunto ha aflorado con especial intensidad tras la imposición por parte de la Comisión Europea de elevados aranceles a los vehículos eléctricos chinos, que Francia apoyó pero Alemania rechazó.

«(…) Von der Leyen ha conformado una Comisión Europea con mucha influencia en la política, y está siendo relativamente dura, intentando presionar a los Estados miembros para que adopten una línea más dura», asegura Meyers.

«Y, por supuesto, [Donald] Trump hará lo mismo. Así que está claro lo que va a pasar», advierte.

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Editado por Fernando Heller

Bruselas (EuroEFE).- El Banco Europeo de Inversiones (BEI) anunció este viernes una aportación de 55 millones de euros para financiar la reconstrucción de proyectos de carácter social en Ucrania, como escuelas, viviendas u hospitales.

Le entidad precisó en un comunicado que esos fondos permitirán a las comunidades ucranianas «seguir ejecutando 151 subproyectos» en 2025 y más allá de esa fecha, centrados en la reconstrucción de escuelas, jardines de infancia, hospitales, viviendas sociales, sistemas de calefacción y agua y otras infraestructuras.

La vicepresidenta del BEI, Teresa Czerwinska, responsable de las operaciones del banco en Ucrania, dijo que el desembolso de 55 millones de euros «ayudará a las comunidades a restaurar infraestructuras críticas (…) y otros servicios esenciales para todos».

La aportación, respaldada por garantías de la Unión Europea (UE), está destinada al Programa de Recuperación de Ucrania del BEI.

La financiación de la nueva suma anunciada, precisó el BEI, se podrá utilizar para cualquiera de los 151 subproyectos asignados en el marco del programa en doce provincias del país.

Forma parte del paquete de Respuesta Urgente Solidaria del BEI con Ucrania, desarrollado en colaboración con la Comisión Europea.

Sobre la base del mismo, en 2024 se completaron varios subproyectos, incluido un colector de presión de alcantarillado en la ciudad de Zhmerinka, que facilitará una gestión fiable de las aguas residuales y mejorará el saneamiento y la salud pública, lo que beneficiará a más de 33.000 personas.

Otras iniciativas que se han beneficiado de apoyo son una instalación de suministro de agua en Bucha (provincia de Kiev), dos escuelas en la provincia de Vinnytsia o un departamento de enfermedades infecciosas pediátricas en la provincia de Zhytomyr.

El Banco Europeo de Inversiones es la institución de préstamos a largo plazo de la Unión Europea, propiedad de sus Estados miembros, cuyo objetivo es financiar inversiones que contribuyen a los fines de las políticas de la UE.

Editado por Sandra Municio

Más información:

El BEI aporta 86 millones de euros para proteger la infraestructura energética de Ucrania

El Banco Europeo de Inversiones (BEI) anunció este lunes una aportación de 86 millones de euros, respaldados por garantías de la UE, para apoyar la protección física de la infraestructura energética crítica del país ante los incesantes ataques rusos.

Bruselas (EuroEFE).- La presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, recordó este viernes al expresidente del Ejecutico comunitario Jacques Delors, fallecido el 27 de diciembre de 2023 a los 98 años.

«Hace un año desapareció Jacques Delors, uno de los grandes constructores de nuestra Unión. Su herencia nos inspira a trabajar sin descanso por la unidad y la prosperidad de Europa. Gracias, querido Jacques Delors», dijo Von der Leyen a través de las redes sociales.

Ministro de Economía en el primer Gobierno dirigido por el socialista François Mitterrand, Delors representó un ala centrista del Partido Socialista francés. Reivindicó durante toda su carrera política sus convicciones católicas y su experiencia sindical en su juventud.

En 1985 sustituyó al luxemburgués Gaston Thorn al frente del Ejecutivo comunitario, puesto que ocupó hasta 1994.

En diciembre de ese año se produjo uno de los gestos que han marcado su biografía política, al anunciar que renunciaba a la carrera por el Elíseo del año siguiente pese a que era uno de los grandes favoritos en los sondeos.

Un gesto que, justificado por razones personales como su edad, pero también por la situación política -creía que una parte de su partido no le apoyaría- en la práctica, supuso su salida del tablero y el fin de su carrera con 69 años.

En Bruselas, Delors demostró ser una personalidad fundamental para hacer avanzar la integración europea. Uno de sus grandes símbolos fue la creación en 1987 del programa Erasmus, del que se han beneficiado millones de estudiantes desde entonces.

Ese mismo año entró en vigor el Acta Única Europea que fue la culminación del mercado único y la consiguiente libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas.

Editado por Sandra Municio