Bruselas (EuroEFE).- Los gobiernos de la Unión Europea y el Parlamento Europeo tienen cinco semanas para evitar que la ley que busca limitar que los productos consumidos en el bloque generen deforestación se comience a aplicar desde enero de 2025 y no un año después, como propuso la Comisión Europea.

Las dos instituciones apoyan la propuesta de Bruselas para retrasar doce meses el inicio de esta ley, pero una serie de enmiendas aprobadas por la Eurocámara con los votos a favor del Partido Popular Europeo (PPE) y los grupos de extrema derecha que reducen su ambición han sido rechazadas por los Estados miembros, lo que obliga a ambas partes a negociar.

El reglamento vigente – aprobado en 2023 y que afecta tanto a ganado como a madera, cacao, soja, aceite de palma, café o caucho y productos derivados como cuero, chocolate, neumáticos o muebles – establece que debe aplicarse a partir del 30 de diciembre de este año, pero el Ejecutivo comunitario planteó en octubre una prórroga de un año como periodo de adaptación para la industria.

Por tanto, el Consejo de la UE (los Estados miembros) y el Parlamento Europeo disponen de un plazo de apenas cinco semanas para sacar adelante la moratoria y evitar que su aplicación comience el día planeado inicialmente.

«Si no se acuerda el cambio (la prórroga), la ley se aplica tal y como está en vigor», explican fuentes comunitarias a EFE.

En este caso, las empresas que produzcan o importen a la UE esos productos deberán demostrar a través de un sistema de geolocalización que no han generado deforestación o degradación de masas forestales a partir del 30 de diciembre de este año.

El conflicto reside en las enmiendas aprobadas en la Eurocámara la pasada semana que relajan las exigencias de la ley. En particular, la creación de una categoría de países «sin riesgo» de deforestación que fuentes diplomáticas ven como un «coladero» para que entren a la UE productos que sí han generado deforestación.

Los Veintisiete respaldaron sin cambios sustantivos la propuesta original de Bruselas y sólo Italia abrió la puerta a incluir en la ley las enmiendas planteadas por los eurodiputados, pero siempre que diera tiempo al incluirlas antes de que finalice este año, algo complicado dadas las limitaciones de tiempo y el hecho de que la mayoría de las capitales las rechazan, apuntan las mismas fuentes.

Los Estados miembros se basan en el análisis de los servicios jurídicos del Consejo de la UE, quienes advirtieron de que las enmiendas de la Eurocámara estaban poco definidas, carecían de un análisis de impacto e incluso podrían infringir normas de la Organización Mundial de Comercio (OMC).

«Cabe recordar que la propuesta de la Comisión Europea debe ser adoptada, firmada y publicada en el Diario Oficial de la UE antes del 30 de diciembre de 2024», advierte el Consejo de la UE en un comunicado.

Con todo, el Partido Popular Europeo lamentó la posición de los Estados miembros y cargó en particular contra Alemania, Francia y España, cuyo comportamiento tildó de «irresponsable» por «obstruir cambios que son urgentes (…) para detener la deforestación ilegal y proteger a empresas, silvicultores y agricultores de una burocracia no razonable».

Por su parte, el grupo de los Socialistas y Demócratas (S&D) lamentó que las enmiendas de la derecha «diluyan» la ambición de la ley y pongan en entredicho los compromisos medioambientales del bloque, por lo que incluso pidieron a la Comisión Europea que retire su propuesta.

Fuera del Parlamento Europeo, la ONG ecologista WWF celebró que los Veintisiete rechacen unas enmiendas que «abren la puerta a la desregulación» y instaron a los gobiernos a mantener esta posición en las negociaciones que ahora deben mantener con la Eurocámara.

«Retrasar su aplicación incluso por un año ya corre el riesgo de exacerbar la deforestación global. Cual quier retraso adicional y debilitamiento (de la ley) llevaría a más destrucción, con consecuencias devastadoras para los bosques, el clima y la biodiversidad», defiende la organización medioambientalista.

Editado por Sandra Municio

Bruselas / Barcelona (España) (EuroEFE).- El presidente de la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa, dijo este jueves que su gobierno quiere favorecer un entorno «estable y predecible» para la comunidad empresarial y las inversiones en Cataluña y destacó el potencial de la región a nivel europeo en sectores como el farmacéutico o la automoción.

En una intervención ante el foro empresarial Europea Business Summit en Bruselas, Illa subrayó que la prioridad de su Ejecutivo es la «normalización institucional social y económica» tras «diez años difíciles», lo que implica también un «proceso de estabilización que ayude a la inversión en Cataluña y al entorno empresarial».

El presidente de la Generalitat subrayó que el PIB está creciendo a un 3 % anual con lo que la «economía va en la dirección correcta», pero el objetivo es que esta «prosperidad» sea «compartida» por lo que están poniendo el foco en la mejora de políticas públicas como vivienda e infraestructuras sanitarias, energéticas y de agua.

La «discusión interna» de la última década, que «afortunadamente se está superando», ha tenido un impacto que «no ha sido bueno para la comunidad empresarial», reconoció Illa preguntado por la salida de empresas de Cataluña a raíz del referendo ilegal de independencia del 1 de octubre de 2017.

«Lo que la comunidad empresarial quiere y necesita es estabilidad, predictibilidad, Estado de derecho, reglas claras, y esto es lo que estamos intentando hacer: ofrecer un entorno estable, predecible, para asegurar el Estado de derecho y dar la bienvenida a la comunidad empresarial que quiera invertir y crear prosperidad en nuestro país», dijo.

Para ello, argumentó, «algunas cosas tienen que cambiar», empezando por hacer «una administración más eficiente, con menos obstáculos y más proactiva», así como «mejorar la energía verde», reforzando las infraestructuras energéticas y de aguas en la región.

Más allá de las energías renovables, Illa destacó el potencial de otros sectores económicos en Cataluña como el de químicos, el farmacéutico, el de automoción, el agrícola – que recordó representa un 20 % del PIB catalán- y la industria turística, que consideró «debe ser regulada».

Cataluña tiene además «activos» en nuevas tecnologías como los chips y para la transformación digital, por ejemplo el centro de computación europeo o el Instituto Fotónico catalán, añadió el político socialista, quien mostró la disposición de la región a «compartir» estos activos con la Unión Europea.

Illa defendió que Europa tiene que seguir siendo una «economía abierta» pero al mismo tiempo debe dar pasos para proteger la producción industrial y la innovación a nivel europeo y no ser dependiente de China o Estados Unidos: «Tenemos que hacer nuestro trabajo para intentar defender nuestras economías».

El presidente catalán volvió a defender, como ha hecho durante todo su viaje a Bruselas, que Cataluña quiere volver a estar «totalmente implicada en Europa tras diez años de un papel pasivo a nivel europeo» y hacerlo «en cooperación, no en confrontación con el Gobierno español».

«No queremos ser un problema para Europa, queremos ser parte de la solución en un contexto difícil para Europa», dijo Illa.

El potencial de Cataluña en la industria de los chips

Por otra parte, el presidente de la Generalitat catalana ha resaltado este jueves el potencial de Cataluña en la industria de los chips, un sector «clave» en el contexto de la transformación digital: «Estamos bien posicionados y tenemos planteamientos ambiciosos».

Illa ha abordado el desarrollo de esta industria en Cataluña y en Europa con el director ejecutivo de Chips Joint Undertaking, Jari Kinaret, con el que se ha reunido en la segunda y última jornada de su viaje institucional a Bruselas.

La Chips Joint Undertaking es una iniciativa tripartita europea entre la Comisión Europea, los Estados miembros y la industria para impulsar el desarrollo y la adopción de tecnologías avanzadas en el campo de los chips y la nanoelectrónica, con el objetivo reforzar la autonomía tecnológica de Europa.

En declaraciones a los periodistas antes de la reunión, Illa ha destacado que el gobierno catalán «está trabajando muy en serio en distintos proyectos relevantes en este ámbito y también trabaja para tener un papel en el enlace entre el diseño y los procesos de fabricación masivos».

«La industria del chip es clave para Cataluña y para todos. Lo que la máquina de vapor fue en la revolución industrial lo es ahora el chip en la revolución tecnológica que estamos viviendo», ha subrayado.

La indústria del xip és clau per a Catalunya: estem ben posicionats en aquest àmbit i tenim plantejaments ambiciosos.

És per això que avui m'he reunit amb el director executiu de Chips Joint Undertaking, Jari Kinaret, a Brussel·les.

Catalunya ha de formar part de projectes… pic.twitter.com/xMkNbyT5Nf

— Salvador Illa Roca (@salvadorilla) November 21, 2024

Asimismo, ha reconocido que en Cataluña ha habido «un trabajo previo bien sembrado» por parte del anterior ejecutivo autonómico de Pere Aragonès en este ámbito y que existen «iniciativas importantes que están bien encarriladas»: «Se está haciendo un trabajo riguroso que dará frutos».

Illa ha insistido en la importancia que tiene para el gobierno catalán estar presente con asiduidad en Bruselas para estar al corriente de los debates que se dan en la Unión Europea y por incidir e influir en aquellos que afecten a Cataluña.

En este sentido, ha subrayado que tanto él como los consejeros de su ejecutivo harán «idas y vueltas frecuentes» a Bruselas con la voluntad de «implicarse a fondo» en las instituciones europeas.

Una acción exterior que coopere con el Gobierno español

Por otra parte, el presidente catalán ha defendido que la acción exterior del Ejecutivo catalán se lleve a cabo «en cooperación» con el Gobierno y las instituciones españolas y «no en confrontación».

En un acto en la delegación del Gobierno catalán ante la Unión Europea en Bruselas, junto con el conseller de Acción Exterior y Unión Europea, Jaume Duch, y la nueva delegada en Bruselas, Ester Borràs, Illa ha hecho énfasis en la voluntad de su gobierno de que Cataluña «vuelva a ser parte de Europa» e implicarse en las instituciones comunitarias.

«Tenemos cosas a aportar y a decir, reforzando nuestro autogobierno, nuestra identidad, nos planteamos tener una acción continuada, metódica, sin demasiados volantazos, con una orientación clara para contribuir a reforzar el proyecto europeo», ha subrayado.

Illa ha llamado a trabajar juntos, enfatizado lo que une y no lo que divide para fortalecer la Unión Europea y el modelo de vida europeo, caracterizado por la prosperidad económica, la democracia y el estado del bienestar.

El presidente catalán también ha aprovechado para dar las gracias por «la magnífica acogida» recibida por parte del cuerpo diplomático del Gobierno español, destacando que «siempre facilitan el trabajo»: «Agradecer el trabajo que hacéis y las facilidades que nos dais y cómo nos ayudáis a trasladar aquí la realidad de Cataluña».

Por su parte, Borràs ha señalado que el objetivo de la delegación es «ayudar a que Europa esté más presente en Cataluña y que Cataluña sea más fuerte en Europa».

«Somos y queremos ser un país referente del europeísmo y también ejemplo de buenas políticas, buenas prácticas, empresas de vanguardia y una sociedad civil liberal», ha agregado.

Alianza de regiones por una política de cohesión descentralizada

Hasta 74 regiones europeas, entre las que se encuentran Cataluña y el País Vasco, anunciaron este miércoles en Bruselas una alianza, auspiciada por Baviera y Baja Austria, para trasladar a las instituciones de la UE peticiones económicas, como mantener la descentralización de la política de cohesión.

En el foro donde se realizó el anuncio, estuvieron presentes, entre otros, los presidentes autonómicos de Cataluña y País Vasco, Salvador Illa e Imanol Pradales, respectivamente.

El presidente catalán defendió que las regiones son una de «las claves del éxito de la historia de Europa» y parte de la mayoría de enlaces directos entre las instituciones europeas y los ciudadanos.

Illa también expresó su deseo de que regiones como la suya participen activamente en cuestiones presupuestarias.

«No sólo queremos ser parte de la discusión en el marco del marco financiero plurianual, sino que queremos ser parte del proceso de toma de decisiones. No sólo para preservar nuestro gobierno, en el caso de Cataluña, sino también para hacer propuestas que fortalezcan Europa», dijo.

A l’acte 'Power Regions of Europe' he defensat que les regions formen part de la història d’èxit d’Europa, perquè som un dels vincles més directes entre la ciutadania i les institucions europees.

Catalunya ha tornat per involucrar-se en la construcció europea i enfortir el paper… pic.twitter.com/K6WfU0REkB

— Salvador Illa Roca (@salvadorilla) November 20, 2024

Por su parte, el presidente vasco defendió el liderazgo de las regiones en el diseño del futuro europeo o en defensa de la industria comunitaria.

«Ahora es el momento de abrazar la defensa industrial de Europa, de la cual los ecosistemas de innovación regionales y las estrategias industriales impulsadas por la seguridad son los elementos centrales. Las regiones deben liderar esta nueva estrategia. Queremos ser y debemos ser influyentes en este nuevo acuerdo europeo», apuntó Pradales.

🇪🇺 🗣 Las regiones pueden y deben liderar la nueva estrategia europea. #Euskadi quiere y debe ser influyente. Ese es el principal mensaje que he querido trasladar esta tarde en el foro Power of Regions European Summit celebrado en Bruselas.

🔴⚪️🟢 Eskualdeek lehiarako abantaila… pic.twitter.com/xctqeCEHlR

— Imanol Pradales (@Imanol_Pradales) November 20, 2024

El acuerdo al que llegaron un total de 74 regiones, tiene como objetivo, entre otros, trasladar a las instituciones de la Unión Europea la oposición a la centralización de la gestión de los fondos estructurales y, por tanto, de la política de cohesión.

La Comisión Europea que seguirá liderando Ursula von der Leyen durante los próximos cinco años quiere impulsar una reforma del presupuesto comunitario a largo plazo para reducir el número de programas a sólo 27 planes nacionales, uno por país, y condicionar el pago de fondos a la adopción de reformas.

Los alrededor de 530 programas que existen actualmente entre estrategias regionales o sectoriales serían sustituidos por 27 planes nacionales, uno por cada Estado miembro, que incluirán por su parte capítulos tanto temáticos (agricultura, transporte o energía, por ejemplo) como regionales.

La alianza de regiones constituida este miércoles también pretende fortalecer aquellas regiones que representan, según afirman las firmantes, una gran parte del poder innovador y económico de la de la Unión Europea.

En la firma de este acuerdo participaron regiones situadas en España, Eslovaquia, Bélgica, Finlandia, Francia, Italia, Países Bajos, Suecia, República Checa, Austria y Alemania.

De hecho, la iniciativa fue impulsada por la región alemana de Bavaria y la austriaca de Baja Austria, cuyos lideres también participaron en el anuncio.

Concretamente la gobernadora de esta última, Johanna Mikl-Leitner, explicó que este acuerdo incluye al 40 % de la población europea y tiene como objetivo «actuar rápido a fin de evitar que Europa pierda importancia y relevancia».

Mikl-Leitner también se posicionó en contra de la centralización de la política de cohesión: «Es algo que tiene que trabajar para todas las regiones, porque es parte de la solidaridad europea. Estamos en contra de la centralización de la política de cohesión».

Por su parte el presidente del Comité Europeo de las Regiones, Vasco Alves Cordeiro, defendió durante su participación en el foro la necesidad de una política de cohesión simplificada que permita ver los resultados de invertir en ella.

También abogó por una política de cohesión para reducir las diferencias entre regiones: «Todo el mundo necesita tener acceso, con diferencias, porque todas tienen retos, retos a largo plazo. En algunas regiones pueden ser las infraestructuras, en otras puede ser la transición climática o la digital. La política de la cohesión es la respuesta», zanjó.

Editado por Sandra Municio

Bruselas (EuroEFE).- El presidente de Canarias, Fernando Clavijo, dijo este jueves que tiene previsto invitar al archipiélago al futuro comisario de Interior y Migraciones, el democristiano austríaco Magnus Brunner, ante la preocupación que plantea el hecho de que no haya hecho aún referencia alguna a la situación de los migrantes ni de los menores que llegan a esas islas.

«En cuanto pase este periodo de elección de los comisarios, vamos a solicitar una reunión y vamos a pedir incluso que venga a Canarias», dijo Clavijo en declaraciones a la prensa, después de reunirse en el Parlamento Europeo con el presidente de la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa.

A Canarias le preocupa, dijo Clavijo, que Brunner no hiciera referencia a Canarias ni a los menores en el «examen» al que se sometió ante la Eurocámara, ni tampoco en la carta de misión transmitida al futuro comisario por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

E indicó que ha hecho llegar esa «preocupación» tanto a la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, en la reunión que mantuvo este miércoles, como al presidente de la Comisión de Libertades de la Eurocámara, el eurodiputado Javier Zarzalejos (PP).

«Ahora, con este nuevo comisario, obviamente lo tendrá sobre una mesa», indicó el presidente de Canarias, que añadió que esa es precisamente una de las razones por las que la visita de dos días que ha llevado a cabo a Bruselas «es tan importante».

Clavijo aborda con Illa temas de migración y turismo

Clavijo explicó, por otro lado, que en su reunión de este jueves con el presidente de la Generalitat de Cataluña hablaron sobre migración y turismo, entre otros temas.

Destacó que con Illa coincide «en varias cosas», empezando por la necesidad de «poner al ciudadano en el centro de la gestión» y de hacer una «política de tranquilidad, alejada de la crispación, del enfrentamiento».

También «la necesidad de que las comunidades autónomas compartamos más», por ejemplo experiencias de éxito y también no tan exitosas «que nos sirvan para aprender».

Sobre la conversación relativa al turismo, indicó que Cataluña también está «en una situación de importante tensión en cuanto a la vivienda» y se refirió a la necesidad de «reflexionar» sobre cómo se pueden «ir corrigiendo pequeñas anomalías que hacen que se produzca cierta tensión» en un «producto de éxito», como es el turismo en ambas comunidades.

En cuanto a la migración, Clavijo destacó que Cataluña «es la comunidad autónoma que más menores extranjeros no acompañados tiene después de Canarias».

En la reunión, Illa, dijo, le transmitió «su voluntad de seguir colaborando» y, sobre todo, de abordar el fenómeno asegurando el respeto de los tratados internacionales.

«Hay que ser, ante todo, humano en cuanto al tratamiento, independientemente de que, obviamente, hay muchas cosas que mejorar», señaló.

Añadió además que «Europa tiene que tener una mayor presencia en África» y en ese contexto consideró una «mala noticia» la retirada de la misión del Sahel, «porque si no hay cooperación y desarrollo esa gente se verá en mayor necesidad de salir, buscando un futuro mejor».

En ese aspecto, dijo el político canario, «vamos a compartir documentos y (…) estrategias a los efectos de, entre todos, dar una respuesta un poco más civilizada y humana a los menores extranjeros no acompañados».

Clavijo consideró «positivo» el balance de la visita a Bruselas esta semana y precisó que aunque «Europa es lenta» en los pasos que da, «si se dan con firmeza, como estamos haciendo yo creo que al final estamos colocando las piedritas para construir lo que debe ser una respuesta europea a un fenómeno que (…) es estructural» y que seguirá en los próximos años.

Editado por Sandra Municio