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Europa

Choque en Bulgaria en torno a un pacto de seguridad con Kiev

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Choque en Bulgaria en torno a un pacto de seguridad con Kiev 6yyTLy

Sofía (Euractiv.bg / EuroEFE).- El debate en Bulgaria en torno a un acuerdo de seguridad con Ucrania ha derivado en un choque directo entre el ex primer ministro del país balcánico Boiko Borissov y el jefe de gobierno interino.

Borissov, líder del partido GERB (PPE), decidió el jueves retirar su apoyo a la firma de un acuerdo de seguridad bilateral con Ucrania después de que el jefe de gobierno interino pidiera al parlamento del país que tomase una decisión sobre el polémico expediente.

El acuerdo de seguridad con Ucrania forma parte de una iniciativa que involucra a más de 20 países y a la UE. El primer ministro interino de Bulgaria, Dimitar Glavchev, se comprometió en octubre a sumarse a la iniciativa.

Aunque en principio estaba previsto que Glavchev firmara el acuerdo con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, aprovechando la presencia de ambos en Bruselas este jueves, el gobierno interino se negó a firmar el texto y ahora busca un mandato del parlamento, donde el GERB tiene mayoría.

De los 27 socios de la UE, solo seis no han firmado acuerdos de este tipo, incluida Bulgaria. Se trata de: Hungría, Austria, Eslovaquia, Malta y Chipre.

Desde la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, el GERB ha apoyado el respaldo militar de Sofía a Ucrania. En multitud de ocasiones Borissov ha puesto de relieve ese apoyo como prueba de la postura prooccidental de su partido.

Pero, en su opinión, ahora las cosas han cambiado.

«Hace seis meses, habríamos apoyado sin fisuras un acuerdo de este tipo», aseguró el jueves, al tiempo que añadió que ese apoyo hoy equivale a «comprar una fábrica el 9 de septiembre».

La expresión popular correcta en Bulgaria sería «comprar una fábrica el 8 de septiembre», una expresión metafórica para señalar que se trata de un muy mal negocio. El 9 de septiembre de 1944, Bulgaria fue ocupada por el ejército soviético, lo cual no auguraba nada bueno para los propietarios de las fábricas.

Borisov explicó que la razón del rechazo es el creciente debate en Europa y Estados Unidos sobre cómo lograr la paz en Ucrania.

En ese sentido, añadió que se esforzará  “(…) por (lograr) un proceso de reconstrucción o de paz” en Ucrania, aunque subrayó que debería ser un gobierno estable –y no un ejecutivo interino- el que “firme un tratado que sea mutuamente beneficioso”.

No obstante, Borissov no explicó en qué aspectos aprecia la supuesta falta de beneficio mutuo en el acuerdo.

Preguntado sobre cómo un gobierno estable, en el cual participe el partido socialista BSP, podría firmar un acuerdo de cooperación militar con Ucrania, Borissov subrayó: “Si el acuerdo es mutuamente beneficioso, ningún partido se opondrá”.

El BSP rechaza proporcionar ayuda militar a Ucrania. A pesar de su modesto número de diputados (20 de 240), el partido podría ser un socio importante de coalición en un gobierno dirigido por el GERB.

Por otro lado, el líder del GERB aseguró que el gabinete interino no necesita un mandato parlamentario para firmar el acuerdo con Ucrania.

Un “regalo” para Viktor Orbán

Minutos después de su discurso, Glavchev se pronunció sobre el tema desde Bruselas, donde asiste al Consejo Europeo para rechazar las acusaciones de que su decisión de solicitar un mandato de la Asamblea Nacional sea un intento de sabotear las negociaciones gubernamentales.

En ese sentido, subrayó que la única razón por la cual solicitó la aprobación de los diputados es la propuesta de que el acuerdo tenga una validez de diez años.

Por ello, Vessela Tcherneva, subdirectora del ECFR y ex asesora del ex primer ministro Kiril Petkov, explicó a Euractiv,bg que eso supone «un regalo» para el primer ministro húngaro Viktor Orbán, que visitará Sofía el viernes.

Petkov es el líder de Continuamos el Cambio, la segunda fuerza más importante del parlamento búlgaro. Sin ese partido es casi imposible formar gobierno. El partido respalda la firma del acuerdo de seguridad con Ucrania.

Según el analista político Vesselin Stoynev, Glavchev estaría actuando bajo órdenes de Delian Peevski, que dirige el partido DPS y se enfrenta a sanciones por corrupción en Estados Unidos. En su opinión, está tratando de sabotear las negociaciones para la formación del gobierno.

Stoynev calificó la actitud de Borissov de “vergonzosa”.

De hecho, la grieta geopolítica que se ha abierto entre GERB y Continuamos en Cambio amenaza con dinamitar la formación de una coalición de ese tipo.

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Editado por Fernando Heller

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Europa

La UE afronta «preparada» el corte del suministro de gas ruso por Ucrania

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La UE afronta preparada el corte del suministro de gas ruso por Ucrania V20Vn8

Bruselas / Praga (EuroEFE).- La Comisión Europea afirmó que el corte del tránsito de gas ruso por territorio de Ucrania hacia la UE era lo «esperado» y reiteró que el bloque está «preparado» para sustituir el suministro a través de cuatro rutas alternativas para los países más afectados.

«La detención del flujo (de gas ruso) por Ucrania el 1 de enero es la situación esperada y la UE está preparada para ello», subrayan a EFE fuentes comunitarias, para después enfatizar que la institución ha trabajado «durante más de un año» con los Estados miembros para prepararse para un escenario así.

La infraestructura gasística europea es «lo suficientemente flexible» para transportar gas de distintos orígenes a través de «rutas alternativas», explican las fuentes, para después añadir que el bloque también se ha reforzado con «nuevas y significativas capacidades de importación de GNL (gas natural licuado) desde 2022».

El Ejecutivo comunitario también destacó que la seguridad energética de la UE también se ha reforzado en los últimos años con el despliegue de energías renovables y medidas para mejorar la eficiencia energética.

Cuatro rutas alternativas

Bruselas ya había comunicado que el impacto del fin del tránsito de gas ruso por Ucrania en la UE sería limitado tanto en volúmenes como en alcance y, en concreto, confía en suplir este suministro a través de cuatro rutas alternativas desde Alemania Italia y Polonia y Grecia y Turquía.

La red gasística ucraniana está conectada con cuatro países del club (Hungría, Polonia, Rumanía y Eslovaquia) pero los volúmenes desde Rusia a la UE se han reducido «drásticamente» desde que Moscú redujese el tránsito en 2022 en el contexto de su invasión de Ucrania.

El bloque recibió un total de 14,65 bcm (miles de millones de metros cúbicos) de gas en 2023, frente a los 40 bcm de antes de la guerra, mientras que el 1 de diciembre de 2024 habían llegado 13,7 bcm, según un documento que la Comisión Europea preparó para la reunión de ministros de Energía de la UE en diciembre de 2024, al que ha tenido acceso EFE.

Actualmente, sólo Chequia, Hungría, Italia, Eslovenia, Austria y Eslovaquia siguen obteniendo gas ruso que transita por Ucrania, pero los dos últimos serán los más afectados porque representa aproximadamente el 60 % de su demanda.

La primera ruta alternativa que concibe Bruselas es a través de Alemania gracias a la «reciente y significativa expansión» de terminales de GNL y de sus importaciones de gas por tubería desde Noruega, Países Bajos y Bélgica.

Desde Alemania se podrían añadir volúmenes adicionales de gas a Austria, Chequia y Eslovaquia por infraestructuras que ya existen.

La segunda facilitaría acceso de gas noruego y de GNL procedente de Estados Unidos y Ucrania desde Polonia a Eslovaquia a través del interconector entre ambos a países y desde ahí hacia Chequia, Austria, Hungría y Ucrania.

Por otro lado, a través de una tercera alternativa se puede transportar gas desde Italia a Austria y después a Eslovaquia y a Eslovenia sólo teniendo en cuenta las capacidades actuales.

Y, por último, la llamada ruta Trans-Balcánica puede transportar gas desde Grecia, Turquía y Rumanía hacia el norte para suministrar el combustible no sólo a los países del centro y este de la UE, sino también a Ucrania y Moldavia, gracias a las interconexiones actuales entre Grecia, Bulgaria, Rumanía, Hungría, Moldavia, Ucrania y Eslovaquia.

Advertencia de Eslovaquia

El primer ministro de Eslovaquia, el populista de izquierdas Robert Fico, aseguró este miércoles que el corte del suministro del gas ruso por Ucrania tendrá «severas consecuencias» económicas para la UE.

«La interrupción del tránsito del gas por Ucrania tendrá severas consecuencias para todos nosotros en la UE, pero no en la Federación Rusa», afirmó el mandatario eslovaco en su mensaje de año nuevo.

Fico remitió esta semana una carta abierta al presidente del Consejo Europeo, António Costa, y a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, con un estudio de la gasística eslovaca SPP sobre el impacto financiero del corte del suministro de gas ruso por Ucrania.

El estudio afirma que el cierre del Druzhba supone un encarecimiento de 10-12 euros por megavatio hora (MWh) de la cotización del gas en el mercado bursátil holandés y alemán.

«Esta diferencia también se refleja en el aumento de los precios del gas, desde unos 35 EUR/MWh hasta los actuales 45 EUR/MWh», cita Fico.

A partir de este dato, y del consumo anual de gas de unos 4.000 millones de MWh de los Veintisiete, el estudio concluye que el cierre del tránsito por Ucrania «significa un costo adicional de 40.000 a 50.000 millones de euros para los hogares, las empresas y las infraestructuras públicas europeas sólo en el precio del gas».

Editado por Miriam Burgués

 

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La presidencia europea de Polonia aspira a independizar y fortalecer la economía continental

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Presidencia europea de Polonia aspira a independizar y fortalecer la economia continental IjbzUc

Cracovia (Polonia) (EuroEFE).- Polonia asumirá la presidencia semestral del Consejo de la Unión Europea (UE) este miércoles con un ambicioso programa que se propone impulsar la competitividad del bloque y afirmar su autonomía en un momento lleno de incertidumbres.

La seguridad económica y, por extensión, la energética serán pilares fundamentales de la presidencia polaca, que en sus planes para 2025 destaca la reducción de los costes energéticos como «el factor más importante que limita la competitividad de la economía de la UE».

Por eso, el primer ministro Donald Tusk urgió recientemente a los socios europeos a esforzarse para «garantizar las condiciones para que Europa recupere su plena competitividad», y propuso abrir un debate sobre la reforma del mercado energético, con un enfoque en la diversificación de las fuentes de suministro y la reducción de la dependencia de Rusia.

En opinión de Daniel Lewandowski, un analista financiero del banco ING en Varsovia, Europa es hoy «un atleta enfermo que tiene un gran potencial y el mejor equipamiento posible» pero que «debe volver a ponerse en forma» con medidas como la eliminación de trabas comerciales y regulaciones excesivas, sobre todo en el sector servicios y los mercados de capitales.

 

Equilibrio entre objetivos y compromisos

En materia de política climática, Polonia, el país más dependiente del carbón de toda la UE, propone un enfoque pragmático que equilibre la transición energética con la estabilidad económica y la competitividad industrial, y en palabras del ministro de Finanzas, Andrzej Domański, «hay que ser realistas y tener en cuenta el impacto social y económico de la transición energética».

Parecida es la postura polaca en cuanto al Pacto Verde Europeo, un tema en el que la prioridad polaca será garantizar que las políticas climáticas no perjudiquen la competitividad de los agricultores.

Varsovia aboga por movilizar capitales privados que aligeren la carga financiera de los Estados en la transición a energías limpias o renovables, para que sean las empresas quienes impongan su propio ritmo a este proceso, en lugar de implantar legislaciones demasiado ambiciosas y con un calendario inflexible.

Polonia tendrá un papel importante en la configuración del debate sobre la reforma de la Política Agrícola Común (PAC) post-2027 durante su presidencia, pues su mandato coincide con las primeras etapas de las negociaciones sobre la futura PAC, que desde el punto de vista polaco deberá tener en cuenta la futura incorporación de nuevos miembros, como Ucrania, Moldavia y los Balcanes Occidentales.

 

El comercio exterior, fuente de problemas internos

Al mismo tiempo, se espera que Polonia pida revisar el acuerdo de libre comercio con Ucrania, que considera perjudicial para los intereses de sus agricultores, y el acuerdo con Mercosur, que ha despertado recelos en varios Estados socios de la Unión.

Al otro lado del Océano Atlántico, el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca y su política proteccionista pueden ser otra fuente de tensiones en el comercio exterior de la UE, al igual que las relaciones con China.

Al gigante asiático se le considera en el documento de la presidencia polaca como el gran competidor de Europa en el ámbito digital y en el desarrollo de inteligencia artificial.

Transformación digital

Con el objetivo de profundizar en la transformación digital de Europa, Polonia impulsará simplificar y flexibilizar la densa red de regulaciones creada por Bruselas, intentará que la digitalización de la economía cale hasta alcanzar a las pequeñas empresas y promoverá la formación de profesionales en ciberseguridad para hacer frente a las crecientes amenazas en este campo.

En su declaración de intenciones para la Presidencia, Polonia subraya que Europa se encuentra rezagada en este ámbito, como lo demuestran la falta de empresas tecnológicas europeas entre las 20 más grandes del mundo y el bajo porcentaje de «unicornios» originados en el continente.

Pero, se añade, «Europa todavía tiene la oportunidad de alcanzar una posición de liderazgo» si se consigue «un entorno regulatorio adecuado» y se construyen «vínculos más estrechos entre la industria y la academia en investigación y desarrollo», y se alude a «la cooperación transatlántica» frente a la competencia con China, un país que, recuerda Varsovia, mantiene estrechos lazos de cooperación con Rusia.

Como medidas urgentes, Varsovia trabajará en la simplificación del IVA y luchará contra la regulación excesiva que afecta a las empresas de los sectores más innovadores, así como la eliminación de los cargos por ‘roaming’, como parte del mercado único digital.

Editado por Miriam Burgués

 

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Europa

¿Cómo abordará la UE el reto de la defensa ante el regreso de Trump?

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Como abordara la UE el reto de la defensa ante el regreso de Trump J4BdEP

París (Euractiv.fr).-  Tres años después de la invasión rusa de Ucrania, la UE se enfrenta en 2025 al reto de mantener su apoyo militar a Kiev ante la incertidumbre de qué política de defensa aplicará Donald Trump, al tiempo que el bloque comunitario se plantea cómo reforzarse en una OTAN cada vez más “europea”.

Los gobiernos de los socios comunitarios se enfrentan a un doble reto: financiar rápidamente armamento eficaz a precios asequibles para satisfacer sus necesidades inmediatas y, al mismo tiempo, apoyar el desarrollo a largo plazo de la industria europea de defensa y la innovación en el sector militar.

Todo ello al tiempo que la guerra entre Rusia y Ucrania sigue ocupando un lugar prioritario en la agenda de los líderes europeos, que reiteraron en el último Consejo Europeo de diciembre que «Rusia no debe ganar».

En el campo de batalla, sin embargo, el ejército ucraniano sigue esperando los sistemas de defensa antiaérea prometidos por la UE el pasado mes de julio, mientras que el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha pedido otros 19 sistemas extra.

Para lograr avances en el terreno contra una Rusia y sus aliados muy bien pertrechados, los soldados ucranianos necesitarán mucha más munición, tanques y aviones de combate.

El objetivo de Kiev es reforzar su posición militar en unas futuras hipotéticas negociaciones de paz con Moscú, y al mismo tiempo garantizarse el apoyo sostenido de Estados Unidos y la UE ante la incertidumbre que genera el regreso de Trump a la Casa Blanca en enero de 2025.

Por otro lado, Ucrania necesita mostrar músculo mientras espera avances concretos de cara a su futura adhesión a la OTAN.

Mientras tanto, los países que han donado equipo militar, armas y municiones a Ucrania quieren reponer sus existencias a un precio razonable.

Sin embargo, Irán, China y Corea del Norte están inmersos en una guerra en la cadena de suministro y entre 2022 y 2023 el coste de los proyectiles se ha cuadruplicado: una señal de que la capacidad de producción es demasiado baja.

Al mismo tiempo, en la UE y Estados Unidos se va perfilando una carrera por aumentar la producción de armas.

Aunque el coste de conformar un verdadero pilar europeo de defensa sigue sin concretarse, sobre la mesa se barajan algunas opciones.

Entre esas alternativas figura la emisión de eurobonos por parte de la Comisión Europea, una reasignación de fondos de la UE para defensa, el uso de fondos no gastados del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia post-pandemia, una sociedad instrumental, recurrir al Mecanismo Europeo de Estabilidad o la creación de un “banco de defensa”.

Aunque la mayoría de las opciones implican préstamos y empréstitos, la cuestión de fondo es quién quiere unirse al club y a qué coste.

Pero los socios europeos de la Alianza Atlántica se enfrentan a otro reto: algunos aliados están considerando elevar el umbral del 2% del PIB nacional para defensa y colocarlo en niveles cercanos a los alcanzados durante la Guerra Fría.

Sin embargo, hasta la fecha, un tercio de ellos aún no ha alcanzado ni siquiera el objetivo inicial del 2%.

Próximos debates presupuestarios

En ese sentido, el próximo 3 de febrero los jefes de Estado y de gobierno de la UE intentarán afinar sus posturas sobre el asunto, en paralelo a los debates sobre el próximo presupuesto a largo plazo de la UE (el Marco Financiero Plurianual 2028-2034).

Incluso aunque no existieran restricciones presupuestarias, la financiación y la toma de decisiones conjunta en materia de defensa son retos de gran calado para los socios europeos.

Un ejemplo de las dificultades para alcanzar consensos es el Fondo Europeo para la Paz (FEP), destinado a reembolsar a los Estados miembros de la UE su ayuda militar a Ucrania, actualmente bloqueado por Hungría.

Por otro lado, los beneficios obtenidos por los activos rusos congelados son tan magros que es difícil saber si se podrán destinar a modernizar la industria de defensa ucraniana en los próximos años.

Al tiempo que los debates se centran en estos momentos en lograr un alto el fuego, garantizar el fin de la guerra, y en el mantenimiento de la paz en Ucrania, la mayoría de las grandes industrias europeas siguen esperando contratos a largo plazo para realizar inversiones en nuevas fábricas y cadenas de suministro.

«La esperanza de lograr la paz [en Ucrania] ha sido hasta ahora una estrategia», explicaba a principios del pasado otoño Guillaume Faury, Presidente de la Asociación de Industrias Aeroespaciales, de Seguridad y Defensa de Europa (ASD).

Pero las cadenas de producción siguen al límite. Países Bajos, por ejemplo, ha tenido que aplazar hasta el año que viene el gasto de 750 millones de euros en ayuda militar a Ucrania debido a los dilatados plazos de entrega.

Por su parte, en 2024 la Comisión Europea presentó un Programa Europeo de Inversión en Defensa (PEID) para animar a los gobiernos y a las empresas a sumar esfuerzos e invertir más en el sector.

Sin embargo, la propuesta de Bruselas –una reforma a largo plazo de una industria militar infradotada desde hace años- choca con el deseo de los gobiernos de utilizar los fondos de la UE para soluciones rápidas y a más corto plazo.

Mientras tanto en el seno del PEID se suceden interminables debates sobre los criterios de elegibilidad, según explican fuentes de la Presidencia húngara del Consejo de la UE -encargada de las negociaciones desde hace seis meses- en una nota interna a la cual ha tenido acceso Euractiv.com

Por otra parte, será difícil superar las diferencias entre Polonia, Países Bajos, Francia, Grecia y Chipre sobre la cuestión de si los socios comunitarios pueden utilizar fondos comunes para pagar material bélico de países terceros, en especial estadounidenses, turcas, israelíes y surcoreanas.

Las diferencias de criterio sobre esta espinosa cuestión se explican por las distintas políticas nacionales relativas a la independencia y la estrategia comercial en el ámbito de la contratación pública europea.

¿Cuál es la prioridad?

En ese sentido, el Secretario General de la OTAN, Mark Rutte, admitió  recientemente que esos esfuerzos tendrán un elevado coste, que implica sacrificios.

«Sé que gastar más en defensa significa gastar menos en otras prioridades, pero sólo un poco menos», comentó el holandés, al tiempo que sugirió que se podría utilizar “un pequeño porcentaje” del gasto social para lograr los objetivos de defensa.

Todos esos debates sólo se refieren -por ahora- a las guerras «clásicas»: aún no se ha tocado el asunto de cómo preparar a la UE ante conflictos híbridos, entre ellos  ciberataques, averías de infraestructuras críticas, la instrumentalización de la inmigración por parte de algunos socios del bloque, el terrorismo, la ruptura de las cadenas de suministro, o la desinformación y la desestabilización en los países vecinos.

Sin embargo, tal y como recomienda el ex presidente finlandés Sauli Niniistö en su reciente informe sobre cómo preparar mejor a la UE ante esos nuevos retos, todos los esfuerzos en ese sentido deberían plasmarse en una sólida estrategia en 2025.

El objetivo es garantizar que todos los ciudadanos de la UE estén preparados para un posible conflicto y sus consecuencias.

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Editado por Fernando Heller

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