Ciencia y Salud
Los científicos se unen para reclamar un futuro sin tóxicos

Según la Fundación Rezero, impulsora de la Declaración Futuro sin Tóxicos, el 70 % del gasto sanitario se destina a paliar enfermedades crónicas relacionadas con problemas medioambientales pues diariamente estamos en contacto con productos que, aunque están en el mercado, no son seguros.
El objetivo de la declaración, entregada y explicada a la Presidenta del Congreso, Francina Armengol, es exponer las evidencias e interpelar a los diferentes partidos políticos y al Ministerio de Sanidad a tomar medidas urgentes y acelerar el proceso de revisión de la normativa existente.
“Los gobiernos deben estar a la altura de la situación y actuar para proteger la salud pública”, expone Rosa García, directora general de Rezero.
Rezero es una fundación sin ánimo de lucro que se constituyó hace 20 años por parte de la entidad ecologista CEPA (Centre d’Estudis i Projectes Alternatius) y la Federación de Ecologistas de Cataluña. Su objetivo es buscar soluciones nuevas para alargar la vida de los productos y materiales facilitando su reutilización y para eliminar la generación de residuos domésticos. Con el paso del tiempo se han unido a la iniciativa la Universitat Politècnica de Catalunya, el Institut de Ciència i Tecnologia Ambientals UAB o el Ayuntamiento de Torrelles.
De izquierda a derecha: Anna Peña (Rezero), Doctor Nicolás Olea, Doctora Elena Codina, Doctor Juan Antonio Ortega, Presidenta Francina Armengol, Rosa García (Rezero), Doctora Ethel Eljarrat, Marta Beltran (Rezero) y Laura Vila (Rezero)./Foto cedida por Rezero
Toxicidad invisible
Según la declaración, uno de los principales problemas es que no se dispone de suficiente información sobre la composición de los productos.
Se trata de productos derivados del petróleo de uso cotidiano y de una toxicidad lenta pero persistente, indica la fundación.
Ante el aumento a la exposición a materiales y sustancias químicas presentes en productos habituales de consumo como alimentos, envases, utensilios de cocina, textiles, plásticos, artículos de limpieza e higiene, los científicos han expresado su preocupación.
A pesar de que se ha demostrado la toxicidad de muchos compuestos, se desconocen los efectos que pueden tener las sustancias al acumularse en el organismo debido a la exposición continuada, produciendo el llamado efecto de cóctel químico.
El cóctel químico consiste en una mezcla de sustancias que puede causar efectos adversos, incluso si todos los componentes están presentes a niveles aparentemente seguros.
La declaración subraya que la propia Estrategia Europea de Sostenibilidad para las sustancias químicas reconoce la necesidad de reforzar, simplificar y consolidar el marco jurídico de la UE en materia de toxicidad.
Efectos en la salud
La presencia de tóxicos parece contribuir a múltiples problemas de salud como, por ejemplo, alterar el funcionamiento natural de las hormonas.
Un ejemplo son los disruptores endocrinos, que son sustancias que alteran el equilibrio hormonal y, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) contribuyen al desarrollo de:
Problemas reproductivos
Problemas del neurodesarrollo
Diabetes
Cáncer de mama, endometrio, ovario, próstata, testículo y tiroides
Las investigaciones citadas por la declaración señalan que no hay un nivel de exposición seguro a los disruptores endocrinos ya que pueden actuar de forma combinada y desde hace más de 20 años existen evidencias sobre su impacto negativo.
Además, añaden que el tratamiento de las enfermedades derivadas de la exposición a tóxicos supone un coste en salud pública. Por ejemplo, se ha estimado que los costes adicionales para tratar las enfermedades derivadas de la exposición a disruptores endocrinos son de 217.000 millones de dólares anuales para la Unión Europea.
“No es casualidad que el 70 % del gasto sanitario se destine a paliar enfermedades crónicas relacionadas con problemas medioambientales”, apunta el Doctor Juan Antonio Ortega.
Grupos más afectados
El informe presentado ante el Congreso de los Diputados, también destaca que los grupos de población más afectados a la exposición a los disruptores endocrinos son los bebés en gestación, a causa de la exposición intrauterina.
”Los niños y niñas son uno de los grupos de población más sensibles a los tóxicos y no pueden decidir sobre su futuro”, explica la doctora Elena Codina, y añade, “hay que aplicar el principio de precaución para la salud y supervivencia de las generaciones futuras”.
Otro grupo afectado son las mujeres debido a su sensibilidad a los efectos hormonales. Como estas sustancias pueden afectar a la regulación del desarrollo embrionario y fetal, pueden provocar efectos adversos en la descendencia.
La generación de residuos
La Declaración por Un Futuro sin Tóxicos observa que normalmente se aborda la problemática de la generación de residuos desde el punto de vista de la complejidad que supone su gestión. Sin embargo, la declaración quiere destacar el peligro de la presencia de sustancias tóxicas en los componentes de los mismos residuos.
Hoy en día la ingesta de microplásticos ha aumentado. /EFE
“Los tóxicos persisten en el medio. Aún estamos expuestos a tóxicos que se prohibieron hace treinta años y no se paran de producir sustancias tóxicas nuevas que, además persisten en el reciclaje: hay que apostar por la prevención”, alerta la doctora Ethel Eljarrat.
Cuando se recicla un producto que contiene componentes tóxicos, se corre el riesgo de que estos se vuelvan a introducir al circuito de consumo, perpetuando el peligro que suponen para la salud y el medio ambiente. Además, su presencia dificulta el modelo de economía circular.
Reclamaciones por un futuro sin tóxicos
Para reducir los costes del sistema de salud asociados a las enfermedades derivadas de la exposición a tóxicos y fomentar la innovación en el ámbito de químicos seguros, la “Declaración Futuro Sin Tóxicos” liderada por la fundación Rezero reclama la atención de las autoridades.
“Hay miles de evidencias y hemos gastado demasiado dinero público en estudios que siempre nos enfocan al mismo problema; necesitamos de una vez por todas leyes ambiciosas que enfoquen hacia la solución”, afirma el doctor Nicolas Olea.
Por ello, equipos de investigación científica, profesionales del mundo de la salud, entidades y organizaciones reclaman un marco normativo europeo, estatal y autonómico que garantice los siguientes puntos:
Cumplimiento de precaución en el diseño y fabricación de los productos.
Transparencia de información por parte de la industria sobre la composición completa de los productos que entran al mercado.
Estudio de todas las sustancias presentes en productos de consumo y evaluación del riesgo de exposición para las personas.
Estudio y regulación de las sustancias por grupos de sustancias según estructuras y riesgos que puedan producir efectos similares.
Estudio y regulación de las sustancias teniendo en cuenta el efecto cóctel, su posible acumulación en el organismo y la exposición continuada.
Prohibición de las sustancias tóxicas conocidas y eliminación de su presencia en productos y artículos de consumo.
Cumplimento de la normativa existente (REACH y la hoja de ruta de restricciones propuesta por la Comisión Europea) y aceleración del proceso de revisión del actual sistema.
Aplicación de nuevas normativas basadas en el conocimiento científico que apliquen el principio de precaución, además de ser claras, concisas con una visión a medio y largo plazo.
Mecanismos de control, seguimiento y sanción que den cumplimiento a la normativa actual y futura.
Consideración de todos los criterios mencionados anteriormente en la actividad y funcionamiento de la administración pública.
Desarrollo de campañas de sensibilización e información y educación dirigidas a la ciudadanía.
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Ciencia y Salud
Los fármacos antiobesidad se asocian a un menor riesgo de cáncer en personas obesas

Un estudio dirigido por la Universidad de Indiana (EE.UU.) revisó las historias médicas de 42.317 personas que tomaban estos fármacos antiobesidad, los agonistas del receptor del péptido similar al glucagón-1 (GLP-1RA), como Ozempic o Wegovy, con las de un número parecido de individuos que no los usaban, para estudiar el riesgo de cáncer.
El consumo de GLP-1RA “se asoció significativamente con una reducción del riesgo de cáncer en general, en particular de cáncer de endometrio, meningioma y ovario”. Sin embargo, también se asociaron “con un aumento no significativo del riesgo de cáncer de riñón”, señala la investigación.
Los GLP-1RA se recetan ampliamente para el control glucémico en la diabetes tipo 2 y recientemente han ganado popularidad para el control del peso, pero su impacto a largo plazo sobre el riesgo de cáncer sigue siendo incierto, lo que llevó al equipo a plantearse este estudio.
El objetivo era comparar la incidencia de 14 tipos de cáncer, en concreto el de pulmón y otros trece que están asociados a la obesidad: hígado, tiroides, páncreas, vejiga, colorrectal, riñón, mama, endometrio, meningioma, tracto gastrointestinal superior, ovario, mieloma múltiple y próstata.
Las tasas de incidencia de todos ellos, entre medicados y no, fueron de 13,6 frente a 16,4 por cada 1.000 personas-año, respectivamente, “lo que indica un riesgo global de cáncer significativamente menor entre las personas que tomaban GLP-1RA”, escriben los autores.
En particular, el uso de esta familia de fármacos antiobesidad se asoció con una reducción del riesgo de cáncer de endometrio, ovario y meningioma.
Sin embargo, también se relacionó “con un aumento marginalmente no significativo del riesgo de cáncer de riñón”, lo que pone de relieve la necesidad de “un seguimiento a más largo plazo para aclarar los mecanismos subyacentes y las implicaciones clínicas de estos hallazgos”, concluye el artículo de la Universidad de Indiana.
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Ciencia y Salud
Niños infectados por covid en el embarazo, antes de las vacunas, presentan retrasos en el desarrollo cognitivo

Esta es la principal conclusión de una novedosa investigación sobre los efectos en los niños de la pandemia de covid durante el embarazo, que ha sido liderada por el Instituto de Neurociencias del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el mayor centro español con fondos públicos dedicado al estudio del cerebro, con sede en Sant Joan d’Alacant (Alicante) y gestionado con la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche.
Encabezado por el grupo de Neurobiología de Enfermedades Mentales de este centro mixto del CSIC y la UMH, la investigación fue publicada en la revista Cellular and Molecular Life Sciences en 2023 y sus resultados han sido respaldados a lo largo de este año 2025 en diversos estudios de científicos de varios países, cuando los niños y niñas infectados en el vientre materno rondan hoy día el lustro de vida.
La semana 20 del embarazo es un periodo fundamental en la formación de la corteza cerebral y clave para el posterior proceso de aprendizaje de las personas, ha explicado a EFE el científico principal, el neurocientífico Salvador Martínez, en cuya investigación han participado, entre otros, los murcianos José Manuel Hernández López y Cristina Hernández Medina.
La migración de neuronas y el flujo de oxígeno en esta fase crucial para el cerebro corresponde a la proteína ACE2, que a su vez se ha demostrado receptor del coronavirus, dejando entrar al SARS-CoV-2 en unas neuronas aún inmaduras porque carecen de la barrera protectora hematoencefálica, ya presente en la etapa posterior.

Efectos sobre la memoria
Al analizar varios cerebros humanos de fetos de 20 semanas de gestación donados anónimamente tras un aborto espontáneo en 2020, se ha observado que la presencia del virus de la pandemia tiene efectos “de forma muy particular y localizada en unas células de la región embrionaria del hipocampo: la parte del cerebro que se dedica a la memoria”.
De esta forma, cuando hubo infección congénita de SARS-CoV-2 y la madre tuvo que ser hospitalizada (los casos con más carga viral) se elevó la probabilidad de alteración del desarrollo cerebral, lo que puede asociarse a la aparición de trastornos del espectro autista (TEA), déficit de atención, hiperactividad y otras problemáticas del aprendizaje no asociados a un síndrome o casuística concreta, lo que se conoce como discapacidad intelectual no sindrómica.
En varios estudios epidemiológicos publicados recientemente se ha observado un aumento del 10 % del déficit cognitivo del desarrollo intelectual, comparado con datos de bebés nacidos antes y después “en los mismos lugares y en condiciones similares”, según Martínez, quien ha aclarado que esos retrasos cognitivos cayeron en los hijos de las madres ya vacunadas, por la menor carga viral.
Estos estudios amplían el conocimiento de los efectos de un SARS-CoV-2 que “infectó a toda la sociedad” sin ser tan virulento como otros virus anteriores como el de la viruela, y reflejan que en los casos en los que llegó al cerebro del feto para infectar a las células en desarrollo “se podría predecir o anticipar un aumento de la discapacidad intelectual, del retraso del desarrollo cerebral”.
“Eso es lo que ahora se puede empezar a comprobar porque esos niños tienen más de cinco años y es cuando esa región del cerebro es necesaria para que aprendan adecuadamente”, ha añadido el científico del Neurociencias.
Catedrático y profesor en París antes de director del Neurociencias
Catedrático de Anatomía y Embriología Humana en la UMH, Martínez Pérez (Abengibre, Albacete, 1961) ha desarrollado una larga carrera docente e investigadora donde ha sido profesor de l’École Doctorale de l’Institut Pasteur de París y cuenta con colaboraciones internacionales y estancias en centros extranjeros al margen de dirigir, entre 2016 y 2020, el Instituto de Neurociencias.
Además de esta investigación en niños infectados en 2020 por covid en el embarazo, su trabajo ha trascendido en otros campos como un ensayo pionero en humanos y con unos primeros resultados esperanzadores para una terapia que ralentice e, incluso, detenga la degeneración muscular de la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) con células del propio paciente extraídas de la médula ósea.
También ha dirigido recientemente un estudio que usa los ‘dientes de leche’ recién caídos de los niños como fábrica de células neuronales para terapias personalizadas dirigidas a los pequeños con enfermedades raras del sistema nervioso como el autismo, las leucodistrofias o el síndrome de Rett.
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Ciencia y Salud
Dátiles: nutritiva dulzura y moderado consumo

“Son tantas las propiedades de los dátiles, que ya desde la antigüedad, árabes, griegos, hebreos y egipcios, llamaban a la palmera datilera, que es el árbol del que proceden, el ‘árbol de la vida”, señala Laura Sánchez, experta en nutrición del Hospital Universitario La Luz Quirónsalud.
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación español (MAPA) explica que a raíz de las propiedades nutritivas de los dátiles, los fenicios llamaban a la palmera datilera ‘el árbol de Dios’, ya que se podía sobrevivir viajando por el desierto con un puñado de estos frutos, los cuales llegaron a América durante la colonización con las migraciones españolas.
La palmera datilera o palmera real (Phoenix dactylifera) es una especie notable dentro de su familia botánica, las arecáceas. Puede alcanzar los 20 metros de altura, tiene un tronco de 30 a 40 centímetros de anchura, está presente de forma natural en el norte de África y suroeste de Asia, y es cultivada en las riberas septentrionales del Mar Mediterráneo.
Su origen se atribuye al Norte de África y a Asia, aunque los historiadores no se ponen de acuerdo sobre este punto.

Alto contenido en vitaminas, minerales, fibra y azucares
La nutricionista Laura Sánchez señala que los dátiles destacan por su contenido en vitaminas y minerales.
“Son frutos ricos en potasio y magnesio, dos sustancias importantes para el sistema nervioso; en niacina (vitamina B3), que ayuda a mantener sanos el sistema nervioso, el aparato digestivo y la piel; y en fibra alimentaria, sustancia vegetal que contribuye a prevenir el estreñimiento; además de ser una buena fuente de energía”, puntualiza.
La morfología del dátil es ovalada y cuenta con una semilla interior y una pulpa pegajosa de color anaranjado marronáceo, todo envuelto en una piel brillante, según lo describe la experta del HULL.
Explica que “los dátiles Medjool y Deglet Noor son las variedades más frecuentes para el consumo”, y que “contrariamente a lo que muchos piensen, el dátil no es una fruta desecada, sino que este fruto se seca ya en el propio árbol con el sol, para después ser recolectado” .
“Consumir hasta tres dátiles al día puede ser un perfecto tentempié para nuestro día a día, y lograr todos sus beneficios nutricionales”, subraya.
Precauciones y contraindicaciones
Destaca que este fruto puede ser una importante alternativa como condimento para quienes quieran endulzar sus platos de la manera más saludable, evitando los azúcares blancos o edulcorantes, aunque en el caso de padecer diabetes, se aconseja restringir su consumo.
A la hora de incorporar los dátiles a tu dieta, “debes tener en cuenta que aunque es un alimento saludable, tiene un alto contenido en azúcares, por lo que no hay que consumirlo en exceso, porque puede ser contraproducente”, advierte.
“Al ser un alimento nutritivo, con alto contenido en azúcares, los dátiles, no están indicados para personas con problemas renales y/o con problemas en la metabolización de los azúcares”, señala la nutricionista.
Sánchez indica que, al igual que ocurre con los zumos, no es igual consumir los dátiles enteros que triturados, ya que cuando se trituran, desaparece la fibra y aumenta la cantidad de azúcar en el producto final que se ingiere.

Dátiles, beneficiosos para la salud cardiovascular
El consumo moderado de dátiles puede ser beneficioso para el corazón, ya que uno de los minerales más destacados que contiene, el potasio, ayuda a reducir el riesgo de patología cardiovascular y la presión arterial, según la especialista.
Y para la piel y el cabello
Las propiedades antioxidantes de estos frutos, “favorecen la salud a la piel y el cabello, confiriéndoles un aspecto más brillante y sano; y son determinantes a la hora de reducir la inflamación del cuerpo y prevenir ciertas enfermedades”, agrega Sánchez, destacando que estos frutos son ricos en potasio, hierro, calcio, magnesio y otras vitaminas del grupo B, C y A.
Sin olvidar la microbiota, los huesos y el cerebro
Los dátiles también contienen abundante fibra, compuesto vegetal que aporta saciedad, “algo fundamental para quien quiera bajar peso”, además de mejorar la microbiota (conjunto de microorganismos beneficiosos) del intestino y nuestra salud intestinal en general; evitar el estreñimiento; y ayudar a prevenir enfermedades, incluso ajenas al tracto digestivo, puntualiza.
Estos dulces frutos destacan por su alto contenido de minerales, como magnesio, fósforo, y calcio, que claramente pueden contribuir a mantener nuestra salud ósea, añade la nutricionista.
Asimismo, “el alto poder energético y la riqueza en antioxidantes de los dátiles, pueden ayudar a reducir la inflamación en el cerebro, y a prevenir patologías neurológicas”, asegura Sánchez añadiendo que también “se sabe que el consumo de estos frutos puede favorecer una mejor función cognitiva”.
Tipos y consejos para conservar los dátiles
Laura Sánchez señala que en función de los tiempos de maduración, lo cual hace que varíen su textura y consistencia, los dátiles se clasifican en tres categorías: blandos, semisecos y secos.
Explica que “independientemente de su categoría, todos tienen un alto porcentaje de azúcares, en torno a un 60%, por lo que son una importante fuente de energía.
Por otra parte, “los dátiles blandos son los más húmedos y los que más azúcares tienen. Los semisecos son carnosos y jugosos, mientras que los secos son más duros y secos”, describe.
Además de los Medjool y Deglet Noor, los más frecuentes, “hay cientos de variedades de dátiles, con diferentes colores, formas, texturas y sabores, como Halawy, Barhi, Mozafati, Zahidi, Sukkari, Khadrawy y Hayani, así como los dátiles Piarom, también conocidos como Maryam o ‘dátiles chocolate’, que son los más caros y lujosos del mundo”, puntualiza.
Para comprar dátiles de buena calidad, Sánchez recomienda asegurarse de que “a simple vista presenten un color marrón-negro brillante y jugoso; que no estén demasiados arrugados ni secos; y que no tengan manchas blancas, que indicarían que su azúcar se ha cristalizado, ni tampoco negras, que indicarían la presencia de moho”.
Otro aspecto que “debemos tener en cuenta es que el embalaje o envase de los dátiles esté bien cerrado y sin golpear”, añade.
Respecto de cuál es la mejor forma de conservar estos frutos, señala que “los dátiles blandos y semisecos necesitan refrigeración (incluso algunas veces congelación para conseguir que duren más), mientras que los secos se pueden almacenar a temperatura ambiente”.
“Los dátiles se pueden consumir al natural o utilizar en recetas dulces y saladas. ¿A qué esperas para consumirlos?”, concluye.
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