Ciencia y Salud
El cateterismo cardíaco, un viaje al corazón
El cateterismo cardiaco es un procedimiento complejo e invasivo que consiste en la introducción de unos catéteres que se llevan hasta el corazón para valorar la anatomía del mismo y de las arterias coronarias, así como para ver la función del corazón (cuánta sangre bombea), medir presiones de las cavidades cardiacas e, incluso, saber si hay alguna válvula alterada.
Además, permite ver si existen defectos congénitos (de nacimiento), como comunicaciones (orificios) en el tabique auricular o ventricular, medir concentraciones de oxígeno en diferentes partes del corazón y obtener muestras de tejido cardiaco (biopsia) para el diagnóstico de ciertas enfermedades, informa la Fundación Española del Corazón.
Por su parte, la coronariografía es una técnica que completa al cateterismo cardiaco y se realiza en el mismo procedimiento que este. Tras la inyección del contraste en el sistema circulatorio, se consiguen ver, mediante rayos X, las arterias coronarias.
Con esta técnica cardiaca, el especialista comprueba si existen obstrucciones o estrecheces en las arterias coronarias, su localización exacta, el número de arterias afectadas o la severidad de las lesiones (estrechamientos).
Tanto el cateterismo cardiaco como la coronariografía aportan una serie de datos imposibles de obtener con otras pruebas y se llevan a cabo con los objetivos de realizar un diagnóstico y/o tratamiento.
¿Cómo se realiza el cateterismo cardiaco?
El cateterismo cardiaco se realiza en el laboratorio de hemodinámica. Se siguen los siguientes pasos:
Se desinfecta la piel de la ingle (si se va puncionar la arteria/vena femoral) o la muñeca (si se va a acceder por vía radial).
Se anestesia la zona (anestesia local) desde donde se van a introducir los catéteres, para que el paciente no sufra molestias.
Se introducen los catéteres en el torrente sanguíneo a través de una vena o de una arteria.
Los catéteres avanzan hasta el corazón bajo control radiológico (durante el mismo procedimiento hay un aparato de rayos X a través del cual se ve por donde van pasando los catéteres).
Se mide la presión en las cavidades.
Se inyecta una sustancia (contraste) en el ventrículo izquierdo que hace visible la sangre con el equipo radiológico y permite estudiar el movimiento de las paredes del corazón, su tamaño, posibles alteraciones en las válvulas cardiacas y existencia de orificios anormales.
Se llevan los catéteres hasta la porción inicial de las arterias coronarias y se inyecta contraste radiológico que las rellena y permite visualizarlas.
El proceso se graba para su posterior análisis y estudio.
¿Qué siente el paciente?
Según la información de la Fundación Española del Corazón, el paciente puede sentir palpitaciones provocadas por el paso de los catéteres.
Durante la inyección del contraste puede notar calor o sofoco, pero esas sensaciones son pasajeras.
Entre las complicaciones que pueden aparecer derivadas del cateterismo destaca el hematoma (frecuente) o hemorragia a nivel del sitio de punción, hemorragia abdominal (si se hace por la ingle), dolor en la zona de punción, angina de pecho, arritmias… Dichas complicaciones se dan en un escaso porcentaje de casos.
Tratamientos con el cateterismo
Entre los tratamientos que se pueden llevar a cabo con el cateterismo cardiaco figuran:
Implante de prótesis para reparar defectos de nacimiento (orificios en tabiques) o abrir orificios nuevos en los tabiques como tratamiento en niños con anomalías cardiacas que producen baja oxigenación de la sangre.
Cerrar vasos sanguíneos que no deberían permanecer abiertos después del nacimiento (como el ductus arterioso persistente).
Implante de prótesis en la válvula aórtica en pacientes ancianos en los que no se les puede someter a cirugía.
Colocar muelles (stents) en las arterias coronarias que están estrechadas.
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Ciencia y Salud
La inteligencia artificial, clave en la lucha contra el cáncer de mama en América Latina
En este Encuentro informativo online, titulado “Inteligencia artificial y cáncer de mama: Un horizonte por explorar en América Latina”, participaron Daniel Otzoy García, CEO de RECAINSA (Red Centroamericana de Informática en Salud); Alberto Hegewisch, director de diagnóstico de AstraZeneca; la doctora Claudia Arce, especialista en cáncer de mama; y el doctor Santiago March, coordinador del Consejo Promotor de Nuevas Tecnologías en FUNSALUD.
Los expertos coincidieron en que, a pesar de que la IA se encuentra en una etapa temprana de implementación, podría ser clave para transformar la atención médica en una región donde, según datos de Globocan Cancer Observatory, en 2022 hubo más de 220.124 casos, resultando en casi 59.876 decesos, la cuarta causa de muerte por esta enfermedad.
Daniel Otzoy afirmó que en la actualidad “América Latina cuenta con experiencias en terreno y países que ya han incorporado la IA en sus políticas públicas”.
Agregó que “se está utilizando para reducir las listas de espera, facilitar el acceso a tratamientos y diagnósticos, e incluso para el análisis de imágenes en la detección del cáncer de mama”.
Por su parte, Alberto Hegewisch destacó que el papel de la IA en la medicina de precisión “permite identificar patrones y desarrollar terapias más efectivas. Además, puede ayudar a los patólogos a identificar patrones histológicos en las biopsias, agilizando el proceso de diagnóstico”.
La inteligencia artificial, una herramienta contra el cáncer de mama
Según un estudio publicado en la revista Oncologist, en Latinoamérica, donde entre un 15 y 30 % de los casos de cáncer de mama se detectan en estadios avanzados, la doctora Arce enfatizó que la IA podría optimizar tiempos de atención y mejorar la eficiencia al “integrar información sobre síntomas, factores de riesgo y características genéticas para establecer una estrategia terapéutica adecuada y personalizada”.
La oncóloga añadió que “no solamente ayuda a diagnosticar antes, también ayuda a que el clínico pueda tomar la decisión del mejor tratamiento basado en una medicina personalizada”, y que “si logramos un diagnóstico oportuno y un tratamiento adecuado, el cáncer de mama puede ser una enfermedad curable”.
Sin embargo, el doctor March ve como desafío que, si un país quiere comenzar con la digitalización desde la IA, sin antes pasar por pilares claves como la telemedicina, el expediente clínico electrónico y la receta digital, “el trayecto va a ser muy sinuoso”.
También, constató, que para que exista una implementación exitosa debe haber una validación de las tecnologías y algoritmos de la IA desarrollada en otro país dentro de su contexto, puesto que las pacientes a quienes se aplicará “tienen un fondo genético diferente, tienen un medio ambiente diferente”.
A pesar de estos retos, ya existen iniciativas que buscan implementar la IA en la lucha contra el cáncer. En México, por ejemplo, FUNSALUD lidera la coalición con All.Can, para identificar ineficiencias en la atención y desarrollar proyectos para mejorar tratamientos; así como el Proyecto Código Cáncer, una estrategia integral para el diagnóstico oportuno y tratamiento temprano.
La asociación también cuenta con un proyecto de cardiología que busca desarrollar un modelo de IA para mejorar la detección de la trombosis coronaria total.
Inteligencia artificial para una atención médica más igualitaria
Datos de un informe de Pro Mujer, publicado en 2023, revelaron que en zonas de mayores ingresos solo el 10 % de casos de cáncer de mama se detectan en estadios avanzados, mientras que, en áreas vulnerables, la cifra asciende a 50 %.
Por ello, la doctora Arce enfatizó en que “es fundamental que la IA llegue a todos los países de América Latina y que todos los pacientes, independientemente de su ubicación o condición socioeconómica, puedan beneficiarse”.
Asimismo, el director de diagnóstico de AstraZeneca explicó que “es importante que el uso de la inteligencia artificial lo podamos integrar al sistema de salud, si bien, la parte del expediente clínico y la parte de herramientas digitales nos ayuda a mejorar la atención del paciente (…) también nos permite acortar el tiempo en el que pacientes que probablemente no se sabían enfermas reciban un diagnóstico en etapas tempranas (…) que puedan recibir las terapias que son adecuadas para cada una de ellas y podamos erradicar al cáncer de mama como causa de muerte en la región”.
Manifestación de apoyo a la lucha contra el cáncer de mama en Tegucigalpa (Honduras)/EFE/Gustavo Amador
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Ciencia y Salud
El 72 % de las personas cuidadoras de pacientes con ictus son mujeres
Esta enfermedad a la que se enfrentan tantas cuidadoras, es también conocida como derrame cerebral, infarto cerebral, embolia, trombosis hiridura o apoplejía y consiste en la alteración repentina de la circulación de la sangre en el cerebro.
La interrupción del flujo sanguíneo puede deberse al taponamiento –la mayoría de los casos– o a la rotura de una arteria cerebral.
Los factores de riesgo pueden ser de dos tipos: modificables y no modificables. Los factores modificables pueden ser la hipertensión, el colesterol, la diabetes, el tabaquismo, la obesidad, el sedentarismo y el consumo de alcohol y drogas.
Por otro lado los factores de riesgo no modificables son de carácter genético como la edad y la etnia.
Las cuidadoras
El proceso de rehabilitación de un paciente con ictus es exigente y a menudo requiere un alto nivel de atención familiar.
“Es fundamental incluir a las personas cuidadoras en los planes de rehabilitación, ofreciéndoles recursos y acompañamiento para gestionar la carga emocional y física”, apunta la Dra. Esther Duarte, directora de la Fundación Ictus y experta en la rehabilitación del ictus.
Los datos recogidos por el programa Abric concuerdan con un reciente estudio llamado “Calidad de vida relacionada con las curas de los cuidadores informales de supervivientes de ictus”.
El programa, que hizo seguimiento de 132 parejas cuidador-paciente concluyó que las personas cuidadoras dedican muchas horas a las tareas de cuidado informal, sobre todo en el caso de pacientes con ictus más severos.
Entre las principales conclusiones, observaron que la intensidad de las curas hechas por las cuidadoras oscila entre una media de 24 horas por semana en casos de dependencia leve y 40 horas por semana en casos de dependencia grave.
Estos niveles de dedicación se traducen en una sobrecarga física y emocional considerable, que puede afectar negativamente a su propia salud y calidad de vida.
Plan estratégico: una aplicación
La Fundación Ictus, que acaba de presentar un nuevo Plan estratégico para reforzar la organización los próximos años, ha incorporado como nueva directora a la doctora Esther Duarte, especialista en medicina física y rehabilitación.
En este marco, la Fundación ha ultimado el diseño de una aplicación en Cataluña que dará servicio a las 13.000 personas que sufren ictus cada año así como a las personas cuidadoras y familiares.
La aplicación, llamada Ictuscat consta también de una plataforma web enfocada a la prevención y detección del ictus, así como la mejora de los cuidados y la atención en la etapa post-ictus, procurando el fomento de la autonomía personal de quien haya sufrido el infarto cerebral.
Además, Ictuscat conectará a los profesionales implicados en la atención al ictus en toda Cataluña, asegurando la continuidad asistencial y situando a las personas en el centro de la atención.
El proyecto se encuentra actualmente en fase de prueba por parte de las futuras personas usuarias y se prevé que esté disponible a partir de junio de 2025.
Actividad de sensibilización
Para conmemorar el Día Mundial del Ictus, 29 de octubre, la Fundación Ictus ha impulsado una actividad de sensibilización en Barcelona para concienciar sobre la prevención, detección y superación de la enfermedad.
La capital catalana acogerá en la Plaza de Sarriá durante los días 2 y 8 de noviembre una carpa llamada “Cuida lo que más te importa”. Dentro de este espacio las personas aprenderán cómo prevenir y detectar un ictus, además de cómo actuar para reducir las posibles secuelas derivadas.
También se tomará el pulso a quienes lo deseen para identificar posibles factores de riesgo de ictus.
Decálogo para prevenir el ictus
La Fundación Ictus ofrece en su portal web un decálogo para controlar y prevenir el riesgo de sufrir un ictus, basadas en la evidencia científica y los estándares de la organización europea Stroke Alliance for Europe (SAFE), de la que es miembro.
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Ciencia y Salud
Día Mundial del Ictus: Solo un 50 % de la población sabe reconocer los síntomas
En España, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN) cada año se producen unos 90.000 nuevos casos de ictus y, en 2023, esta enfermedad fue la responsable del fallecimiento de más de 23.000 personas, cifras que se podrían reducir si la población tuviese mayor conocimiento sobre su prevención y síntomas.
Además, más del 30 % de las personas que sobreviven a un ictus en España, están actualmente en un situación de dependencia, debido a la discapacidad a largo plazo que les ha provocado las secuelas enfermedad: el ictus es la primera causa de discapacidad por Daño Cerebral Adquirido (DCA) en España y, en al menos el 40 % de los casos, el ictus deja importante secuelas.
El último estudio de “Global Burden of Disease (GBD)” apunta, además, que cada año y en todo el mundo se producen casi 12 millones de casos de ictus y más 7 millones de fallecimientos por esta enfermedad. Unas cifras que, comparadas con los datos que se manejaban hace 30 años, suponen un aumento del 70 % en el número de casos, un incremento del 44 % en las muertes y un 32 % más de discapacidad.
Tipos de ictus
Existen dos tipos principales de ictus:
El ictus isquémico, al que corresponden casi el 80 % de los casos de ictus que se dan en España, se produce cuando un trombo impide u obstaculiza la llegada de sangre al cerebro.
El ictus hemorrágico supone casi el 20 % de los casos restantes y se genera cuando se rompe alguno de los vasos sanguíneos del cerebro, lo que compromete la circulación sanguínea.
“Independientemente del tipo de ictus, la rapidez con la que se haya recibido atención médica ante la aparición de los primeros síntomas, influirá enormemente en el pronóstico de los pacientes. Teniendo en cuenta que, por cada minuto que pasa sin que llegue la sangre al cerebro se mueren casi 2 millones de neuronas, se explica por qué la frase ‘el tiempo es cerebro’ va siempre asociada a esta enfermedad. Si se sospecha que una persona está sufriendo un ictus se debe llamar inmediatamente a los servicios de urgencia porque es una emergencia médica”, explica la doctora MarÍa del Mar Freijo, Coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Cardiovasculares de la SEN.
Identificación de la enfermedad
Se estima que, respecto a los últimos 30 años, las tasas de mortalidad han descendido más de un 68 % en los países de Europa Occidental. Esto se debe a los avances que se han producido en Europa y, en concreto en España, cuyas claves han sido:
Mejor identificación de la enfermedad
Mayor implantación de las Unidades de Ictus (áreas de hospitalización especiales para el ingreso de pacientes con ictus)
Código Ictus (procedimiento de actuación coordinada de todos los profesionales sanitarios ante una sospecha de ictus).
“Sin embargo, desde la SEN estimamos que hay un mayor margen de mejora. En primer lugar, porque aún existen provincias españolas que aún no disponen de Unidades de Ictus; y, en segundo lugar, porque estimamos que el Código Ictus solo se llega a utilizar en aproximadamente el 40 % de los casos que se atienden actualmente en España, principalmente porque sigue existiendo un altísimo porcentaje de la población que no es capaz de identificar los síntomas de ictus y, no llama al 112”, añade la doctora María del Mar Freijo.
Principales síntomas
La SEN estima que solo un 50 % de la población española sabe reconocer los síntomas de esta enfermedad y que el porcentaje de población que sabe que ante cualquier síntoma de ictus se debe llamar a emergencias, es aún menor.
Por esa razón, insiste en recordar los síntomas usuales del ictus:
Pérdida brusca de fuerza o sensibilidad en una parte del cuerpo. Generalmente afecta a una mitad del cuerpo y se manifiesta sobre todo en la cara y/o en las extremidades.
Alteración brusca en el lenguaje, con dificultades para hablar o entender.
Alteración brusca de la visión, como pérdida de visión por un ojo, visión doble o pérdida de la visión en algún lado de nuestro campo visual.
Pérdida brusca de la coordinación o el equilibrio.
Dolor de cabeza muy intenso y diferente a otros dolores de cabeza.
Cómo prevenir y afrontar la enfermedad
La Sociedad Española de Neurología observa que hay un margen de mejora en la prevención del ictus. Tener una edad avanzada es un factor de riesgo para padecer un ictus y por esa razón se estima que en los próximos 10 años aumente su prevalencia en los países de la Unión Europea.
Aun así, la edad no es el único factor de riesgo para padecer la enfermedad, de hecho, un 15-20 % de los pacientes tienen menos de 50 años, aunque se da con más frecuencia a partir de los 65 años. El aumento de la incidencia entre personas de 20 a 64 años está relacionado con los estilos de vida poco saludables.
En Europa los principales factores de riesgo de ictus son la hipertensión arterial y el colesterol alto, ambos pueden controlarse.
Vista de un monitor en la Unidad de Ictus del Hospital Miguel Servet de Zaragoza. EFE/ Javier-Cebollada
Consejos para prevenir el ictus y claves para detectarlo
Para Julio Maset, médico de Cinfa, la prevención del ictus depende del estilo de vida, ya que estima que hasta un 90 % se pueden evitar siguiendo una serie de hábitos saludables.
Además, el daño cerebral depende del tiempo que dura este trastorno, por tanto, contando además con nuevas medidas terapéuticas, es clave saber identificar los síntomas para acudir cuanto antes al hospital. La rapidez mejora significativamente el pronóstico.
Los expertos de Cinfa recomiendan el siguiente decálogo para prevenir y detectar el ictus:
1. Alimentación
Come de forma sana y equilibrada. Apuesta por una dieta rica y variada en verduras, proteínas e hidratos de carbono, sin olvidar la fruta
2. Peso
Controla tu peso. Puedes utilizar el índice de masa muscular (IMC) como medida de orientación: deberías encontrarte entre los valores 18,5 y 24,9 de este índice.
3. Actividad
Realiza ejercicio regular y adaptado a tus capacidades. Camina, al menos, 30 minutos diarios y elige usar más las escaleras y menos los ascensores.
4. Descanso
Duerme, al menos, ocho horas diarias. Aumentarás la calidad de tu descanso y mantendrás el sistema cardiovascular en condiciones óptimas.
5. Tensión
Vigila tu tensión arterial y niveles de colesterol. Un control regular de tu salud te ayudará a reducir el riesgo de aparición de enfermedades y a adoptar medidas en caso de necesitarlo.
6. Cero estrés
Evita el estrés. Utiliza el descanso y el pensamiento positivo como armas contra el estrés.
7. Malos hábitos
Deja de fumar y evita el consumo de alcohol. Una vida sana te ayudará a prevenir los accidentes cerebrovasculares.
8. Actividad cerebral
Mantén activo tu cerebro. Aprende sobre nuevas materias, debate con quien piense diferente a ti, lee mucho, innova en las tareas cotidianas…cualquier pequeño desafío mantendrá activo a tu cerebro y lo hará más resistente al paso de los años.
9. Señales de alarma
Conoce las señales de alarma de un ictus. Existen tres síntomas que se manifiestan de forma repentina y que nos alertan de que alguien está sufriendo un infarto cerebral. Aunque se suelen presentar combinaciones de estos síntomas, basta con uno solo para sospechar de que se trata de un ictus:
Pérdida de fuerza o de sensibilidad en una parte del cuerpo (generalmente en una
mitad): la persona es incapaz de levantar los brazos o sostener un objeto con el brazo de
la mitad débil de su cuerpo. Es habitual la “boca torcida” que impide sonreír con
normalidad o causa caída de un lado de la boca.
Alteración repentina de la visión: pérdida de la visión de un ojo, visión doble o
incapacidad para ver objetos situados en los laterales del campo visual.
Dificultad, de aparición brusca, para hablar o para entender: se expresa de forma
ininteligible, inconexa o utilizando palabras que no encajan en ese contexto.
Otros síntomas del ictus que pueden dar la voz de alerta pueden ser la sensación de vértigo o desequilibrio —que puede llevar al afectado a caerse, o un dolor de cabeza muy intenso que se inicia bruscamente, y un hormigueo en un lado del cuerpo: un lado de la cara, un brazo o una pierna.
10. Emergencias
Llamar inmediatamente a Emergencias. Ante estas señales, es fundamental intervenir con rapidez y llamar al número 112, incluso en caso de duda, y describir con precisión estos signos para que el servicio de urgencias active el protocolo existente para casos de ictus.
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