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Ciencia y Salud

El alta hospitalaria, primer éxito del recién nacido

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La transición fetonatal comienza después del parto con una fase aguda, cuando se producen los cambios respiratorios cardiopulmonares o se regula el control de la temperatura, y se desarrolla finalmente a través de una etapa en la que el bebé se aferra al pezón maternal para iniciar su alimentación.

“Es fundamental prestar una especialísima atención a todo el entorno del recién nacido, no sólo debemos centrarnos en llevar a cabo una exploración física detallada del estado de salud del bebé”, asegura el Dr. Manuel Sánchez Luna, jefe del Servicio de del Hospital General Universitario Gregorio Marañón.

“Este entorno nos habla de cómo se relaciona el bebé con su madre, de las reacciones frente a cualquier estímulo, de cómo se despierta, cómo llora o cómo se agarra el pecho materno”, menciona a modo de ejemplo el también presidente de la Sociedad Española de Neonatología (seNeo).

L@s neonatólog@s se aseguran de que esta transición posnatal se realice correctamente, poniendo en valor la normalidad física y la estabilidad del recién nacido, sin que se vislumbren problemas médicos o de cualquier otro tipo en el horizonte más cercano.

“Y como no hay dos mamás o dos bebés iguales, nos gusta poner el foco en la experiencia de las madres que ya han tenido otros bebés y saben manejar a su recién nacido; que conocen cómo es este proceso de adaptación extrauterino o cómo poner al pecho a su bebé sin dificultades añadidas”, recalca.

“Son madres que van a estar más tranquilas ante la incertidumbre del alta hospitalaria, mucho más que aquellas otras mamás que son primerizas, que todavía no conocen bien a sus bebés y sus necesidades básicas”, indica el Dr. Sánchez Luna.

Aún así, cabe destacar que la inmensa mayoría de las mamás y sus bebés reciben el alta hospitalaria en un tiempo estándar de 48 horas (72 horas si el bebé nace mediante cesárea), incluso se dan casos de alta precoz, en menos de 24 horas.

Doctor Manuel Sánchez Luna, ¿cómo se procede en los casos de bebés prematuros?

“Si el bebé es prematuro, pero no ha precisado hospitalización en UCI, muchas veces va a necesitar algunas horas más para que se establezca esa relación fisiológica con su mamá: que se alimente, que sea capaz de controlar la glucosa y la temperatura o que duerma y se despierte bien.

Estos cambios serán un poco más complejos a medida que aumenta la prematuridad del recién nacido.

Si este bebé precisa hospitalización, para nosotros va a ser más sencillo programar el alta hospitalaria, puesto que la mamá y el papá intervendrán en los cuidados y la evolución diaria del recién nacido.

En las hospitalizaciones muy prolongadas tendremos la posibilidad de programar el alta hospitalaria con mayor tiempo, ya que los padres y el bebé estarán suficientemente estabilizados para irse a su domicilio familiar.

A veces, las hospitalizaciones de pocos días, uno o dos, periodo en el que se resuelve un problema en la adaptación al nacimiento, nos generan dudas sobre si realmente esos padres y esos bebés pueden recibir el alta hospitalaria.

Doctor, ¿y se dan casos de altas hospitalarias precoces?

Antes de nada, debemos tener muy claro qué significa el alta hospitalaria precoz: durante las primeras 24 horas después del parto. Por supuesto, siempre bajo los indicadores de controles exhaustivos de todo el proceso de la gestación y del posparto.

A día de hoy, la gran mayoría de las gestaciones están bien controladas. Sabemos que ese bebé recién nacido no sufre malformaciones, su adaptación posnatal en un entorno médico ha sido el adecuado y hemos observado con satisfacción sus primeras horas después del nacimiento.

Si la madre está sana y es experimentada, ese alta hospitalaria puede ser precoz, aunque en ocasiones podamos sorprendernos con alteraciones sobrevenidas después de las 24 horas, como son las infecciones o los problemas metabólicos (acidosis, hipoglucemia, hiperamonemia, etc.).

Pero vuelvo a insistir, en la gran mayoría de los casos, los bebés sanos, con madres expertas, podrían irse a casa de forma precoz; aunque siempre será recomendable una visita a la matrona, al pediatra o a la enfermera de pediatría en los primeros días después del nacimiento.

Los neonatólogos recomendamos que los padres lleven el bebé a una revisión pediátrica preventiva en los cinco días posteriores al alta hospitalaria, ya que puede aparecer algún tipo de alteración que no haya dado a cara hasta ese momento.

¿Y por qué se puede retrasar un alta hospitalaria?

Nosotros siempre las clasificamos en causas maternas y causas del recién nacido. Si la madre sufre algún problema puerperal es obligado un control médico durante unas horas o unos días.

Alteraciones relacionadas con el periodo de la gestación, hipertensión, mal control de la glucosa, problemas infecciosos, hemorragias, posibles miocardiopatías, depresión, etcétera, pueden condicionar que esa madre tenga que estar más tiempo hospitalizada.

Por regla general, los problemas de los recién nacidos son leves y se deben normalmente a la adaptación extrauterina, a que no se agarran bien al pecho, porque sean bebés prematuros casi a término, a que su peso sea un poco bajo o que su temperatura no está bien termorregulada.

Esos problemas se suelen resolver en poco más de 24 ó 48 horas tras el nacimiento.

¿Y qué significa que el bebé tenga ictericia?

La ictericia es la patología más frecuente del bebé durante sus primeras horas de vida y se origina cuando se produce una elevación alta de la bilirrubina en su sangre, lo que provoca que amarilleen tanto su piel como la esclerótica de sus ojos.

La bilirrubina es un pigmento amarillo que aparece por el metabolismo de la hemoglobina (proteína de los glóbulos rojos), que es la que transporta oxígeno al resto del organismo dentro de los hematíes (células que circulan en la sangre).

Los mamíferos humanos somos los únicos que podemos ponernos ictéricos, ya que en el momento de respirar empezamos a eliminar parte de la hemoglobina que teníamos antes de nacer.

El ambiente dentro del útero es hipoxémico (falta de oxígeno); por lo tanto, en el feto circulan una mayor cantidad de hematíes y, además, la hemoglobina es distinta, es hemoglobina fetal.

En el momento del nacimiento, el bebé rompe a llorar, respira el oxígeno del entorno y necesita, a partir de ese instante, menos cantidad de hematíes.

¿Qué hace el organismo del recién nacido?, destruye parte de los hematíes y al romperlos se libera la hemoglobina, que se transforma en ese pigmento que se llama bilirrubina.

Sabemos desde hace ya años que ese pigmento tiene una acción antioxidante. Esto es, protege al recién nacido del efecto tóxico de respirar oxígeno.

¿Y qué ocurre para que se hable de ictericia? Si esa cifra de bilirrubina sube por encima de ciertos valores puede llegar a ser dañina para el recién nacido después del nacimiento. Eso es lo que tenemos que controlar.

A la vez, dato que resulta muy interesante, hay sustancias en la leche materna que mantienen la bilirrubina alta durante más días para proteger precisamente a sus hij@s del ambiente tóxico.

¿En este sentido, por qué es tan importante la lactancia materna?

Es Fundamental. Hoy sabemos que el bebé obtiene muchas de sus necesidades a través de la lactancia materna.

Inicialmente, se consigue el control metabólico y se estimula la producción de anticuerpos del bebé por medio de las células maternales que contiene la leche.

Las madres transmiten a sus hijos no sólo información genética relevante para su futuro, sino también aportan la cantidad de proteínas y calorías adecuadas a cada momento de su desarrollo después del nacimiento.

La leche materna va cambiando su composición adaptándose a las necesidades nutricionales del bebé.

¿Y qué sustancias naturales y artificiales son alternativa a esta leche materna?

La leche maternal alternativa se concentra en las fórmulas artificiales. Pero insisto, son muy pocos los casos en los que tengamos que suplementar o suspender la lactancia materna.

Si ponemos en prácticas una buena política de estímulo a la lactancia materna, si informamos y enseñamos a las madres, aumentaremos claramente las ventajas que tiene la lactancia materna a corto, a medio y largo plazo.

Son enormes las cantidades de ventajas que ofrece la lactancia materna, como por ejemplo proteger al futuro adulto de enfermedades metabólicas, de la hipertensión o la diabetes.

Las fórmulas artificiales disponibles son seguras, adecuadas y están elaboradas intentando parecerse a la composición de la lactancia materna; pero evidentemente no tienen las ventajas que tiene la leche de tu propia madre.

Doctor, más allá de la decisión de la mujer, ¿qué motivos físicos pueden existir para que no se dé el pecho al bebé?

Los motivos médicos son muy, muy contados: algunas enfermedades infectocontagiosas, evitando el paso de estos gérmenes a través de la lactancia materna; y de igual forma, la transferencia de fármacos recetados a las madres.

Pero en la mayoría de los casos lo que vemos es la falta de información sobre sus ventajas, la falta de formación o de preparación en el entrenamiento y cuidado sobre la lactancia materna.

Parece que la lactancia materna es algo natural, pero no es algo sencillo de hacer; así que es muy importante que tengamos más personas entrenadas en enseñar las técnicas de lactancia materna.

Y algo fundamental, después del parto, la mujer está cien por cien centrada en su bebé y hoy en día esto, a veces, no es posible por situaciones de estrés, situaciones de trabajo o situaciones económicas.

Debemos proteger el tiempo que necesita la madre para establecer adecuadamente la lactancia materna, un objetivo prioritario para l@s neonatólog@s.

¿Agarrarse al pezón durante la lactancia es congénito en el bebé?

Por supuesto; es parte de lo que nosotros llamamos reflejos arcaicos. El bebé nada más nacer ya es capaz de agarrarse al pezón.

Muchas veces, el bebé, antes de nacer, ya se está chupando los puños y los dedos en el útero materno, naciendo, a veces, con ampollas en sus manos. Ellos buscan y se agarran, succionan. Son reflejos arcaicos que también tienen los bebés prematuros.

Doctor, ¿es normal que un bebé pierda peso al nacer durante los primeros días?

Evidentemente. La distribución del agua corporal dentro del bebé en el momento del nacimiento cambia y hay una pérdida de ese volumen de agua total.

Esa pérdida de peso, normalmente, a veces inevitable, no debe de superar el 5 % ó el 7 % al final de la primera semana.

Pero es importante recordar que es una pérdida fisiológica. El bebé se deshidrata parcialmente y eso estimula muchas veces el centro de la sed de la saciedad y de la alimentación.

El bebé, al nacer, recibe un volumen de leche que al principio es escaso y esto va a ayudar al cambio precisamente de la distribución del agua corporal total.

Al finalizar la primera semana, semana y media, esos bebés han debido recuperar prácticamente ya ese peso que tuvieron en el momento de nacer. No debe ser un motivo de preocupación o incluso de obsesión.

Si un bebé come bien, si hace deposiciones normales, si moja los pañales frecuentemente, si hace pis, ese bebé está sano.

Y una vez que el bebé recién nacido ha recibido el alta hospitalaria, ¿cómo se cura el cordón umbilical en casa?

Desde hace años hemos comprobado, como avalan grandes ensayos clínicos, que el cuidado del cordón umbilical sólo precisa de una buena higiene en las manos de la persona que va a tocar el cordón umbilical.

En los primeros días, simplemente, hay que mantener limpia la zona, con más cuidado si el bebé hace pis o caca, pero no hace falta aplicar soluciones antisépticas o similares (clorhexidina, alcohol de 70, etc.).

Recomendamos el lavado de manos con agua y jabón siempre antes de tocar al bebé y luego colocar una gasa estéril alrededor del muñón del cordón umbilical, entre la piel y la pinza, esperando a que se caiga espontáneamente con el paso de los días.

Por último, doctor, ¿hasta qué punto e bueno o malo que el bebé reciba visitas familiares?

Tenemos que recordar que el sistema inmunológico del bebé es débil nada más nacer. Ha dependido de los anticuerpos placentarios de su madre y comienza a enfrentarse a los distintos gérmenes de su nuevo entorno.

El bebé, poquito a poco, entrará en contacto con las bacterias a través de su piel, su boca e intestino. Y lo ideal es que estos microorganismos sean los que proceden del contacto con su madre y de su leche materna.

En los primeros meses hay que tener cierta precaución, pero especialmente en los primeros días de vida y después del alta hospitalaria, que son fundamentales para su adaptación.

El recién nacido no es un juguete que todo el mundo tiene que ver, tocar o besar, y hay que acercarse a él con mucha higiene.

Debemos tener mucho cuidado a exposiciones a factores de riesgo que puedan provocar contagio de procesos infecciosos. Por ejemplo, evitar en la medida de lo posible a las personas con cuadros respiratorios patológicos.

Pero también descartar los entornos tóxicos para el recién nacido, como el humo del tabaco, el ruido elevado, la exposición lumínica intensa, que son muy perjudiciales para el bebé.

La transición a la vida fuera del útero, donde vivía protegido de la inmensa mayoría de los factores de riesgo, debe ser lenta y progresiva… Y los mejores cuidadores son sus padres”, concluye el Dr. Manuel Sánchez Luna.

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Claves de seguridad alimentaria para los mayores: rutinas e implicar a cuidadores

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La psicóloga y experta en neurociencia cognitiva Bárbara Galán ha detallado a EFE cuáles son esas pautas para minimizar los riesgos sanitarios y establecer una seguridad alimentaria en los mayores durante esta época del año.

En primer lugar, recomienda crear rutinas “claras y repetitivas” porque reducen la necesidad de tomar decisiones y facilitan la memoria prospectiva (recordar hacer cosas en el futuro); ejemplo de ello es establecer una secuencia fija tras la comida como “después de comer, siempre guardo el táper en el frigorífico”.

Usar señales visuales como recordatorios es otro consejo, ya que el sistema visual suele estar mejor preservado y los recordatorios físicos ayudan a compensar fallos de memoria. Por ejemplo, colocar notas adhesivas en lugares visibles con mensajes como “¿Guardaste el táper en la nevera?” o usar imanes en la puerta del frigorífico.

Dentro de las estrategias visuales, la elaboración de listas de comprobación ‘check-list’ ayudan a la persona a estructurar pasos y son más fáciles de seguir que las instrucciones verbales; ejemplo de ello es crear un cartel simple con imágenes o iconos del tipo “1.Comer➝2.Tapar➝3.Guardar➝4.Cerrar nevera”.

El apoyo con tecnología simple está recomendado porque ayuda a las personas con deterioro cognitivo leve a automatizar conductas que pueden olvidarse. Así, es recomendable programar alarmas diarias en el móvil con frases como “Revisa el frigorífico” o usar asistentes de voz como Alexa o Google Assistant.

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EPA/Everett Kennedy Brown

El uso del modelado y repetición también es conveniente porque repetir conductas y verlas en otras personas ayuda a consolidarlas en la memoria, como practicar junto a ellos durante varios días el hábito deseado con instrucciones del tipo “Ahora guardamos juntos la comida”.

El entorno puede actuar como facilitador y como “recordatorio externo constante” y ejemplo de ello es etiquetar claramente las tarteras con mensajes como “guardar en frío”, usar táper transparentes, y dejar la nevera accesible y despejada para que sea un paso fácil.

Fundamental también es evitar sobrecargar a estas personas de instrucciones ya que empeora la capacidad de seguir rutinas nuevas.

El reforzamiento positivo es otra opción al ser “clave” para la modificación de conducta y la instauración de hábitos y por lo tanto recomienda “felicitar y dar una pequeña recompensa cuando se logra la acción” con expresiones como “Muy bien, te acordaste de guardarlo tú solo”.

La implicación de cuidadores y familiares está también en la lista de recomendaciones de la experta porque el acompañamiento permite reforzar la seguridad alimentaria y supervisar las rutinas de los mayores.

Los mayores, uno de los colectivos más vulnerables

El catedrático de Nutrición y Bromatología de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Córdoba (UCO), Antonio Valero, ha recordado que las personas mayores son uno de los colectivos más vulnerables a los patógenos de transmisión alimentaria, como la bacteria listeria, al tener un sistema inmunitario menos competente.

Durante todo el año, pero sobre todo en verano, “hay que tener especial precaución en mantener estos buenos hábitos de seguridad alimentaria” y cree que la comunicación es “esencial (…) para inculcar y reforzar esos hábitos” entre los mayores, según ha señalado a EFE.

Entre los “importantes” a inculcar en los mayores se encuentra el de conseguir que hagan una “correcta utilización” de las neveras y frigoríficos o dejar notas visuales sobre cómo es un correcto cocinado de los alimentos.

También es importante en verano la elección de los alimentos de tal forma que los mayores con deterioro cognitivo leve opten por alimentos cocinados frente a servidos en frío, como puede ser un tartar o ensaladas, porque conllevan un mayor riesgo microbiológico.

Este experto hace, además, un llamamiento a luchar contra la “lacra” de la soledad que sufren las personas mayores ya que “muchas de estas toxiinfeccinoes están causadas porque, lamentablemente, pasan demasiado tiempo solas”.

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Un alimento nutritivo y refrescante en verano: el gazpacho

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GAZPACHO VERANO INGREDIENTES

Lo explica María Barado Piqueras, profesora en el grado en Nutrición de la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR), quien indica que el contenido de agua del gazpacho supera el 90 %. 

Este refrescante alimento, por lo general, se elabora con tomate, pepino, pimiento verde, pan, ajo, aceite de oliva, vinagre y sal. En su conjunto, aporta vitaminas como la A, B, C o E, antioxidantes que evitan el envejecimiento y también potasio, magnesio y fósforo, según la especialista.

El gazpacho es una receta sencilla, aunque se puede elaborar de diferentes formas: gazpacho al pesto, gazpacho de sandía, gazpacho de cereza… La profesora señala que a nivel nutritivo son todos bastante parecidos. Los que además contienen frutas “aportarían un porcentaje más alto” de vitaminas, subraya. 

Para que sea una comida completa en términos de nutrición, la profesora recomienda añadir proteínas como el huevo cocido o el jamón. “De esta manera ya podemos decir que este alimento es completo”, asegura la experta.

Gazpacho
EFE/Javier Franceschi

Cuidado con las alergias en los más pequeños

Según Barado, debemos tener cuidado con las posibles alergias de los niños durante sus primeros años de vida. Por ello se recomienda la introducción progresiva de los ingredientes de esta crema.

Gazpacho natural mejor que el envasado

“Tenemos que hacer un llamamiento importante a aquellas personas que consumen los gazpachos que ya vienen pasteurizados”, manifiesta la profesora de la UNIR

Los botes de gazpacho que compramos en el supermercado, aparte de ser sometidos a un procedimiento de pasteurización para que no haya crecimiento bacteriano una vez abiertos, contienen un alto contenido de sal.  Para las personas con hipertensión o dietas controladas en sodio, explica la experta, no es recomendable consumirlo en este formato. 

“Es importante revisar los ingredientes que contienen y sobre todo evitar aquellos que tengan azúcares añadidos”, concluye. 

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Calor + estrés = peor descanso y mayor deterioro cognitivo

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Lo aseguran los expertos de Cigna Healthcare, la combinación del calor y el estrés, además de la fatiga, puede influir en la producción y regulación de hormonas y neurotransmisores que son importantes para conseguir un descanso reparador.

No dormimos bien

Según datos de la Sociedad Española del Sueño (SES), citados por Cigna, cerca del 30 % de la población se despierta cada día con la sensación de no haber descansado bien. Una situación que compromete el bienestar diario y aumenta el riesgo de desarrollar trastornos físico y mentales.

De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda dormir entre siete y nueve horas al día para mantener el equilibrio físico, emocional y cognitivo.

El calor

Así, entre los factores que más dificultan el descanso figuran el estrés y las condiciones ambientales adversas, como el calor.

Este último se asocia con la reducción considerable de la duración y la calidad del sueño, debido a que, cuando dormimos, la temperatura corporal baja entre un 0,5 y 1 grados de forma fisiológica.

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Un termómetro marca 35 grados por la noche.EFE/ David Arjona

En ambientes cálidos, la producción de calor puede superar la pérdida más allá de los niveles tolerables, lo que obliga al cuerpo a poner en marcha “mecanismos compensadores” para conseguir esa disminución de la temperatura corporal. Esto provoca que no pueda relajarse de forma adecuada y el ciclo natural de sueño-vigilia se altera.

El estrés

El estrés, según Cigna, no solo incrementa el tiempo de latencia del sueño, también contribuye a fragmentarlo y genera “una sensación de agotamiento persistente”.

Y es que el estrés activa el sistema de alerta del organismo, con la elevación de los niveles de cortisol y adrenalina, que interfiere en la conciliación del sueño y provoca despertarse nocturnos.

En este sentido, según datos del Cigna International HealthStudy, el 55 % de la población en España identifica el estrés como la principal causa de interrupción del sueño, sobre todo entre las mujeres (53 %) y las personas de entre 45 y 59 años (55 %).

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EFE/Javier Lizón

Si el calor y el estrés se mantienen en el tiempo, no solo se reduce la calidad del sueño, sino que impacta en la memoria, la atención y la regulación emocional, lo que obstaculiza el rendimiento diario y aumentan los problemas de salud mental.

Desde Cigna HealthCARE, la especialista en medicina interna, Daniela Silva, afirma que el estrés provoca una activación continua del sistema nervioso autónomo y un aumento de la producción de hormonas como el cortisol.

Esa hiperactivación, explica la doctora, impide que el cerebro alcance tanto las fases profundas del sueño, como la fase REM, “ambas necesarias para una restauración óptima”.

Cinco consecuencias

Las cinco consecuencias de la combinación del calor y estrés:

  • Deterioro de la memoria: durante el sueño profundo, el cerebro procesa la información recogida durante el día y la transfiere a la memoria a largo plazo. Sin un descanso adecuado, este proceso se interrumpe, disminuyendo la capacidad para retener información. También dificulta el aprendizaje.
  • Disminución de la concentración y atención: la falta de sueño afecta a la actividad de la corteza prefrontal, la zona del cerebro responsable de la atención y el control ejecutivo. La consecuencia es una menor capacidad para procesar información compleja.
  • Alteraciones en la regulación emocional: aumenta la irritabilidad, la ansiedad y dificulta la capacidad de regular las respuestas emocionales.
  • Reducción de reflejos y tiempos de reacción: dormir poco interfiere con la función del sistema nervioso central, y ralentiza la transmisión de señales entre el cerebro y el cuerpo.
  • Impacto negativo en la salud mental a largo plazo: la falta continua de sueño afecta la producción y regulación de hormonas y neurotransmisores tales como el glutamato y el cortisol, los cuales influyen en el estado de ánimo. Esta alteración puede aumentar el riesgo de desarrollar trastornos como la depresión y la ansiedad.

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