Connect with us

Ciencia y Salud

Doctor García Samaniego: “Solo hemos logrado tratar, a nivel mundial, al 25 % de la población con hepatitis C”

Publicado

el

El coordinador de la Alianza para la Eliminación de las Hepatitis Víricas en España (AEHVE) y jefe de sección de Hepatología del Hospital Universitario La Paz (Madrid), Javier García Samaniego, pide un último esfuerzo para lograr que España haga historia siendo el primer país del mundo en eliminar este problema de Salud Pública, la hepatitis C.

España es el país del mundo que más pacientes ha tratado y curado por millón de población desde 2015, cerca de 170.000.

Entrevista con el doctor Javier García Samaniego

Vamos muy bien, pero no es suficiente. ¿Podríamos resumir así los avances de España en la eliminación de la hepatitis C?

Con cerca de 170.000 pacientes tratados y curados desde 2015, somos el país del mundo que más pacientes ha tratado por millón de habitantes. Y ese gran esfuerzo de tratamiento nos ha permitido situar la prevalencia de la infección en niveles realmente bajos.

El Ministerio de Sanidad la estimó en 2018 en el 0,22 %, y los hepatólogos pensamos que estará hoy en torno al 0,1 %. Asimismo, estamos en datos de cumplimiento de los objetivos marcados por la OMS respecto a reducción del 90 % de nuevas infecciones, reducción del 65 % de muertes por cirrosis y cáncer de hígado, diagnóstico superior al 90 % de los casos y tratamiento del 80 % de las personas con indicación.

Sin embargo, sería un error olvidar que todavía hoy se producen semanalmente en nuestro país cuatro muertes imputables a causas relacionadas con la hepatitis C. Y que son perfectamente evitables, pues existe un tratamiento que cura la enfermedad en más del 95 % de los casos.

De ahí que pidan ustedes un cribado en todos los adultos entre 50 y 85 años…

Sí. El problema con la hepatitis C es que no provoca síntomas durante muchos años y cuando da la cara, en muchos casos, el daño hepático ya no es reversible aunque curemos la infección.

Por tanto, el acceso al tratamiento, que es algo que tenemos resuelto en España, no es la única clave para la eliminación. Lo que tenemos que evitar es el diagnóstico tardío de la infección, que se produce en 1 de cada 3 casos.

Con una prevalencia tan baja como la que tenemos, los casos que quedan por diagnosticar, tratar y curar en la población general son, sobre todo, los de personas que contrajeron la infección antes de los años 90 y no saben que la tienen. Son muchos los estudios que avalan que es una medida costoeficiente. También nos quedan por tratar y curar algunas personas a las que en su día se les diagnsticó la infección pero no se les ofreció tratamiento o no se curaron.

¿Y por qué no se hace?

Bueno, eso es en realidad lo que nos preguntamos los hepatólogos. Esa es además la recomendación realizada por la propia OMS en su última actualización de las estrategias globales necesarias para acelerar la eliminación.

Sin embargo, esa indicación sólo se está cumpliendo en nuestro país de forma aislada en Galicia y alguna otra comunidad autónoma la tiene contemplada, como Andalucía o Cantabria, aunque aún no haya puesto en marcha.

En cualquier caso, no basta con el empuje aislado de algunas regiones. Necesitamos hacer de esto una política de común de país, como en su día lo fue la financiación pública de los nuevos tratamientos.

Lo cual supone actualizar de nuevo, a la luz de la experiencia gallega, por ejemplo, o de los trabajos con herramientas de IA que está haciendo Andalucía, la Guía de Cribado del Ministerio de Sanidad, incorporando la recomendación de búsqueda de la infección para población general en esas edades, sin ligarla a factores de riesgo, como ocurre ahora.

Este es un tema que tal vez debería ir al Consejo Interterritorial de Salud, para que no hubiera dos velocidades en las estrategias de eliminación de la hepatitis C.

¿Son factores económicos los que lo impiden?

Creo que hoy nadie discute que la financiación pública de los tratamientos fue una decisión acertada no solo desde el punto de vista sanitario sino económico, por toda la carga de enfermedad asociada, desde cirrosis a cáncer de hígado o la necesidad de trasplante hepático que se evita si se cura a tiempo la hepatitis C.

Fíjese que la hepatitis C era la primera causa de trasplante y cáncer de hígado hace una década. Hoy esta realidad ha cambiado por completo. En mi opinión lo caro será dejar de hacer esa búsqueda que, con las herramientas que tenemos hoy, es barato y sencillo. Y también hay una cosa de la que no podemos olvidarnos y es que cada paciente no diagnosticado es un foco de infección activa.

¿Es cara la prueba de la hepatitis C?

No lo es, y además la incorporación de nuestras estrategias y herramientas de diagnóstico basadas en la IA, que ensaya por ejemplo Andalucía, o las que está utilizando Galicia para hacer su cribado por edad, que son las usadas en la OVID (pooling de muestras) favorecen un abaratamiento del diagnóstico muy importante.

Hoy, con lo aprendido tras la COVID, no hay ningún motivo para no hacer este cribado que los hepatólogos estamos recomendando, que es relativamente sencillo de realizar además..

¿Y con eso estaría todo hecho?

En población general, básicamente sí. Con eso y con concluir ese trabajo de búsqueda en las historias clínicas de personas que fueron diagnosticadas y no tratadas, que de momento se está haciendo de forma voluntarista casi por parte de cada hospital o en unas comunidades sí y en otras no…, lo tendríamos hecho.

Pero aún nos quedaría el desafío de impulsar la eliminación en colectivos vulnerables, que es donde se concentran la mayor parte de las infecciones activas.

En este caso estamos hablando de una prevalencia muy superior, que no tiene nada que ver con el 0,1 % de la población general. Podemos hablar de alrededor del 8 % en población sin hogar, por ejemplo, o del 3,7 % en el colectivo de hombres que tienen sexo con hombres, en los últimos datos publicados. Son poblaciones, además, que exigen estrategias diferentes.

¿Y cuál es la dificultad en este caso?

La dificultad es que son personas que no acceden por los círculos habituales al sistema sanitario, y a los que tenemos que llegar con estrategias más descentralizadas, normalmente de la mano de las ONGs y entes locales que trabajan con este tipo de poblaciones, y con una vinculación muy rápida y directa entre el diagnóstico y el tratamiento. Son pacientes a los que es difícil llegar y que es fácil perder por el camino.

Infografía EFE

¿Piensa que las ciudades pueden hacer mucho ahí, a pesar de que las competencias sanitarias estén en las comunidades autónomas?

Sí, eso es algo que ya se demostró con el VIH, y ahora se ha vuelto a demostrar con la hepatitis C. Los ayuntamientos son la administración más cercana a las poblaciones vulnerables y también la más habituada a trabajar con las ONGs que atienden a estos colectivos.

De ahí que desde la AEHVE pusiéramos en marcha el programa #HepCityFree, gracias al que hay ya 20 ciudades españolas que tienen en diseño o ejecución programas de concienciación y sensibilización y acciones específicas que persiguen la eliminación en grupos de riesgo.

A nivel global, ¿cómo avanza el reto de la eliminación de la hepatitis C?

Tristemente, de forma más lenta de lo esperado y deseable. Para llegar a los objetivos marcados por la OMS en 2030 tendríamos que acelerar mucho el ritmo.

Hay que tener en cuenta que en los últimos 10 años, los antivirales de acción directa han curado sólo al 25 % de la población que necesita tratamiento. Es decir, que nos quedaría hasta 2030 para tratar al 75 % restante de la población que lo necesita. ¿Vamos a lograrlo? No es imposible, pero se antoja difícil.

¿Cuál ha sido el problema?

Hay dos claves. Por un lado, la clave económica. En los países de mayor renta, la financiación pública ha contribuido de forma decisiva a bajar la prevalencia de la hepatitis C, pero en los de ingresos bajos y medios, el precio ha sido el factor determinante para que las personas puedan curarse.

Por otra parte, hace falta un esfuerzo diagnóstico mucho más activo, datos epidemiológicos mucho más fiables y en general mucha mayor concienciación y sensibilización.

Infografía de la AEHVE

La entrada Doctor García Samaniego: “Solo hemos logrado tratar, a nivel mundial, al 25 % de la población con hepatitis C” se publicó primero en EFE Salud.

Seguir leyendo

Ciencia y Salud

Niñas de 9 años preocupadas por las arrugas: los alarmantes efectos de las redes en los menores

Publicado

el

dolor espalda adolescencia

Psicólogos, psiquiatras y otros especialistas han coincidido en que los menores que han hecho un uso problemático de internet y las redes sociales sufren efectos. Son menos empáticos, más impulsivos, tienen problemas de comprensión verbal, peor tolerancia a la frustración, trastornos de sueño y mayor desarrollo de conductas suicidas, entre otros.

Los especialistas han hecho estas consideraciones en el encuentro ‘No caigas en sus redes’, organizado por el Consejo General de Psicología de España y la Plataforma Control Z.

Aumento de suicidios

¿Han aumentado los suicidios de los jóvenes como consecuencia de este uso de redes? “Completamente”, advierte Mar España, directora de la Plataforma Control Z.

“Los médicos y los especialistas en salud mental están asustados porque los suicidios ya son la segunda causa de muerte entre los jóvenes hasta los 29 años, no solo en España, también en Europa, y las unidades que antes había en los hospitales donde se atendía a personas que habían intentado suicidarse están multiplicando por cuatro los pacientes”, abunda.

El psicólogo del Programa de atención a la conducta suicida del Hospital Sant Joan de Deu de Barcelona, Francisco Villar, ha confirmado el aumento de casos.

“Tenemos a chicas de 9 años haciendo toda la parte de ejercicios faciales y de maquillajes, que están súper preocupadas en luchar contra las arrugas; esa focalización en la imagen incrementa con mucho la presión estética, piensan que podrían ser más guapas” y reciben un mensaje continuo de que no son suficientes o podrían ser mejores.

Pérdida de oportunidades

Para el psicólogo, el principal problema que tienen esos menores “es que todo el tiempo que están dedicando a esto no están haciendo cosas sanas para ellos; tiene que ver con la pérdida de oportunidades”.

redes efecto menores
Un niño mira el móvil en su habitación.EFE/ ADRIÁN RUIZ HIERRO

“Un chico que no puede descansar por la noche, que no duerme, no puede aprender, no puede crecer, no puede estar, no puede sentir bienestar. Acaba arrastrando ese malestar, enfrentando una pérdida de ánimo y perdiendo la capaz de vincularse con los otros”, ha añadido el experto a EFE.

El uso problemático y excesivo de las pantallas y las redes también tiene otros efectos en los menores, en concreto aumentan los casos de obesidad. “Un niño que ve televisión tiene muchas más posibilidades de tener la obesidad que un menor que no la ve. No solo porque la televisión es una actividad estática, sino por todos los contenidos publicitarios que le llevan a modificar la alimentación y otros hábitos”.

Sin móvil hasta los 16

Para el experto, la solución es fácil: “No le des el móvil al niño al menos hasta los 16 años, aguanta la presión social” porque los entornos digitales son un mundo de adultos.

La directora de la Plataforma Control Z ha explicado que va a plantear a los grupos parlamentarios propuestas para mejorar la ley de protección de los menores en los entornos digitales, que se tramita en el Congreso de los Diputados y que ha deseado que se apruebe “con el máximo consenso”.

pantallas colegios
EFE/ Antonio García

Una de ellas va dirigida al sistema educativo para que la enseñanza digital se adapte a las pautas que están dando las sociedades médicas: entre de 0 a 6 años de cero horas, es decir, en educación infantil no puede enseñarse con pantallas porque es la edad de máxima plasticidad cerebral; de 6 a 12 años máximo una hora al día y a partir de los 12 años, dos horas con máximo.

Además, apuesta por la prohibición del acceso a redes sociales hasta una determinada edad (que coinciden puede fijarse en los 16 años) y exigir responsabilidad penal a las plataformas.

“Hay un abanico de medidas que todavía pueden mejorar la ley; estamos hablando realmente de una epidemia y un delito de salud pública. El algoritmo por ese uso excesivo va a provocar que si estoy mal, mi mente se vaya como un pegamento atraída hacia contenidos más negativos que van a poder provocar incluso mis ideas suicidas”, ha aseverado la ex directora de la Agencia Española de Protección de Datos.

La entrada Niñas de 9 años preocupadas por las arrugas: los alarmantes efectos de las redes en los menores se publicó primero en EFE Salud.

Seguir leyendo

Ciencia y Salud

¿Qué es la balanitis o la balanopostitis?

Publicado

el

Balanitis.

“Y si también está afectado el prepucio, piel que recubre el glande, el diagnóstico será de balanopostitis“, completa la jefa del Servicio de Urología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid, nueva y flamante presidenta de la Asociación Española de Urología (AEU).

La inflamación de estas dos zonas peneanas está provocada por hongos, bacterias o virus, parásitos microbianos íntimamente relacionados con una mala higiene genital y la falta de aireación; dos condiciones que provocan irritación y edema.

“En estas zonas observaremos un enrojecimiento, una decoloración, es decir, esa piel podría ser rojiza, morada, gris o blanquecina, incluso con ciertas manchitas y, en ocasiones, luciendo partes brillantes a la vez que porciones hinchadas”, destaca.

La balanitis causará, además, molestias y dolor al orinar, picazón del prepucio, esmegma (secreción de células muertas, sebo y fluidos corporales), olor desagradable, a veces fétido por culpa de las bacterias actuantes, como la Gardnerella vaginalis.

Se estima que alrededor del 10 % de los hombres, sean niños o adultos, padecerán algún proceso de inflamación en su glande a lo largo de la vida, es decir, balanitis, postitis -inflamación del prepucio- o balanopostitis.

“Este tipo de inflamación es más probable en adultos diabéticos, especialmente cuando la glucemia está mal controlada, y en aquellos varones que sufren fimosis o tienen un prepucio reducido que dificulta la limpieza del glande”, constata.

Las personas obesas también son diana de la balanitis.

“Su higiene genital no suele ser la más adecuada debido al obstáculo permanente que entraña el tamaño de su abdomen y el enterramiento del pene dentro de la grasa infra y suprapúbica”, describe.

La balanitis, pendiente de cualquier descuido motivado por las prisas familiares, es frecuente en niños menores de cuatro años no circuncidados “por las mismas razones desencadenanates que afectan al resto del sexo masculino”, subraya.

Balanitis.

Dra. González Enguita, ¿existen diferentes tipos de balanitis?

“Si nos atenemos a la literatura científica, sí; están descritas varias tipologías de balanitis. Aún así, desde el punto de vista clínico podríamos aseverar que nos encontramos ante una única inflamación, una especie de dermatitis o proceso benigno a nivel del pene”, responde la uróloga y cirujana.

No obstante, la academia explica la balanitis Zoon, de células plasmáticas, una inflamación crónica de la muscosa de los genitales masculinos que suele aparecer en adultos no circuncidados mayores de 40 años de edad. Representa hasta el 10 % de los casos.

La balanitis circinada, asociada a la artritis reactiva (síndrome de Reiter), cursa con pequeñas lesiones circulares -llagas- en el glande con bordes elevados y de color rojizo o blanquecino.

La balanitis queratósica y micácea pseudoepiteliomatosa (balanitis de Lortat-Jacob) es menos común. Afecta a hombres de más de 60 años y cursa con verrugas o protuberancias escamosas en el glande.

La balanitis por erupción fija medicamentosa: lesiones cutáneas como reacción a ciertos medicamentos o sustancias químicas, como las que se encuentran en la composición de ciertos jabones higiénicos.

Y liquen plano, afección mucho más seria que provoca erupciones cutáneas en una o más partes del cuerpo humano, no sólo en el aparato genital. Se relaciona con una balanitis previa.

Este liquen -balanitis xerótica obliterante (BXO)- puede afectar a cualquier zona de la piel, pero se concentra especialmente en los genitales de mujeres y hombres.

Destaca aquí, consecuentemente, la curiosidad multidisciplinar de la pediatría, la dermatología, la ginecología, la urología y, por supuesto, la función reveladora de la anatomopatología, departamento que resuelve dudas y confusiones mediante biopsias, para elaborar un diagnóstico certero y precoz.

“Pero no es oro todo lo que reluce. L@s dermatólog@s no suelen realizar exploraciones detalladas de los genitales y l@s urólog@s y ginecólog@s no suelen centrar su atención en zonas cutáneas impropias a sus competencias, lo que puede retrasar el diagnóstico”, matiza.

Lesión precancerosa en el glande.
Lesión precancerosa en el glande.

En este sentido patológico, cabe señalar que existen circunstancias a vigilar, puesto que la posibilidad de que este tipo de inflamaciones deriven en una lesión precancerosa es real, como el carcinoma basocelular, el carcinoma de células escamosas, el sarcoma de Kaposi o la enfermedad de Paget extramamaria.

No estamos hablando de una enfermedad oncológica, sino de un proceso inflamatorio, benigno, pero sobre el que hay que prestar especial atención, ya que puede desencadenar o ser confundido con lesiones precancerosas, incluso cancerosas”, apunta.

“De hecho, sabiendo que el cáncer de pene no es de los más frecuentes, hablamos, precisamente, de situaciones en las que suele ser protagonista la falta de higiene en el aparato genital masculino”, apunta la Dra. González Enguita.

Doctora, ¿la balanitis es una infección de transmisión sexual… Es una enfermedad grave… Acarrea alguna consecuencia?

“No, en absoluto. Y en este sentido tengo que decir que tampoco es una enfermedad infectocontagiosa. Los hombres que padecen balanitis no contagian a otras personas por contacto sexual, aunque sea muy recomendable abstenerse de practicar sexo en pareja mientras dure el proceso inflamatorio”.

“Sobre todo -refuerza-, hasta que se identifique claramente si estamos o no ante una infección de transmisión sexual y que dicho examen sea valorado por un médico, un urólogo, quien determinará la realidad de la situación en el glande: balanitis o ITS”.

Si el resultado fuera de balanitis no hablaríamos, en principio, de enfermedad grave, sino de levedad.

“En cualquier caso, habrá que identificar casos de evolución de largo recorrido que nos harán sospechar, por precaución, de un desarrollo precanceroso o del origen primario de un liquen escleroso, complicación que también afecta a las mujeres”, reincide.

“Por tanto, la balanitis no suele generar grandes consecuencias a largo plazo… Salvo, por ejemplo, una meatitis o un endurecimientos en el tejido de la zona del meato uretral -orificio en la punta del glande-, lo que dificulta la micción y la eyaculación del semen”, advierte.

De ahí, entre otras cosas, que la propia inspección y observación del paciente sobre su anatomía sea fundamental en la prevención y el diagnóstico de la balanitis y otras posibles dolencias relacionadas.

“Es decir, la primera parte del diagnóstico será muy sencilla, puesto que la exploración física de la zona pondrá de relieve la higiene del paciente. Luego, habrá que explorar un poquito sus hábitos sexuales y costumbres culturales, básicamente por la posibilidad de indicar una futura cincuncisión”, menciona.

“Además, deberemos solicitar un estudio de orina para poner nombre y apellido al microorganismo responsable de la balanitis. También, un análisis de sangre para poner de relieve las enfermedades relacionadas, como la diabetes o enfermedades infeccionas que conllevan inmunosupresión”, aconseja.

Balanitis.
Dra, Carmen González Enguita, jefa del Servicio de Urología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz y presidenta de la Asociación Española de Urología (AEU), entre otros cargos. Fotografía de Pedro Gago.

El tratamiento de la inflamación en el glande y el prepucio

Antes de prescribir antiinflamatorios y analgésicos para contrarrestar las molestias y el dolor aparejados, habrá sido conveniente limpiar a fondo todo el pene con sustancias no agresivas; costumbre higiénica que debe ser sistemática, de por vida.

“Hay que retirar hacia atrás la piel del prepucio, descubriendo todo el glande, y lavar bien con agua tibia. No conviene frotar ni usar jabones irritativos. El secado del pene debe ser completo, dado que la humedad favorece enormemente el crecimiento de hongos”, afirma.

Pero la mayoría de los casos de balanitis requerirán algún tipo de tratamiento.

“Si el paciente no recibe la terapia más oportuna, los síntomas pueden empeorar o desarrollar otros. Con el tratamiento la mejoría será evidente en unos pocos días o una semana”, certifica.

Las cremas antimicóticas (cotrimazol) y los medicamentos antibacterianos se recetarán después de concluir los análisis preceptivos, concluyentes (pruebas serológicas, microscopia, cultivo fúngico, tinción de Gram, PCR, antibiograma, etc.).

“No debemos olvidar que estamos hablando de una inflamación que es más frecuente en ciertas personas, como aquellos que sufren diabetes o los que presentan fimosis, sobre todo si es de nacimiento, que puede haber causado escleroatrofia”, plantea.

En el primer caso habrá que mantener a raya el nivel de glucosa en sangre, puesto que la diabetes tiene mucho que ver con la alteración vascular que produce la propia enfermedad diabética sobre los vasos sanguíneos.

En el segundo caso no quedará otro remedio que proceder a una circuncisión, cirugía con buen pronóstico que sorprende a muchos hombres adultos.

“Muchos de ellos me dicen con lamento… Nunca sufrí este problema durante la infancia y mi juventud, y ahora, con esta edad, tengo que operarme de fimosis para curarme una balanitis…”.

Cirugía de circuncisión.

El consejo urológico de la Dra. Carmen González Enguita

“Si los niños pequeños conservan su prepucio, porque todavía no se han sometido a una circuncisión, es muy recomendable que aprendan a cuidarse ellos solitos cuanto antes, disfrutando de la higiene de sus genitales, como del resto del cuerpo.

Y, sin duda, los hombres deben compartir cualquier duda, inquietud o circunstancia que les llame la atención, ya sea con su médic@s de cabecera o en pediatría, dermatología y urología.

Las decisiones compartidas sobre el tratamiento, bien informadas, serán la manera más efectiva de solucionar la balanitis, la postitis o la balanopostitis; tres procesos benignos, inflamatorios, pero muy molestos”, concluye.

La entrada ¿Qué es la balanitis o la balanopostitis? se publicó primero en EFE Salud.

Seguir leyendo

Ciencia y Salud

¿Tiendes a comer peor en el trabajo cuando estás estresado? Este estudio lo confirma

Publicado

el

comer entorno laboral

El estrés, la presión, la falta de tiempo y la mala organización pueden condicionar tanto lo que comemos como la energía y rendimiento en el trabajo, concluye el estudio “Hábitos alimentarios en el entorno laboral”, elaborado por Cigna Healthcare España.

El trabajo reconoce que los factores personales y profesionales pueden condicionar los hábitos a la hora de comer en el trabajo. Un 34,2 % de los encuestados señala, de hecho, que una dieta adecuada mejora su concentración y productividad.

Estrés y comer bien, una mala relación

Realizado a partir de una muestra de 1.000 personas con edades de entre 25 y 65 años, y con una representación equilibrada entre hombres y mujeres, esta investigación recalca que la dieta mediterránea es la que más se consume en España, tal y como indica un 55 % de los encuestados/as, porcentaje que se eleva a un 61,4 % en los mayores de 55 años. 

Con respecto a la calidad de los alimentos, son los jóvenes de entre 25 y 34 años los que consumen más productos frescos, tal y como afirma un 57,8 %, lo que refleja toma de conciencia sobre la importancia de una dieta equilibrada, remarca el informe.

Sin embargo, aún hay carencias sobre la calidad de lo que se come en el entorno laboral. La presión y las exigencias laborales se suman a los malos hábitos alimentarios.

Entre los directivos de las empresas, un 61 % revela que no hace pausas regulares para comer y un 68,9 % admite que muchas veces se salta las comidas por la carga de trabajo o reuniones. 

¿Por qué importa cómo comemos en el trabajo?

A veces resulta difícil mantener una regularidad en la dieta bajo el ritmo laboral, lo que hace que empeore la alimentación, según dice un 53,4% de los encuestados. 

Un 49,1 % organiza sus comidas con antelación y un 42,2 % lleva comida preparada desde casa. Sin embargo, un 25,3 % admite que improvisa su almuerzo a diario. 

La falta de tiempo repercute tanto en la calidad de la dieta como en la energía para poder trabajar, lo que puede suponer un círculo de cansancio, estrés, y por consiguiente, malas elecciones alimentarias. 

Teletrabajo y hábitos alimentarios

Teletrabajar puede favorecer los hábitos saludables, aunque también conllevar a ciertos riesgos, concluye el estudio. 

La mayoría de los encuestados que teletrabajan lo valoran, no obstante, porque un 59,8 % afirma que su dieta ha mejorado y un 61 % consume más frutas y verduras. Esto se explica debido a la posibilidad de tener más tiempo para cocinar y de acceder a la cocina propia.

Sin embargo, la reducción de la actividad física al no tener que desplazarse al lugar de trabajo, junto con tener la cocina propia a mano puede ser negativo para la salud.

Un 46,5 % de las personas encuestadas admite que el teletrabajo les hace picar más entre horas. Esto puede favorecer el aumento de peso al ingerir más calorías y no realizar actividad física.

EFE/Emilio Naranjo

La nutrición en políticas de bienestar de las empresas

La Dra. Daniela Silva, especialista en Medicina Interna y E-Health Manager de Cigna Healthcare España, afirma que “la alimentación no es solo una cuestión de salud física, sino que también influye en el estado de ánimo, en la capacidad de concentración y en la productividad”.

Una de las conclusiones principales ha sido la integración de la nutrición de las empresas en sus políticas de bienestar. Estas no solo benefician a los empleados, sino que además fomentan un mayor rendimiento y menor absentismo laboral. 

Entre las medidas que comprenden se encuentran:

  • Implantación de agua potable (62,7% de los casos).
  • Promoción de pausas para el almuerzo (59,7%).
  • Flexibilidad horaria para comer (56,1%).
  • Disponibilidad de un espacio para las comidas (53,8%). 

Sin embargo, las opciones saludables siguen siendo poco frecuentes. 

Dentro del entorno laboral, solamente un 29,6 % de los encuestados dispone de snacks como fruta o frutos secos, un 28,4 % indica que su empresa promueve el consumo de alimentos naturales y apenas un 24,4 % tiene acceso a comer menús saludables. 

Un 81,2 % de los encuestados remarca que en su empresa no existen programas de bienestar corporativo enfocados en la alimentación.

“Este estudio demuestra que las empresas tienen un papel fundamental en facilitar que sus equipos puedan tomar decisiones alimentarias saludables”, añade la experta. 

“No basta con ofrecer fruta o snacks saludables, es necesario crear una cultura corporativa que eduque, motive y acompañe a los empleados en la adopción de buenos hábitos, tanto en la oficina como en casa. Esto es invertir en el bienestar y el rendimiento a largo plazo”, concluye.

La entrada ¿Tiendes a comer peor en el trabajo cuando estás estresado? Este estudio lo confirma se publicó primero en EFE Salud.

Seguir leyendo

Más Leidas