Varsovia (Euractiv.pl/.es)  – El organismo electoral nacional de Polonia  investiga posibles irregularidades en el recuento de votos tras la reñida segunda vuelta de las elecciones presidenciales del país del Este.

El candidato Karol Nawrocki, del partido conservador Ley y Justicia (PiS/ECR), derrotó el pasado 1 de junio –por la mínima- a Rafał Trzaskowski, de la Plataforma Cívica (PO) del Primer Ministro, Donald Tusk.

El margen que le otorgó la victoria fue inferior a 400.000 votos, a pesar de los casi 21 millones de sufragios emitidos.

Poco después de conocidos los resultados surgieron dudas sobre el recuento de votos.

Se denunciaron irregularidades, entre ellas la alteración del recuento de votos entre candidatos, lo que podría favorecer a uno en detrimento del otro.

Para despejar esas dudas, la coalición de gobierno ha pedido la realización de una investigación exhaustiva.

En ese sentido, Ryszard Kalisz, miembro de la Comisión Electoral Nacional (PKW), anunció el pasado fin de semana que ayer, lunes, se celebraría una reunión de emergencia de ese organismo para abordar las irregularidades denunciadas.

Pero la PKW tiene poco tiempo para aclarar la situación puesto que tiene previsto entregar a Nawrocki el certificado oficial que acredita su victoria, mañana miércoles.

Sin embargo, la oficina de prensa de la PKW informó este lunes de que la Comisión no se reunirá antes de mañana, cuando está previsto que confirme la victoria de Nawrocki.

El Tribunal Supremo de Polonia es el encargado de validar los resultados de las elecciones presidenciales, según establece la Constitución.

Tras el anuncio oficial de los resultados, los ciudadanos disponen de un plazo de 14 días para presentar protestas y alegaciones. El plazo fijado vence el próximo lunes 16 de junio, Según ha informado el Tribunal Supremo, hasta ayer, 9 de junio, se habían recibido 28 protestas.

La tensión es máxima, a pesar de los intentos de Tusk por mitigarla.

El pasado viernes explicó en X que se están analizando y verificando las irregularidades denunciadas en el recuento de votos.

Además, subrayó que se investigará y castigará cualquier posible fraude.

«Comprendo el estado de ánimo, pero asumir desde el principio que las elecciones fueron amañadas no beneficia al Estado polaco», subrayó Tusk.

Mientras tanto, el presidente saliente, Andrzej Duda, dos veces candidato por el PiS en 2015 y 2020, acusó a la coalición gobernante de atizar el fuego de la polémica para intentar anular un resultado electoral desfavorable.

«Existe la sensación de que los poscomunistas, junto con la izquierda liberal, quieren amañar las recientes elecciones presidenciales en Polonia, que ya están decididas, y quitarnos la libertad de elección. No lo permitamos», escribió Duda en X.

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(Editado por Euractiv.com y Fernando Heller/Euractiv.es)

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