Bruselas (Euractiv.com/.es) – Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) se reúnen este jueves en un Consejo Europeo en Bruselas en el cual abordarán asuntos candentes de la agenda, entre ellos Oriente Próximo, Ucrania y el reto de la inmigración.

La mayoría de líderes de la UE llegaron el miércoles por la noche a Bruselas tras acordar en la cumbre de la OTAN de La Haya un nuevo objetivo de gasto del 5% del PIB para defensa, a excepción de España, que se mantiene de momento en el 2.1%.

Esta es primera cumbre europea para el canciller alemán Friedrich Merz (CDU/PPE). Las prioridades de Merz no difieren mucho de las de su predecesor, Olaf Scholz (SPD/S&D): desregulación en Bruselas, más acuerdos comerciales, apoyo a Ucrania y oposición a sancionar a Israel.

Como ha sido hasta el momento, el Presidente del Consejo Europeo, António Costa, aspira a que la cumbre se concentre sólo en un día, aunque podría prolongarse hasta el viernes por la mañana.

Oriente Próximo

Está previsto que la situación en Oriente Próximo ocupe una parte importante de las negociaciones de este jueves, durante las cuales los líderes de la UE insistirán en que «no se debe permitir que Irán adquiera un arma nuclear», según el borrador de conclusiones.

Pero, en realidad, la diplomacia europea es poco eficaz y sigue subordinada a la de Washington.

Sobre las acciones militares de Israel en Gaza, no se prevé que los líderes de la UE adopten  ninguna decisión y probablemente «tomen nota» de la revisión por parte del bloque del respeto a los derechos humanos por parte de Tel Aviv en virtud del Acuerdo de Asociación UE-Israel.

Dado que los Estados miembros de la UE siguen divididos sobre si el bloque comunitario debe tomar medidas contra Israel, es probable que la cuestión se deje en manos de los ministros de Exteriores en una reunión prevista para julio.

Inmigración

Probablemente, los jefes de Estado y de gobierno se limitarán a hacer balance de la última propuesta de la Comisión en la materia.

«Un punto más de la agenda», según comentó a Euractiv un diplomático de la UE.

La parte más interesante puede estar entre bastidores de la cumbre: por ejemplo con el desayuno informal previo a la cita, esta vez centrado en temas de migración.

Ese grupo «informal», liderado por Italia, Dinamarca y los Países Bajos, aboga por «soluciones innovadoras» y una tramitación más rápida de los expedientes de migración y asilo.

En la última cumbre, en marzo, se sumaron 14 líderes de la UE, entre ellos Austria, Finlandia y Hungría.

En el menú: revisión del nuevo paquete migratorio de la Comisión, debate sobre los centros regionales de retorno y prórroga de la protección temporal de los ucranianos, tras un acuerdo político alcanzado a principios de mes.

«Deberíamos empezar a debatir también con países afines qué podemos hacer ya para estimular el retorno voluntario de ucranianos», comentó un diplomático de la UE, al tiempo que señaló que varias capitales, junto con la Comisión, están estudiando cómo sentar las bases de los sistemas de retorno.

¿Sanciones a Rusia?

Se prevé que el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, y su homólogo eslovaco, Robert Fico, reiteren su exigencia de que Bruselas revise su propuesta de eliminar completamente las importaciones de combustibles fósiles rusos para 2027 a cambio de su apoyo al 18º paquete de sanciones de la UE a Rusia.

Hungría y Eslovaquia, los dos Estados miembro de la UE más cercanos a Moscú, siguen dependiendo en gran medida del petróleo y el gas rusos.

Sin embargo, varias fuentes diplomáticas de la UE creen que las objeciones de ambos países se pueden superar, y que es probable que los embajadores de los socios comunitarios resuelvan la cuestión en los días posteriores a la cumbre.

Algunas fuentes de la UE creen que el tema del nuevo paquete de sanciones selectivas se podría aprobar mañana, viernes.

Los líderes también debatirán si el 18º paquete de medidas punitivas a Moscú debe mantener la propuesta de la Comisión de rebajar el tope de 60 a 45 dólares por barril.

Algunos Estados miembro sostienen que el umbral más bajo ya no es necesario después de que la guerra entre Israel e Irán desencadenara una subida de los precios del petróleo.

Un poco de «geoeconomía» para los postres 

Durante la cena, los líderes también mantendrán un debate «estratégico» sobre «geoeconomía», en el cual la guerra comercial con Estados Unidos y las relaciones con China serán los principales focos de atención.

La cumbre del jueves (y quizás el viernes) se celebra a menos de dos semanas de la entrada en vigor del arancel estadounidense del 50% a las exportaciones de la UE, y un mes antes de la cumbre UE-China de Pekín.

Defensa, en segundo plano, tras la cumbre de La Haya

Está previsto que los temas de defensa pasen a un segundo plano, después de las decisiones tomadas en la  cumbre de la OTAN de La Haya.

El objetivo de la Alianza se mencionará por la tarde, cuando los líderes de la UE se reúnan y reiteren sus viejas promesas de impulsar la industria europea de defensa y firmar nuevos acuerdos con sus socios más próximos.

Sin embargo, la revisión de los nuevos objetivos europeos en defensa se dejará para octubre, durante la próxima reunión de líderes del bloque.

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(Editado por Martina Monti/Euractiv.com y Fernando Heller/Euractiv.es)

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Bruselas (Euractiv.com/.es) – Los líderes de la Unión Europea (UE) se reúnen este jueves y mañana viernes en Bruselas en un Consejo Europeo con una agenda marcada por varios asuntos clave, entre ellos la defensa y la seguridad, el presupuesto plurianual del bloque comunitario, la tensa situación en Oriente Próximo o el reto migratorio, entre otros.

La mayoría de jefes de Estado y de Gobierno del bloque llegaron a Bruselas el miércoles por la noche tras la cumbre de la OTAN en La Haya. Esta es, además, la primera cumbre europea para el canciller alemán, Friedrich Merz (CDU/PPE).

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Bruselas (Euractiv.com/.es) – El líder del Partido Popular Europeo (PPE), Manfred Weber, asegura en una entrevista exclusiva con Euractiv en Bruselas que tras la cumbre de la OTAN en La Haya ha quedado muy claro que la Unión Europea (UE) necesita su “propio pilar de defensa”, al margen de Estados Unidos.

Los “ejércitos nacionales actuales no son capaces de defender Europa”, asegura el alemán, líder del mayor partido en el Parlamento Europeo, seguido de los socialistas (S&D).

Tras 21 años como eurodiputado, Weber está en la cúspide del poder: puede decidir si pacta mayorías parlamentarias con los aliados tradicionales del PPE (al cual pertenece el Partido Popular), los socialistas de S&D (PSOE) y los liberales de Renovar Europa, o coquetear con la extrema derecha.

La semana pasada fue muy criticado por apoyarse en las fuerzas de ultraderecha cuando presionó a la Comisión Europea para que retirara un nuevo texto legislativo  para frenar el denominado “lavado verde”.

Weber lo justifica con el argumento de que tras las elecciones europeas de junio de 2024, la composición del nuevo Parlamento Europeo es mucho más “de derechas”.

Frente a quienes le acusan de fomentar el populismo, Weber considera que el PPE es el único baluarte contra los nacionalismos de extrema derecha.

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¿Cree que la UE saldrá de esta gran semana de cumbres como un continente reforzado y con más capacidad para defenderse?

El mensaje al final de esta semana es que seguimos adelante con la cooperación transatlántica y nos mantenemos en una familia de la OTAN que permanece unida. Y con ambiciones comunes añadidas, el 5% (de gasto del PIB en defensa). En el Consejo Europeo (de hoy jueves y mañana viernes) tenemos una postura común: ahora Europa tiene que construir todo eso.

Probablemente no nos guste. Probablemente no estamos acostumbrados a hacerlo, pero así es. Y el presidente de Estados Unidos nos está empujando en esa dirección. Y eso es lo que Europa necesita ahora: nuestro propio pilar de defensa dentro de la OTAN.

Un pilar de defensa significa en última instancia un ejército europeo, ¿no? Es una idea impopular para muchos…

Yo creo sinceramente en esto como un proyecto a largo plazo, pero partimos de cero. Por eso celebro que ya hayamos tomado algunas medidas juntos, por ejemplo SAFE (instrumento financiero para defensa europea) y opciones adicionales para que los Estados miembros puedan endeudarse.

Nuestros ejércitos nacionales no son en estos momentos capaces de defender Europa. Necesitamos un mando europeo y proyectos europeos conjuntos como la defensa antimisiles, el programa de satélites, la brigada cibernética y un ejército de drones.

Si tenemos en cuenta el actual panorama político en Europa, las elecciones presidenciales polacas, las elecciones presidenciales rumanas, creo que tenemos que establecer una arquitectura de seguridad europea que esté realmente fijada como estructura europea y sea irrevocable, para que los países se adhieran a programas paneuropeos a través del próximo presupuesto de la UE.

¿Por qué? Porque si mañana en Francia ganara un candidato de extrema derecha, sólo teóricamente, entonces quedarían encerrados.

Tenemos que construir una infraestructura de defensa en la que ningún país pueda emprender acciones egoístas. El canciller alemán, Friedrich Merz (CDU/PPE), asegura que Alemania tiene el mayor ejército de Europa. Pero cuando veo los sondeos de opinión que dan un 22% de apoyo a (el partido ultra Alternativa para Alemania, segunda fuerza en el país), es algo que, como político europeo, me preocupa.

Usted pide que la defensa sea una competencia netamente europea, pero cuando hablamos de política exterior, la UE ha estado muy ausente en las últimas semanas en relación a su capacidad de influir para frenar la escalada entre Israel e Irán.

Europa se está convirtiendo en una especie de “think tank”. Somos un observador, quisiera ver a Europa convertida en una verdadera potencia diplomática. Por eso tenemos que reestructurar nuestro proceso de toma de decisiones. La unanimidad (en las votaciones en el Consejo) es la cuestión clave (…), y si no es posible cambiar eso en el actual Tratado de Lisboa, entonces los Estados miembro que tienen la voluntad de ir más allá -Francia, Alemania, Italia, España– tienen que hacerlo. Necesitamos una coalición de voluntarios sobre eso.

En relación con la política comercial, algunas informaciones sugieren que la Comisión Europea quiere ser más agresiva y dura, y amenazar a Estados Unidos con aranceles, ¿está de acuerdo con eso?

Queremos y necesitamos un acuerdo. De eso no hay duda. Europa representa el 22% del PIB mundial y Estados Unidos el 25%. No podemos permitir que Washington nos ningunee. Tenemos confianza en nosotros mismos, y deberíamos demostrarlo, que tenemos las herramientas, o que la Comisión Europea tiene las herramientas.

Los socialistas y los liberales de Bruselas dicen que se trata de una crisis institucional y hablan de terminar la cooperación con ustedes. ¿Ha ido demasiado lejos? ¿Necesita el PPE volver al centro?

Queremos colaborar de forma constructiva con todos los partidos. Pero ahora ya no hablamos de tácticas, sino de políticas. Hablamos de contenido.

Si miramos a la realidad política en Europa: Polonia, Rumanía, incluso en Portugal, (el partido ultra) Chega quedó segundo por delante de los socialistas. Así que pido a los socialistas (S&D), pido a Renovar Europa, que por favor considere de nuevo lo que está pasando fuera de esta “burbuja de Bruselas”. Miremos lo que los socialistas en Dinamarca están diciendo a la gente, o en Suecia.

Los socialdemócratas alemanes (SPD) dicen cosas muy distintas a las que dicen los socialistas aquí (en Bruselas o Estrasburgo). Y ese es mi problema en la gestión diaria. Tengo un mensaje claro: tenemos que frenar la ola autoritaria en este continente. Y el PPE es el partido número uno para hacerlo.

Nunca apoyaremos una norma que obligue a contar con una aprobación previa para poner un anuncio en un medio de comunicación.

Es una locura que hablemos de menos burocracia (el proceso de simplificación normativa impulsada por Bruselas) y que el contenido de la legislación sea que BMW o Renault, tengan que obtener una aprobación previa por parte de una autoridad estatal si hacen un anuncio (sobre automóviles más sostenibles) y reducción de CO2.

El líder del partido Patriots.eu (al que pertenece Vox), Jordan Bardella, aseguró la semana pasada que su grupo es ahora esencial en el Parlamento Europeo. ¿No está (el PPE) jugando a un juego muy peligroso con la extrema derecha? ¿Corre el riesgo de perder el control de la agenda?

Fui el primer político europeo que trazó una clara línea roja ante los extremistas de derecha. Son tres pros, que ahora son de sentido común: pro-Europa, pro-Ucrania, pro-estado de derecho, y eso es fundamental.

Cuando hablo de si se está a favor de las normas sobre deforestación, sí o no, de si se está a favor de una aprobación preliminar de las alegaciones ecológicas, eso no es un “cortafuegos” (para aislar a las fuerzas de ultraderecha), es una cuestión de contenido, sobre la que se pueden tener opiniones diferentes.

Me encantaría que los socialistas tuvieran mucho más éxito y volvieran a ocuparse de los trabajadores de la industria, pero ya no consiguen esos votos.

Recibí duras críticas porque logré frenar una parte de las normas del Pacto Verde y de la Ley de Restauración de la Naturaleza, relacionadas con lo que yo creía que estaba mal, y ahora se está viendo de manera tangible que eso (esas dos políticas emblemáticas de la UE) no están funcionando.

Tenemos que mantener el rumbo pero ser ambiciosos. No intento “surfear la ola” (…) sino ser responsable e intentar encontrar un buen término medio. Y ese es el mejor método contra los populistas.

El acuerdo de cooperación con los socialistas y liberales, con los que usted ayudó a elegir a Ursula von der Leyen para un segundo mandato como presidenta de la Comisión, ¿no está muerto entonces? ¿Sigue dispuesto a trabajar con ellos?

En la gran cuestión del MFP [Marco Financiero Plurianual, el próximo presupuesto a largo plazo de la UE], en la gran cuestión del futuro de la competitividad, nos necesitamos mutuamente. La puerta siempre está abierta. Podemos trabajar juntos. Pero (…) los ciudadanos deben ver que si dejan de votar a los Verdes o a los Socialistas, las cosas cambian a nivel europeo. Si ese no es el resultado de unas elecciones, entonces no es democrático. Y eso es lo que intento hacer en las conversaciones con todos los demócratas.

Usted es el presidente del grupo del PPE, recientemente elegido para otros tres años como presidente del partido, y el PPE domina en las tres principales instituciones de la UE. ¿Se encuentra en la cúspide de su poder?

Eso lo tienen que decir otros.

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(Editado por Euractiv.com y Fernando Heller/Euractiv.es)

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