La boliviana Grecia Bello desarrolló ‘Arakuaa’, una innovadora máquina que transforma el plástico reciclado en fibra textil, beneficiando a comunidades guaraníes y fomentando la sostenibilidad, una tecnología que planea liberar para que sea replicada en todo el mundo.
La ingeniería boliviana, Grecia Bello, trabaja en su taller en Santa Cruz (Bolivia). EFE/ Juan Carlos Torrejón
Tras su éxito al presentarla en México, la joven ingeniera liberará los planos para su réplica, ofreciendo así una solución accesible y ecológica para la industria textil.
Bello se propuso reducir la contaminación que genera el plástico con la tecnología que creó. Además, busca ayudar a las comunidades indígenas guaraníes de la Chiquitanía boliviana, que fueron afectadas en la recolección de algodón y garabatá debido a los incendios forestales del año pasado.
“Vimos las dificultades en las comunidades guaraníes y (los pobladores) estaban abiertos al cambio, trabajaron antes con bolsas de yute, pero esta (tecnología) era nueva para ellos”, explicó.
Con ‘Arakuaa’ los jóvenes guaraníes innovarán con los productos que se hacen en sus comunidades, como bolsas y accesorios. Un aporte importante, según contó Bello, es el uso de semillas propias de las comunidades guaraníes para poner distintos colores a las fibras textiles y el uso de plástico a base de fécula de maíz, denominado PLA.
‘Arakuaa’ significa ‘conocimiento’ en el idioma guaraní y Bello, de 24 años, quiso que ese saber se transforme en tecnología que sea accesible para cualquier emprendedor en Bolivia.
El artefacto surgió como parte de la tesis de posgrado en arquitectura que Bello llevó adelante en Barcelona, España, quien buscó alguna innovación que pudiera ser útil en su país.
“Busqué qué cosas necesitábamos en Bolivia, hay solo máquinas industriales que cuestan millones, pero yo quise hacer tecnología que sea accesible para cualquier persona”, apuntó a EFE Bello.
Con la colaboración de dos compañeros, la emprendedora diseñó la máquina durante un mes en el centro de producción digital, investigación y educación FabLab de la Universidad Franz Tamayo (Unifranz), en la ciudad oriental de Santa Cruz.
Tecnología sostenible para el mundo
“La rediseñamos con el objetivo de que sea fácil de ensamblar en el mundo”, indicó Bello, quien tiene la ilusión de que esta tecnología sostenible y amigable con el ambiente se reproduzca a nivel global.
La ingeniería boliviana, Grecia Bello, posa en su taller en Santa Cruz (Bolivia). EFE/ Juan Carlos Torrejón
Después del diseño del artefacto, los profesionales la ensamblaron en tres días y dos noches, “sin descanso y sin dormir”, detalló la ingeniera boliviana.
Con ayuda de amigos recolectaron unas 3.000 botellas de plásticos (PET), las trituraron a mano e hicieron la primera prueba de campo, porque antes “se tenía todo completo solo en teoría”.
La máquina funcionó y con esa seguridad se comenzó a generar fibras textiles de diferente grosor dependiendo el uso que iban a tener, que puede ser para confeccionar desde hilos, almohadas y hasta colchones.
“Dependiendo de la calidad y la velocidad con que opera la máquina se pueden hacer con las fibras textiles almohadas, colchones, se hace hilos gruesos para otro tipo de uso”, precisó Bello.
‘Arakuaa’ ya era una realidad cuando la ingeniera decidió llevarla a un evento de innovaciones en Puebla, México, en 2024 pero aquella vez presentó un prototipo portátil con las mismas funciones, algo que tuvo “grandes resultados”.
“Luego de hacer la demostración vimos el interés de (expertos) de Francia, Guatemala, España, Perú, Portugal y otros países”, describió.
Actualmente la joven experta trabaja para liberar los planos de la máquina, compartiendo sus diseños gratuitamente en el modelo pequeño. También, habilitará toda la documentación y tutoriales para que otros profesionales copien el prototipo y puedan generar fibras textiles con plástico.
“Vamos a registrar la máquina a nombre de los creadores para que en las que se creen vaya el crédito”, afirmó.
Grecia Bello espera que en cuatro meses se abra la página web oficial en la que se encontrará toda la información para desarrollar a ‘Arakuaa’ en todo el mundo. EFE
Ecuador se consolida como referente mundial en producción sostenible y libre de deforestación tras sumar al cacao, los lácteos y la guayusa a su oferta de alimentos producidos sin nueva pérdida de bosques.
Dicho modelo, liderado por el café, ya se exporta a mercados de la UniónEuropea (UE).
Luego de un trabajo iniciado en 2017, Ecuador tiene actualmente más de 139.000 hectáreas en transición de producción sostenible y libre de deforestación, así como más de medio millón de hectáreas bajo manejo forestal responsable, y alrededor de 1.000 hectáreas de bosques y paisajes restaurados.
“Con la transición a sistemas productivos sostenibles se busca mejorar la producción, fomentar escuelas de campo para aplicar métodos innovadores, establecer centros de agronegocios y trabajar en cadenas de valor”, dijo a EFE la subsecretaria de Cambio Climático del Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE), JessicaGallegos.
Ecuador también ha logrado fortalecer a las organizaciones comunitarias comprometidas con la conservación de los bosques por medio de los programas PROAmazonía y Pago Por Resultados.
Dichas iniciativas se desarrollaron bajo el mecanismo internacional de Reducción de las Emisiones de la Deforestación y Degradación de Bosques (REDD+), por parte del ministerio de Agricultura y Ganadería, así como del ya mencionado MAATE.
Además, contaron con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Referente mundial
«El mundo está mirando a Ecuador como referente en producción sostenible y libre de deforestación, y delegados de Vietnam y Honduras, entre otros, ya han visitado el país para conocer sus experiencias”, dijo a EFE la representante residente del PNUD en Ecuador, Inka Mattila, durante una visita a las plantaciones y asociaciones comprometidas con este modelo sostenible, en las sureñas provincias de Zamora Chinchipe y Loja.
Mattila enumeró a la adaptación, innovación, diferenciación, política pública, institucionalidad, acompañamiento, asociación, enfoques de género e interculturalidad, educación y la creación de centros de agronegocios como puntales en la estrategia que ha beneficiado a más de 70.000 personas.
La iniciativa, que tiene como socios estratégicos a la UE, Reino Unido e Italia con fondos adicionales, combina las ventajas competitivas del país, como su diversidad, ubicación geográfica y sus microclimas, que lo convierten en un «imán para las inversiones», dijo a EFE Byron Montero, viceministro de Desarrollo Productivo Agropecuario del Ministerio de Agricultura y Ganadería.
El funcionario también reveló que, por ejemplo, Emiratos Árabes Unidos «quiere comenzar a producir acá».
Un café con historia
Ecuador marcó un hito el pasado año al exportar café libre de deforestación a Italia. Como forma de reconocimiento, el gerente de Sostenibilidad de la compañía italiana Lavazza, Mario Cerutti, visitó a productores de este café, en la Federación Regional de Asociaciones de Pequeños Cafetaleros Ecológicos del Sur (Fapecafes), para entregarles ejemplares de las latas comercializadas con los colores de la bandera de Ecuador.
«Es un café bueno que tiene un valor agregado: respeto a la naturaleza, al medioambiente, a los productores», dijo a EFE el representante de Lavazza, firma que pasó de comprar un contenedor en 2022 a cinco este año, con proyección a duplicarlo en 2026 y expandir por Europa la comercialización de un «café con historia».
Ecuador se consolida como referente mundial en producción sostenible y libre de deforestación tras sumar al cacao, los lácteos y la guayusa a su oferta de alimentos producidos sin nueva pérdida de bosques
El sector ganadero también se ha sumado a la sostenibilidad para reducir la huella de carbono gracias a la aplicación de buenas prácticas, por lo que ahora producen más en menos espacio, según comentó Milton Masache, de la Cooperativa de Producción Ganadera de Zamora Chinchipe.
Con ello, en esa provincia y en su vecina Morona Santiago, ambas fronterizas con Perú, la productividad aumentó el 25 % en 108 fincas. A su vez, se redujo el 21 % de intensidad de emisiones en un año.
Una buena alimentación y espacio para libre pastoreo, entre otros, permite a las vacas un mejor descanso, que se traduce en buena calidad en la leche y de sus derivados, como el dulce de leche producido en la planta Ecolac, el primero en su tipo libre de deforestación y con la trazabilidad marcada en su envase.
Guayusa, tradición que florece sin deforestar
La guayusa -planta sagrada para los indígenas- ha pasado de ser una bebida ancestral a convertirse en un motor económico de bioemprendimientos y símbolo de conservación.
Su producciónsostenible abarca más de 9.600 hectáreas en manos de 417 agricultores de la nacionalidad indígena kichwa, el 56 % de ellos mujeres, que cuentan con diez marcas registradas y cuatro acuerdos comerciales.
Ecuador se consolida como referente mundial en producción sostenible y libre de deforestación tras sumar al cacao, los lácteos y la guayusa a su oferta de alimentos producidos sin nueva pérdida de bosques
Aunque tradicionalmente la guayusa se cultiva en parcelas familiares (chacras), ahora también se siembra en espacios más amplios, aprovechando terrenos que dejaron otros cultivos en los que no se hayan usado químicos, según explicó a EFE Yally Grefa, representante de la Asociación de Producción Agrícola de Guayusa.
Con la introducción de nuevas opciones exportables de libre de deforestación, -abundó Mattila- Ecuador se afianza como referente de sostenibilidad al ofrecer «una producción que el planeta necesita».
Bruselas (Euractiv.com/.es) – El Comisario europeo de Energía, Dan Jørgensen, ha confirmado esta semana que la Unión Europea (UE) no puede excluir a Rusia del megaproyecto europeo de fusión nuclear, el Reactor Termonuclear Experimental Internacional (ITER, por sus siglas en inglés), en respuesta a las inquietudes planteadas en ese sentido por varios eurodiputados.
El objetivo del proyecto es demostrar que es posible alcanzar una fuente libre de emisiones basada en las mismas reacciones que «alimentan» las estrellas.
El ITER, ubicado en el sur de Francia, se articula en base a una amplia colaboración internacional, a la que Europa aporta casi la mitad de los costes, y el resto se reparte a partes iguales entre China, India, Japón, la República de Corea, la Federación Rusa y Estados Unidos.
Desde el comienzo de la invasión de Ucrania, en febrero de 2022, Rusia se ha enfrentado a la condena internacional y a un creciente aislamiento, así como a varios paquetes de sanciones de la UE y de varios países occidentales.
Pero desde entonces, el bloque comunitario europeo ha logrado reducir considerablemente su dependencia energética del gas y el petróleo rusos.
En ese contexto, en mayo pasado, tres miembros del Partido Popular Europeo (PPE), el mayoritario en Estrasburgo, preguntaron qué pensaba hacer la Comisión Europea para expulsar a Rusia del ITER, y señalaron que el plan de Bruselas para acabar con la dependencia europea de Moscú en cuestiones de energía nuclear (así como de combustibles fósiles) «no decía nada sobre la energía de fusión».
Jørgensen respondió que la UE no tiene autoridad para obligar a Rusia a abandonar el proyecto.
«El Acuerdo ITER no prevé la posibilidad de poner fin a la participación o suspender los derechos de ningún miembro del ITER, incluida la participación en el Consejo ITER, el órgano de gobierno», escribió el máximo responsable de energía de la UE.
Un país sólo puede retirarse «por decisión propia», añadió.
Rusia, como el resto de socios internacionales del proyecto, contribuye con un 9,1% a la construcción del reactor experimental de fusión.
Las aportaciones de los miembros del consorcio son principalmente «en especie», en forma de componentes y tecnología de sistemas, y sólo un 10% en metálico.
«Este programa único de reparto de adquisiciones tiene un propósito importante, ya que permite a todos los miembros adquirir experiencia industrial directa en tecnologías de fusión clave», según la web oficial de ITER.
Rusia «ha cumplido todas sus contribuciones en especie», aseguró Jørgensen.
Como consecuencia de ello, la dependencia europea de Moscú «se ha reducido en ese aspecto», aseguró el alto funcionario, al tiempo que añadió que «los contactos bilaterales y el compromiso con Rusia se han reducido al mínimo», y que el funcionamiento del reactor no dependerá de los derechos de propiedad intelectual de la tecnología nuclear rusa.
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(Editado por Euractiv.com y Fernando Heller/Euractiv.es)
Bruselas (Euractiv.com/.es) – Los negacionistas del cambio climático cargaron duramente el martes en la comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo contra la Comisión Europea por su campaña contra las noticias falsas y la desinformación sobre el clima.
«Como ciudadanos de una sociedad libre, cada uno tiene derecho a sus propias opiniones, pero no a sus propios hechos», comentó Emil Andersen, funcionario de la Comisión, al comienzo del debate.
Pero sus palabras no fueron bien recibidas por varios eurodiputados conservadores y de derechas. Algunos de ellos relacionaron el activismo y las campañas contra las “fake news” de la Comisión Europea con la distopía autoritaria imaginada en la novela de George Orwell “1984”.
Nuevo negacionismo
La eurodiputada Anja Arndt, de la formación de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD), cuestionó el consenso de la comunidad científica de que el cambio climático está causado por actividades humanas, y argumentó que la lucha contra la desinformación es un «ataque frontal contra la libertad de expresión, la libertad de la ciencia y la verdad».
Marc Jongen, también de AfD, adoptó una postura similar: «Si la Comisión decide ahora qué es un hecho y qué no lo es, y qué es opinión y qué no lo es, entonces vamos camino de un sistema totalitario».
Pero las críticas a la iniciativa de la Comisión no se limitaron a la bancada de la derecha.
El eurodiputado holandés Sander Smit, del Partido Popular Europeo (PPE), aseguró que los verificadores de datos tienden a hacer «imposible cierto tipo de debate», y que la Comisión Europea iría «demasiado lejos» si financiara verificadores de datos durante las campañas electorales.
Valores “ilustrados”
Los eurodiputados del grupo liberal Renovar Europa y los socialdemócratas (S&D), por el contrario, destacaron la importancia de que el debate sobre el reto climático esté basado en datos científicos.
Gerben-Jan Gerbrandy, principal negociador del grupo Renovar Europa en el proyecto de ley sobre el clima 2040, aseguró que el reconocimiento del cambio climático y la voluntad de luchar contra ese reto no es una ideología, mientras que negarlo es precisamente eso.
Gerbrandy instó a sus colegas a mantener «limpio» el debate político y pidió la formación una coalición contra los negacionistas del cambio climático.
Por otro lado, instó a la Comisión Europea a desmentir -por escrito- las «tonterías» sobre el clima vertidas por la AFD, pero no logró arrancar esa promesa del Ejecutivo de Bruselas.
El socialdemócrata belga Bruno Tobback recordó a los astrónomos Galileo y Copérnico, «que tenían la ciencia y los hechos de su parte», pero fueron perseguidos por quienes practicaban una «ideología retrógrada».
«Por el amor de Dios, no volvamos a los días oscuros de la historia europea, en los que el dogma y las opiniones nos frenaban… o intentaban frenarnos, afortunadamente sin éxito», comentó Tobback.
La “sabiduría de la Comisión Europea”
Andersen cerró el acalorado debate pronunciándose sobre la distinción entre opinión y hechos.
«Tanto las opiniones como los hechos son indispensables para una conversación democrática próspera (…) eso no es lo que se cuestiona», agregó.
«Pero aunque los hechos deben seguir conformando nuestras opiniones, nunca se debe permitir que nuestras opiniones tiñan los hechos», subrayó.
La Comisión «no decide qué es un hecho». Esa es tarea de los científicos, y «eso es lo que sustenta la elaboración de políticas de la Comisión», concluyó Andersen.
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(Editado por Euractiv.com y Fernando Heller/Euractiv.es)