Los costaleros pueden acarrear entre 30 y 40 kilos, aunque en el paso más pesado (3.500 kg) pueden cargar hasta 64 cada uno, por lo que las lesiones no se pueden descartar.
“Realmente, entraña un mayor riesgo cuando realizan los ejercicios de carga sobre la columna cervical, aunque también vemos muchas lesiones de costaleros a nivel de la columna lumbar”, afirma el doctor José María López-Puerta, especialista de la sociedad en Sevilla y coordinador de la Unidad de Columna pediátrica y adulta del Hospital sevillano Virgen del Rocío.
Ensayar durante todo el año y hacer ejercicio
La cirujana y traumatóloga Inmaculada Vilalta además es costalera de la Hermandad de Jesús Nazareno de Mataró (Barcelona) y por su propia experiencia personal y profesional considera que el porteador debe preparse durante todo el año.
“Los ensayos son fundamentales, no es recomendable salir sin haber realizado ningún ensayo”, asegura la doctora.
“Cargamos una media de entre 30 y 40 kilos, por lo que es necesario un trabajo físico progresivo a lo largo del año. Es una zona que se somete a mucho esfuerzo durante un período corto de tiempo, por tanto, debe estar muy bien preparada y tonificada”, puntualiza la traumatóloga del Hospital Sant Joan de Deu de Barcelona.
Para adquirir una correcta musculatura de la columna hay que hacer ejercicios que potencien los músculos de la espalda y lumbar, especialmente los músculos conocidos como los multífidos, que van desde la zona posterior de la columna cervical hasta prácticamente la pelvis.
“Habitualmente podemos hacer abdominales, sentadillas, ejercicios de glúteos, de zancadas, de remo sentados, de hombros, planchas frontales y laterales, y ejercicios de puente. Y para preparar la musculatura cervical podemos hacer ejercicios isométricos de la cervical con una toalla, haciendo fuerza para adelante y para atrás”, indica la doctora.
Durante los días de la procesión, deben realizar estiramientos previos para conseguir que la musculatura no esté contracturada y, al finalizar la procesión, es conveniente aplicar hielo local envuelto en un paño, no directo sobre la piel, para evitar el desarrollo de hematomas o que los pequeños microtraumatismos desarrollen una lesión en el tejido celular subcutáneo.
También es conveniente tomar relajantes y analgésicos musculares durante las 48-72 horas posteriores para evitar el espasmo muscular fruto del esfuerzo.
“En aquellos que noten mucho dolor o mucha tensión”, añade el traumatólogo sevillano, “es muy importante que recurran, no solo al fisioterapeuta para masajes o al hielo, sino también a las tracciones cervicales para conseguir relajar toda la musculatura cervical”.
Cuándo se producen las lesiones en los costaleros
En aquellos costaleros que llevan los tronos apoyados en la región cervical, las lesiones en la parte lumbar se suelen producir durante el momento del levantamiento brusco del paso con un salto (conocido como la levantá).
Es cuando el costalero pasa de estar en cuclillas flexionado a la posición erecta, provocando una fuerza de compresión máxima sobre el disco intervertebral.
Esto puede originar una hernia de disco en aquellos discos que ya estén lesionados por problemas degenerativos, o bien que no estén afectados pero que se ven afectados por una mala postura al levantarse.
Y a nivel cervical, influye mucho la carga del peso, ya que este impacto supone para el costalero un microtraumatismo continuado durante varias horas a lo largo del día.
Procesión del Santo Cristo de la Columna y María Santísima de las Lágrimas en Miércoles Santo en el Convento de las monjas de la Purísima Concepción para recorrer las calles de Alcalá de Henares. EFE/ FERNANDO VILLAR
“El apoyo máximo de la trabajadera (estructura o palos de madera) se realiza sobre la séptima vértebra cervical, que es la más sobresaliente. El paso va ejerciendo por tanto una fuerza de tensión sobre la parte posterior de la columna cervical, lo que puede generar problemas como lesiones de las apófisis espinosas, de las articulaciones o la degeneración de los discos con el paso del tiempo”, explica el traumatólogo López-Puerta.
Cuando se portan los pasos sobre los hombros, las llamadas andas, debe estar bien almohadillado el reposo de la estructura en los hombros y la carga bien repartida, si bien los especialistas constatan que el riesgo de lesión en estos casos es menor.
“La carga en este caso se reparte a nivel de los dos hombros sin pasar directamente por la cervical y se distribuye más lineal a partir de las vértebras T4-T5”, señala la doctora Vilalta, “eso no quiere decir q no se puedan producir lesiones a nivel cervical”.
Cuando se lleva solo con un hombro la tendencia es a levantar el hombro que carga y bajar el contrario, lo que debe evitarse por provocar inclinación de columna y una carga contralateral de la extremidad.
Las lesiones que suelen producirse con la carga a hombros se localizan más en las clavículas y en los rodadores del hombro.
La mejor postura
Para evitar lesiones es importante adoptar la postura correcta.
“La postura idónea es con los brazos hacia adelante sobre la trabajadera, con un ángulo de 130-135º con el pecho hacia adelante, y toda la zona del core debe estar activada, así protegemos la zona lumbar”, señala la doctora Vilalta.
Igualmente es imprescindible ajustar bien el costal sobre la columna cervical y colocarse bien en la levantá para que éste no se mueva y no se separe de la trabajadera. El esfuerzo siempre ha de llevarse a cabo a través de la cintura lumbar, para evitar ese golpe directo y brusco en la columna cervical que puede causar problemas.
“Hay que ser consciente de que una mala levantada puede acarrear lesiones graves, incluso una fractura cervical. Debe mantenerse una buena postura de la espalda en las levantadas, igual que las rodillas, que hacen un movimiento de flexo-extensión y una caída incorrecta puede conllevar lesiones de rodilla e incluso en esguinces de tobillo”, remarca la especialista.
Además de las lesiones, también aparecen hematomas en la región cervical posterior, “hematomas que, con el paso de los años tienen tendencia a encapsularse y a desarrollar ese aspecto de morrillo tan característico que, a veces, vemos en los costaleros”, asegura el doctor López-Puerta.
También sufren los nazarenos
El nazareno o nazarena que sale en procesión puede pasar varias horas caminando y en pie haciendo el recorrido procesional.
“Permanecer a pie parado obliga a que toda la musculatura lumbar baja debe estar bien desarrollada porque es la que entra en funcionamiento para mantener la columna lumbar erguida. Aquellos pacientes que tienen una musculatura con mucha infiltración grasa notarán durante los parones largos mucho dolor lumbar.
“Si esta musculatura es insuficiente, suelen aparecer las características lumbalgias y el nazareno tiende a inclinarse hacia adelante o se agacha para intentar cortar el espasmo muscular que soporta la musculatura en los clásicos ‘parones’”, apunta la especialista.
EFE
Para desarrollar esa musculatura, los expertos del GEER recomiendan a la persona que vaya a procesionar como nazareno practicar ejercicios para fortalecer el core (sobre todo en abdominales y lumbares), así como la bicicleta estática, la natación, el remo o el pilates, tanto el clásico como con máquinas.
“Todos estos ejercicios llevados a cabo de forma regular y cíclica durante el año van a permitir tener una buena tonificación de la musculatura y sobrellevar mejor los esfuerzos puntuales que se hacen durante la Semana Santa”.
Para mitigar el dolor
Para mitigar el dolor que puedan sufrir durante esas horas tanto costaleros como nazarenos y penitentes, se pueden usar fajas de sujeción o lumbostatos que les ayuden a realizar la estación de penitencia lo mejor posible, “pero insistimos, es importante que aquellas personas que no están acostumbradas y que no hayan hecho durante todo el año una adecuada tonificación muscular eviten estos esfuerzos que a veces se pagan con lesiones”.
“En nuestro caso, los costaleros llevamos dos fajas: una de varilla más fina en la parte lumbar, y encima una faja de tela que nos da un mayor soporte”, comenta la doctora de la Sociedad Española de la Columna Vertebral-GEER.
Hombres de trono de la Virgen de María Santísima de Lágrimas y Favores preparándose con una faja para la salida en procesión en la tarde de Domingo de Ramos desde la iglesia de San Juan de Málaga. EFE / Álvaro Cabrera
Podología, también en las lesiones de los costaleros
Advierten que para el cuidado de los pies, “conviene realizar baños de contraste de agua tibia y agua fría para desinflamar la zona y mejorar la circulación de la sangre”.
La Cofradía 15+1, la única cofradía laica de España, sale en procesión con Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de los Dolores por las calles de L’Hospitalet de Llobregat en Viernes Santo. EFE/ Quique García
Tras el baño, aconsejan “secar muy bien los pies, prestando atención al espacio interdigital; e hidratar para que la piel de los pies quede elástica”.
Si aparecen ampollas, añaden, “no deben explotarse ni retirar la piel porque protege de posibles infecciones; deben ser limpiadas con un antiséptico y dejarse secar al aire libre, si es posible”.
Psicólogos, psiquiatras y otros especialistas han coincidido en que los menores que han hecho un uso problemático de internet y las redes sociales sufren efectos. Son menos empáticos, más impulsivos, tienen problemas de comprensión verbal, peor tolerancia a la frustración, trastornos de sueño y mayor desarrollo de conductas suicidas, entre otros.
Los especialistas han hecho estas consideraciones en el encuentro ‘No caigas en sus redes’, organizado por el Consejo General de Psicología de España y la Plataforma Control Z.
Aumento de suicidios
¿Han aumentado los suicidios de los jóvenes como consecuencia de este uso de redes? “Completamente”, advierte Mar España, directora de la Plataforma Control Z.
“Los médicos y los especialistas en salud mental están asustados porque los suicidios ya son la segunda causa de muerte entre los jóvenes hasta los 29 años, no solo en España, también en Europa, y las unidades que antes había en los hospitales donde se atendía a personas que habían intentado suicidarse están multiplicando por cuatro los pacientes”, abunda.
El psicólogo del Programa de atención a la conducta suicida del Hospital Sant Joan de Deu de Barcelona, Francisco Villar, ha confirmado el aumento de casos.
“Tenemos a chicas de 9 años haciendo toda la parte de ejercicios faciales y de maquillajes, que están súper preocupadas en luchar contra las arrugas; esa focalización en la imagen incrementa con mucho la presión estética, piensan que podrían ser más guapas” y reciben un mensaje continuo de que no son suficientes o podrían ser mejores.
Pérdida de oportunidades
Para el psicólogo, el principal problema que tienen esos menores “es que todo el tiempo que están dedicando a esto no están haciendo cosas sanas para ellos; tiene que ver con la pérdida de oportunidades”.
Un niño mira el móvil en su habitación.EFE/ ADRIÁN RUIZ HIERRO
“Un chico que no puede descansar por la noche, que no duerme, no puede aprender, no puede crecer, no puede estar, no puede sentir bienestar. Acaba arrastrando ese malestar, enfrentando una pérdida de ánimo y perdiendo la capaz de vincularse con los otros”, ha añadido el experto a EFE.
El uso problemático y excesivo de las pantallas y las redes también tiene otros efectos en los menores, en concreto aumentan los casos de obesidad. “Un niño que ve televisión tiene muchas más posibilidades de tener la obesidad que un menor que no la ve. No solo porque la televisión es una actividad estática, sino por todos los contenidos publicitarios que le llevan a modificar la alimentación y otros hábitos”.
Sin móvil hasta los 16
Para el experto, la solución es fácil: “No le des el móvil al niño al menos hasta los 16 años, aguanta la presión social” porque los entornos digitales son un mundo de adultos.
La directora de la Plataforma Control Z ha explicado que va a plantear a los grupos parlamentarios propuestas para mejorar la ley de protección de los menores en los entornos digitales, que se tramita en el Congreso de los Diputados y que ha deseado que se apruebe “con el máximo consenso”.
EFE/ Antonio García
Una de ellas va dirigida al sistema educativo para que la enseñanza digital se adapte a las pautas que están dando las sociedades médicas: entre de 0 a 6 años de cero horas, es decir, en educación infantil no puede enseñarse con pantallas porque es la edad de máxima plasticidad cerebral; de 6 a 12 años máximo una hora al día y a partir de los 12 años, dos horas con máximo.
Además, apuesta por la prohibición del acceso a redes sociales hasta una determinada edad (que coinciden puede fijarse en los 16 años) y exigir responsabilidad penal a las plataformas.
“Hay un abanico de medidas que todavía pueden mejorar la ley; estamos hablando realmente de una epidemia y un delito de salud pública. El algoritmo por ese uso excesivo va a provocar que si estoy mal, mi mente se vaya como un pegamento atraída hacia contenidos más negativos que van a poder provocar incluso mis ideas suicidas”, ha aseverado la ex directora de la Agencia Española de Protección de Datos.
“Y si también está afectado el prepucio, piel que recubre el glande, el diagnóstico será de balanopostitis“, completa la jefa del Servicio de Urología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid, nueva y flamante presidenta de la Asociación Española de Urología (AEU).
La inflamación de estas dos zonas peneanas está provocada por hongos, bacterias o virus, parásitos microbianos íntimamente relacionados con una mala higiene genital y la falta de aireación; dos condiciones que provocan irritación y edema.
“En estas zonas observaremos un enrojecimiento, una decoloración, es decir, esa piel podría ser rojiza, morada, gris o blanquecina, incluso con ciertas manchitas y, en ocasiones, luciendo partes brillantes a la vez que porciones hinchadas”, destaca.
La balanitis causará, además, molestias y dolor al orinar, picazón del prepucio, esmegma (secreción de células muertas, sebo y fluidos corporales), olor desagradable, a veces fétido por culpa de las bacterias actuantes, como la Gardnerella vaginalis.
Se estima que alrededor del 10 % de los hombres, sean niños o adultos, padecerán algún proceso de inflamación en su glande a lo largo de la vida, es decir, balanitis, postitis -inflamación del prepucio- o balanopostitis.
“Este tipo de inflamación es más probable en adultos diabéticos, especialmente cuando la glucemia está mal controlada, y en aquellos varones que sufren fimosis o tienen un prepucio reducido que dificulta la limpieza del glande”, constata.
Las personas obesas también son diana de la balanitis.
“Su higiene genital no suele ser la más adecuada debido al obstáculo permanente que entraña el tamaño de su abdomen y el enterramiento del pene dentro de la grasa infra y suprapúbica”, describe.
La balanitis, pendiente de cualquier descuido motivado por las prisas familiares, es frecuente en niños menores de cuatro años no circuncidados “por las mismas razones desencadenanates que afectan al resto del sexo masculino”, subraya.
Dra. González Enguita, ¿existen diferentes tipos de balanitis?
“Si nos atenemos a la literatura científica, sí; están descritas varias tipologías de balanitis. Aún así, desde el punto de vista clínico podríamos aseverar que nos encontramos ante una única inflamación, una especie de dermatitis o proceso benigno a nivel del pene”, responde la uróloga y cirujana.
No obstante, la academia explica la balanitis Zoon, de células plasmáticas, una inflamación crónica de la muscosa de los genitales masculinos que suele aparecer en adultos no circuncidados mayores de 40 años de edad. Representa hasta el 10 % de los casos.
La balanitis circinada, asociada a la artritis reactiva (síndrome de Reiter), cursa con pequeñas lesiones circulares -llagas- en el glande con bordes elevados y de color rojizo o blanquecino.
La balanitis queratósica y micácea pseudoepiteliomatosa (balanitis de Lortat-Jacob) es menos común. Afecta a hombres de más de 60 años y cursa con verrugas o protuberancias escamosas en el glande.
La balanitis por erupción fija medicamentosa: lesiones cutáneas como reacción a ciertos medicamentos o sustancias químicas, como las que se encuentran en la composición de ciertos jabones higiénicos.
Y liquen plano, afección mucho más seria que provoca erupciones cutáneas en una o más partes del cuerpo humano, no sólo en el aparato genital. Se relaciona con una balanitis previa.
Este liquen -balanitis xerótica obliterante (BXO)- puede afectar a cualquier zona de la piel, pero se concentra especialmente en los genitales de mujeres y hombres.
Destaca aquí, consecuentemente, la curiosidad multidisciplinar de la pediatría, la dermatología, la ginecología, la urología y, por supuesto, la función reveladora de la anatomopatología, departamento que resuelve dudas y confusiones mediante biopsias, para elaborar un diagnóstico certero y precoz.
“Pero no es oro todo lo que reluce. L@s dermatólog@s no suelen realizar exploraciones detalladas de los genitales y l@s urólog@s y ginecólog@s no suelen centrar su atención en zonas cutáneas impropias a sus competencias, lo que puede retrasar el diagnóstico”, matiza.
Lesión precancerosa en el glande.
En este sentido patológico, cabe señalar que existen circunstancias a vigilar, puesto que la posibilidad de que este tipo de inflamaciones deriven en una lesión precancerosa es real, como el carcinoma basocelular, el carcinoma de células escamosas, el sarcoma de Kaposi o la enfermedad de Paget extramamaria.
“No estamos hablando de una enfermedad oncológica, sino de un proceso inflamatorio, benigno, pero sobre el que hay que prestar especial atención, ya que puede desencadenar o ser confundido con lesiones precancerosas, incluso cancerosas”, apunta.
“De hecho, sabiendo que el cáncer de pene no es de los más frecuentes, hablamos, precisamente, de situaciones en las que suele ser protagonista la falta de higiene en el aparato genital masculino”, apunta la Dra. González Enguita.
Doctora, ¿la balanitis es una infección de transmisión sexual… Es una enfermedad grave… Acarrea alguna consecuencia?
“No, en absoluto. Y en este sentido tengo que decir que tampoco es una enfermedad infectocontagiosa. Los hombres que padecen balanitis no contagian a otras personas por contacto sexual, aunque sea muy recomendable abstenerse de practicar sexo en pareja mientras dure el proceso inflamatorio”.
“Sobre todo -refuerza-, hasta que se identifique claramente si estamos o no ante una infección de transmisión sexual y que dicho examen sea valorado por un médico, un urólogo, quien determinará la realidad de la situación en el glande: balanitis o ITS”.
Si el resultado fuera de balanitis no hablaríamos, en principio, de enfermedad grave, sino de levedad.
“En cualquier caso, habrá que identificar casos de evolución de largo recorrido que nos harán sospechar, por precaución, de un desarrollo precanceroso o del origen primario de un liquen escleroso, complicación que también afecta a las mujeres”, reincide.
“Por tanto, la balanitis no suele generar grandes consecuencias a largo plazo… Salvo, por ejemplo, una meatitis o un endurecimientos en el tejido de la zona del meato uretral -orificio en la punta del glande-, lo que dificulta la micción y la eyaculación del semen”, advierte.
De ahí, entre otras cosas, que la propia inspección y observación del paciente sobre su anatomía sea fundamental en la prevención y el diagnóstico de la balanitis y otras posibles dolencias relacionadas.
“Es decir, la primera parte del diagnóstico será muy sencilla, puesto que la exploración física de la zona pondrá de relieve la higiene del paciente. Luego, habrá que explorar un poquito sus hábitos sexuales y costumbres culturales, básicamente por la posibilidad de indicar una futura cincuncisión”, menciona.
“Además, deberemos solicitar un estudio de orina para poner nombre y apellido al microorganismo responsable de la balanitis. También, un análisis de sangre para poner de relieve las enfermedades relacionadas, como la diabetes o enfermedades infeccionas que conllevan inmunosupresión”, aconseja.
Dra, Carmen González Enguita, jefa del Servicio de Urología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz y presidenta de la Asociación Española de Urología (AEU), entre otros cargos. Fotografía de Pedro Gago.
El tratamiento de la inflamación en el glande y el prepucio
Antes de prescribir antiinflamatorios y analgésicos para contrarrestar las molestias y el dolor aparejados, habrá sido conveniente limpiar a fondo todo el pene con sustancias no agresivas; costumbre higiénica que debe ser sistemática, de por vida.
“Hay que retirar hacia atrás la piel del prepucio, descubriendo todo el glande, y lavar bien con agua tibia. No conviene frotar ni usar jabones irritativos. El secado del pene debe ser completo, dado que la humedad favorece enormemente el crecimiento de hongos”, afirma.
Pero la mayoría de los casos de balanitis requerirán algún tipo de tratamiento.
“Si el paciente no recibe la terapia más oportuna, los síntomas pueden empeorar o desarrollar otros. Con el tratamiento la mejoría será evidente en unos pocos días o una semana”, certifica.
Las cremas antimicóticas (cotrimazol) y los medicamentos antibacterianos se recetarán después de concluir los análisis preceptivos, concluyentes (pruebas serológicas, microscopia, cultivo fúngico, tinción de Gram, PCR, antibiograma, etc.).
“No debemos olvidar que estamos hablando de una inflamación que es más frecuente en ciertas personas, como aquellos que sufren diabetes o los que presentan fimosis, sobre todo si es de nacimiento, que puede haber causado escleroatrofia”, plantea.
En el primer caso habrá que mantener a raya el nivel de glucosa en sangre, puesto que la diabetes tiene mucho que ver con la alteración vascular que produce la propia enfermedad diabética sobre los vasos sanguíneos.
En el segundo caso no quedará otro remedio que proceder a una circuncisión, cirugía con buen pronóstico que sorprende a muchos hombres adultos.
“Muchos de ellos me dicen con lamento… Nunca sufrí este problema durante la infancia y mi juventud, y ahora, con esta edad, tengo que operarme de fimosis para curarme una balanitis…”.
El consejo urológico de la Dra. Carmen González Enguita
“Si los niños pequeños conservan su prepucio, porque todavía no se han sometido a una circuncisión, es muy recomendable que aprendan a cuidarse ellos solitos cuanto antes, disfrutando de la higiene de sus genitales, como del resto del cuerpo.
Y, sin duda, los hombres deben compartir cualquier duda, inquietud o circunstancia que les llame la atención, ya sea con su médic@s de cabecera o en pediatría, dermatología y urología.
Las decisiones compartidas sobre el tratamiento, bien informadas, serán la manera más efectiva de solucionar la balanitis, la postitis o la balanopostitis; tres procesos benignos, inflamatorios, pero muy molestos”, concluye.
El estrés, la presión, la falta de tiempo y la mala organización pueden condicionar tanto lo que comemos como la energía y rendimiento en el trabajo, concluye el estudio “Hábitos alimentarios en el entorno laboral”, elaborado por Cigna Healthcare España.
El trabajo reconoce que los factores personales y profesionales pueden condicionar los hábitos a la hora de comer en el trabajo. Un 34,2 % de los encuestados señala, de hecho, que una dieta adecuada mejora su concentración y productividad.
Estrés y comer bien, una mala relación
Realizado a partir de una muestra de 1.000 personas con edades de entre 25 y 65 años, y con una representación equilibrada entre hombres y mujeres, esta investigación recalca que la dieta mediterránea es la que más se consume en España, tal y como indica un 55 % de los encuestados/as, porcentaje que se eleva a un 61,4 % en los mayores de 55 años.
Con respecto a la calidad de los alimentos, son los jóvenes de entre 25 y 34 años los que consumen más productos frescos, tal y como afirma un 57,8 %, lo que refleja toma de conciencia sobre la importancia de una dieta equilibrada, remarca el informe.
Sin embargo, aún hay carencias sobre la calidad de lo que se come en el entorno laboral. La presión y las exigencias laborales se suman a los malos hábitos alimentarios.
Entre los directivos de las empresas, un 61 % revela que no hace pausas regulares para comer y un 68,9 % admite que muchas veces se salta las comidas por la carga de trabajo o reuniones.
¿Por qué importa cómo comemos en el trabajo?
A veces resulta difícil mantener una regularidad en la dieta bajo el ritmo laboral, lo que hace que empeore la alimentación, según dice un 53,4% de los encuestados.
Un 49,1 % organiza sus comidas con antelación y un 42,2 % lleva comida preparada desde casa. Sin embargo, un 25,3 % admite que improvisa su almuerzo a diario.
La falta de tiempo repercute tanto en la calidad de la dieta como en la energía para poder trabajar, lo que puede suponer un círculo de cansancio, estrés, y por consiguiente, malas elecciones alimentarias.
Teletrabajo y hábitos alimentarios
Teletrabajar puede favorecer los hábitos saludables, aunque también conllevar a ciertos riesgos, concluye el estudio.
La mayoría de los encuestados que teletrabajan lo valoran, no obstante, porque un 59,8 % afirma que su dieta ha mejorado y un 61 % consume más frutas y verduras. Esto se explica debido a la posibilidad de tener más tiempo para cocinar y de acceder a la cocina propia.
Sin embargo, la reducción de la actividad física al no tener que desplazarse al lugar de trabajo, junto con tener la cocina propia a mano puede ser negativo para la salud.
Un 46,5 % de las personas encuestadas admite que el teletrabajo les hace picar más entre horas. Esto puede favorecer el aumento de peso al ingerir más calorías y no realizar actividad física.
EFE/Emilio Naranjo
La nutrición en políticas de bienestar de las empresas
La Dra. Daniela Silva, especialista en Medicina Interna y E-Health Manager de Cigna Healthcare España, afirma que “la alimentación no es solo una cuestión de salud física, sino que también influye en el estado de ánimo, en la capacidad de concentración y en la productividad”.
Una de las conclusiones principales ha sido la integración de la nutrición de las empresas en sus políticas de bienestar. Estas no solo benefician a los empleados, sino que además fomentan un mayor rendimiento y menor absentismo laboral.
Entre las medidas que comprenden se encuentran:
Implantación de agua potable (62,7% de los casos).
Promoción de pausas para el almuerzo (59,7%).
Flexibilidad horaria para comer (56,1%).
Disponibilidad de un espacio para las comidas (53,8%).
Sin embargo, las opciones saludables siguen siendo poco frecuentes.
Dentro del entorno laboral, solamente un 29,6 % de los encuestados dispone de snacks como fruta o frutos secos, un 28,4 % indica que su empresa promueve el consumo de alimentos naturales y apenas un 24,4 % tiene acceso a comer menús saludables.
Un 81,2 % de los encuestados remarca que en su empresa no existen programas de bienestar corporativo enfocados en la alimentación.
“Este estudio demuestra que las empresas tienen un papel fundamental en facilitar que sus equipos puedan tomar decisiones alimentarias saludables”, añade la experta.
“No basta con ofrecer fruta o snacks saludables, es necesario crear una cultura corporativa que eduque, motive y acompañe a los empleados en la adopción de buenos hábitos, tanto en la oficina como en casa. Esto es invertir en el bienestar y el rendimiento a largo plazo”, concluye.