Bruselas (Euractiv.com/.es) –La nueva legislación farmacéutica de la Unión Europea (UE), que apunta a transformar en códigos QR los actuales folletos en papel contenidos en los envases de medicamentos, impulsada por los grupos de presión del sector, ha provocado inquietud entre las asociaciones de pacientes, ante el temor de que el cambio provoque una confusión innecesaria, sobre todo para los ancianos.
En la legislación farmacéutica general, la Comisión Europea ha propuesto que la información electrónica al paciente, denominada ePI, figure obligatoriamente en los envases de los medicamentos en forma de código QR.
La industria farmacéutica europea está a favor del cambio, pues asegura que podría mejorar la seguridad del paciente, evitar la escasez de medicamentos al ahorrar tiempo de impresión y reducir los costes de fabricación.
Euractiv ha tenido acceso al borrador final de la Ley de Medicamentos Esenciales, cuyo lanzamiento está previsto para el martes.
Un cambio que podría generar confusión
Sin embargo, según la asociación europea de consumidores (BEUC), los prospectos en papel facilitan «el acceso a la información sobre el uso seguro de los medicamentos», y deberían mantenerse.
De hecho, el prospecto en (PIL) es a menudo la única información de la que dispone el usuario sobre sus medicamentos, especialmente en el caso de productos de venta libre como analgésicos comunes como el paracetamol y otros con mayor riesgo, como los antibióticos.
Según François Jeanneteau, responsable de comunicación de BEUC, el cambio podría ser problemático para los pacientes mayores (El 82% de los mayores de 75 años toman medicamentos con receta en toda la UE) si no tienen conocimientos básicos de informática.
«Las personas mayores saldrían perjudicadas y la sociedad dependería demasiado de Internet», especialmente en las zonas rurales de Europa, según el portavoz de BEUC.
Según el grupo de defensa de los pacientes Medical Leaflets Patient Safety (MLPS), la legislación debería garantizar que la información médica electrónica fuera complementaria de los folletos en papel, pero no sustituirlos.
«No debemos arriesgar la vida de los pacientes (en un camino acelerado) a la digitalización a toda costa», señalan fuentes de MLPS.
En opinión de la plataforma, a pesar de vivir en la era digital, aproximadamente el 32% de ciudadanos europeos carece aún de las competencias digitales básicas.
En última instancia, compete a los países miembros del bloque decidir si suprimen los prospectos de papel u ofrecen, por ejemplo, la posibilidad de que sean las farmacias las que impriman -a pedido del paciente- la información sobre los fármacos.
El Grupo Europeo de Farmacéuticos Industriales considera «esencial saber con antelación» lo que implicará la lista de productos esenciales, así como las obligaciones que impondrá a fabricantes y distribuidores.
Imprimir o no imprimir
Pero las cosas no son tan simples. Las asociaciones de farmacéuticos aseguran que los costes de impresión serían para ellos.
«Imprimir folletos en la farmacia no es una solución práctica, viable, económica ni respetuosa con el medio ambiente», asegura Ilaria Passarani, miembro del sindicato europeo de farmacéuticos PGEU.
Aparte de los costes de impresión, cartuchos de tinta color y papel, ello distraería de sus tareas principales a los farmacéuticos, ya muy sobrecargados por su labor informativa y de asesoramiento a los pacientes acerca de los efectos secundarios de los medicamentos, entre otros aspectos.
La poderosa influencia de la industria farmacéutica
Según apuntan varios expertos, el organismo regulador de la UE, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), y algunos poderosos grupos farmacéuticos, entre ellos el belga Pharma.be podrían influir en las negociaciones.
La EMA decide qué información debe estar disponible en línea para los pacientes en toda Europa, y en sentido, se ha manifestado recientemente a favor de la ePI, a pesar de no tener un papel oficial en la elaboración de la legislación farmacéutica comunitaria.
Según un portavoz de la EMA, la agencia «trabaja para poner todos los formatos a disposición de los pacientes» en función de sus necesidades.
«La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) no tiene competencias ni mandato para interferir en un proceso legislativo en curso, así lo creemos, y esperamos que no hayan presionado para aplicar ningún cambio específico en la legislación«, explica a Euractiv un portavoz del sindicato europeo del sector, PGEU.
La agencia europea confirmó ese punto. Asegura que no forma parte oficial en el proceso legislativo, pero que sus «expertos están disponibles para seguir apoyando a las instituciones de la UE con cualquier aportación científica y técnica que puedan necesitar».
En el grupo del Partido Popular Europeo (PPE), la principal fuerza en Estrasburgo, seguida de los socialistas (S&D), se debate sobre cuál de las dos comisiones que preside -ITRE o SANT- supervisará la Ley de Medicamentos Esenciales
Pero esa opinión no es unánime
«¿Estamos asistiendo a un proceso político precipitado que esconde los intereses de las grandes farmacéuticas?», asegura a Euractiv una fuente cercana a las negociaciones.
La Agencia Europea de Medicamentos se ha visto afectada en anteriores ocasiones por casos de conflicto de intereses con las grandes farmacéuticas. Según una investigación de Investigate EU, se prevé que más del 90 por ciento de la financiación de la EMA proceda de las tasas de la industria farmacéutica
Está previsto que la EMA presente a lo largo de este año los resultados de un proyecto piloto sobre ePI. Un portavoz de la agencia europea señaló que el organismo regulador no ha emprendido hasta el momento ninguna iniciativa para consultar a las asociaciones de pacientes en este punto.
Francia hará este año un ensayo con los prospectos digitales (ePI) para sustituir a los de papel.
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(Editado por Euractiv.com y Fernando Heller/Euractiv.es)
La hipogeusia puede tener múltiples orígenes, según la Clínica Universidad de Navarra (CUN). Causas que van desde factores transitorios, como infecciones, hasta enfermedades crónicas o progresivas.
Estas causas se clasifican en tres grandes grupos:
Locales
Infecciones de la cavidad oral: gingivitis, caries o infecciones por hongos.
Lesiones en la lengua: traumatismos, quemaduras o irritación por alimentos muy calientes o picantes.
Xerostomía: sequedad bucal que modifica la percepción de los sabores.
Neurológicas
Daño en los nervios: lesiones en el nervio facial, glosofaríngeo o vago por cirugías, traumatismos o infecciones.
Accidente cerebrovascular: puede alterar las vías cerebrales encargadas del gusto.
Enfermedades neurodegenerativas: como el Parkinson o el Alzheimer, que afectan los sentidos.
Sistémicas
Deficiencias nutricionales: falta de zinc, vitamina B12 o hierro.
Uso de medicamentos: algunos antihipertensivos, antidepresivos o tratamientos oncológicos como la quimioterapia.
Infecciones respiratorias: resfriados o sinusitis que interfieren en la relación entre gusto y olfato.
¿Qué es la hipogeusia?. EFE/ Eugenio Frater
Síntomas de la hipogeusia
Los síntomas de la hipogeusia varían en intensidad y pueden afectar a uno o varios sabores. La CUN asegura que los más frecuentes son:
Disminución en la percepción de sabores básicos, como el dulce o el salado.
Cambios en la dieta, con preferencia por alimentos de sabor intenso o desinterés por la comida.
Problemas secundarios, como pérdida de peso o riesgo de desnutrición.
Diagnóstico de la hipogeusia
El diagnóstico requiere una valoración clínica completa para determinar la causa. Entre las pruebas más utilizadas, la CUN destaca:
Historia clínica: revisión de síntomas, antecedentes médicos y medicamentos en uso.
Examen físico: inspección de la cavidad oral para descartar lesiones o infecciones.
Pruebas de gusto: análisis de la percepción de los sabores básicos con soluciones específicas.
Pruebas de laboratorio: análisis de sangre para detectar deficiencias nutricionales o infecciones.
Estudios de imagen: como tomografía o resonancia magnética, en casos de sospecha de daño neurológico.
Tratamiento de la hipogeusia
El tratamiento depende de la causa subyacente y puede incluir diferentes enfoques. La Clínica Universidad de Navarra (CUN) identifica varios tratamientos:
Manejo de causas locales
Tratamiento de infecciones o lesiones bucales mediante higiene oral adecuada.
Uso de saliva artificial o mayor hidratación en casos de sequedad bucal.
Abordaje de causas sistémicas
Suplementación de zinc, vitamina B12 o hierro en deficiencias nutricionales.
Revisión y ajuste de medicamentos que puedan inducir la pérdida del gusto.
Tratamiento neurológico
Rehabilitación sensorial para estimular el gusto tras daño nervioso.
Enfoque multidisciplinar con neurólogos y otorrinolaringólogos en casos complejos.
Limitar el volumen, evitar dispositivos intraurales y reducir la exposición continuada son algunas de las recomendaciones dadas por los expertos de ambas disciplinas, citados por Sanitas en una nota de prensa, en la que pone el foco en cómo los hábitos digitales han transformado las rutinas de descanso.
Cada vez más personas recurren a auriculares para escuchar música relajante, podcasts o contenido ASMR (Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma) como ayuda para conciliar el sueño, señala la entidad, pero este hábito puede ser perjudicial.
El doctor Lorenzo, jefe se servicio de Otorrinolaringología del Hospital Sanitas Virgen del Mar, recalca que “dormir con auriculares implica una exposición prolongada al sonido, incluso a bajo volumen”. “Esto –añade– puede provocar desde irritación en el conducto auditivo hasta otitis externas o, con el tiempo, pérdida auditiva, especialmente si se emplean dispositivos intraurales”.
Perjudicial para el sueño
Por su parte, el doctor Casals, jefe se servicio de Neurología del Hospital Sanitas Virgen del Mar, hace hincapié en que el uso continuado de auriculares durante la noche también puede alterar la arquitectura natural del sueño.
“El cerebro”, señala, “necesita ciclos alternos de sueño profundo y ligero para llevar a cabo sus funciones de reparación. La estimulación sonora constante puede fragmentar estos ciclos, empeorando la calidad del descanso y afectando a largo plazo a la memoria, la atención o el rendimiento cognitivo”.
Freepik/EFE
Aunque existen técnicas sonoras útiles para favorecer la relajación, especialmente en personas con dificultades para dormir, y aunque están demostrados los efectos positivos de la música, ya que propicia la reducción de los niveles de cortisol –la hormona del estrés– y atenúa la sensación de ansiedad, el problema surge cuando estos estímulos se mantienen durante horas sin interrupción o a volúmenes inadecuados.
“El oído necesita periodos de descanso absoluto para recuperarse. Si se somete de forma continua a la cóclea a una estimulación sonora, aunque sea leve, pueden aparecer fenómenos como el tinnitus o zumbidos persistentes”, apunta Lorenzo.
Pautas para reducir riesgos y proteger la salud auditiva
Para mitigar los efectos perjudiciales, los profesionales de Sanitas proponen los siguientes consejos:
Fomentar las rutinas sin estímulos auditivos tecnológicos. Para mejorar el descanso se recomienda cambiar a nuevos hábitos que eviten la pantalla en las horas previas del sueño.
Evitar el uso de los auriculares que se introducen en el oído o intraurales. Como alternativa se recomienda dispositivos externos que no obstruyan directamente el canal auditivo.
Controlar el volumen y la duración. La recomendación es mantener el sonido por debajo del 60 % del volumen máximo y limitar su uso a los primeros 30 minutos del sueño.
Programar el apagado automático del dispositivo configurando el temporizador para detener la reproducción tras un periodo determinado.
Limpiar los auriculares regularmente, para que la acumulación de suciedad o humedad no favorezca la aparición de infecciones.
Para fomentar el descanso saludable es necesario usar sonidos menos invasivos para el cerebro como los neutros, naturales o ruido blanco.
Como dermatólogo del Hospital Clínico Universitario San Carlos de Madrid nos recuerda, además, que la psoriasis no es una patología infecciosa, sino una enfermedad inflamatoria, ya que “nuestro sistema inmunológico provoca un crecimiento rápido y descontrolado de las células cutáneas”.
“Y evoluciona clínicamente con brotes y remisiones periódicas, provocando que el paciente empeore o mejore de forma cíclica; a lo que se añade la posibilidad de asociarse a dolencias concomitantes, como la artritis psoriásica, y a diferentes comorbilidades, como la disfunción coronaria microvascular”, completa.
En cualquier caso, existen pocos marcadores que puedan indicar la gravedad de la enfermedad o cómo va a progresar con el paso del tiempo. No disponemos todavía de pruebas diagnósticas específcas.
La psoriasis, de altísimo impacto psicoemocional, sobre todo en estadios moderados y graves, registra una incidencia de entre el 2 % y el 3 % de la población mundial, con escasa diferencia entre hombres y mujeres (unos 125 millones de personas, alrededor de 1,1 millones en España).
La mayoría de est@s pacientes padecen la forma leve (70 %), mientras que el nivel moderado lo sufren otro 20 % y el estadio grave el 10 % restante. Y surge, habitualmente, en dos horquillas de edad: entre los diez y treinta años o los cincuenta y sesenta.
El Dr. Díaz Martínez, dermatólogo del Servicio que dirige el Dr. Eduardo López Bran en el Hospital Clínico San Carlos. Fotografía de Pedro Gago.
Dr. Díaz Martínez, ¿qué causa la psoriasis?
“La psoriasis es una enfermedad multifactorial, aunque en realidad sea una predisposición del sistema inmunológico; es decir, muchos pacientes tienen un trasfondo genético propicio para iniciar esta patología”, señala.
A la vez, esta genética se une a posibles factores desencadenantes, como infecciones microbianas, climatología fría y seca, exposición al tabaquismo, alcoholismo, ciertos medicamentos o algunas enfermedades autoinmunes.
Por ejemplo, en psoriasis, las células que contrarrestan a los microorganismos infecciosos atacan por error a las células sanas de la piel.
“También, se piensa que el estrés, no el estrés normal de la vida, que también, sino el estrés sobre la propia piel puede prender esa mecha que hace estallar la enfermedad de la psoriasis”, apunta el Dr. Díaz Martínez.
La forma clínica más frecuente, en un 90 % de casos, es la llamada psoriasis vulgar, en placas o lesiones eritematosas, descamativas; pueden picar y producir dolor, incluso episodios de sangrado.
“Estas placas, delimitadas, suelen estar localizadas a lo largo del cuerpo, aunque incidan más en las caras de extensión de los codos, rodillas y en la zona lumbosacra o parte baja de la espalda; afectando, también, al cuero cabelludo”, explica.
Existen otras formas clínicas de la psoriasis, como la inversa, manchas finas inflamadas en los pliegues de la piel de las mamas, ingle y glúteos; en gotas, más común en niñ@s y adultos jóvenes, que se presenta a modo de manchas recubiertas por una escama fina.
Ungueal, que se centra en las uñas de las manos y los pies de manera específica o en el marco de una psoriasis generalizada.
La psoriasis pustulosa, generalmente palmoplantar, que se desarrolla con rapidez y forma ampollas de pus; y la eritrodérmica, que abarca casi toda la superficie de la piel con un sarpullido descamativo, son las clínicas más llamativas y estigmatizantes.
“Estas demostraciones clínicas de la enfermedad son casos poco frecuentes, pero muchas veces nos hacen pensar en la posibilidad cierta de una artropatía psoriásica”, aclara el dermatólogo.
Dr. Díaz Martínez, ¿de qué tratamientos dispone la dermatología para afrontar el reto de la curación de la piel?
“Nuestros pacientes cuentan con un conjunto de fármacos sistémicos y biológicos innovadores que han revolucionado el tratamiento integral de la psoriasis: nuevas moléculas (anticuerpos monoclonales o los inhibidores del JAK) para tratar las formas comunes y menos frecuentes de la enfermedad”, subraya.
Entre los medicamentos sistémicos, inmunosupresores en su mayor parte, destacan:
Metotrexato, que provoca la inhibición de la síntesis del ADN, deteniendo la fase de la síntesis de la división celular (cuando resplica todo su ADN con el fin de crear copias de sus cromosomas).
Ciclosporina, molécula por toma oral muy efectiva.
Acitretino, centrado en las psoriasis pustulosas, palmoplantar y eritrodérmica.
Apremilast, fármaco de segunda línea.
Disponemos de fármacos biológicos como los inhibidores del factor de necrosis tumoral (anti-TNF): etanercept, infliximab, adalimumab, certolizumab y biosimilares.
Y también, de los inhibidores de la interleucina 23 (anti-IL23): ustekinumab, guselkumab, tildrakizumab y risankizumab; y de los inhibidores de la intelucina 17 (anti-IL17 y 17AR): secukinumab, ixekizumab, brodalumab y bimekizumab.
“Lo que buscamos, ya sea con los medicamentos sistémicos o los biológicos, que demuestran mayor eficacia, es mantener las placas estables, que disminuyan y que, finalmente, se produzca la curación o blanqueamiento del paciente”, indica el Dr. Díaz Martínez.
El pronóstico es efectivo para la gran mayoría de pacientes debido a que existen muchas opciones de tratamiento. Nada tiene que ver el abordaje de la psoriasis de hoy en día con el que se realizaba hace quince años.
“No sólo podemos tratar cualquier manifestación de la enfermedad, sino que avanzamos hacia la vinculación directa de cada fármaco con el perfil de cada paciente: medicina personalizada”, asegura.
Doctor, ¿qué medidas de prevención se pueden adoptar ante la enfermedad psoriásica?
“Dentro de las medidas de prevención, como sucede en todas las enfermedades inflamatorias, la dieta mediterránea y el ejercicio físico son muy importantes para atenuar los síntomas de la psoriasis, ayudando a que su progresión permanezca en el estadio más leve.
Otro factor a tener en cuenta, al ser una enfermedad cutánea, es el daño que sufre la piel por acciones externas.
No se recomienda la realización de tatuajes u otro tipo de procedimientos que puedan dañar el tegumento (piel, cabello, uñas, glándulas sebáceas y sudoríparas): podrían estimular la cascada inflamatoria que desencadena la placa de psoriasis”, concluye el Dr. Miguel Antonio Díaz Martínez.