Ciencia y Salud
La digitalización de los prospectos de medicamentos abre el debate sobre los «lobbies» farmacéuticos
Bruselas (Euractiv.com/.es) – La nueva legislación farmacéutica de la Unión Europea (UE), que apunta a transformar en códigos QR los actuales folletos en papel contenidos en los envases de medicamentos, impulsada por los grupos de presión del sector, ha provocado inquietud entre las asociaciones de pacientes, ante el temor de que el cambio provoque una confusión innecesaria, sobre todo para los ancianos.
En la legislación farmacéutica general, la Comisión Europea ha propuesto que la información electrónica al paciente, denominada ePI, figure obligatoriamente en los envases de los medicamentos en forma de código QR.
La industria farmacéutica europea está a favor del cambio, pues asegura que podría mejorar la seguridad del paciente, evitar la escasez de medicamentos al ahorrar tiempo de impresión y reducir los costes de fabricación.
Un cambio que podría generar confusión
Sin embargo, según la asociación europea de consumidores (BEUC), los prospectos en papel facilitan «el acceso a la información sobre el uso seguro de los medicamentos», y deberían mantenerse.
De hecho, el prospecto en (PIL) es a menudo la única información de la que dispone el usuario sobre sus medicamentos, especialmente en el caso de productos de venta libre como analgésicos comunes como el paracetamol y otros con mayor riesgo, como los antibióticos.
Según François Jeanneteau, responsable de comunicación de BEUC, el cambio podría ser problemático para los pacientes mayores (El 82% de los mayores de 75 años toman medicamentos con receta en toda la UE) si no tienen conocimientos básicos de informática.
«Las personas mayores saldrían perjudicadas y la sociedad dependería demasiado de Internet», especialmente en las zonas rurales de Europa, según el portavoz de BEUC.
Según el grupo de defensa de los pacientes Medical Leaflets Patient Safety (MLPS), la legislación debería garantizar que la información médica electrónica fuera complementaria de los folletos en papel, pero no sustituirlos.
«No debemos arriesgar la vida de los pacientes (en un camino acelerado) a la digitalización a toda costa», señalan fuentes de MLPS.
En opinión de la plataforma, a pesar de vivir en la era digital, aproximadamente el 32% de ciudadanos europeos carece aún de las competencias digitales básicas.
En última instancia, compete a los países miembros del bloque decidir si suprimen los prospectos de papel u ofrecen, por ejemplo, la posibilidad de que sean las farmacias las que impriman -a pedido del paciente- la información sobre los fármacos.
Imprimir o no imprimir
Pero las cosas no son tan simples. Las asociaciones de farmacéuticos aseguran que los costes de impresión serían para ellos.
«Imprimir folletos en la farmacia no es una solución práctica, viable, económica ni respetuosa con el medio ambiente», asegura Ilaria Passarani, miembro del sindicato europeo de farmacéuticos PGEU.
Aparte de los costes de impresión, cartuchos de tinta color y papel, ello distraería de sus tareas principales a los farmacéuticos, ya muy sobrecargados por su labor informativa y de asesoramiento a los pacientes acerca de los efectos secundarios de los medicamentos, entre otros aspectos.
La poderosa influencia de la industria farmacéutica
Según apuntan varios expertos, el organismo regulador de la UE, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), y algunos poderosos grupos farmacéuticos, entre ellos el belga Pharma.be podrían influir en las negociaciones.
La EMA decide qué información debe estar disponible en línea para los pacientes en toda Europa, y en sentido, se ha manifestado recientemente a favor de la ePI, a pesar de no tener un papel oficial en la elaboración de la legislación farmacéutica comunitaria.
Según un portavoz de la EMA, la agencia «trabaja para poner todos los formatos a disposición de los pacientes» en función de sus necesidades.
«La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) no tiene competencias ni mandato para interferir en un proceso legislativo en curso, así lo creemos, y esperamos que no hayan presionado para aplicar ningún cambio específico en la legislación«, explica a Euractiv un portavoz del sindicato europeo del sector, PGEU.
La agencia europea confirmó ese punto. Asegura que no forma parte oficial en el proceso legislativo, pero que sus «expertos están disponibles para seguir apoyando a las instituciones de la UE con cualquier aportación científica y técnica que puedan necesitar».
Pero esa opinión no es unánime
«¿Estamos asistiendo a un proceso político precipitado que esconde los intereses de las grandes farmacéuticas?», asegura a Euractiv una fuente cercana a las negociaciones.
La Agencia Europea de Medicamentos se ha visto afectada en anteriores ocasiones por casos de conflicto de intereses con las grandes farmacéuticas. Según una investigación de Investigate EU, se prevé que más del 90 por ciento de la financiación de la EMA proceda de las tasas de la industria farmacéutica
Está previsto que la EMA presente a lo largo de este año los resultados de un proyecto piloto sobre ePI. Un portavoz de la agencia europea señaló que el organismo regulador no ha emprendido hasta el momento ninguna iniciativa para consultar a las asociaciones de pacientes en este punto.
Francia hará este año un ensayo con los prospectos digitales (ePI) para sustituir a los de papel.
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(Editado por Euractiv.com y Fernando Heller/Euractiv.es)
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Ciencia y Salud
Día Mundial sin Alcohol: En España, la adolescencia marca el camino
El alcohol sigue siendo la sustancia favorita de los y las adolescentes españoles, pero su consumo frecuente ha descendido al 51,8 %, la cifra más baja desde 1998. El porcentaje de consumo durante el último mes, además, se ha reducido en 5 puntos. Esta caída, unida a la caída generalizada del consumo de sustancias psicoactivas, han llevado a la ministra de Sanidad, Mónica García, a considerar que los adolescentes españoles entre los 14 y los 18 tienen «los hábitos más saludables de los últimos 25 años».
El 15 de noviembre es el Día Mundial sin Alcohol. En España, recientemente, el Ministerio de Sanidad dio datos para el optimismo. Se encuentran en la última Encuesta sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias (Estudes), efectuada a partir de las respuestas dadas en un total de 35.256 entrevistas. Se presentó a primeros de noviembre.
Dos muestras más de cifras alentadoras: los consumos de tabaco y de cannabis caen a sus mínimos históricos y el porcentaje de estudiantes que han probado los vapeadores alguna vez baja cinco puntos (27,1 % frente al 26,3 % de 2023), aunque se mantiene prácticamente estable el porcentaje de los que lo han usado en el último mes.

El estudio, de periodicidad bienal, refleja descensos también de hipnosedantes y otras drogas más residuales (como alucinógenos, éxtasis, cocaína, heroína o inhaladores volátiles) en los tres tramos temporales analizados: alguna vez, últimos 12 meses y últimos 30 días.
Ante estos datos, la ministra de Sanidad, Mónica García, ha lanzado un «mensaje de optimismo», pero no ha dejado de incidir en que aún hay «cifras muy preocupantes»: el consumo de alcohol sigue siendo alto.
La delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Xisca Sureda, ha puesto el foco en la necesidad de aplicar una perspectiva de género ante la brecha de consumo por sexos, ya que el de drogas legales está más extendido en ellas y el de las ilegales en ellos.
Prácticas de riesgo con el alcohol, en mínimos desde el año 2000
El alcohol sigue siendo la sustancia favorita, pero su consumo frecuente ha descendido al 51,8 %, la cifra más baja desde 1998. Un 73,9 % ha bebido alguna vez en la vida (frente al 75,9 % de 2023) y un 71 % en los últimos 12 meses, 2,5 puntos menos.
También disminuyen las prácticas de riesgo: el 17,2% se ha emborrachado en el último mes y el 24,7 % ha practicado ‘binge drinking’ (consumo en atracón), lo cual sitúa ambos indicadores en sus niveles más bajos desde 2000.
La edad media de inicio se mantiene en 13,9 años, empiezan a beber semanalmente a los 14,8 y la primera borrachera la tienen a los 14,6.

Asimismo, según la encuesta, el 37,4 % consigue el alcohol en casa de otros, pero casi la mitad lo ha comprado en tiendas de barrio o discotecas y casi un 40 % en bares o pubs.
Una mayoría bebe porque lo considera divertido y porque les gusta cómo les hace sentir; en las chicas es más frecuente que lo hagan porque les ayuda cuando están deprimidas.
Igualmente, el consumo de bebidas energéticas se sitúa en el nivel más bajo desde el 2016: el 38,6 % las ha tomado en el último mes, casi la mitad mezcladas con alcohol.
Fuman menos que nunca
Los adolescentes fuman menos que nunca: el 27,3 % lo ha hecho alguna vez en la vida (un 33,4 % en 2023), el 21,2 % en los últimos 12 meses (27,7 %) y el 15,5 % en los últimos 30 días (21 %). Mientras, el consumo diario cae 3,2 puntos hasta el 4,3 %.
Suelen empezar a los 14,1 años, y a hacerlo diariamente a los 14,4. La forma más común es combinar cigarrillos de cajetilla y de liar.
El 46,4 % ha intentado dejarlo en el último año.
Un 49,5 % ha usado cigarrillos electrónicos alguna vez, 5,1 puntos menos que hace dos años. La prevalencia es ligeramente mayor en chicas (50,5 %) que en chicos (48,5 %), y tiende a aumentar entre los 14 y 17 años, con un ligero retroceso a los 18 años.
Paralelamente, la percepción del riesgo de sus efectos en la salud se ha disparado 18,5 puntos hasta el 57,3 %.
Ven el cannabis más peligroso que el tabaco
La prevalencia del cannabis, la sustancia ilegal más consumida,baja tanto de hierba como de resina: el 21 % lo ha probado alguna vez, el 15,5 % en los últimos 12 meses y un 11,6 % en los últimos 30 días. La edad media de inicio desciende una décima a los 14,8 años.
De forma simultánea, la percepción de riesgo ante el consumo habitual alcanza el valor más alto de la serie (94,1 %) y ya lo ven más peligroso que el tabaco.
La misma tendencia descendente presentan otras drogas ilegales: el consumo de cocaína alguna vez en la vida cae un punto al 1,6 %; el de alucinógenos al 1,4 % (−0,9 puntos), y el de inhalables volátiles al 2 % (−1,2 puntos).
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La diabetes trastoca completamente el sistema inmunológico
Los niveles altos de azúcar por la diabetes trastocan completamente el sistema inmunológico, de forma que quienes padecen esta enfermedad crónica tienen más riesgo de infecciones, sobre todo bacterianas, como la neumonía o la tuberculosis, entre otras, y de que éstas se compliquen.
La diabetes es una enfermedad en la que el páncreas no secreta suficiente insulina (hormona que regula la concentración de glucosa en sangre) o el organismo no consigue utilizar de forma eficaz la que produce.
Hay varios tipos, pero la tipo 2 es la mayoritaria porque es fruto de los malos hábitos de vida. Se caracteriza por la resistencia a la insulina, es decir, afecta a la forma en que el cuerpo usa el azúcar para obtener la energía e impide que utilice la insulina de forma adecuada.
Si no se trata, puede aumentar las concentraciones de azúcar en la sangre y causar daños graves en el organismo.
La grasa estresa las células
El profesor de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universidad Oberta de Catalunya (UOC), Luis Franco, señala a EFE Salud, con motivo del Día Mundial de la Diabetes, que con la tipo 2 existe un doble problema, porque no existe solo el de los niveles de azúcar, sino también otro dietético nutricional, que es el exceso de grasa corporal.
En este sentido, Franco matiza que la importante, sobre todo, es la grasa visceral, que es la que está en contacto con los órganos, si bien añade que la abdominal, por ejemplo, es un indicador «bastante cercano» a la visceral.
«Es decir, si hay bastante grasa abdominal se estipula, se puede llegar a extrapolar, que hay bastante grasa visceral, pero es la grasa que está pegando a los órganos la que tiene más capacidad microinflamatoria», subraya el profesor de la UOC.

Y las células con muchísima grasa «se estresan» y liberan citoquinas inflamatorias, que producen «daños allá donde van» y «un estado de microinflamación constante», que deteriora el sistema circulatorio.
Franco abunda en que el tejido adiposo, además de interferir en la liberación de la citoquinas inflamatorias, genera ácidos grasos libres como las ceramidas y el diacilglicerol, que también interfieren a nivel molecular al provocar inflamación en diferentes órganos.
«A nivel circulatorio esa microinflamación provocada por los niveles altos de azúcar daña las células de los vasos sanguíneos», indica el profesor de la UOC, quien añade que por eso, hay pacientes con diabetes a los que se les tienen que amputar dedos de los pies y de las manos, porque no les circula bien la sangre.
Las defensas flaquean
El sistema inmunológico también se ve afectado por los niveles altos de azúcar de la diabetes, de hecho «lo trastoca completamente».
Por un lado, expone, interfiere en la quimiotaxis, un proceso en el que las células inmunológicas son capaces de detectar lo que es propio y lo que no, y lo que no es propio, lo ataca, para defender el organismo.
Con la diabetes, la quimiotaxis se ve alterada, porque los niveles de glucosa que se quedan en las membranas de las células interfieren en este proceso a nivel molecular.
«Es como si los sensores que utiliza el coche no funcionaran bien porque están sucios, con lo que no pueden detectar nada», afirma Franco.
Y la fagocitosis también se ve alterada: los niveles altos de glucosa hacen que los macrófagos y los neutrófilos no hagan como deben este proceso, es decir, que «no engullan a las bacterias bien».
Esto ocurre porque los niveles de glucosa elevados afectan al citoesqueleto de esas células, «que es el que tiene que hacer que ésta se deforme para acabar engullendo la bacteria y como no funciona igual de bien, el proceso no funciona y la fagocitosis se ve reducida».
Más riesgo de infecciones
La consecuencia es que las personas con diabetes a tener alterado el sistema inmunológico son más propensas a las infecciones.
«Además, los propios niveles elevados de glucosa pueden dañar a las células directamente, con lo que bajan las defensas, es decir, hay muerte celular y hay menos defensas. Incluso hace poco se ha visto que incluso los anticuerpos que conseguimos fabricar con niveles muy altos de azúcar se glicocidan, se unen a los anticuerpos y éstos no funcionan o funcionan peor», destaca Franco.
Como la fagocitosis está muy afectada, las personas con diabetes están más expuestas sobre todo a infecciones bacterianas que son más resistentes al sistema inmunológico ya de por sí, como la neumonía y la tuberculosis, entre otras.
«De hecho, a las personas con diabetes se les recomiendan unas pautas de vacunación que son más parecidas a los pacientes inmunodeprimidos que al resto de pacientes en general.
Más arsenal terapéutico
A diferencia de la tipo 1, la diabetes tipo 2 es una enfermedad que va a ir progresando si no se toman medidas para evitarlo.
Al inicio debuta de forma leve, y para que no progrese hay que cambiar el estilo de vida, además de los fármacos.

Entre ellos, Franco cita como cambio de pardigma los inhibidores del cotransportador de sodio-glucosa tipo 2 (iSGLT2): las glifozinas, pastillas para eliminar el azúcar por la orina, y los antagonistas del receptor del péptido similar al glucagón tipo 1 (arGLP-1), también llamados glutidas o medicinas que imitan una hormona intestinal y quitan el apetito.
En cuanto a las glizofinas, Franco apunta que no solo regulan los niveles de azúcar, sino que el hecho de estar perdiendo azúcar hace que se pueda perder peso.
Cambios en el estilo de vida
En cuanto a los cambios en el estilo de vida, el profesor de la UOC resalta la importancia de ponerse en manos de un médico para las recomendaciones nutricionales pertinentes, que Franco apuesta por que sean más personalizadas.
«No hay una varita mágica para todas las personas. Puedo pensar que estoy comiendo muy saludable, por ejemplo, porque soy vegano y resulta que hay muchos alimentos que están en el supermercado que son para consumo vegano, que son altamente procesados», afirma.
No obstante, recuerda que las recomendaciones son claras:
- Intentar comer:
- Hidratos de carbono complejos, como los cereales integrales.
- Alimentos lo menos procesados posible.
- Mayor presencia de verduras y legumbres, y que sean la base de la pirámide alimentaria.
- «Si puedo intentar comer carne tal cual, y no carnes procesadas, pues mejor».
- Sin olvidar el ejercicio físico, porque «las células musculares son capaces de consumir glucosa sin insulina, que son las únicas células del cuerpo que pueden hacerlo y a los pacientes con diabetes les ayuda a regular bastante esos niveles», concluye Franco.
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Ciencia y Salud
Diverticulitis, evolución inflamatoria de los divertículos
«Los divertículos en el colon son pequeñas ‘bolsitas‘ que se forman en la pared interna del intestino grueso, sobre todo en el área sigmoide, causadas por la presión que ejercen los restos fecales más sólidos al oprimir la capa mucosa hacia puntos de menor resistencia en las capas submocosa, muscular y serosa», define el Dr. José Carlos Marín Gabriel, especialista en endoscopia del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid.
«Los divertículos también pueden desarrollarse en otras zonas del tubo digestivo: son particularmente frecuentes en la parte alta del esófago (divertículo de Zenker); en el duodeno, cercanos a la desembocadura de la vía biliar, en la papila de Vater; o en la parte final del intestino delgado, más aún en niñ@s (divertículo de Meckel)», apunta el director científico del Instituto Clínico del Aparato digestivo (ICAdig).
En el colon, los divertículos, especie de agujeritos de un queso gruyer, de tamaño y profundidad variables, son más comunes a partir de la mediana edad, en el que confluyen la presión intraluminal (espacios huecos), cambios estructurales de la pared intestinal, ciertos hábitos de vida o, por ejemplo, al sufrir estreñimiento.
Los divertículos, que no ofrecen síntomas, se suelen descubrir «de rebote» durante una prueba colonoscópica o cualquier prueba de imagen por diferentes motivos diagnósticos y terapéuticos.
«Aunque pueda sorprenderte el hallazgo de divertículos en tu colon, o pseudodivertículos porque sólo afectan a la capa superficial, la mayor parte de las personas con diverticulosis no tendrán que soportar complicaciones a lo largo de su vida», destaca el Dr. Marín Gabriel.
La clave de esta patología estará en identificar cuándo un divertículo se inflama y evoluciona a diverticulitis.
«Ese paso de ‘bolsa simple’ a ‘bolsa inflamada’ explica por qué dos pacientes con idéntica modificación anatómica pueden tener historias clínicas radicalmente distintas: uno, asintomático; otro, con dolor y fiebre», subraya el especialista endoscópico.

Dr. Marín Gabriel, ¿qué diferencia la diverticulosis de la diverticulitis?
Diverticulosis es tener divertículos sin inflamación activa ni infección, y diverticulitis es cuando uno o varios de estos divertículos se inflaman, lo que desencadena dolor localizado, fiebre y alteraciones del tránsito intestinal.
La diferencia no es semántica: condiciona pruebas, tratamiento y pronóstico, puesto que entre un 1 y un 5 % de las personas con divertículos desarrollarán diverticulitis.
Aún así, se desconoce la causa concreta de la diverticulitis aguda, pero existen diferentes teorías.
Se piensa que algunos restos fecales pueden quedar impactados dentro del divertículo y eso puede favorecer que algunas bacterias pasen a través de la pared y produzcan la inflamación.
También, parece que podría ser factible la presencia de microperforaciones en el divertículo que ocasionaran la inflamación y la posterior infección.
Asimismo, cabe la posibilidad de que algunas alteraciones tanto en nuestra inmunidad como en la mucosa que protege la zona del divertículo, o quizá cambios en la propia microbiota del colon, con la aparición de bacterias más lesivas, podrían inducir la inflamación o diverticulitis.
En la diverticulosis no complicada carece de sentido “hacer algo” preventivo, más allá de estilo de vida saludable. En cambio, la diverticulitis aguda exige valorar gravedad, descartar complicaciones (absceso, perforación, obstrucción) y, según el caso, decidir entre manejo ambulatorio u hospitalario.
Además, las guías modernas tienden a un abordaje menos agresivo de las diverticulitis cuando el cuadro del paciente es leve y presenta estabilidad.
También, conviene saber que se describen síntomas crónicos relacionados con divertículos sin inflamación aguda franca, o secuelas de brotes previos.

¿Y cuáles son los síntomas típicos de una diverticulitis aguda?
Lo más habitual es dolor en el cuadrante inferior izquierdo (la “zona del sigma” que está al lado contrario del apéndice), que puede comenzar difuso y luego localizarse.
Se acompaña con frecuencia de fiebre, malestar general y cambios del ritmo intestinal: estreñimiento en aproximadamente la mitad de los casos o, menos a menudo, diarrea.
Algunas personas refieren molestias urinarias por irritación de la vejiga vecina.
El sangrado visible por el recto no es lo característico durante un brote (cuando aparece, suele obedecer a otra complicación de la diverticulosis, la hemorragia diverticular, que tiene su propio manejo).
En la exploración puede haber dolor a la palpación y defensa local; si hay signos de irritación peritoneal, hay que alarmarse.
Un mensaje clave: si el dolor es intenso, persistente o va a más, si se acompaña de fiebre alta, vómitos o incapacidad para tolerar líquidos, es motivo de valoración urgente. Mejor “pasarse de cauto” que llegar tarde a una complicación.

Dr. Marín, ¿quién tiene más riesgo de padecer diverticulitis?
La probabilidad de tener divertículos y de sufrir algún episodio de diverticulitis aumenta con la edad, aunque no es exclusiva de personas mayores.
Factores como el sobrepeso, el sedentarismo, el tabaco y una dieta pobre en fibra se han asociado a mayor riesgo, mientras que la actividad física regular parece protectora.
Además de los hábitos insanos, existen componentes biológicos: cambios del tejido conectivo de la pared colónica, alteraciones de la microbiota y cierta predisposición genética.
La investigación reciente explora cómo estos elementos interactúan con el estilo de vida y por qué algunos individuos desarrollan inflamación repetida y otros no.
Por último, la inmunosupresión (por fármacos o enfermedades concomitantes) cambia el mapa de riesgos: habrá una mayor probabilidad de complicaciones y la necesidad de antibióticos o una posible hospitalización.
En estos pacientes, las decisiones suelen ser más conservadoras y personalizadas.
Doctor, ¿cómo se confirma el diagnóstico de una diverticulitis?
La tomografía computarizada (TC) de abdomen y pelvis es la prueba de elección cuando hay duda diagnóstica o signos de alarma: delimita la inflamación, detecta abscesos y orienta la gravedad.
En episodios leves con clínica típica y buena evolución, puede manejarse sin imagen, pero la TC aporta seguridad cuando el cuadro es más intenso o algo no encaja del todo.
En fase aguda no se recomienda la colonoscopia porque insuflar aire y manipular un colon inflamado eleva el riesgo de perforación; esta exploración se reserva para más adelante, ya resuelto el episodio, sobre todo si fue complicado o si el paciente no está al día de su cribado de cáncer colorrectal.
La analítica siempre ayuda (marcadores inflamatorios, hemograma), pero ni sustituye a la clínica ni a la imagen cuando se necesita. El juicio global del especialista (síntomas, exploración, comorbilidades y, si procede, TC) guiará el plan del abordaje de la diverticulitis.

¿Y cómo se tratan las diverticulitis?
Esta es una de las grandes actualizaciones de los últimos años. En pacientes inmunocompetentes con diverticulitis aguda leve y no complicada, varias guías y revisiones coinciden en usar antibióticos de forma selectiva, no rutinaria.
Se prioriza el control del dolor, la hidratación, la dieta progresiva y la observación clínica.
Se reservan antibióticos para quienes tienen comorbilidades importantes, síntomas persistentes o empeoramiento, o si la imagen diagnóstica del TC muestra complicaciones.
La razón es doble: por un lado, la diverticulitis leve se comporta más como un proceso inflamatorio que como una infección; por otro, los ensayos y metaanálisis no han mostrado beneficios claros de los antibióticos en desenlaces relevantes (complicaciones, recurrencias) en ese subgrupo de pacientes.
Esto no «descarta» el uso de antibióticos, pero sí invita a individualizar cada caso.
Ahora bien, si el paciente está inmunodeprimido, presenta signos sistémicos, dolor intenso con afectación del estado general, o hay absceso, perforación o sepsis, los antibióticos vuelven al primer plano (a menudo, junto con otras medidas).
La clave de la terapia frente a la diveticulitis es evaluar el contexto, no aplicar recetas universales.

Dr. Marín, ¿qué papel juega la dieta en el tratamiento de la diverticulitis?
Fuera del episodio agudo, una dieta rica en fibra (frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, etc.) mejora la consistencia de las heces, reduce la presión en el colon y puede ayudar a disminuir recurrencias.
Durante un brote leve, muchas guías permiten empezar con líquidos claros o dieta semilíquida y avanzar según tolerancia conforme cede el dolor. La hidratación es básica en todas las fases.
¿Y se debe evitar el consumo de semillas, como pipas de girasol, chía, quinoa o sésamo?
Sobre el viejo mito de evitar la ingesta de semillas, frutos secos o maíz cabe decir que la evidencia moderna no respalda prohibirlos de forma general.
Estudios poblacionales no han mostrado un mayor riesgo de diverticulitis por consumirlos, así que no tiene sentido una lista de “alimentos prohibidos” por sistema; importa más el patrón dietético global y la tolerancia individual.
Más allá de la fibra, mantener un peso adecuado, moverse a diario y limitar carnes rojas y procesadas aporta beneficios añadidos. No hay suplementos “milagro”… Si algo promete prevenir todos los brotes, desconfía.
La prevención en diverticulitis es, sobre todo, un estilo de vida saludable.
Doctor, ¿se puede complicar una diverticulitis en el colon?
Las complicaciones “clásicas” son el absceso peridiverticular, la perforación con peritonitis, la obstrucción por edema o estenosis inflamatoria y la fístula (por ejemplo, entre el colon y la vejiga o entre el colon y la vagina).
Cuando aparecen las fístulas, cambian el manejo de la diverticulitis: puede hacer falta antibiótico intravenoso, drenaje percutáneo del absceso o incluso cirugía.
El reto clínico es distinguir a tiempo los casos no complicados de aquellos otros en los que la evolución se tuerce.
Fiebre sostenida, empeoramiento del dolor, taquicardia, incapacidad para comer o signos de irritación peritoneal son señales de alarma.
La TC aquí vuelve a ser protagonista para confirmar la sospecha y planificar la estrategia.
A medio plazo, algunas personas pueden desarrollar estenosis o fístulas que no cierran con un tratamiento conservador y requieren cirugía electiva una vez “enfriada” la inflamación.
Estas decisiones se toman con calma, valorando riesgos, beneficios y preferencias del paciente.

¿Y cuándo se ingresa a un paciente con diverticulitis en un hospital?
Solemos ingresar al paciente cuando hay dolor intenso, fiebre alta o mal estado general, vómitos persistentes, imposibilidad de tolerar líquidos, inmunosupresión o complicación en la imagen.
El ingreso permite control del dolor, hidratación intravenosa, antibióticos cuando proceden y reevaluaciones seriadas. Muchos casos leves, en cambio, se manejan de forma ambulatoria con vigilancia estrecha.
Doctor Marín, ¿las diverticulitis te pueden llevar al quirófano?
La cirugía urgente se reserva para perforación con peritonitis, obstrucción grave no resuelta o fracaso del manejo conservador.
En pacientes con absceso de cierto tamaño, el drenaje percutáneo guiado por imagen puede evitar una operación en caliente.
Si persisten complicaciones (por ejemplo, una fístula) o hay episodios muy invalidantes, se plantea cirugía electiva cuando el terreno está calmado.
Un matiz relevante: las decisiones ya no se basan en “contar brotes de diverticulitis” sin más, sino en la gravedad, el impacto en la calidad de vida y el perfil de riesgos.
Incluso operando, puede persistir dolor crónico en una minoría de pacientes, por lo que alinear expectativas es parte de un buen tratamiento.
Doctor, ¿está recomendada una colonoscopia después de un episodio de diverticulitis?
Depende del tipo de episodio y de tu situación previa. La mayoría de las guías de práctica clínica y sociedades médicas especializadas recomiendan llevar a cabo una colonoscopia tras un primer episodio complicado de diverticulitis en pacientes que no se han realizado recientemente esta prueba.
En los episodios no complicados y con cribado al día, la colonoscopia sistemática no aporta un claro beneficio. Suele programarse a las 6 u 8 semanas de la resolución con el fin de minimizar riesgos.
El objetivo es confirmar el diagnóstico y descartar lesiones que puedan imitar una diverticulitis, como un cáncer de colon.

Entonces, doctor ¿los divertículos aumentan el riesgo de cáncer de colon?
A grandes rasgos, tener divertículos (diverticulosis) no parece aumentar por sí mismo el riesgo de cáncer colorrectal a largo plazo.
Lo que sí ocurre es que un episodio de diverticulitis puede solaparse con un cáncer oculto o “enmascararlo” durante un tiempo. Por estos motivos se detectan más tumores en el período cercano al brote que estaban presentes, pero que no se habían diagnosticado.
Tanto es así que las guías de práctica clínica actuales reflejan esta idea y recomiendan realizar una colonoscopia tras la resolución del episodio en algunos casos.
Globalmente, se detectan cánceres de colon en torno al 1,6–1,9 % en pacientes con diverticulitis aguda.
La cifra aumentará cuando se produzcan complicaciones asociadas como el absceso, la perforación o la obstrucción. En estos últimos, la detección de un cáncer de colon asociado puede llegar al 8 % de los casos.
Este patrón sugiere coexistencia/máscara diagnóstica en los cuadros graves más que una “transformación” causada por los divertículos.
Además, el exceso de diagnósticos se concentra al inicio tras la diverticulitis y desaparece con el tiempo.
Un estudio reciente encontró un riesgo elevado de cáncer sólo en los primeros 0–6 meses y un “efecto protector” hasta 8 años, probablemente porque muchos pacientes ya quedaron revisados con colonoscopia.
Con este ejemplo se refuerza la idea de sesgo de detección más que de riesgo biológico asociado. En realidad, lo que sucede es que algunos tumores se pueden manifestar como una falsa diverticulitis.
En resumen: los divertículos no “se vuelven” cáncer, pero estamos atentos tras el episodio agudo para no pasar por alto un tumor que ya estaba allí.

Dr. Marín, ¿algún fármaco previene nuevos episodios de diverticulitis?
La tentación de tomar algún fármaco o medicamento para que no se repita la diverticulitis es comprensible, pero la evidencia no respalda su uso rutinario.
Las guías del ACP desaconsejan mesalazina para prevenir recurrencias por falta de beneficios y potenciales efectos adversos.
Con antibióticos cíclicos (como rifaximina) los datos son heterogéneos y de calidad limitada; por lo que, usarlos de forma crónica, no tiene el respaldo científico suficiente.
Lo que sí parece útil es el consumo de fibra, realizar ejercicio físico, dejar el tabaco y perder peso.
Este cambio de foco, de la pastilla “preventiva” a un nuevo estilo de vida, refleja lo que sabemos hoy sobre fisiopatología: la inflamación y la mecánica colónica importan más que una supuesta infección mantenida.
Por eso vemos menos antibióticos y más recomendaciones dietéticas individualizadas.
Si aún así tienes episodios repetidos, la conversación pasa por ajustar hábitos, optimizar el manejo de cada brote y, llegado el caso, valorar con el especialista opciones como cirugía electiva, siempre y cuando el impacto en la calidad de vida lo justifique.
¿Y los probióticos, doctor, demuestran algún beneficio en la enfermedad diverticular del colon?
En prevención de nuevos episodios de diverticulitis (personas que ya tuvieron un brote), las guías de mayor calidad (AGA y ACP) no los recomiendan de forma rutinaria.
Por un lado, no demuestran disminución de recurrencias ni complicaciones frente al manejo estándar; y, por otro, añaden costes y posibles confusiones terapéuticas.
En cuanto a las personas con divertículos que mantienen síntomas como el dolor o la distensión entre brotes, revisiones recientes sugieren que algunos probióticos podrían aliviar síntomas, pero la evidencia de que se logre un verdadero beneficio es controvertida y de calidad muy limitada (cepas y dosis muy variables, ensayos pequeños).
De hecho, existe una revisión de múltiples estudios (metaanálisis) que encontró que los diseños de la mayoría de las publicaciones tenían una calidad tan escasa que no pudieron siquiera realizar cálculos sobre su posible beneficio.
Doctor, y si un paciente se siente bien, a pesar de sufrir brotes de diverticulitis, ¿puede hacer vida normal?
Sí. La gran mayoría de l@s pacientes lleva una vida completamente normal entre episodios de diverticulitis.
Mantener una dieta rica en frutas y verduras y hacer ejercicio es mucho más que un “consejo de cajón”: reduce factores que favorecen presión intraluminal y mejora la salud digestiva global.
Conviene, eso sí, conocer las señales de alarma y tener un plan claro si reaparecen… A quién llamar, cuándo acudir, qué analgésicos puedes usar y cómo reintroducir la dieta según tolerancia.
Por cierto, tener divertículos no te condena a la diverticulitis. Es un factor anatómico frecuente y, bien informado, puedes convivir con él sin dramatismos. La información fiable es tu mejor antiinflamatorio.

Para finalizar esta entrevista, doctor Marín, ¿cómo podemos frenar la aparición de divertículos y su evolución a diverticulitis?
Primero, acude rápido si el dolor empeora y se localiza en el lado inferior izquierdo del abdomen, a diferencia de la apendicitis, que se siente en el lado bajo derecho; además, si aparece una fiebre persistente, vómitos, incapacidad para beber o comer, taquicardia u otros signos de irritación peritoneal.
En estos casos, la tomografía computerizada permite confirmar qué está pasando en el colon y decidir entre un manejo conservador, drenaje o cirugía para detener la evolución patológica de la diverticulitis.
Fuera del brote, la mayoría de los pacientes hacen vida normal.
Segundo, apuesta por una dieta dominada por vegetales y fibra, hidratación, movimiento diario y descanso.
Y diseña un “plan personal” de actuación frente a la diverticulitis: qué analgésicos puedes usar, cómo reintroducir la dieta y a quién llamar si reaparecen las molestias. Bien informado, reducirás sustos y llegarás a tiempo si algo se complica.
En la próxima Consulta de Aparato Digestivo abordaremos una nueva entrevista con el Dr. José Carlos Marín Gabriel sobre colitis ulcerosa, una enfermedad inflamatoria intestinal que afecta con llagas al recubrimiento del intestino grueso, desencadenante del dolor abdominal y la diarrea mezclada con sangre.
La entrada Diverticulitis, evolución inflamatoria de los divertículos se publicó primero en EFE Salud.
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