Ciencia y Salud
Cáncer de mama: factores de riesgo modificables

Así por ejemplo, no hay evidencia suficiente que respalde que el té verde reduzca el riesgo de cáncer de mama y existe limitada evidencia de que el consumo de alimentos que contienen carotenoides así como alimentos ricos en calcio disminuyan el riesgo de cáncer de mama.
En cuanto a la soja, como fuente de isoflavonas, tiene componentes con una débil actividad estrogénica, “lo que lleva a una controversia sobre sus efectos, dada la relación de los estrógenos con el cáncer de mama”.
Todas estas observaciones están incluidas en el Manual de Patología Mamaria para Atención Primaria, impulsado por la Asociación Española de Cirujanos (AEC), la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen).
En la obra, que persigue, entre otros, mejorar la formación en patología mamaria de ambos niveles asistenciales y coordinar de manera más efectiva la atención a los pacientes, han participado 23 especialistas en Cirugía, 23 especialistas en Atención Primaria, 4 especialistas en Ginecología, dos profesionales de Enfermería y un especialista en Radiología.
EFEsalud recoge aquí parte del capítulo dedicado a los factores modificables del cáncer de mama, elaborado por las especialistas Ana Patricia Arlandis, Isabel Sierra Fernández , e Isabel Sánchez Claros, las tres de la Unidad de Patología Mamaria de Hospital Universitario Arnau de Vilanova (Lleida).
Cáncer de mama: factores de riesgo modificables
De acuerdo con las autoras, factores como el sobrepeso y la obesidad, el alcohol, la inactividad física y la dieta inadecuada aumentarán o disminuirán el riesgo de cáncer en función del momento hormonal de la mujer.
Estas son algunas de las ideas clave en relación a la obesidad y la alimentación:
Obesidad/índice de masa muscular
Los alimentos industriales han inducido un cambio en la alimentación en los países desarrollados, que ha provocado la elevación del índice de sobrepeso.
El índice de masa muscular (IMC) es un factor de riesgo independiente para cáncer de mama, sobre todo en pacientes caucásicas. Por cada 5 kg/m2 que se incrementa el IMC aumenta el riesgo de cáncer de mama un 12 %.
En la posmenopausia, la globulina transportadora de hormonas sexuales (SHBG) se encuentra disminuida, por lo que los estrógenos libres se encuentran aumentados en un 50-100 % por el incremento de la actividad de la aromatasa, encargada de transformar el tejido graso en estrógenos.
Esto conlleva un incremento del riesgo de cáncer de mama en mujeres posmenopáusicas que no recibieron terapia hormonal, que es 1,5 veces mayor que en mujeres con peso normal.
Aquellas que han experimentado una ganancia de peso de 25 kg o más desde los 18 años tienen un riesgo mayor de cáncer de mama comparado con aquellas que han mantenido el peso.
Asimismo, las que no han utilizado tratamiento hormonal, que pierden 10 kg o más de peso desde la menopausia, y que mantienen dicha pérdida, tienen una disminución significativa del riesgo del cáncer de mama .
Dieta
La dieta de la sociedad industrializada se caracteriza por el excesivo consumo de alimentos hipertransformados, que, unido al sedentarismo, origina el sobrepeso inductor de muchas enfermedades crónicas y neoplásicas.
No hay muchos estudios en los que se comparen la incidencia de cáncer de mama con diferentes tipos de alimentación y la mayoría son observacionales, por lo que están sujetos a sesgos que dificultan la interpretación de la observación.
En cualquier caso, es conocida que la ganancia de peso y la obesidad, que suelen estar directamente relacionadas con la dieta, aumentan el riesgo de cáncer de mama.
Por otro lado, la composición de la dieta podría influir de una forma mayor durante la adolescencia y primera edad adulta.
Así destacan que :
– Existe una relación entre el consumo de las grasas de origen animal y el cáncer de mama: más de cinco ingestas de carne roja a la semana en la juventud se asocia con un aumento relativo de cáncer de mama de 1,22 en la premenopausia y posmenopausia, en comparación con la ingesta de aves de corral, pescados, legumbres y frutos secos.
– No se ha demostrado que una dieta estricta mediterránea influya sobre el riesgo de cáncer de mama, aunque algunos estudios afirman que dicha dieta caracterizada por el uso de aceites de origen vegetal (como el aceite de oliva virgen extra AOVE), ingesta de frutas, verduras, grasas monoinsaturadas, grasas omega 3, azúcares procedentes de la fibra y los cereales, en la que las proteínas proceden del pescado y las legumbres, origina un descenso del 15 % de la incidencia del cáncer de mama.
Dicho beneficio podría incluirse en las mujeres con menor actividad física.
– Hay datos muy limitados que sugieran que el consumo de vegetales no almidonados (tomate, lechuga, cebolla, espinaca, pepino, brócoli, coliflor, repollo, hongos, etc.) disminuya el cáncer de mama RH-.
Algunos estudios sugieren que las mujeres con niveles bajos de vitamina D presentan un riesgo mayor de desarrollar cáncer de mama.
También señalan:
– No hay evidencia suficiente que respalde que el té verde reduzca el riesgo de cáncer de mama.
– Hay limitada evidencia de que el consumo de alimentos que contienen carotenoides así como alimentos ricos en calcio disminuyen el riesgo de cáncer de mama.
– La soja, como fuente de isoflavonas, tiene componentes con una débil actividad estrogénica, lo que lleva a una controversia sobre sus efectos, dada la relación de los estrógenos con el cáncer de mama.
Sin embargo, se ha comprobado que puede tener un efecto anticancerígeno y antioxidante, que induce la apoptosis y disminuye la angiogénesis.
Hay estudios en marcha para dilucidar este aspecto.
Infografía del Manual de Patología Mamaria para Atención Primaria
Estilo de vida saludable
Las tres especialistas recomiendan un estilo de vida saludable que pasa por:
– Mantener un índice de masa corporal (IMC) saludable y evitar la ganancia de peso tras la menopausia.
– En mujeres con sobrepeso u obesidad, se recomienda perder peso.
– Limitar las conductas sedentarias.
– Realizar ejercicio físico moderado-intenso repartido en 3-5 días a la semana (150 minutos semanales de ejercicio moderado, 75 minutos semanales intenso o ambos).
– Limitar el consumo de alcohol y evitarlo sobre todo en mujeres jóvenes antes del primer embarazo.
– En fumadoras, se aconseja reducir o eliminar el hábito tabáquico, de particular importancia en jóvenes antes del primer embarazo, como en el caso del alcohol.
– Se recomienda la lactancia materna en la medida de lo posible.
– Limitar el uso de tratamiento hormonal sustitutivo.
– Evitar las carnes procesadas, limitar el consumo de carne roja y los alimentos con alto contenido en sal. Promover la ingesta de proteínas procedentes de aves de corral, pescado azul, legumbres y frutos secos.
– Limitar los alimentos de alto contenido calórico y evitar las bebidas azucaradas.
– Se aconseja una dieta mediterránea, rica en frutas, verduras sin almidón, cereales, legumbres y aceite de oliva virgen extra.
Manual de Patología Mamaria para Atención Primaria
En el mundo occidental, el cáncer de mama es el más habitual entre las mujeres. Su incidencia crece cada año y se adelanta su edad de aparición. Además, la patología mamaria benigna es muy frecuente en nuestra población.
Actualmente, y según se señala en la introducción del manual, este tipo de cáncer tiene una gran relevancia social gracias a las campañas de concienciación de la población sobre la importancia del diagnóstico precoz y los programas de cribado, lo que conlleva un mayor compromiso por parte de las pacientes en la búsqueda activa de signos y síntomas de la enfermedad y en consecuencia de la demanda de asistencia sanitaria temprana ante su aparición.
El manual, por tanto, propone un cambio de roles en estos dos niveles asistenciales, en el que tanto las nuevas tecnologías de la información como la información en asistencia sanitaria ejercen un papel importante, con el fin de mejorar la accesibilidad de las pacientes al sistema sanitario, reducir los tiempos de espera en todas las fases del proceso, proporcionar un manejo integral de la patología mamaria teniendo en cuenta el aspecto psicológico y sociofamiliar, y facilitar la rehabilitación completa y la vuelta a la vida normal de las pacientes tras el tratamiento.
Con ocasión de su publicación, la coordinadora de la Sección de Mama de la AEC, Sonia Rivas Fidalgo ha considerado que el médico de Atención Primaria “juega un papel fundamental no solo en el diagnostico precoz de la patología mamaria, sino también en el seguimiento una vez han finalizado los tratamientos oncológicos, en la identificación de necesidades sociales o psicológicas, en la identificación de mujeres de alto riesgo y en la promoción de estilos de vida saludables”.
También la doctora Fatima Santolaya Sardinero, del Grupo de Trabajo de Oncología de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, SEMG ha referido que una de las actuaciones fundamentales de la Atención Primaria es realizar un conjunto de actividades preventivas, diagnósticas, terapéuticas, de seguimiento y cuidados, destinadas al manejo integral de personas que presentan signos/síntomas clínicos o hallazgos en pruebas diagnosticas con técnica de imagen sospechosos de malignidad, o en las que se detecta incremento del riesgo para cáncer de mama.
Finalmente, la coordinadora del grupo de trabajo de Atención a la Mujer de Semergen, la doctora Ana Rosa Jurado ha señalado que una vez más, y en un momento de sobrecarga asistencial sin precedentes, las profesionales de Atención Primaria que han participado en la elaboración de este Manual “han mostrado que la prioridad es la calidad asistencial de las usuarias del Sistema Nacional de Salud, en esta ocasión desde la formación, el asesoramiento y el trabajo de consenso que han hecho posible la elaboración de esta obra”.
La entrada Cáncer de mama: factores de riesgo modificables se publicó primero en EFE Salud.
Ciencia y Salud
Los fármacos antiobesidad se asocian a un menor riesgo de cáncer en personas obesas

Un estudio dirigido por la Universidad de Indiana (EE.UU.) revisó las historias médicas de 42.317 personas que tomaban estos fármacos antiobesidad, los agonistas del receptor del péptido similar al glucagón-1 (GLP-1RA), como Ozempic o Wegovy, con las de un número parecido de individuos que no los usaban, para estudiar el riesgo de cáncer.
El consumo de GLP-1RA “se asoció significativamente con una reducción del riesgo de cáncer en general, en particular de cáncer de endometrio, meningioma y ovario”. Sin embargo, también se asociaron “con un aumento no significativo del riesgo de cáncer de riñón”, señala la investigación.
Los GLP-1RA se recetan ampliamente para el control glucémico en la diabetes tipo 2 y recientemente han ganado popularidad para el control del peso, pero su impacto a largo plazo sobre el riesgo de cáncer sigue siendo incierto, lo que llevó al equipo a plantearse este estudio.
El objetivo era comparar la incidencia de 14 tipos de cáncer, en concreto el de pulmón y otros trece que están asociados a la obesidad: hígado, tiroides, páncreas, vejiga, colorrectal, riñón, mama, endometrio, meningioma, tracto gastrointestinal superior, ovario, mieloma múltiple y próstata.
Las tasas de incidencia de todos ellos, entre medicados y no, fueron de 13,6 frente a 16,4 por cada 1.000 personas-año, respectivamente, “lo que indica un riesgo global de cáncer significativamente menor entre las personas que tomaban GLP-1RA”, escriben los autores.
En particular, el uso de esta familia de fármacos antiobesidad se asoció con una reducción del riesgo de cáncer de endometrio, ovario y meningioma.
Sin embargo, también se relacionó “con un aumento marginalmente no significativo del riesgo de cáncer de riñón”, lo que pone de relieve la necesidad de “un seguimiento a más largo plazo para aclarar los mecanismos subyacentes y las implicaciones clínicas de estos hallazgos”, concluye el artículo de la Universidad de Indiana.
La entrada Los fármacos antiobesidad se asocian a un menor riesgo de cáncer en personas obesas se publicó primero en EFE Salud.
Ciencia y Salud
Niños infectados por covid en el embarazo, antes de las vacunas, presentan retrasos en el desarrollo cognitivo

Esta es la principal conclusión de una novedosa investigación sobre los efectos en los niños de la pandemia de covid durante el embarazo, que ha sido liderada por el Instituto de Neurociencias del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el mayor centro español con fondos públicos dedicado al estudio del cerebro, con sede en Sant Joan d’Alacant (Alicante) y gestionado con la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche.
Encabezado por el grupo de Neurobiología de Enfermedades Mentales de este centro mixto del CSIC y la UMH, la investigación fue publicada en la revista Cellular and Molecular Life Sciences en 2023 y sus resultados han sido respaldados a lo largo de este año 2025 en diversos estudios de científicos de varios países, cuando los niños y niñas infectados en el vientre materno rondan hoy día el lustro de vida.
La semana 20 del embarazo es un periodo fundamental en la formación de la corteza cerebral y clave para el posterior proceso de aprendizaje de las personas, ha explicado a EFE el científico principal, el neurocientífico Salvador Martínez, en cuya investigación han participado, entre otros, los murcianos José Manuel Hernández López y Cristina Hernández Medina.
La migración de neuronas y el flujo de oxígeno en esta fase crucial para el cerebro corresponde a la proteína ACE2, que a su vez se ha demostrado receptor del coronavirus, dejando entrar al SARS-CoV-2 en unas neuronas aún inmaduras porque carecen de la barrera protectora hematoencefálica, ya presente en la etapa posterior.

Efectos sobre la memoria
Al analizar varios cerebros humanos de fetos de 20 semanas de gestación donados anónimamente tras un aborto espontáneo en 2020, se ha observado que la presencia del virus de la pandemia tiene efectos “de forma muy particular y localizada en unas células de la región embrionaria del hipocampo: la parte del cerebro que se dedica a la memoria”.
De esta forma, cuando hubo infección congénita de SARS-CoV-2 y la madre tuvo que ser hospitalizada (los casos con más carga viral) se elevó la probabilidad de alteración del desarrollo cerebral, lo que puede asociarse a la aparición de trastornos del espectro autista (TEA), déficit de atención, hiperactividad y otras problemáticas del aprendizaje no asociados a un síndrome o casuística concreta, lo que se conoce como discapacidad intelectual no sindrómica.
En varios estudios epidemiológicos publicados recientemente se ha observado un aumento del 10 % del déficit cognitivo del desarrollo intelectual, comparado con datos de bebés nacidos antes y después “en los mismos lugares y en condiciones similares”, según Martínez, quien ha aclarado que esos retrasos cognitivos cayeron en los hijos de las madres ya vacunadas, por la menor carga viral.
Estos estudios amplían el conocimiento de los efectos de un SARS-CoV-2 que “infectó a toda la sociedad” sin ser tan virulento como otros virus anteriores como el de la viruela, y reflejan que en los casos en los que llegó al cerebro del feto para infectar a las células en desarrollo “se podría predecir o anticipar un aumento de la discapacidad intelectual, del retraso del desarrollo cerebral”.
“Eso es lo que ahora se puede empezar a comprobar porque esos niños tienen más de cinco años y es cuando esa región del cerebro es necesaria para que aprendan adecuadamente”, ha añadido el científico del Neurociencias.
Catedrático y profesor en París antes de director del Neurociencias
Catedrático de Anatomía y Embriología Humana en la UMH, Martínez Pérez (Abengibre, Albacete, 1961) ha desarrollado una larga carrera docente e investigadora donde ha sido profesor de l’École Doctorale de l’Institut Pasteur de París y cuenta con colaboraciones internacionales y estancias en centros extranjeros al margen de dirigir, entre 2016 y 2020, el Instituto de Neurociencias.
Además de esta investigación en niños infectados en 2020 por covid en el embarazo, su trabajo ha trascendido en otros campos como un ensayo pionero en humanos y con unos primeros resultados esperanzadores para una terapia que ralentice e, incluso, detenga la degeneración muscular de la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) con células del propio paciente extraídas de la médula ósea.
También ha dirigido recientemente un estudio que usa los ‘dientes de leche’ recién caídos de los niños como fábrica de células neuronales para terapias personalizadas dirigidas a los pequeños con enfermedades raras del sistema nervioso como el autismo, las leucodistrofias o el síndrome de Rett.
La entrada Niños infectados por covid en el embarazo, antes de las vacunas, presentan retrasos en el desarrollo cognitivo se publicó primero en EFE Salud.
Ciencia y Salud
Dátiles: nutritiva dulzura y moderado consumo

“Son tantas las propiedades de los dátiles, que ya desde la antigüedad, árabes, griegos, hebreos y egipcios, llamaban a la palmera datilera, que es el árbol del que proceden, el ‘árbol de la vida”, señala Laura Sánchez, experta en nutrición del Hospital Universitario La Luz Quirónsalud.
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación español (MAPA) explica que a raíz de las propiedades nutritivas de los dátiles, los fenicios llamaban a la palmera datilera ‘el árbol de Dios’, ya que se podía sobrevivir viajando por el desierto con un puñado de estos frutos, los cuales llegaron a América durante la colonización con las migraciones españolas.
La palmera datilera o palmera real (Phoenix dactylifera) es una especie notable dentro de su familia botánica, las arecáceas. Puede alcanzar los 20 metros de altura, tiene un tronco de 30 a 40 centímetros de anchura, está presente de forma natural en el norte de África y suroeste de Asia, y es cultivada en las riberas septentrionales del Mar Mediterráneo.
Su origen se atribuye al Norte de África y a Asia, aunque los historiadores no se ponen de acuerdo sobre este punto.

Alto contenido en vitaminas, minerales, fibra y azucares
La nutricionista Laura Sánchez señala que los dátiles destacan por su contenido en vitaminas y minerales.
“Son frutos ricos en potasio y magnesio, dos sustancias importantes para el sistema nervioso; en niacina (vitamina B3), que ayuda a mantener sanos el sistema nervioso, el aparato digestivo y la piel; y en fibra alimentaria, sustancia vegetal que contribuye a prevenir el estreñimiento; además de ser una buena fuente de energía”, puntualiza.
La morfología del dátil es ovalada y cuenta con una semilla interior y una pulpa pegajosa de color anaranjado marronáceo, todo envuelto en una piel brillante, según lo describe la experta del HULL.
Explica que “los dátiles Medjool y Deglet Noor son las variedades más frecuentes para el consumo”, y que “contrariamente a lo que muchos piensen, el dátil no es una fruta desecada, sino que este fruto se seca ya en el propio árbol con el sol, para después ser recolectado” .
“Consumir hasta tres dátiles al día puede ser un perfecto tentempié para nuestro día a día, y lograr todos sus beneficios nutricionales”, subraya.
Precauciones y contraindicaciones
Destaca que este fruto puede ser una importante alternativa como condimento para quienes quieran endulzar sus platos de la manera más saludable, evitando los azúcares blancos o edulcorantes, aunque en el caso de padecer diabetes, se aconseja restringir su consumo.
A la hora de incorporar los dátiles a tu dieta, “debes tener en cuenta que aunque es un alimento saludable, tiene un alto contenido en azúcares, por lo que no hay que consumirlo en exceso, porque puede ser contraproducente”, advierte.
“Al ser un alimento nutritivo, con alto contenido en azúcares, los dátiles, no están indicados para personas con problemas renales y/o con problemas en la metabolización de los azúcares”, señala la nutricionista.
Sánchez indica que, al igual que ocurre con los zumos, no es igual consumir los dátiles enteros que triturados, ya que cuando se trituran, desaparece la fibra y aumenta la cantidad de azúcar en el producto final que se ingiere.

Dátiles, beneficiosos para la salud cardiovascular
El consumo moderado de dátiles puede ser beneficioso para el corazón, ya que uno de los minerales más destacados que contiene, el potasio, ayuda a reducir el riesgo de patología cardiovascular y la presión arterial, según la especialista.
Y para la piel y el cabello
Las propiedades antioxidantes de estos frutos, “favorecen la salud a la piel y el cabello, confiriéndoles un aspecto más brillante y sano; y son determinantes a la hora de reducir la inflamación del cuerpo y prevenir ciertas enfermedades”, agrega Sánchez, destacando que estos frutos son ricos en potasio, hierro, calcio, magnesio y otras vitaminas del grupo B, C y A.
Sin olvidar la microbiota, los huesos y el cerebro
Los dátiles también contienen abundante fibra, compuesto vegetal que aporta saciedad, “algo fundamental para quien quiera bajar peso”, además de mejorar la microbiota (conjunto de microorganismos beneficiosos) del intestino y nuestra salud intestinal en general; evitar el estreñimiento; y ayudar a prevenir enfermedades, incluso ajenas al tracto digestivo, puntualiza.
Estos dulces frutos destacan por su alto contenido de minerales, como magnesio, fósforo, y calcio, que claramente pueden contribuir a mantener nuestra salud ósea, añade la nutricionista.
Asimismo, “el alto poder energético y la riqueza en antioxidantes de los dátiles, pueden ayudar a reducir la inflamación en el cerebro, y a prevenir patologías neurológicas”, asegura Sánchez añadiendo que también “se sabe que el consumo de estos frutos puede favorecer una mejor función cognitiva”.
Tipos y consejos para conservar los dátiles
Laura Sánchez señala que en función de los tiempos de maduración, lo cual hace que varíen su textura y consistencia, los dátiles se clasifican en tres categorías: blandos, semisecos y secos.
Explica que “independientemente de su categoría, todos tienen un alto porcentaje de azúcares, en torno a un 60%, por lo que son una importante fuente de energía.
Por otra parte, “los dátiles blandos son los más húmedos y los que más azúcares tienen. Los semisecos son carnosos y jugosos, mientras que los secos son más duros y secos”, describe.
Además de los Medjool y Deglet Noor, los más frecuentes, “hay cientos de variedades de dátiles, con diferentes colores, formas, texturas y sabores, como Halawy, Barhi, Mozafati, Zahidi, Sukkari, Khadrawy y Hayani, así como los dátiles Piarom, también conocidos como Maryam o ‘dátiles chocolate’, que son los más caros y lujosos del mundo”, puntualiza.
Para comprar dátiles de buena calidad, Sánchez recomienda asegurarse de que “a simple vista presenten un color marrón-negro brillante y jugoso; que no estén demasiados arrugados ni secos; y que no tengan manchas blancas, que indicarían que su azúcar se ha cristalizado, ni tampoco negras, que indicarían la presencia de moho”.
Otro aspecto que “debemos tener en cuenta es que el embalaje o envase de los dátiles esté bien cerrado y sin golpear”, añade.
Respecto de cuál es la mejor forma de conservar estos frutos, señala que “los dátiles blandos y semisecos necesitan refrigeración (incluso algunas veces congelación para conseguir que duren más), mientras que los secos se pueden almacenar a temperatura ambiente”.
“Los dátiles se pueden consumir al natural o utilizar en recetas dulces y saladas. ¿A qué esperas para consumirlos?”, concluye.
La entrada Dátiles: nutritiva dulzura y moderado consumo se publicó primero en EFE Salud.
-
Newswire2 días
ROYAL CARIBBEAN PRESENTA STAR OF THE SEAS, LAS MEJORES VACACIONES FAMILIARES
-
Innovación y Tecnología3 días
Google revisa sus tarifas de Play Store en un intento por evitar posibles multas de Bruselas
-
Ciencia y Salud3 días
Los efectos en la salud del humo de los incendios puede aparecer años después
-
Newswire3 días
Monato obtiene 13 millones de dólares en ronda semilla para impulsar una nueva era de infraestructura financiera en México
-
Ciencia y Salud3 días
¿Por qué en verano aumentan las lesiones de espalda? 10 consejos para esquivarlas
-
Ciencia y Salud3 días
En verano, protégete de los hongos en los pies con estos sencillos pasos
-
Mundo Economía2 días
La UE y Estados Unidos concretan detalles de su acuerdo comercial, con un arancel básico del 15% a los productos europeos
-
Mundo Política2 días
¿Pueden las catástrofes climáticas superar las diferencias políticas en Europa?