“Una relación no monógama es aquella en la que ambos miembros de la parejaacuerdan poder tener sexo sin amor con otras personas (swinger y liberales) o poder enamorarse, incluyendo también el sexo (poliamoros@s y anarquistas relacionales)”, explica Cecilia Bizzotto Echerri, socióloga y sexóloga.
“Pero debe quedar claro, sin lugar a la duda, que las relaciones abiertas no son infidelidades consentidas; tampoco una excusa para acostarse con un montón de gente. Este tipo de relación es una manera más de vincularse con otras personas a nivel afectivo o sexual”, aclara y desmitifica.
La monogamia, que Cecilia Bizzotto adjetiva como “amor Disney“, es una norma, escrita o no en el viento, donde se establece que las relaciones de pareja se tienen que basar en la exclusividad afectiva y sexual… Y si fuera posible desde que sus ojos bisoños entrecrucen las miradas hasta el final de los días.
“Esta idea romántica implica que la pareja monógama está por encima de otras relaciones, como tus amistades, tu familia, tus colegas del trabajo o un inesperado encuentro. Es la idea mil veces repetida de nuestra media naranja o de esa frase que asegura que el uno no puede vivir sin el otro”, expone Cecilia Bizzotto.
No monogamia o monogamia, relaciones de pareja abiertas o cerradas
Este taller de sexualidad, iniciación a las relaciones abiertas en la pareja, o no monogámicas, impartido sin límetes por Cecilia Bizzotto, nos vale a todas y todos para comprender las diferentes formas de amar a los demás y a nosotr@s mism@s, sea cual sea el género que se adecúa a nuestra propia percepción física y mental.
“Antes de nada, observaréis la cantidad de etiquetas que se utilizan hoy en día para definir y contextualizar las relaciones de pareja no monógamas”, comienza su exposición la socióloga… Y pone un ejemplo muy gráfico, extraído del diálogo de la película “Poliamor para principiantes”:
¿Este lenguaje es una moda? ¿Qué le pasa a la gente que habla con estas palabras? ¿Es una forma prepotente de identificarse y diferenciarse de las personas monógamas?… Ni lo creo ni lo pienso, reafirma.
Soy una gran defensora de las etiquetas, que no son otra cosa que hablar de conceptos, de un sistema que nos guía sin opresión, puesto que aquello que no se nombra no existe.
Aquí es necesario recordar que en una relación monógama no se necesita dar explicación alguna de sus conceptos o describir sus características básicas.
En la pareja monógama se da por hecho la exclusividad afectiva y sexual, sin tipologías o variantes que socaven la fidelidad absoluta de la relación, establecida con o sin matrimonio o documentos que la acrediten moral y legalmente.
Las parejas abiertas habitamos en la disidencia, en la normal anormalidad.
Las etiquetas, por tanto, nos ofrecen ventajas por conocer a otras personas, para crear comunidades de intereses compartidos, para buscar información y referentes sociales con los que avanzar por nuestro propio camino, sin obstáculos de ningún tipo.
A partir de ahí, con ese mapa sociogramatical, podréis hacer lo que os plazca, como destrozarlo o rehacerlo con nuevas etiquetas para redefinir vuestra propia ruta vivencial.
¿Qué es una relación de pareja abierta?
Las relaciones abiertas se entienden como sinónimo de las relaciones de pareja no monógamas. Son relaciones éticas y consentidas, definidas por una comunicación transparente y asertiva entre l@s dos integrantes de la pareja, sin exclusividad afectiva y sexual.
Es decir, nos permitimos acostarnos con una tercera persona o con más de una al mismo tiempo, pudiendo mantener relaciones emocionales, afectivas y románticas o sólo encuentros sexuales, sean esporádicos o periódicos.
Y subrayo que es una relación ética en tanto que es un pacto consciente, consensuado, dentro de la pareja. En las relaciones abiertas no existen las infidelidades, entendidas así desde el punto de vista de las parejas monógamas.
Las relaciones abiertas no se construyen negando la monogamia, algo que nos causaría una profunda tristeza. Simple y llanamente nuestro rumbo difiere hasta los 360º respecto al imperativo social predominante, donde reina una pretendida exclusividad afectiva y sexual.
A modo de ejemplo, esta imposición monogámica, escrita o no en el viento, se abastece de la inmensa mayoría de las obras literarias publicadas o de un sinfín de películas enmarcadas en los géneros cinematográficos.
Esta idea de la fidelidad nos impide demostrar, incluso, sentimientos románticos más allá de la pareja… Y si los sintiéramos o nos rondaran por la cabeza estaríamos incurriendo en un acto de infidelidad… Y la fidelidad es el pacto fundamental que sienta las bases de la monogamia.
Tanto es así que el sólo hecho de tontear o coquetear con otra persona a través de las redes sociales, como Instagram, se convertiría en una ruptura tácita de la fidelidad de la pareja tradicional.
Esta relación cerrada es lo que yo denomino amor Disney… Y no lo adjetivo como romántico porque sonaría muy bonito.
Con el amor Disney quiero describir la fantasía cultural impuesta por la sociedad en la que hemos sido educadas las mujeres y los hombres, cuyo único fin es y será perpetuar las relaciones de pareja monógamas.
Esta idea implica que la pareja siempre estará por encima de otras relaciones humanas, como tus amistades o tu familia. Es la idea de encontrar a nuestra media naranja y de no poder vivir sin él o sin ella… Ese es el amor Disney.
En la monogamia se da por sentado que nos debemos vincular con una sola persona y no existe alternativa posible.
Si me enrollo con alguien, abandonaré, de repente y sin mayor problema, a mi mejor amiga de la infancia, la juventud o la madurez con la que he compartido hasta mis sueños… No es tan importante como mi nuevo proyecto de futura pareja.
Siempre se privilegia a esta persona monógama por encima de todas aquellas que nos rodean compartiendo nuestro devenir diario, como tus amistades, tus colegas del trabajo, tu familia o esa que conoces esperando en la antesala del teatro.
Es la idea mil veces repetida de nuestra media naranja.
Somos seres incompletos y nos topamos con esa persona ideal, maravillosa, que tiene todo lo que yo no tengo. Porque si yo soy insegura, él es fuerte y valiente… Si yo soy un poquito tonta, él es más listo… Si a mí me gustan las ciencias a él le gustan las letras… Yo no puedo vivir sin él y él, por supuesto, sin mi.
¡Que quede claro, chicas!: si no tenemos pareja monógama, aunque disfrutemos de un montón de amigas, tu vida es y será una mierda porque no tendrás novio, no te podrás casar, no firmarás una hipoteca, no te quedarás embarazada, no tendrás perro que acompañe a tu familia o no serás abuela…
Y el éxito en la vida con esta escalera social sólo se alcanza si tienes una pareja cerrada, mejor con documentos que lo acrediten… Cada pasito firme con nuestro príncipe o nuestra princesa nos llevará, presumiblemente, a una relación plena y feliz… Hasta que la muerte nos separe.
Este panorama cultural impuesto no es desdeñable para todo aquel lo prenteda o desee. La crítica a la monogamia obedece a que, para el resto, ha sido como comer lentejas, o las quieres o las dejas.
Desde la no monogamia presentamos alternativas, siempre insuficientes
Las personas no monógamas cuestionamos esta estructura relacional y todos sus mandatos con el fin de elegir aquellos vínculos que nos hagan más felices y plenas.
Quizás yo quiera que habitar contigo o quizás no… Quizás quiera tener hij@s contigo, pero quizás quiera tener hij@s con mi mejor amiga o con “whatever“.
Y quiero aclarar una cuestión primordial: la no monogamia no va sólo de follar con un montón de gente, aunque lo pueda parecer, también está centrada en deconstruir los imperativos de la monogamia y sus ideales.
De hecho, si no deconstruimos esta estructura granítica, acabaríamos consumiendo un montón de cuerpos, follando mucho, pero sufriendo excesivamente.
La deconstrucción de esos valores monogámicos, quien así lo desee, sin imposición alguna, nos ofrecerá una vida en un nuevo marco cognitivo, educativo y social.
En las relaciones múltiples no se puede vivir el amor desde la posesión del otro. Por ejemplo, los celos típicos de la monogamia no tienen cabida en la no monogamia o, en el peor de los casos, estarían bajo un autocontrol incondicional. De suceder lo contrario, ella o él lo pasaría fatal.
Tipología Bizzotto de las relaciones abiertas en la pareja
Las relaciones no monógamicas se dividen en dos tipos principales: por un lado, las relaciones de pareja que sólo son abiertas en el plano sexual; y por el otro, aquellas que, además del sexo, conllevan una faceta emocional, con puertas más o menos restrictivas.
Se parte de la idea de que el sexo y el amor son asuntos diferentes. Es un binomio que se rompe, puesto que yo tener sexo sin sentir ningún tipo de afecto por la otra persona con la que me estoy enrollando o acostando. Privilegio a mi pareja en mi corazón.
Aquí se sitúan las parejas “swingers” y las parejas liberales.
Los swingers acuerdan ver o disfrutar de otras personas sexualmente siempre que su pareja esté presente en el encuentro, sea con un tercero o un número indeterminado de mujeres y hombres.
Los liberales no se condicionan a la presencialidad. Su pareja disfrutará del sexo con un tercero o un grupo de personas… Mañana yo he quedado con Pepita y tú con Manolito… Aunque nada ni nadie impiede que también esté presente la otra parte del binomio libera.
Ambos, swingers y liberales, siempre buscarán la exploración sexual sin aportar afectos.
Quizá estéis pensando que separar amor y sexo es una quimera, que es un poco difícil de conseguir, ya que para muchas personas la sexualidad en pareja involucra a las emociones… Esas personas que dudan son, generalmente, las que se vinculan desde el poliamor.
Las relaciones abiertas poliamorosas podrán ser jerárquicas y no jerárquicas. En ambos casos se disfruta del sexo y del amor con terceras o más personas.
En el poliamor jerárquico se privilegia a una persona o a un grupo de personas, por ejemplo, una trieja con la que alcanzamos acuerdos, por ejemplo, un pacto de fluidos: entre sus componentes no se utilizan preservativos y otras medidas profilácticas (más allá de la higiene personal que nos obliga a tod@s).
En este caso, hablaríamos de infidelidad si algun@ rompe el pacto de fluidos; o, si fuera parte del acuerdo, cohabitar con otra persona, destinar más tiempo a otras compañías o practicar sexo anal.
La clave de esta forma de vincularse, sea una pareja o una trieja, la buscaremos en la fidelidad y autonomía frente al resto de vínculos externos.
Las poliamorosas no jerárquicas no se aferran a este tipo de pactos por discrepancia ética… Yo quiero poner a todos mis vínculos en igualdad de condiciones y ninguno disfrutará de privilegios por encima de los demás. No hay límites fuera de la pareja o la trieja.
Por último, las personas anarquistas relacionales.
En mi opinión, y en la realidad, no es en sí misma sólo una forma de vincularse con otr@s: consideran que no existen las jerarquías y nadie de la pareja indicará con quién se puede o no mantener relaciones afectivas y sexuales.
Este tipo de parejas se sitúan a nivel ideológico y sus relaciones abiertas van mucho más allá: señalan a la monogamia como imposición cultural, algo que ha trascendido desde las formas tradicionales de vincular a las personas a todos los niveles de la sociedad, delimitando expectativas.
Por ejemplo, si eres mi vecina mi vinculación será menor que si eres mi mejor amiga, con la que me involucraré en mayor medida… Si eres mi padre, más que si eres mi tía o mi suegro… Los anarquistas se cargan la estructura sexo y amor desde una perspectiva política.
Y recalco, la no monogamia no es menor que la monogamia. No somos “superguais”… Sería terrible auto imponernos calificativos que nos hagan caer en las mismas trampas que a las parejas monógamas que nos observan con soberbia moral e intelectual.
Tampoco es preferible establecer que un tipo de relación abierta es mejor que otra. Cada persona tiene que elegir la opción que se adecúe a sus necesidades, sus capacidades, su momento vivencial, su salud o su capacidad financiera.
Taller sexual: ¿Qué no son relaciones abiertas?
Pongamos azul sobre amarillo en nuestra cabeza y nuestro músculo cardíaco la siguiente verdad: las relaciones de pareja de carácter abierto no son infidelidades consentidas y nada tiene que ver con este calificativo generado en el único modelo de la relación monógama.
El fundamento vital de una relación abierta es la comunicación constante, la transparencia, el consentimiento y la asertividad: la gente piensa que follamos muchísimo, pero esto no vaya a follar, sino de hablar mogollón.
Si folláis sin parar, estupendo; pero no vengas a esta estrella de nuestra galaxia pensando en el sexo por el sexo. Aquí es necesario deconstruir tus ideales del amor romántico y desembarazarse de los celos, gestionar las inseguridades y sentirte acompañad@ en todo el proceso.
Además, cabe decir que no existen las personas perfectas no monógamas, como sucede también en la monogamia. No podéis pensar que las parejas abiertas han nacido sin celos y son maravillosas. Es habitual que todo el mundo la cague, y yo la primera.
Si te embarcas en una relación abierta, no monóganama, debes abrir las puertas de sus camarotes en vez de cerrarlas. Y si fracasas en el intento no puedes sentir que eres una especie de mierda por no haber conseguido adaptarte a sus tiempos. Seguro que no era tu momento.
En este mismo sentido, ponerse metas es contraproducente… Camina por esta vereda ilusionante y déjate llevar sabiendo que puedes abrir la puerta de los swingers para luego ser una persona poliamorosa no jerárquica con tendencias anarquistas, para más adelante cerrarte en banda, ver crecer a tus hijos y, si se tercia, acabar tus días siendo un liberal apasionado.
Consejos del taller sexual en relaciones abiertas
Para empezar con buen pie, sea el izquierdo o el derecho, en las relaciones no monogámicas es prioritario que busquéis comunidades entre las personas que disfrutan de las parejas abiertas, referentes que os pondrán las cosas más fáciles, sobre todo cuando dudas hasta de tus principios.
Transitar por la monogamia es infinitamente fácil. Todo, absolutamente todo, hasta las películas Disney, están pensadas por y para, entre otras cosas, perpetuar las relaciones románticas con exclusividad sexual y emocional.
De hecho, ¿alguien conoce un solo caso de nacimiento de un bebé en el seno de una trieja?… Nos suena lejano, utópico, incluso demasiado bonito. Por eso nos faltan referentes y nos faltan comunidades donde apoyar nuestra cabeza cuando nos sentimos abatidos.
Es casi imposible conversar con gente no monógama… “Me siento fatal porque mi vínculo se ha ido con otra persona”… ¿Crees que una persona monógama te entenderá igual o mejor que otra no monógama que haya vivido situaciones parecidas?
A la vez, no forcéis a vuestras parejas a entrar en las habitaciones conceptuales de la no monogamia. Si tu chica o chico demuestra alguna inseguridad no le provoques ansiedad con tu ritmo vital. No os convienen las obligaciones porque luego llegarán los reproches, los famosos “y tús”. La calma es tu aliado.
Buscad ayuda profesional, que siempre es algo bueno. Y no digo que necesariamente tenga que ser una sexóloga especializada, que yo lo soy, sino porque creo que muchas veces este tipo de relaciones de pareja son realmente difíciles y complicadas, como sucede en ciertos casos monogámicos.
Y aunque os pinten de colores este mundo y suene el estribillo de la maravillosa música del placer, no es de recibo sufrir más de la cuenta, castigarnos y culpabilizarnos si no conseguimos el éxito de una relación de pareja abierta. Bastante tenemos con intentar ser felices en esta vida sin hacer daño a nadie.
Cecilia Bizzotto Echerri, mujer, socióloga y sexóloga, colaboradora de EFEsalud.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció como nuevo estándar global que toda mujer con sospecha de cáncer de mama reciba un diagnóstico integral en un máximo de sesenta días, con el objetivo de reducir la mortalidad por esta enfermedad que cada año causa más de ocho mil muertes en México y afecta a 31.000 mujeres con nuevos diagnósticos.
El indicador, que hace parte del Índice de Calidad de la Atención del Cáncer de Mama (BCCQI, por sus siglas en inglés), busca transformar la atención sanitaria desde la detección temprana hasta el seguimiento integral, para fortalecer la capacidad diagnóstica, garantizar continuidad en el tratamiento y asegurar que al menos un 60 % de los casos invasivos se identifique en etapas I o II, donde hay más posibilidades de curación.
“La meta de sesenta días representa un cambio estructural que exige reorganizar los servicios de salud y mejorar la coordinación entre niveles de atención”, explicó el director médico de AstraZeneca México, el doctor Ramsés Hernández, que respalda la estrategia de la OMS por su potencial para salvar vidas y reducir la carga económica y emocional asociada al diagnóstico tardío.
La medida tendría un gran impacto en un contexto nacional donde la realidad muestra amplias brechas, pues, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) de México, el cáncer de mama sigue siendo la primera causa de muerte por cáncer en mujeres, con un aumento sostenido en grupos jóvenes: 63 muertes anuales entre los 20 y 29 años y 482 entre los 30 y 39 años.
Hacia una atención oportuna y equitativa
El BCCQI propone una hoja de ruta basada en cuatro dimensiones de calidad: detección temprana, diagnóstico oportuno, manejo integral y fortalecimiento de sistemas resilientes. Además de esto, se busca que más del 80 % de las pacientes complete su tratamiento y que se tenga una infraestructura y recursos para la atención continua.
“Se trata de sumar esfuerzos entre instituciones, fundaciones y el sector público para identificar el cáncer de mama cada vez en etapas más tempranas”, subrayó Hernández. “Mientras antes se inicie el tratamiento, mejores son las probabilidades de supervivencia y calidad de vida”, añadió
A diferencia de campañas centradas exclusivamente en la autoexploración, el nuevo modelo propone revisiones clínicas periódicas, mamografías, ecografías y pruebas genéticas como parte de una estrategia integral que permita detectar la enfermedad antes de que avance. Según la OMS, al tratarse de una detección temprana la mortalidad podría reducirse en hasta en un 30 %.
EFE/Sáshenka Gutiérrez
Desde la perspectiva de la investigación biomédica, la innovación también tiene un papel clave en cumplir los estándares fijados por la OMS. AstraZeneca destacó que el desarrollo de terapias dirigidas y medicina de precisión están modificando el curso clínico del cáncer de mama al actuar directamente sobre el tumor.
“Antes las quimioterapias eran sistémicas; ahora, al combinarse con anticuerpos monoclonales, se dirigen específicamente al tumor, lo que representa un avance sustancial en eficacia y tolerancia”, explicó Hernández. AstraZeneca mantiene colaboraciones con instituciones públicas, investigadores y organizaciones de pacientes para fortalecer la adherencia al tratamiento, uno de los mayores desafíos identificados por el índice internacional.
“La adherencia comienza con la confianza: cuando la paciente entiende su diagnóstico, sigue las indicaciones médicas y tiene acceso continuo a los servicios, los desenlaces son mucho mejores”, añadió el investigador.
Especialistas coinciden en que alcanzar el diagnóstico en menos de dos meses no solo es una meta médica, sino también de gestión sanitaria y justicia social. La atención tardía no solo incrementa la mortalidad, sino que multiplica de diez a sesenta veces los costos económicos frente a la inversión en prevención y detección temprana, según estimaciones de la revista científica BMJ Global Health.
Con la implementación de este modelo, México podría acelerar su alineación con las metas de la OMS para 2030: reducir en un 25 % la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles, mediante el acceso equitativo, la innovación tecnológica y la atención oportuna.
** La Agencia EFE contó con el apoyo de AstraZeneca para la difusión de este contenido.
Días más cortos. Días más fríos. El invierno se acerca y complica las rutinas de actividad física al aire libre. Una serie de rutinas en casa puede ayudar mucho a la mejora de la fuerza, la movilidad y el bienestar general. Sanitas Mayores, a través de un comunicado, recomienda una serie de pautas porque, explica, es fundamental reanudar la práctica física de forma regular y progresiva.
Estas rutinas de ejercicio son importantes para prevenir molestias o caídas, y además, favorecen la circulación, mejoran la postura y afinan la coordinación, ya que se componen de ejercicios de fuerza, estiramientos y movilidad articular.
Daniel Rivas, entrenador personal de Blua de Sanitas, incide en que “las micro-rutinas indoor son una herramienta eficaz para volver a moverse sin forzar el cuerpo” al tratarse de una combinación de ejercicios de «fuerza, equilibrio y movilidad» que activan la musculatura y aumentan la energía «incluso de quienes lleven tiempo sin entrenar».
Recalca que “permiten trabajar el cuerpo en casa, adaptando los movimientos al estado físico de cada persona y sin necesidad de material especializado”.
CIBER/EFE
En el mismo sentido, Miriam Piqueras, directora médica de Sanitas Mayores, añade que “el simple hecho de moverse cada día estimula la mente, fomenta la interacción social y ayuda a mantener una actitud más activa durante el envejecimiento”, haciendo que se refuerce la confianza y el estado de ánimo.
Pautas claves para retomar el ejercicio
Los especialistas de Sanitas Mayores aconsejan adoptar las siguientes directrices para retomar la actividad física de manera segura y efectiva:
Mantener una progresión controlada. Desde Sanitas destacan que es importante empezar con rutinas cortas, de 10 a 15 minutos al día, e ir aumentando la duración e intensidad para evitar sobrecarga y molestias mientras la musculatura y las articulaciones recuperan el tono.
Ejercitar los movimientos funcionales. Se trata de recuperar la agilidad realizando ejercicios que imiten acciones cotidianas, además de fortalecer los músculos implicados en este tipo de movilidad.
Trabajar en espacios adecuados. Realizar ejercicios en un entorno tranquilo, seguro y apacible ayuda a la concentración y la continuidad de la rutina. Los especialistas recomiendan retirar objetos que estorban, una buena iluminación y utilizar una colchoneta o esterilla.
La importancia de escuchar a tu cuerpo. Es fundamental aprender a diferenciar entre un esfuerzo beneficioso y una sobrecarga para evitar lesiones y asegurar una práctica segura.
El factor más trascendente: la constancia. Incorporar pequeñas rutinas de ejercicio diarias, incluso de pocos minutos, optimiza la fuerza, la movilidad y la circulación. Integrar la actividad física en las tareas cotidianas mantiene el cuerpo de forma completa.
El móvil como una extensión de su cuerpo. El móvil siempre con él o ella en su habitación, en el cuarto de baño, en el salón. Brilla mientras desayuna, come, cena, ve la televisión, estudia, hace sus necesidades. La sensibilidad sobre el mal uso del ‘smartphone’ se expande porque son conocidos sus efectos nocivos en menores, de ahí las prohibiciones o restricciones en el colegio o en el instituto. ¿Y en casa? Quizá convenga recordar algunos límites aconsejables. Por eso, este mapa. Un mapa de ‘nouso’.
Mirar el teléfono en la cama, antes de dormir, perjudica el descanso; usar el móvil en el water arriesga una evacuación saludable; usarlo en pleno estudio, o incluso tenerlo en la mesa al alcance, torpedea la concentración; usarlo mientras dura el almuerzo, en familia, obstaculiza la comunicación. Cuatro supuestos muy generalizados en la actualidad. Cuatro lugares de la vivienda.
Los/las adolescentes pasan mucho tiempo frente a las pantallas de sus teléfonos, se suceden los informes que lo advierten, pero este mapa no es sólo para ellos/as. A ese padre o madre, a la población adulta en general que se pone a hacer ‘scroll’ tras acostarse, antes de apagar la luz, también les interesa.
Para su configuración EFE Salud ha contado con la aportación del psicólogo sanitario en el Instituto Centta Alfonso Méndez. Esto es lo que nos ha contado.
La cama
Una premisa antes de entrar en los porqués de lo perjudicial que es usar el móvil antes de dormir, sobre todo en la infancia y en la adolescencia. Dice Méndez: “Puede interferir significativamente en el descanso”.
Dos razones:
1. “La luz azul emitida por las pantallas retrasa la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño, haciendo que conciliar sea más difícil”.
2. “El contenido que se consume —ya sean redes sociales, vídeos o mensajes— mantiene el cerebro en estado de alerta y lo estimula emocionalmente, lo que dificulta la desconexión necesaria antes de dormir”.
EFE/J. P. Gandul
Para un adolescente, apostilla el psicólogo, la “sobreestimulación” es más acusada porque “el cerebro está en pleno desarrollo y resulta más sensible a los estímulos digitales”.
La mesa de estudio o de trabajo
¿Un examen? Toca estudiar. Toca estar concentrado. El móvil no ayuda. ¿Un informe sobre los objetivos del departamento de la empresa? Toca trabajar. Toca concentración. El móvil no es buen aliado aquí.
Según destaca Méndez, no ya usar el teléfono, sino tenerlo al alcance de la mano, mientras estudias o trabajas, “reduce notablemente la capacidad de concentración, incluso cuando no se utiliza de forma continua”.
“La simple presencia del dispositivo o la expectativa de recibir notificaciones genera distracciones cognitivas muy perjudiciales porque además de interferir con la tarea, amplifica sentimientos de baja autoeficacia”, profundiza el especialista, quien puntualiza que “cada interrupción implica un esfuerzo adicional para retomar la atención y reorganizar la información, lo que disminuye la eficiencia”.
Una adolescente estudia en su habitación durante los días de confinamiento en Lisboa, en abril de 2020.EFE/EPA/MANUEL DE ALMEIDA
Otro inciso fundamental dirigido a la adolescencia: Como “aún están desarrollando su autocontrol y hábitos de estudio, mantener el móvil fuera de alcance favorece una mayor inmersión en la tarea y un aprendizaje más profundo”.
La mesa comedor
Destaca Méndez que “comer y cenar en familia tiene un valor psicológico y emocional importante”, entre otros motivos porque “estos momentos fortalecen los lazos afectivos, fomentan la comunicación y ofrecen un espacio para compartir experiencias cotidianas”.
El móvil, en un paisaje así, no pinta nada. “Cuando el móvil está presente, la atención se dispersa y se pierde la oportunidad de conexión real entre los miembros del hogar”.
Interior de una casa ecológica construida por Carmen Domínguez para el Show Internacional de Constructores de 2007.EFE/Gerardo Mora
Dejarlo en el bolsillo es una opción, pero no la idónea. “Dejar los dispositivos fuera de la mesa no solo mejora la calidad de la convivencia, sino que también ayuda a crear un ambiente de respeto, escucha y presencia”, sentencia el profesional.
El inodoro
Las razones que aconsejan evitar el uso y contemplación del móvil mientras te sientas en el wáter son de otro cariz.
Hace una semanas EFE Salud publicaba los consejos del jefe jefe de la Unidad de Proctología Avanzada del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa de Sevilla, Fernando de la Portilla, quien indicaba que permanecer en el inodoro más de diez minutos aumenta la presión sobre las venas rectales y anales.
Imagen de un inodoro en la Feria Valencia de 2013. EFE/ Juan Carlos Cárdenas
No es algo saludable porque puede provocar la aparición de hemorroides, el desarrollo de prolapso rectal o disfunción del suelo pélvico, añade. Por si fuera poco, sostiene el médico, “permanecer sentado en el inodoro causa estancamiento venoso, es decir, dificulta el retorno sanguíneo».
¿Y dónde está la influencia del móvil? Pues en la distracción. Uno/a mira y mira ese video, ese reel, ese post. Uno/a se pone a chatear… Y los diez minutos se superan en un visto y no visto.