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Mundo Política

¿Por qué no se ha firmado un (verdadero) «acuerdo comercial» entre la UE y Estados Unidos?

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Bruselas (Euractiv,com/.es) – El polémico acuerdo comercial firmado el pasado domingo entre la Unión Europea (UE) y Estados Unidos en Escocia ha levantado ampollas, suscitado duras críticas, y dejado más preguntas que respuestas en el bloque comunitario, según opinión coincidente de analistas y expertos. 

«Si cerramos un acuerdo hoy con la Unión Europea, será el final», aseguró el pasado domingo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, apenas una hora antes de que el bloque acordara el «mayor acuerdo comercial de la historia» -según Bruselas- con su mayor socio comercial.

«Pasaremos, supongo, varios años, al menos, antes de tener que volver a negociarlo», agregó Trump.

No es la primera vez que el vaticinio del presidente estadounidense resulta totalmente erróneo.

De hecho, funcionarios estadounidenses han admitido abiertamente desde entonces que aún quedan por pulir aspectos clave del acuerdo, según el cual la mayoría de los exportadores de la Unión Europea a Estados Unidos tendrán que soportar un gravamen general del 15%.

«Aún queda mucho por negociar», declaró el martes a la cadena CNBC el Secretario estadounidense de Comercio,Howard Lutnick. Los impuestos de la UE a los servicios digitales, la presunta «agresión» -según Trump- de la Comisión Europea a las empresas tecnológicas estadounidenses y los aranceles de Estados Unidos al acero y el aluminio siguen «sobre la mesa», añadió.

Para corroborar la afirmación de Lutnick, la semana pasada Bruselas y Washington publicaron comunicados de prensa separados sobre el acuerdo que en algunos puntos se contradicen directamente entre sí, por ejemplo sobre si parte de los 8.000 millones de euros de exportaciones de acero y aluminio de la UE a Estados Unidos estarán exentos del arancel del 50% de Trump (la UE dice que sí, Washington que no).

Otros puntos de desacuerdo -o profunda incertidumbre- son el calendario para la imposición de aranceles a las exportaciones farmacéuticas de la UE por valor de 120.000 millones de euros, si el alcohol estará exento de aranceles, y cómo -o si- Bruselas «agilizará» el procedimiento de certificación sanitaria de la carne de cerdo y los productos lácteos estadounidenses.

El portavoz de Comercio de la Comisión, Olof Gill, admitió este martes que existen esas  discrepancias, pero sugirió que se «aclararían» en una declaración conjunta UE-EE.UU. no vinculante jurídicamente que Bruselas «espera tener lista muy pronto».

Por otra parte, funcionarios y diplomáticos de la UE aseguran que se han producido numerosos contactos entre funcionarios de la Comisión y el equipo de Trump desde el pasado  domingo, una afirmación corroborada por Lutnick en la entrevista en la CNBC.

En ese sentido, varios Estados miembros de la UE, entre ellos Francia, se están preparando para nuevas negociaciones.

«Francia siempre ha mantenido una postura firme y exigente. Este no es el final de la historia, la negociación tiene que continuar», aseguró el presidente, Emmanuel Macron a sus ministros tres días después de la firma oficial del acuerdo.

Un acuerdo sólo de nombre

«Los interrogantes reflejan el plazo extremadamente corto y lo caótico del acuerdo, si se le quiere llamar así, porque en realidad no es un acuerdo», comenta Arthur Leichthammer, investigador de política geoeconómica en el Centro Jacques Delors.

«Es sólo un anuncio, o un acuerdo informal», agrega el investigador.

Para Leichthammer las disparidades de interpretación del texto no son fortuitas, sino que constituyen un pilar crucial de la estrategia negociadora de Trump.

«Hay muchos flecos sin aclarar que Trump podría usar como apalancamiento futuro, sobre el que podría dar marcha atrás si quiere», subraya.

Por su parte, Jean-Luc Demarty, ex director general de Comercio de la Comisión Europea, advierte de que la aceptación por parte de Bruselas de un «acuerdo» en el que quedan tantas cosas por negociar «no es un buen método».

Sin embargo, subraya que Trump no «respetaría necesariamente» el acuerdo aunque sus términos fueran meridianamente claros, y recuerda la decisión de renegar de un acuerdo firmado en 2018, cuando Jean-Claude Juncker era presidente de la Comisión.

«Teníamos una declaración conjunta en la que se suponía que íbamos a entablar una negociación arancelaria [sobre] bienes industriales, sin productos agrícolas», explica Demarty a Euractiv.

«Fue aceptada por Trump. Y después de unos meses, Trump nos dijo: ‘Lo siento, chicos. Necesitamos que entren los productos agrícolas’ Así que incluso con una declaración, no cambia mucho», agrega.

Detalles arriesgados

Algunos analistas advierten de que los pasajes más específicos del acuerdo –que incluyen promesas de la UE de comprar energía estadounidense por valor de 750.000 millones de dólares e invertir 600.000 millones de dólares en infraestructura estadounidense durante los tres años que restan de la presidencia de Trump– plantean riesgos potenciales.

Funcionarios de la Comisión aseguran que esas promesas, que en general se consideran poco realistas y que Bruselas no puede hacer cumplir legalmente, eran meras «proyecciones» que se basaban en las «intenciones muy claras» de empresas privadas.

Esas consideraciones han llevado a varios analistas, entre ellos al economista y Premio Nobel Paul Krugman a afirmar que Europa «tomó el pelo a Trump» durante las negociaciones.

«Lo que la UE prometió realmente en materia de inversión fue nada, Nichts, rien«, escribió Krugman el martes, al tiempo que añadió que la promesa de comprar más energía estadounidense tampoco «se va a concretar».

Otros analistas, sin embargo, advierten de que esas promesas podrían volverse en contra de Bruselas.

«Se trata de un punto de referencia concreto al que Trump puede remitirse, y eso plantea un riesgo», explica Leichthammer, al tiempo que recuerda que la declaración conjunta de 2018 acordada por la Comisión Juncker no contenía compromisos de compra o inversión numéricamente específicos.

«Dada la preferencia de Trump por los tratos constantes en lugar de por los acuerdos puntuales, puede volver y decir: ‘En realidad, habéis errado el tiro. Así que el acuerdo está muerto y vamos a hacer lo que queramos'», concluye el investigador.

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(Editado por Euractiv.com y Fernando Heller/Euractiv.es)

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Starmer se enfrenta a una revuelta laborista por el acercamiento a la UE

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Londres (Euractiv)- El primer ministro británico, Keir Starmer, se enfrenta a la rebelión de uno de sus más veteranos colegas laboristas sobre la relación del Reino Unido con Bruselas.

El secretario de Sanidad británico, Wes Streeting, declaró el domingo que el Reino Unido debería estrechar sus lazos económicos con la Unión Europea, unas declaraciones que se interpretaron ampliamente como un llamamiento a reincorporarse a la unión aduanera.

«La mejor manera de que nuestra economía crezca más es estrechar las relaciones comerciales con la UE», declaró Streeting. «Hemos sufrido un enorme golpe económico al salir de la Unión Europea».

Los sucesivos gobiernos británicos desde el Brexit han descartado volver a entrar en la unión aduanera, argumentando que dejaría a Londres incapaz de llegar a sus propios acuerdos comerciales e implicaría la firma de un montón de normas de la UE que sería incapaz de moldear.

Streeting dijo que permitir la libertad de circulación -una condición de la UE para el pleno acceso al mercado único- sigue siendo una línea roja para Londres. Sin embargo, la libertad de circulación no es un requisito previo para adherirse a la unión aduanera, como ilustra el caso de Turquía, que participa en una unión aduanera con la UE mientras sus ciudadanos no tienen derecho a vivir y trabajar en el bloque de los 27, y viceversa.

La amenaza Nigel Farage

Starmer ha rechazado repetidamente los llamamientos a estrechar lazos con la Unión Europea, consciente de que su probable principal contrincante en las próximas elecciones es Nigel Farage, cuyo partido populista y antiinmigración, Reform UK, está en las encuestas muy por delante del Partido Laborista.

Bajo el mandato de Starmer, los laboristas han adoptado una postura más enérgica frente a la inmigración y han desarrollado un prudente «reset» en sus relaciones con Bruselas, con el objetivo de mejorar la cooperación en ámbitos limitados, como la defensa y el programa de movilidad estudiantil Eramsus.

Streeting no es el primer miembro del Gobierno que plantea la idea de volver a la unión aduanera. A principios de mes, el viceprimer ministro David Lammy se refirió a los beneficios económicos que países como Turquía obtienen de su pertenencia a la unión aduanera, pero Starmer le contestó con una bofetada. Un portavoz de Starmer, citado por Sky News el lunes, volvió a descartar la reincorporación a la unión aduanera.

El partido Liberal Demócrata, favorable a la UE, ha defendido la pertenencia a la unión aduanera, pero sólo cuenta con un 3% en las encuestas.

Este año, la Unión Europea ha cerrado un acuerdo con Indonesia y un apretón de manos con Donald Trump, pero ha incumplido el plazo con la India y no ha logrado cerrar el acuerdo con Mercosur.

En cambio, el Reino Unido cerró un pacto comercial con la India y consiguió aranceles estadounidenses más bajos que la UE.

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(Editado por cs/Euractiv.com y Luis de Zubiaurre Wagner/Euractiv.es)

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PP y Vox arrasan en Extremadura con más del 60% de los votos pero Guardiola fracasa con la mayoría absoluta

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Madrid (Servimedia) – El Partido Popular ganó este domingo las elecciones autonómicas de Extremadura con 29 escaños pero fracasó en el objetivo de la candidata María Guardiola de alcanzar la mayoría absoluta para gobernar sin depender de Vox. De hecho, la formación de Santiago Abascal duplicó con 11 diputados los apoyos logrados hace dos años. Juntos, los dos partidos suman 40 de los 65 asientos en la Asamblea y superan el 60% de los votos de la región, según informó Servimedia, socio de Euractiv.

El PP adelantó los comicios ante la dificultad de aprobar los presupuestos autonómicos de esta comunidad para el próximo año, a la vista de las dificultades exhibidas durante la negociación con Vox. Pero el deseo de Guardiola no sólo se esfuma con las urnas sino que queda ratificado para los próximos cuatro años.

Guardiola apenas logró un representante más que en las anteriores elecciones de 2023, cuando empató con el PSOE a 28 diputados gracias al 38,78% de los sufragios. Ahora, asciende más de cuatro puntos hasta el 43,17% pero baja en 9.000 votos y queda lejos de la mayoría absoluta, fijada en 33 diputados, por el fuerte incremento de Vox.

No obstante, el PP arrasa en las dos provincias, con más de 16 puntos de ventaja sobre el PSOE en Badajoz y 19 en Cáceres. En votos la diferencia es aún más notable porque Guardiola supera los 228.000 votos en el conjunto de Extremadura frente a los 136.000 de los socialistas.

La presidenta de Extremadura y candidata del PP compareció poco antes de la medianoche en un hotel de Mérida para valorar el resultado: «Tenemos que estar muy contentos porque hemos ganado claramente las elecciones». «Ha ganado la confianza en la gestión, la seriedad y la sensatez». «Los extremeños han decidido muy claramente quién quieren que gobierne esta comunidad». «Pedimos más confianza y hemos obtenido mucha, mucha más confianza y lo queremos agradecer», señaló.

Guardiola presumió de vencer al PSOE por 11 escaños, más de 18 puntos y de conseguir que el PP sea la primera fuerza en 225 municipios. Por ello, sentenció, «que a nadie le quepa ninguna duda de que vamos a seguir liderando el cambio». «Las urnas han dicho claramente que no se bloquee Extremadura y tenemos la confianza mayoritaria para seguir con el cambio social y económico».

Apoyo o bloqueo de Vox

Las elecciones de este 21-D cambiaron muy poco el panorama de pactos en la Asamblea de Extremadura, pues Guardiola necesitaba hasta ahora el voto favorable de Vox en todas las votaciones parlamentarias y los 29 escaños conseguidos dejan la situación casi igual.

La diferencia radica en que Guardiola empató en escaños pero perdió en votos en 2023 con el PSOE de Guillermo Fernández Vara y entonces negoció el respaldo de Vox para poder ser investida presidenta, la primera mujer en alcanzar el poder en esta comunidad.

El PP cuenta en la nueva legislatura con más parlamentarios que toda la izquierda, 29 frente a los 18 del PSOE y los 7 de Unidas Podemos. Así que los 11 de Vox son clave en caso de votar en contra y generar otro bloqueo. En cambio, a Guardiola le valdría la abstención de la formación de Santiago Abascal.

Vox logra un nuevo récord en estas elecciones autonómicas al crecer en apenas dos años y medio de 5 a 11 diputados, con un auge fortísimo de ocho puntos hasta los 89.360 votos (+40.000). De este modo, duplica los resultados de la anterior cita con las urnas en escaños y porcentaje.

Además, Vox consigue ser el partido más votado de Extremadura en 11 municipios, en los que se sitúa por delante de PP y PSOE.

Hundimiento del PSOE

El fracaso es para el PSOE de Miguel Ángel Gallardo, que sufre un hundimiento en una comunidad que ha gobernado casi toda la democracia y en la que -excepto en 2011- siempre ha sido el partido político más votado.

Gallardo hizo añicos este domingo el legado de Juan Carlos Rodríguez Ibarra y de Guillermo Fernández Vara, al caer de 28 escaños a 18 en media legislatura. El PSOE pierde diez diputados y más de 100.000 votos, además de caer 14 puntos en porcentaje.

El candidato socialista admitió en rueda de prensa que «el resultado es muy malo» y aseguró que lo que «menos» le «preocupa» en su «futuro político», a pesar de que en un primer momento desechó dimitir tras cosechar el peor resultado de la historia de su partido en la región.

Adelantó que este lunes celebrará una reunión de la ejecutiva regional del PSOE para analizar «en frío» los resultados y «en las próximas semanas» decidir qué se hace. Además, dijo haber hablado con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en «una conversación lógica de personas que tienen una amistad, responsabilidades”. Precisamente, Sánchez expresó públicamente en sus redes sociales la felicitación a la popular María Guardiola por el triunfo y al candidato socialista «por el trabajo realizado».

Auge de Unidas Podemos

La alegría también llegó a la candidatura de Irene de Miguel de Unidas Podemos, que lideraba la coalición de extrema izquierda en Extremadura y que logró captar buena parte del apoyo progresista desencantado con el PSOE de Gallardo.

Unidas Podemos creció en tres escaños, al pasar de los 4 de 2023 a 7 en estos comicios, con un auge sustancial en porcentaje de voto, del 6,01% al 10,24%. De 14.119 votos hace apenas dos años pasó este domingo a más de 20.000 con un auge de 4 puntos mientras el PSOE se hundía con 37.000 papeletas menos.

Aún así, el crecimiento de la formación morada sirve de poco a la izquierda, puesto que la suma con PSOE alcanza únicamente 25 diputados en la Asamblea de Extremadura mientras que sólo el Partido Popular de María Guardiola tiene 29.

A partir de este mismo lunes, la ya presidenta en funciones de Extremadura iniciará una ronda de consultas con los demás partidos políticos para emprender las negociaciones para la constitución de la nueva Mesa del parlamento autonómico y el consiguiente debate de investidura. Guardiola necesita al menos la abstención de Vox o del PSOE para repetir mandato y, acto seguido, anunció que volverá a poner en marcha los contactos para aprobar unos nuevos presupuestos para esta región.

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(Editado por PAI/mjg/Servimedia y Fernando Heller/Euractiv.es)

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El Kremlin niega que se estén preparando conversaciones a tres bandas entre EE.UU., Ucrania y Rusia

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Moscú (agencias) – El Kremlin negó este domingo la posibilidad de conversaciones a tres bandas entre Ucrania, Rusia y Estados Unidos, al tiempo que los diplomáticos de los tres países reunían en Miami para tratar de poner fin al conflicto.

Ayer, sábado,  el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, afirmó que Washington ha planteado un formato trilateral, en lo que supondrían las primeras negociaciones cara a cara entre Moscú y Kiev en medio año, aunque expresó su escepticismo de que se logren avances.

«Por el momento, nadie ha debatido seriamente esta iniciativa y, que yo sepa, no está en preparación», declaró a la prensa el asesor de política exterior del presidente ruso, Vladimir Putin, Yuri Ushakov, según informan agencias de noticias rusas.

Tras revelar la propuesta tripartita estadounidense, Zelenski declaró el sábado a los periodistas que no estaba seguro «de que pudiera salir nada nuevo de ella», e instó a Estados Unidos a intensificar la presión sobre Rusia para poner fin a la guerra.

Sin embargo, Zelenski fue  más optimista este domingo, y comentó que las conversaciones «constructivas» entre los negociadores estadounidenses, europeos y ucranianos están «avanzando a un ritmo bastante rápido», al tiempo que advirtió  de que «mucho depende de si Rusia siente la necesidad de poner fin a la guerra de verdad».

«Desgraciadamente, las señales reales procedentes de Rusia son negativas: ataques a lo largo de la línea del frente, crímenes de guerra rusos en las zonas fronterizas y continuos ataques contra nuestras infraestructuras», escribió Zelensky en las redes sociales.

Un plan de 28 puntos

El enviado ruso, Kirill Dimitriev, llegó ayer sábado a Miami, donde están reunidos desde el viernes equipos ucranianos y europeos para entablar negociaciones con la mediación del enviado especial estadounidense Steve Witkoff y el yerno del presidente Donald Trump, Jared Kushner.

Dimitriev «volverá a Moscú, hará su informe y discutiremos qué hacer a continuación», dijo Uskakov.

El alto asesor del Kremlin declaró este domingo a la prensa que «no ha visto» la propuesta revisada de Estados Unidos para poner fin al conflicto.

El mes pasado Washington sorprendió a Ucrania y a sus aliados europeos al presentar un plan de 28 puntos para poner fin a la guerra, considerado en general como una cesión a las principales demandas del Kremlin, que desde entonces ha sido reformulado tras la participación de Kiev y la Unión Europea (UE).

Aunque poco se sabe de la última versión, se prevé que Kiev ceda parte del territorio -una perspectiva rechazada por muchos ucranianos- a cambio de garantías de seguridad estadounidenses.

Las tropas de Moscú siguen su ofensiva en el frente oriental. Putin elogió el viernes los avances territoriales del ejército ruso y amenazó con llevar a cabo más en las próximas semanas.

¿Llamada Putin-Macron?

La última vez que los enviados ucranianos y rusos mantuvieron conversaciones oficiales directas fue en julio, en Estambul, que desembocaron en el intercambio de prisioneros, pero no en avances concretos para detener los combates.

La participación de Rusia y la UE en las conversaciones de Miami es un paso adelante respecto a la situación anterior, cuando los estadounidenses mantenían negociaciones por separado con cada parte en lugares distintos.

Pero las tensas relaciones entre ambas partes tras casi cuatro años del conflicto más sangriento en Europa desde la Segunda Guerra Mundial han puesto en duda la posibilidad de conversaciones directas entre Ucrania y Rusia.

Rusia, que invadió Ucrania en febrero de 2022, afirma que la participación de la UE en las conversaciones sólo sirve para entorpecer el proceso.

Sin embargo, según afirma en una entrevista publicada este domingo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, Putin s eha mostrado  dispuesto a hablar con el presidente francés, Emmanuel Macron, sobre el conflicto.

Macron ha conversado hasta la fecha varias veces por teléfono con Putin para intentar convencerle de que frene la invasión.

Putin «ha expresado su disposición a dialogar con Macron», declaró Peskov a la agencia estatal de noticias RIA Novosti. «Por lo tanto, si hay voluntad política mutua, esto sólo puede valorarse positivamente», agregó.

Por su parte, fuentes del Elíseo afirmaron que la voluntad de hablar manifestada por Putin es «bienvenida», pero subrayaron que cualquier negociación con Moscú se llevará a cabo «con total transparencia» con Zelenski y los aliados europeos.

Mientras tanto, Zelenski informó en X de que «durante la última semana, Rusia ha lanzado aproximadamente 1.300 aviones no tripulados de ataque, cerca de 1.200 bombas aéreas guiadas, y 9 misiles de diversos tipos contra Ucrania» con la región de Odesa y el sur del país «muy golpeado».

Moscú reivindicó el sábado la toma de dos pueblos en las regiones septentrionales de Sumy y Donetsk oriental, mientras que Ucrania afirmó haber destruido dos cazas rusos en la península ocupada de Crimea.

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(Editado por Euractiv.com y Fernando Heller/Euractiv.es)

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