Bruselas/París (AFP/Euractiv)- El Departamento de Estado de Estados Unidos anunció el martes que denegará el visado al excomisario europeo Thierry Breton y a otras cuatro personas, acusándolos de intentar «coaccionar» a las plataformas de redes sociales estadounidenses para que censuren los puntos de vista con los que no están de acuerdo.

«Estos activistas radicales y ONG armadas han promovido medidas de censura por parte de Estados extranjeros, en todos los casos dirigidas contra portavoces y empresas estadounidenses», declaró el Departamento en un comunicado en el que anunciaba las sanciones.

La medida iba dirigida a Thierry Breton, ex alto regulador tecnológico de la Comisión Europea, que a menudo se enfrentó a magnates de la tecnología como Elon Musk por su obligación de cumplir las normas de la UE.

Breton fue descrito por el Departamento de Estado como el «cerebro» de la Ley de Servicios Digitales de la Unión Europea (DSA), una importante ley que impone la moderación de contenidos y otras normas a las principales plataformas de redes sociales que operan en Europa.

El ministro francés de Asuntos Exteriores, Jean-Noel Barrot, declaró en las redes sociales que su país «condena enérgicamente» las restricciones de visado, y añadió que Europa «no puede dejar que otros le impongan las normas que rigen su espacio digital».

Arma de censura

La DSA se ha convertido en un amargo punto de encuentro para los conservadores estadounidenses, que la consideran un arma de censura contra el pensamiento de derechas en Europa y fuera de ella, acusación que la UE niega furiosamente.

«La Ley de Servicios Digitales se adoptó democráticamente en Europa. No tiene ningún alcance extraterritorial y no afecta en modo alguno a Estados Unidos», declaró Barrot.

La DSA estipula que las grandes plataformas deben explicar las decisiones de moderación de contenidos, ofrecer transparencia a los usuarios y garantizar que los investigadores puedan realizar un trabajo esencial, como conocer el grado de exposición de los niños a contenidos peligrosos.

Breton, que dejó la Comisión Europea en 2024, tachó la prohibición de «caza de brujas» y comparó la situación con la era McCarthy en Estados Unidos, cuando se expulsaba del gobierno a funcionarios por supuestos vínculos con el comunismo. «A nuestros amigos estadounidenses: La censura no está donde creéis que está», añadió.

Transparencia publicitaria

Washington ha redoblado sus ataques a la normativa comunitaria después de que Bruselas multara a principios de mes a X, de Musk, por violar las normas de la DSA sobre transparencia en la publicidad y sus métodos para garantizar que los usuarios eran personas verificadas y reales.

La semana pasada, el Gobierno de EE. UU. señaló que las principales empresas europeas podrían ser objeto de medidas de respuesta, e incluyó en su lista a Accenture, DHL, Mistral, Siemens y Spotify, entre otras.

La prohibición de visado también afecta a Imran Ahmed, del Center for Countering Digital Hate, una organización sin ánimo de lucro que lucha contra el odio y la desinformación en Internet y que también está en el punto de mira de Musk tras su adquisición de Twitter, posteriormente rebautizada como X.

También son objeto de la prohibición Anna-Lena von Hodenberg y Josephine Ballon, de HateAid, una organización alemana que, según el Departamento de Estado, funciona como indicador de confianza para hacer cumplir la DSA. Clare Melford, que dirige el Global Disinformation Index (GDI), con sede en el Reino Unido, completa el grupo.

También contra la ley inglesa

Washington también ataca la Ley de Seguridad Online del Reino Unido, el equivalente británico de la DSA que pretende imponer requisitos de moderación de contenidos en las principales plataformas de medios sociales.

La semana pasada, la Casa Blanca suspendió la aplicación de un acuerdo de cooperación tecnológica con Gran Bretaña, alegando que se oponía a las normas tecnológicas británicas.

«El presidente Trump ha dejado claro que su política exterior America First rechaza las violaciones de la soberanía estadounidense», dijo el secretario de Estado Marco Rubio en un comunicado. «La extralimitación extraterritorial de censores extranjeros que apuntan al discurso estadounidense no es una excepción», agregó.

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(Editado por cs/Euractiv.com y Luis de Zubiaurre Wagner/Euractiv.es)

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Bruselas (Euractiv)- Tras la última ronda de conversaciones con los negociadores el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha declarado que quedan por definir la duración y la estructura de las posibles garantías de seguridad estadounidenses.

«Estamos debatiendo la duración de estas garantías», escribió Zelenski en las redes sociales. «Además, hay un paquete de disuasión: con qué estará equipado un ejército de 800.000 soldados. Con qué contará el ejército de Ucrania».

Para el líder ucraniano, el apoyo posterior al alto el fuego ya prometido por Estados Unidos y Europa la semana pasada no es suficiente.

La administración estadounidense declaró en agosto que estaba dispuesta a proporcionar garantías de seguridad a Ucrania tras la firma de un acuerdo de paz o un alto el fuego, pero aún se desconocen los detalles de lo que incluirán.

Las «principales garantías de seguridad serán jurídicamente vinculantes», escribió Zelenski en el post. «Discutiremos en qué consiste el respaldo estadounidense y qué detalles específicos puede incluir: defensa aérea, aviación, inteligencia y más», escribió.

Según los medios de comunicación, las garantías de seguridad de EE.UU. deben «incluir un respaldo del tipo del Artículo 5 de la OTAN» -una referencia a la cláusula de defensa mutua de la que gozan los miembros de la alianza militar- y una promesa mucho más firme que la que figura en el texto del acuerdo.

El año pasado, Ucrania recibió ayuda militar por valor de 45.000 millones de dólares, una cantidad similar a la de los años anteriores, a pesar de la reducción de la ayuda estadounidense.

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(Editado por jp/Euractiv.com y Luis de Zubiaurre Wagner/Euractiv.es)

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Londres (Euractiv)- El primer ministro británico, Keir Starmer, se enfrenta a la rebelión de uno de sus más veteranos colegas laboristas sobre la relación del Reino Unido con Bruselas.

El secretario de Sanidad británico, Wes Streeting, declaró el domingo que el Reino Unido debería estrechar sus lazos económicos con la Unión Europea, unas declaraciones que se interpretaron ampliamente como un llamamiento a reincorporarse a la unión aduanera.

«La mejor manera de que nuestra economía crezca más es estrechar las relaciones comerciales con la UE», declaró Streeting. «Hemos sufrido un enorme golpe económico al salir de la Unión Europea».

Los sucesivos gobiernos británicos desde el Brexit han descartado volver a entrar en la unión aduanera, argumentando que dejaría a Londres incapaz de llegar a sus propios acuerdos comerciales e implicaría la firma de un montón de normas de la UE que sería incapaz de moldear.

Streeting dijo que permitir la libertad de circulación -una condición de la UE para el pleno acceso al mercado único- sigue siendo una línea roja para Londres. Sin embargo, la libertad de circulación no es un requisito previo para adherirse a la unión aduanera, como ilustra el caso de Turquía, que participa en una unión aduanera con la UE mientras sus ciudadanos no tienen derecho a vivir y trabajar en el bloque de los 27, y viceversa.

La amenaza Nigel Farage

Starmer ha rechazado repetidamente los llamamientos a estrechar lazos con la Unión Europea, consciente de que su probable principal contrincante en las próximas elecciones es Nigel Farage, cuyo partido populista y antiinmigración, Reform UK, está en las encuestas muy por delante del Partido Laborista.

Bajo el mandato de Starmer, los laboristas han adoptado una postura más enérgica frente a la inmigración y han desarrollado un prudente «reset» en sus relaciones con Bruselas, con el objetivo de mejorar la cooperación en ámbitos limitados, como la defensa y el programa de movilidad estudiantil Eramsus.

Streeting no es el primer miembro del Gobierno que plantea la idea de volver a la unión aduanera. A principios de mes, el viceprimer ministro David Lammy se refirió a los beneficios económicos que países como Turquía obtienen de su pertenencia a la unión aduanera, pero Starmer le contestó con una bofetada. Un portavoz de Starmer, citado por Sky News el lunes, volvió a descartar la reincorporación a la unión aduanera.

El partido Liberal Demócrata, favorable a la UE, ha defendido la pertenencia a la unión aduanera, pero sólo cuenta con un 3% en las encuestas.

Este año, la Unión Europea ha cerrado un acuerdo con Indonesia y un apretón de manos con Donald Trump, pero ha incumplido el plazo con la India y no ha logrado cerrar el acuerdo con Mercosur.

En cambio, el Reino Unido cerró un pacto comercial con la India y consiguió aranceles estadounidenses más bajos que la UE.

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(Editado por cs/Euractiv.com y Luis de Zubiaurre Wagner/Euractiv.es)

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