La aplicación de las tecnologías y la medicina están dando paso a la digitalización del sector sanitario. Innovaciones como la inteligencia artificial, la robótica y la telemedicina están transformando la atención médica. Sin embargo, este progreso plantea retos en ciberseguridad y regulación para garantizar su implementación de manera segura.
“El sector sanitario se está trasformando a un ritmo imparable y tanto los profesionales médicos como las organizaciones sanitarias, ya no conciben su futuro sin la tecnología, que será la piedra angular para garantizar una sanidad más eficiente, personalizada y accesible”, asegura Alberto E. Porciani, director ejecutivo (CEO) del grupo sanitario y tecnológico Top Doctors (TD).
“Ante este ritmo imparable de transformación del sector, surgen nuevos marcos regulatorios a nivel nacional e internacional, que buscan reforzar la protección de los datos de los pacientes, la ética de la gestión de esta información y el respaldo ante los ciberataques, y también acercar y democratizar el acceso a estas tecnologías”, según el CEO de Top Doctors.
Alberto E. Porciani y Lorena Bassas, fundadores del Grupo Top Doctors./ Imagen cedida por Top Doctors.
Porciani señala que “con una sanidad pública y privada que enfrenta retos crecientes como el envejecimiento de la población y el aumento de los costes sanitarios, la adopción de tecnologías de vanguardia no solo es una oportunidad, sino una necesidad para garantizar la eficiencia y calidad de los servicios”.
El equipo de Top Doctors, grupo de ‘Health Tech’ (tecnologías y soluciones digitales para mejorar la atención médica, los servicios relacionados con la salud y el acceso a los mejores especialistas médicos) adelanta cuáles van a ser las diez tendencias que marcarán el futuro próximo del sector sanitario.
1.Gemelos digitales
Los ‘gemelos digitales’ (’digital twins’, en inglés) son representaciones virtuales muy precisas de objetos, procesos o sistemas físicos.
Esta tecnología, que permite simular y recrear el cuerpo humano y sus órganos y sistemas en base a una enorme cantidad de datos médicos o biométricos, posibilita detectar cómo podrían responder las distintas estructuras orgánicas a un tratamiento o una intervención sin realizarlos directamente sobre el paciente.
“En el ámbito investigativo, los gemelos digitales permiten evaluar los resultados de una terapia o actuación médica de forma rápida y segura, permitiendo detectar posibles efectos secundarios, ahorrar costes o adecuar las fases de ensayo, acortando los tiempos de investigación”, según Porciani.
2. Interoperabilidad
Este concepto se define como la capacidad de los sistemas de información de compartir e intercambiar datos y conocimientos.
Porciani señala que los ‘players’ (participantes e integrantes) del sector de la salud deben enfocar sus esfuerzos en centralizar los datos, ya que “la tendencia apunta a que haya un historial médico único, independientemente de que el paciente se trate en distintos centros, hospitales o clínicas especializadas”.
Añade que dado que “la sociedad se está acostumbrado a un entorno digital para gestionar los distintos parámetros de su vida”, el acceso a la información relativa a la salud debe ser sencillo, para que el paciente pueda acceder a los datos médicos de todo su historial a través de sus dispositivos móviles.
Historiales médicos encriptados para proteger la privacidad del paciente./ Imagen cedida por Top Doctors.
3. Internet de las Cosas (IoT)
Las tecnologías IoT, siglas inglesas de ‘Internet of Things’, consiste en una red de objetos y dispositivos interconectados a través de internet, que pueden ayudar a los equipos especializados en medicina.
“La presencia de dispositivos IoT para el cuidado y control de la salud es otro de los puntos clave que van a seguir en la senda del crecimiento a lo largo de 2025. De hecho, la inteligencia artificial está ayudando a su crecimiento y mayor alcance de eficiencia e innovación”, según explica Porciani.
4. Ciberseguridad
La creciente digitalización del sector sanitario ha generado un nuevo reto: proteger a todos sus integrantes de los ciberataques que sufren, los cuales se calcula que representan alrededor del 7 % del total de incidentes de ciberseguridad que tienen lugar actualmente, según las informaciones que maneja Top Doctors.
El porcentaje de los ciberataques al sector santirario es elevado, debido a su falta de protección ante estas amenazas y a la considerable rentabilidad que obtienen los ciberdelincuentes, con su accionar delictivo, según esta misma fuente.
Por ello, la ciberseguridad (conjunto de tecnologías destinadas a proteger los equipos y sistemas electrónicos y reducir las brechas de seguridad) será una de las principales tendencias de la medicina en el sector ‘Health Tech’, según Porciani.
5. Robótica
Esta tecnología, basada en máquinas programadas para realizar tareas humanas de forma automática, permite efectuar intervenciones quirúrgicas a través de unos brazos robóticos que el cirujano controla a distancia, pudiendo incluso ejecutar la intervención desde otro centro médico.
Además, “este tipo de tecnologías robóticas permiten realizar operaciones mínimamente invasivas, que ayudan a que el paciente se recupere más rápido, y a que los especialistas y médicos tengan una mayor perspectiva de profundidad de campo visual al ver todo a través de cámaras”, explica Porciani.
Médico durante una videoconferencia con su paciente./ Imagen cedida por Top Doctors.
6. Inteligencia artificial (IA)
La IA (programas informáticos capaces de emular procesos propios de la inteligencia humana) aplicada a la salud ofrece ventajas numerosas y aplicables a muchos ámbitos, según TD.
Estas tecnologías aceleran la detección precoz y el diagnóstico en medicina haciendo que este último sea más ágil y preciso; permite un trato asistencial ‘ad hoc’ (específico para un fin concreto); y potencia la asignación y optimización de tratamientos personalizados, adecuados a cada caso en particular, según Porciani.
Añade que la IA posibilita un mayor control y monitorización de cada paciente; el seguimiento y atención de pacientes crónicos, y la automatización y centralización del acceso y el tratamiento de datos de las unidades de cuidados intensivo y de historiales médicos de distintos centros y hospitales.
7. Chatbot conversacionales
Estos programas informáticos basados en la IA, que simulan mantener conversaciones habladas o escritas con una persona de una manera muy realista y natural, son una solución innovadora para la atención y el seguimiento de los pacientes, de acuerdo al CEO de Top Doctors.
Los ‘chatbots’ o ‘robots conversacionales permiten a los pacientes interactuar con dispositivos digitales como si se estuvieran comunicando con una persona humana, y les ofrecen recomendaciones personalizadas formuladas por médicos, de una manera muy empática, explica Porciani.
8. Avatares
Estas representaciones gráficas que simbolizan e identifican a un usuario en concreto en entornos digitales, como si fueran su “doble virtual”, se utilizarán cada vez más para atender consultas y recibir pacientes en centros médicos y hospitalarios, resolver sus dudas sobre fármacos y posología, e informarles sobre los pasos que deben dar para prepararse para una prueba médica.
La principal ventaja de estas tecnologías de atención al paciente, capaces de facilitar la interpretación de analíticas; ofrecer pautas de ejercicio o salud, y efectuar un acompañamiento a enfermos crónicos, mayores o pacientes de salud mental, es que dan un servicio, 24 horas al día los 365 días del año.
Imagen representativa de la ciberseguridad sanitaria./ Imagen cedida por Top Doctors.
9. Telemedicina
La difusión de este enfoque, consistente en prestar servicios médicos a distancia mediante sistemas tecnológicos, por ejemplo a través de videollamadas o chats y citas concertadas por vía digital, viene en aumento desde la pandemia, señala Top Doctors.
Porciani destaca que estas tecnologías permiten descongestionar las listas de espera y consultas de médicos y especialistas, hacer que la relación médico-paciente sea más cercana, reducir los procesos asistenciales y dar servicio a zonas con carencias de asistencia especializada en medicina, conocidas como “desiertos médicos”.
10. Realidades Virtual y Aumentada
Porciani señala que la Realidad Virtual o RV (sistema informático que simula representaciones de objetos y escenarios de apariencia real) y la Realidad Aumentada o RA (visualización del mundo real con información digital superpuesta a través de un dispositivo) “ya están transformando el sector sanitario”.
Estas tecnologías ya se aplican en formación médica, para crear simulaciones quirúrgicas donde el profesional se ve inmerso; en atención al paciente, para mejorar terapias para trastornos como la ansiedad o el dolor crónico; y en psicología, para tratar las fobias, según puntualiza.
Además, estos sistemas facilitan la planificación quirúrgica, la visualización anatómica y la comunicación médico-paciente, al presentar la información de manera accesible, concluye.
Era la segunda emergencia internacional por mpox que había declarado la OMS, tras la que decretó entre 2022 y 2023, en aquel caso con numerosos casos también en países europeos y americanos, mientras que esta vez los brotes se circunscribieron sobre todo a naciones africanas.
En 2024 se confirmaron al menos 18.000 casos de las distintas variantes de la enfermedad, este año la cifra se eleva a 31.000, y los casos mortales superan los 200.
Unos 29.000 casos y 28 muertes desde 2024 se han producido en la República Democrática del Congo, y otros países afectados han sido Uganda (casi 8.000 contagios y 50 fallecidos) o Sierra Leona (5.200 positivos, 56 muertes).
“Un comité se ha reunido cada tres meses para evaluar la epidemia, este jueves lo hizo de nuevo, me aconsejó dejar de considerarla una emergencia internacional y he aceptado la recomendación”, indicó el director general de la OMS en rueda de prensa.
Tedros afirmó que el levantamiento de la emergencia “no significa que la amenaza haya terminado ni que nuestra respuesta vaya a detenerse”, y recordó que la Unión Africana, a través de sus Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), mantiene la alerta continental.
“La posibilidad de nuevos repuntes y brotes persiste, lo que requiere mantener la capacidad de respuesta activa y esfuerzos continuos para proteger a los grupos más vulnerables, en particular niños y personas que viven con VIH”, aseguró el experto etíope.
Pese a ello, afirmó el jefe de la agencia sanitaria de la OMS, en los últimos años se ha avanzado en el conocimiento de los factores causantes de los brotes de mpox y la capacidad de respuesta, que ha incluido la distribución de hasta seis millones de vacunas contra el virus.
Tedros también subrayó que la OMS mantiene determinadas recomendaciones para la prevención de esta enfermedad al menos hasta agosto de 2026.
Teniendo en cuenta las dos emergencias sanitarias, desde 2022 hasta la actualidad se han confirmado en el mundo más de 150.000 casos de mpox, con al menos 377 muertes.
El personal médico atiende a una mujer y a su bebé con mpox en el Centro de Salud de Munigi, en la República Democrática del Congo. EFE/EPA/MOISE KASEREKA
Guía rápida de la mpox: síntomas, transmisión y tratamiento
El mpox, cuyo estado de emergencia sanitaria ha finalizado, es una enfermedad infecciosa causada por un virus del género de los Orthopoxvirus que puede provocar una erupción dolorosa, inflamación de los ganglios y fiebre, según recuerda la OMS, que en noviembre de 2022 pidió eliminar el término ‘monkey’ y viruela del mono para evitar el lenguaje estigmatizante.
El mpox o viruela del mono se describió por primera vez en humanos en 1970 en la República Democrática de Congo. Desde entonces, la mayoría de los casos notificados proceden de la cuenca del Congo y el África occidental.
¿Cómo se transmite?
La transmisión de persona a persona ocurre principalmente por el contacto estrecho de piel con piel o piel con mucosas (como la saliva), sobre todo en las relaciones sexuales, señala la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC).
Una vez que el virus entra en el organismo la viruela del mono puede contagiarse a otros miembros de la familia y a las parejas sexuales, por lo que las personas con múltiples parejas sexuales corren mayor riesgo.
¿Se puede transmitir por otras vías?
El virus se puede contraer también a partir de objetos contaminados como ropa de vestir o de cama y a través de heridas punzantes en la asistencia sanitaria. También es posible su transmisión en entornos comunitarios como los salones de tatuajes, avisa la OMS.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas más frecuentes son:
Erupción cutánea.
Fiebre.
Dolor de garganta y/cabeza.
Dolor muscular, dolor de espalda.
Falta de energía.
Ganglios linfáticos inflamados.
La erupción cutánea, que es en algunos casos el primer síntoma, comienza como una mancha que pasa a vesícula llena de líquido y puede picar y doler. Cuando esta erupción se cura, las lesiones sobre la piel se cubren de costras que acaban por caer.
Las lesiones pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, como palma de las manos, plantas de los pies; cara, boca y garganta; ingles y genitales y ano.
Se trata del décimo sexto brote de ébola declarado en este país desde la última epidemia, que duró entre agosto y septiembre de 2022 y causó una única muerte.
Pero también Uganda declaró el pasado mes de enero otro brote y se une a otros países de la región como Gabón, Congo o Sudán que han tenido que hacer frente a distintos brotes que se han cobrado la vida de cientos de personas.
Un balance provisional del actual brote de la República Democrática del Congo, que acaban de declarar las autoridades sanitarias, deja al menos 16 muertos y casi una treintena de casos sospechosos.
Entierro de un afectado por el brote de ébola en República Democrática del Congo en 2019. EFE/EPA/HUGH KINSELLA CUNNINGHAM
El virus del ébola en siete claves
1. ¿Cómo se transmite el virus de la ébola?
Se cree que determinadas especies de murciélagos son los hospedadores de este virus y de ellos el virus se transmite a otros animales y a personas.
El contagio se produce por el contacto directo con los fluidos de un afectado, a través de lesiones en la piel o de las mucosas, tanto con sangre o líquidos corporales de personas enfermas o fallecidas por ébola; y objetos o superficies contaminados por líquidos o secreciones corporales, según informa la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Mientras no hay síntomas, no hay riesgo de contagio, pero siguen siendo infecciosas mientras haya presencia de virus en sangre.
El periodo de incubación (es decir, el intervalo entre la infección y la aparición de los síntomas) oscila entre dos y 21 días. El aislamiento del enfermo es clave.
2. Los síntomas
Los síntomas iniciales, que pueden aparecer de forma repentina, son fiebre, cansancio, malestar general, dolores musculares y dolor de cabeza y de garganta.
Después aparecen vómitos, diarrea, dolor abdominal, erupciones cutáneas y signos de deterioro de las funciones renal y hepática. Las hemorragias internas y externas aparecen en las fases más avanzadas.
3. Diagnóstico y tratamiento
Las pruebas PCR, de anticuerpos o cultivos han facilitado un diagnóstico más rápido.
Dos vacunas, tanto de respuesta a los brotes como para prevenir nuevos casos, son las principales armas contra el ébola, a las que se unen diferentes fármacos antivirales.
Imagen facilitada por el CDC estadounidense que muestra el virus del Ébola. EFE
4. Prevención
Otra de las claves del virus del Ébola radica en la prevención. La OMS considera fundamental la implicación de la población para controlar con éxito cualquier brote.
Son necesarias medidas como la atención clínica, la vigilancia y el rastreo de contactos, los servicios de laboratorio, la prevención y el control de las infecciones en los establecimientos de salud, las inhumaciones seguras y dignas, la vacunación y la movilización social.
Los trabajadores sanitarios, ante el alto riesgo de contagio, deben vacunarse de forma preventiva, utilizar equipos de protección personal y una exigente higiene de manos.
5. Un virus que puede persistir
Existe evidencia científica de la persistencia del virus de fiebres hemorrágicas en testículos, interior de los ojos y el cerebro de algunas personas recuperadas, informa la OMS.
También pueden permanecer en la placenta, el líquido amniótico y el feto de las mujeres infectadas durante el embarazo, así como en la leche materna durante la lactancia.
Se ha documentado también transmisión del virus del Ébola a través de esperma infectado hasta quince semanas después de la recuperación clínica.
6. El origen del virus del Ébola
El ébola se detectó por primera vez en 1976 en la actual República Democrática del Congo. El brote se produjo en un pueblo cercano al río Ébola, del que toma su nombre el virus y la enfermedad.
Otra de las claves sobre el virus del Ébola es que, actualmente, existen cinco subtipos: Zaire, Sudán, Tai Forest, Bundibugyo y Reston. Todas se han descrito en África excepto la Reston que proviene de Asia.
7. La epidemia que sacudió al mundo
La mayor epidemia de ébola vivida hasta el momento fue desde 2014 a 2016 en Guinea Conakry, Sierra Leona y Liberia causando más de 11.000 muertes.
Varios misioneros y sanitarios españoles, británicos o estadounidenses afectados fueron repatriados para ser tratados en Europa y América. Fue entonces cuando la comunidad internacional se movilizó para combatir un virus que entonces tenía una letalidad del 90 %, ahora reducida gracias, fundamentalmente, a las vacunas.
Para la Dra. Lucía Campos Muñoz, dermatóloga del Hospital Clínico Universitario San Carlos de Madrid, “el picor que provoca la dermatitis atópica (DA) es tan intenso que se llega a generar sangre en las heridas causadas por el rascado, prácticamente involuntario”.
La DA aparece en cualquier zona corporal y, dependiendo de la edad y la persona, los eccemas también podrán significarse con piel agrietada, costras, engrosamiento cutáneo, piel en carne viva y oscurecimiento de la epidermis que rodea a los ojos.
Los brotes de dermatitis atópica suelen comenzar antes de los cinco años de edad, siendo la infancia la etapa más castigada, con una prevalencia del 5-20 % de casos. Esta cronicidad se prolongará durante la adolescencia y la juventud, llegando a persistir en la vida adulta.
“En la infancia, la descamación y la sequedad serán más visibles y molestas en el cuello, la cara y a nivel de las flexuras de las articulaciones, mucho peor en los codos y en las rodillas”, señala la Dra. Campos Muñoz.
Esta dermatitis evolucionará con la edad adoptando formas clínicas en las zonas de extensión de las articulaciones, en la espalda (zona lumbosacra) y otras áreas específicas de cuerpo, como las manos y los pies (especialmente con eccema dishidrótico y dermatosis plantar, respectivamente).
Imágenes cedidas por la Dra. Campos Muñoz, dermatóloga del equipo que dirige el Dr. Eduardo López Bran.
De dónde viene y a dónde va la dermatitis atópica
La DA está asociada, con frecuencia, a una respuesta exagerada del sistema inmunitario ante los agentes externos (microorganismos). Aún así, se desconoce con exactitud por qué aparece esta enfermedad y por qué se cronifica.
“La dermatitis atópica normalmente evoluciona en brotes, es decir, que l@s pacientes están en algunos momentos bien y en otros momentos están mal, manteniéndose en el tiempo sin interrupción”, destaca la dermatóloga.
Tanto es así que los pacientes corren un mayor riesgo de padecer alergias alimentarias, rinitis alérgica (pólenes) y asma, enfermedad respiratoria pulmonar, más prevalente durante la infancia.
“En la mayoría de los casos diagnosticados, la dermatitis atópica es la primera manifestación de la diátesis atópica (predisposición genética o hereditaria a desarrollar enfermedades alérgicas)”, apunta la Dra. Campos.
Si nuestra piel es vulnerable, no es capaz de mantenerse hidratada y no lucha adecuadamente contra los agentes externos, como las bacterias (Staphylococcus aureus), los alérgenos, la contaminación ambiental o el humo del tabaco, entrará en el círculo vicioso de la enfermedad crónica.
La inmunidad se verá comprometida por el trastorno funcional en la respuesta inflamatoria frente a los antígenos que presentan las células de Langerhans, las células T y las células efectoras inmunes (linfocitos productores de anticuerpos).
Será entonces cuando el sistema inmunológico provocará lesiones en la piel que pueden coexistir o sucederse en el tiempo: eccemas, prurigo (pápulas con vesícula que se sustituyen por costra) y liquenificación (placas engrosadas, recorridas por surcos).
“Pero existen diferentes factores que influyen en la aparición de la dermatitis atópica, como la herencia genética: se sabe que si los padres tienen o han padecido alergias, asma o dermatitis atópica aumentan las posibilidades de que sus hij@s desarrollen esta enfermedad”, subraya. la Dra. Campos.
También afectan los tejidos sintéticos o confeccionados con lana, a diferencia del algodón, que siempre se deben lavar a mano o a máquina sin añadir productos suavizantes.
Tampoco son adecuadas las sustancias que puedan irritar la piel, como el contenido químico del agua en las piscinas.
“Las personas que sufren dermatitis atópica tienen que utilizar una crema barrera antes de entrar en el agua (piscina o mar) y, posteriormente, darse una ducha limpiadora para retirar el cloro o la sal. A continuación, se debe aplicar una capa de crema hidratante”, indica.
El agua del mar, beneficiosa en líneas generales, puede causar ardor e irritaciones en los casos de piel agrietada.
“A tal efecto, el paciente que tenga la posibilidad de ir a una zona costera con buena humedad ambiental debería esperar unos días antes de zambullirse en las olas. La humedad mejorará previamente el estado de su piel y el baño retardado será más gratificante”, asegura.
“En cualquier caso -reitera- nunca dejaremos de utilizar los hidratantes y aquellos tratamientos farmacológicos pautados durante el invierno”.
Prevención familiar y tratamiento de la dermatitis atópica
Es fundamental, por tanto, aplicar emolientes corporales, puesto que los pacientes DA siempre mostrarán una piel seca, como si las cremas se absorbieran rápidamente. Aquí funciona la muletilla… Poner, poner y volver a poner… productos hidratantes.
Los hábitos de vida y los cuidados familiares, como la higiene corporal, tienen una enorme importancia en las primeras etapas de la vida: es mejor sustituir la bañera por la ducha, utilizando siempre agua templada en lavados de poco tiempo y restringiendo el uso de jabones en las zonas olorosas.
En este sentido, una investigación demostraría la sinergia positiva de algunos prebióticos (nutrientes para la microbiota digestiva), probióticos (microorganismos vivos para mejorar la calidad de la microbiota digestiva) y simbióticos (combinación de ambos) para reducir la incidencia de la dermatitis atópica.
El metaanálisis, con más de 127.000 casos, síntesis de múltiples estudios, observó un beneficio protector de los prebióticos, probióticos y simbióticos en las madres embarazadas, madres en periodo de lactancia y bebés en los primeros meses de vida.
A la vez, se comprobó que disminuyó la severidad de la DA en pacientes con enfermedad moderada o severa al emplear probióticos, lactobacillus y simbióticos. En cambio, no hubo mejoría en pacientes leves o cuando se utilizó bifidobacterium o prebióticos aislados.
Pero una inmensa mayoría de casos en dermatitis atópica (DA) necesitan terapias que van desde los corticoides aplicados sobre la piel hasta los fármacos más innovadores a base de moléculas biológicas.
“La verdad es que hemos vivido una explosión de tratamientos muy efectivos, como los fármacos biológicos o los inhibidores de JAK (bloquean la acción de las proteínas que promueven la inflamación)”, dice la especialista.
Destacan dupilumab y tralokinumab, por un lado, y upadacitinib, baricitinib y abrocinitib, por el otro.
“Este tipo de medicamentos innovadores consiguen retrasar la aparición de los brotes y limpiar las lesiones en un buen número de casos, demostrando un buen perfil de seguridad y tolerancia”, añade.
“Durante estos últimos años sólo disponíamos de corticoides tópicos y orales, curas húmedas, inhibidores de la calcineurina y de algunos inmunosupresores clásicos, como la ciclosporina o el metotrexate“, completa.
La investigación médica frente a la dermatitis atópica es persistente, tanto como el picor de esta enfermedad crónica.
“Tenemos que ser capaces de limpiar esas lesiones, esas placas rojodescamativas, aliviando el picor acompañante y mejorando la calidad de vida de tod@s y cada un@ de nuestr@s pacientes”, concluye la Dra. Lucía Campos Muñoz.