Brasil, uno de los principales exportadores del mundo, busca impulsar la biosocioeconomía amazónica como estrategia de crecimiento global, una apuesta que promete transformar la realidad local y que el país busca reforzar en la 30 conferencia del clima de la ONU, la COP30, que se celebra bajo su liderazgo en la ciudad de Belém.
De acuerdo con la Agencia Brasileña de Promoción de Exportaciones e Inversiones (ApexBrasil), productos compatibles con el bosque mueven globalmente unos 300.000 millones de dólares.
Brasil participa con el 1 % de ese total, aunque alberga cerca del 60 % de la mayor selva tropical del mundo.
“Si ampliamos la presencia de nuestros productos de biosocioeconomía, podemos transformar la realidad amazónica (…) y generar más de 2.000 millones de dólares solo en la región”, afirmó el presidente de ApexBrasil, Jorge Viana, durante su participación en el evento, que concluye este viernes.
Fotografía de archivo tomada con dron del 22 de abril de 2024 que muestra el lago con especies vegetales Vitoria Regia, en el museo de la Amazonia, en la ciudad de Manaos (Brasil). EFE/ Isaac Fontana ARCHIVO
Además de un escaparate global para la región y sus productos, la COP30 da a empresas, instituciones y autoridades de todo el mundo la posibilidad de conocer de primera mano las múltiples realidades de la Amazonía brasileña.
Así, es un momento ideal para fortalecer e impulsar las conexiones entre la riqueza local y el mercado internacional.
Pará, el potente protagonista de la COP30
Para ello, la agencia brasileña lanzó durante la COP nuevos estudios sobre estados amazónicos, entre ellos Pará, donde identificó 1.702 oportunidades de negocios con mercados como Estados Unidos, México, Francia o China.
Sede de la primera COP celebrada en la Amazonía, se luce por el potencial de sus cadenas productivas de base forestal y bioeconómica, capaces de generar empleo, ingresos y valor agregado con bajo impacto ambiental.
El estado más poblado del norte de Brasil, con cerca de 8 millones de habitantes, también fue en el 2024 el mayor exportador de esta región (77,5 %) y el sexto del país.
La industria extractiva respondió por el 70,1 % de los 23.000 millones de dólares en ventas al extranjero.
Asimismo, el estudio resaltó que entre 2019 y 2024, se anunciaron 255,5 millones de dólares en inversiones en el estado procedentes de Estados Unidos (72,2 %), España (21,4 %), Alemania y Japón, y concentradas en los sectores de software informático (55,5 %) y bancos, seguros y servicios financieros (23,1 %).
Esto demuestra, según Viana, el potencial de Pará para convertirse en modelo de una nueva economía verde que “concilia prosperidad, conservación e innovación”.
Productos estrella de la amazonía brasileña
Más allá de Pará, la selva amazónica, que ocupa casi un 50 % del territorio brasileño, ofrece oportunidades únicas y subexplotadas para transformar la realidad de comunidades locales y la economía nacional con productos como café, cacao, castañas, açaí o pescados.
Fotografía aérea de archivo del 14 de junio de 2024 que muestra una zona deforestada donde se encuentra dos centrales termoeléctricas de la empresa Eneva, en la selva amazónica (Brasil). EFE/ Antonio Lacerda /ARCHIVO
“La Amazonía no solo es vital para el equilibrio climático, sino también una frontera estratégica para la bioeconomía y el comercio sostenible”, enfatizó.
Sin embargo, hace falta avanzar en políticas públicas y en la implementación de prácticas que permitan aumentar la producción y agregar valor a estos ítems de forma inclusiva y sostenible, para que logren su máximo potencial.
El cacao, por ejemplo, es originario de la Amazonía, pero son los africanos Costa de Marfil y Ghana los responsables del 70 % de la producción mundial.
Aunque constituye una de las bases de la biosocioeconomía brasileña, de acuerdo con Viana, apenas cerca del 7 % del valor del chocolate se queda con los productores, una realidad que debe cambiar para impulsar este comercio.
Por otro lado, el café, un commodity cuya producción y exportación global es liderada por Brasil, cuenta con una variedad amazónica adaptada al clima y altamente productiva, y que podría ser más utilizada por pequeños productores y para recuperar áreas degradadas.
“Es un producto compatible con el bosque,que puede ser entre 50 y 100 veces más rentable que la ganadería. Simboliza una nueva economía que genera ingresos sin destruir”, explicó Viana.
Otro producto que destaca por su aplicación en la recuperación de áreas degradadas es el açaí, un super alimento amazónico muy popular entre brasileños y extranjeros que Viana considera “el ejemplo de mayor éxito del enorme potencial que tienen los productos compatibles con el bosque en la Amazonía”. EFE
Neoenergía, filial de la eléctrica española Iberdrola en Brasil, reforzó su compromiso con la transición energética en el gigante suramericano, durante su participación en la COP30 -la conferencia del clima de la ONU en la amazónica ciudad brasileña de Belém-, y anunció la meta de alcanzar el neto cero en toda su cadena de valor hasta 2039.
La compañía, que opera en Brasil desde 1997 y hoy cuenta con 4,2 gigavatios (GW) de capacidad instalada en generación, un 87 % de ella de fuentes renovables, también reducirá las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de sus operaciones directas en un 73 % por megavatio/hora (MWh) hasta 2030, al tener como base el año 2021.
Así mismo, la filial disminuirá en un 42 % hasta 2030 las emisiones absolutas restantes de GEI del Alcance 3, que se refieren a sus proveedores y distribuidores.
Además, Neoenergía recortará en un 83 % por MWh hasta 2039 las emisiones de GEI de toda su cadena de valor relacionada con combustibles y energía, al cubrir toda la electricidad vendida por la empresa, que actúa en las áreas de generación, distribución, transmisión y comercialización en dieciocho estados brasileños y en el distrito federal.
Fotografía de archivo que muestra aerogeneradores en el Complejo Renovable Neoenergia, en Santa Luzia (Brasil). EFE/Sebastião Moreira ARCHIVO
Todos estos ambiciosos objetivos han sido validados por la Iniciativa de Objetivos Basados en la Ciencia (SBTi, por sus siglas en inglés), una organización de acción climática -formada por instituciones de referencia global, como el Pacto Global de la ONU o el WWF– que apoya empresas en el combate a la crisis climática.
“La validación de nuestras metas por la SBTi es un hito que reafirma a Neoenergía como protagonista de la transición energética en Brasil y cobra aún más relevancia con nuestra presencia en la COP30”, destacó el director general de la empresa, Eduardo Capelastegui, en un comunicado.
Según la compañía, las metas están alineadas con la ciencia climática y buscan limitar el calentamiento global a 1,5°C, con lo que contribuye a una transición energética responsable y coherente con el Acuerdo de París y “situando a Neoenergía a la vanguardia de una economía baja en carbono”.
“Seguimos comprometidos en anticipar soluciones que combinan innovación, sostenibilidad y generación de valor para toda la sociedad”, agregó Capelastegui.
Jóvenes, los protagonistas del cambio
En ese sentido, Neoenergía, que está entre las patrocinadoras de la COP30, también hizo hincapié en la importancia del rol de los jóvenes para cambiar la realidad y avanzar en la transición verde, con un foro temático organizado en conjunto con Iberdrola en Belém.
Durante su intervención en el evento, la vicepresidenta de la compañía, Solange Ribeiro, afirmó que las oportunidades generadas por la electrificación de la economía y la expansión de tecnologías como la inteligencia artificial solo podrán ser aprovechadas si los jóvenes logran acceder a una formación adecuada.
“Estamos viviendo un momento sin precedentes y la transición verde necesita de la energía, la creatividad y la determinación de la juventud”, subrayó la también vicepresidenta del consejo del Pacto Global de la ONU.
En el ‘Diálogo Juvenil sobre Oportunidades de Empleo Verde’, cerca de veinte jóvenes participaron en una conversación directa con ejecutivos de la empresa sobre las perspectivas laborales en este nuevo escenario y destacaron los empleos verdes como una “agenda crucial” para un futuro más inclusivo y sostenible.
Según Thuane Nascimento, directora ejecutiva de PerifaConnection, plataforma que busca conectar las periferias brasileñas a través de la comunicación y la formación, “las oportunidades y tecnologías están surgiendo de la sostenibilidad”.
“(Por eso), estamos en los territorios, pensando soluciones y abriendo diálogo con quienes están dentro de las empresas, del sistema de la ONU y de los gobiernos, buscando cómo conectar las personas con las oportunidades”, acotó.
Un estudio realizado por LinkedIn mostró la necesidad de duplicar el número de profesionales dedicados a empleos verdes hasta 2050, y, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Brasil tiene un gran potencial para ello, al ser el cuarto país del mundo en número de jóvenes entre 18 y 24 años que no estudian ni trabajan.
Kennedy Costa, gestor del proyecto Casaverde -parte de la red de PerifaConnection-, señaló la necesidad de promover la igualdad en el acceso a oportunidades y de no limitar las discusiones a “tecnología o inversiones”. EFE
Josep Puxeu, presidente de la organización que gestiona el reciclaje de residuos en España, Ecoembes, afirmó que la Unión Europea tendría que ser un actor «absolutamente activo» para enfrentar la crisis climática, pero decidió asumir una posición «muy poco proactiva» en la cumbre climática COP30.
Puxeu, que integra el Comité Económico y Social Europeo (CESE) y se encuentra en la ciudad brasileña de Belém para la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, la COP30, también manifestó que el objetivo de reducción de emisiones del bloque comunitario «se ha relajado muchísimo».
La UE se ha comprometido a reducir entre el 66,25 % y el 72,5 % de CO2 en 2035 respecto a 1990, aunque con ciertas flexibilidades que incluyen la compra de derechos de créditos de carbono a terceros países para llegar a la meta.
Puxeu pide mayores objetivos
En la visión de Puxeu, es necesario ser más ambiciosos con los objetivos y “trabajar mucho más en mitigar y reducir esas emisiones”.
«Tenemos que hacer que Europa sea sostenible y competitiva. Y eso es compatible haciendo inversiones en tecnología, en investigación, en desarrollo de nuevas técnicas, y no renunciando al objetivo». expresó. Asimismo, afirmó que la ruta hacia la descarbonización, uno de los temas más controvertidos de estas negociaciones, es algo por lo que «apostaban hace dos cumbres hasta los grandes países petroleros».
«Y en este momento parece que está en ‘stand-by’, y nos estamos cargando el futuro por el cortoplacismo», declaró. En ese caso, destacó el rol de España, cuya delegación “está empujando muy fuerte”, ya que es uno de los países europeos «más afectados» por el cambio climático, con la desertificación y las sequías como una “realidad”.
Josep Puxeu, presidente de la organización que gestiona el reciclaje de residuos en España, Ecoembes, afirmó que la Unión Europea tendría que ser un actor «absolutamente activo» para enfrentar la crisis climática, en la cumbre climática COP30. EFE/Andre Borges
“El planeta -añadió- esto no lo soporta, el cambio climático es una realidad. Lo hemos visto en el Mediterráneo, en casa, diría yo». «Lluvias desastrosas, sequías continuadas, impactos muy directos…”, detalló el ejecutivo.
En ese caso, afirmó que España «tiene la energía más limpia y más barata (…) de toda Europa», lo que le confiere un «mix energético” que le hace ser “competitivo” y «eficiente», al mismo tiempo que “cuidadoso con el medioambiente».
Un momento para “tomar decisiones”
Mientras la trigésima cumbre climática de Naciones Unidas ingresa en su etapa final, Puxeu sostiene que es un momento “para tomar decisiones” y compatibilizar «la sostenibilidad con la competitividad”, tirando «de la ciencia, la capacidad tecnológica y las decisiones políticas”.
En ese caso, manifestó su esperanza de que en la ciudad amazónica de Belém «renazca una voluntad de apostar por la defensa del planeta y del modo de vida que hemos conocido hasta ahora», y confió en la «diplomacia brasileña» para lograr que la conclusión final sea la de «invertir en revertir este proceso” de cambio climático extremo.
“Tenemos tecnología, tenemos medios, falta la voluntad, pues hay que implementar esa voluntad y eso es lo que espero que salga como mínimo de esta COP aquí en la Amazonía”, sostuvo. EFE
Bruselas y Washington siguen enfrentados en materia de cambio climático y política energética, a pesar de la promesa de la UE de comprar cientos de miles de millones de dólares de petróleo y gas estadounidenses y de los trabajos en curso para desmontar la legislación sobre el Pacto Verde.
Ese es, al menos, el mensaje transmitido por el comisario de Energía, Dan Jørgensen, en una serie de discursos pronunciados el fin de semana poco después de aterrizar en Belém (Brasil) para participar en la conferencia anual de la ONU sobre cambio climático.
Al hablar de los mercados de carbono, la energía eólica marina y el acuerdo mundial a partir de 2023 para abandonar los combustibles fósiles, Jørgensen repitió que los objetivos de la UE pasan por apostar por las energías renovables y forjar alianzas internacionales para poner precio a las emisiones de CO2.
La Casa Blanca, por el contrario, retirada del Acuerdo de París de lucha contra el cambio climático, no envió negociadores a la conferencia de Brasil y sigue en casa la política extractiva de Trump de «drill, baby, drill» sobre combustibles fósiles.
La crucial energía eólica marina
«Es cierto que al hombre más poderoso del mundo no le gusta la energía eólica marina», dijo Jørgensen en un evento dedicado a esta fuente de energía limpia, apuntando claramente a la guerra en curso de Trump contra esta tecnología. «Afortunadamente, a la mujer más poderosa del mundo sí le gusta», añadió Jørgensen, en referencia a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
No hay forma de limitar el calentamiento global sin la energía eólica marina, ni de que Europa rompa su dependencia de las importaciones de combustibles fósiles sin turbinas eólicas, dijo Jørgensen. Las energías renovables ayudarían a Europa a luchar contra el cambio climático; al mismo tiempo, impulsarían su competitividad y mejorarían su seguridad, añadió.
Y el Comisario danés fue claro en otro punto: la UE no puede permitirse seguir importando miles de millones de euros al año en combustibles fósiles. «¿Qué clase de modelo económico tienes si importas más de 400.000 millones y vuelves a comprar el año que viene, en lugar de utilizar el mismo dinero para invertir en algo de producción propia?», preguntó Jørgensen.
En otro acto celebrado en el enorme centro de conferencias de Belém, en el que se debatió el acuerdo mundial de la COP28 de 2023 para «abandonar» los combustibles fósiles, Jørgensen afirmó que la demanda de gas natural en la Unión Europea se reducirá entre un 35 y un 50 % de aquí a 2030, y entre un 50 y un 70 % una década después.
El bloque europeo «acoge con gran satisfacción» la idea del presidente brasileño Lula de aprovechar la COP de este año para elaborar una hoja de ruta para la transición. No hay vuelta atrás en el compromiso adquirido hace dos años, dijo Jørgensen. Mientras tanto, figuras clave de la administración Trump celebran la nueva agenda de dominio energético de Estados Unidos basada en el aumento de la extracción de combustibles fósiles.
¿Pelea por el CBAM?
Mientras algunos temen que Estados Unidos pueda intimidar a la UE para que dé marcha atrás en un arancel pionero en el mundo basado en la huella climática de ciertos bienes importados, el Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono (CBAM, por sus siglas en inglés), Jørgensen se comprometió a trabajar con una nueva coalición internacional para desarrollar mercados de carbono y poner precio a las emisiones de CO2.
«Cuanto más nos acerquemos en términos de ambición climática, diseño de políticas y, en última instancia, precio, menos necesitaremos abordar la fuga de carbono a través de los CBAM y otras medidas», declaró Jørgensen en un acto paralelo dedicado a esta iniciativa. La coalición está formada por Brasil, China y la UE, además de Alemania, Andorra, Armenia, Canadá, Chile, Francia, Guinea, México, Mónaco, Noruega, Nueva Zelanda, Reino Unido, Ruanda, Singapur y Zambia.
Sin embargo, si la misión de Jørgensen en el foro mundial más importante sobre reducción de gases de efecto invernadero es demostrar que la UE sigue siendo líder en política climática, es un hecho que, en casa, la Comisión de la que forma parte está desmantelando piezas clave de la legislación del Pacto Verde y ha tenido dificultades para acordar su objetivo climático para 2040.
En los próximos meses se sabrá si la UE seguirá siendo un líder climático en los hechos y no solo en los discursos, a medida que se desarrolle su nueva agenda política impulsada por las empresas. Washington no ha dado ninguna señal de que vaya a dejar de presionar a Bruselas para que dé marcha atrás en toda normativa medioambiental que no guste a la Casa Blanca.
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(Editado por rh/Euractiv.com y Luis de Zubiaurre/Euractiv.es)