Europa
La Justicia europea anula los acuerdos de la UE con Marruecos sobre agricultura y pesca

Bruselas (EuroEFE).- La Justicia europea anuló este viernes los acuerdos comerciales de 2019 entre la UE y Marruecos en materia de pesca y de productos agrícolas, y dictaminó que los tomates cereza y los melones charentais recolectados en el Sáhara Occidental deben citar ese origen en lugar de ser etiquetados como procedentes de Marruecos.
En una sentencia contra la que ya no cabe recurso y es por tanto definitiva, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) invalidó los citados acuerdos comerciales entre la Unión Europea (UE) y Marruecos, al alegar que el pueblo del Sáhara Occidental no prestó su consentimiento y que se celebraron vulnerando los principios de autodeterminación y del efecto relativo de los tratados.
No obstante, en el caso del convenio relativo a las medidas de liberalización en materia de productos agrícolas, la corte comunitaria decidió mantenerlo en vigor durante doce meses, debido a las consecuencias negativas graves para la acción exterior de la UE que entrañaría su anulación inmediata y por razones de seguridad jurídica.
En 2019, el Frente Polisario, que afirma representar al pueblo del Sáhara Occidental, interpuso ante el Tribunal General de la UE, primera instancia judicial del club comunitario, una serie de recursos de anulación contra los acuerdos comerciales sobre pesca y agricultura cerrados entre Marruecos y los Veintisiete.
Al considerar que la Unión y Marruecos habían celebrado acuerdos aplicables al Sáhara Occidental sin haber obtenido el consentimiento del pueblo de ese territorio, el Tribunal General anuló los acuerdos en 2021, aunque mantuvo temporalmente sus efectos.
La Comisión Europea y el Consejo de la UE (los Estados miembros) recurrieron esa decisión ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, la instancia judicial superior del club comunitario.
En su sentencia dictada este viernes, el TJUE desestimó los recursos de casación de la Comisión y del Consejo en su totalidad.
#ECJ: The 2019 EU-Morocco trade agreements regarding fisheries and agricultural products, to which the people of Western Sahara did not consent, were concluded in breach of the principles of self-determination and the relative effect of treaties 👉 https://t.co/ATb3CgbPxg
— EU Court of Justice (@EUCourtPress) October 4, 2024
El derecho a la autodeterminación
El tribunal afirma que habida cuenta del objeto de los acuerdos y de su incidencia en el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación, el Frente Polisario cumple los requisitos para poder impugnarlos ante el juez de la Unión, en interés de dicho pueblo.
La corte consideró condición para que los acuerdos puedan ser válidos que el pueblo del Sáhara Occidental dé su consentimiento a su aplicación en dicho territorio no autónomo.
Aunque reconoció que la Comisión Europea y el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) llevaron a cabo consultas antes de la aprobación de los acuerdos, precisó que no iban dirigidas al pueblo del Sáhara Occidental, sino a las poblaciones que se encuentran actualmente en el territorio, con independencia de si pertenecen o no a ese pueblo.
No obstante, al encontrarse en la actualidad una parte considerable del pueblo saharaui fuera de dicho territorio, esas consultas no podían acreditar que hubiesen dado tal consentimiento.
Ninguna ventaja para los saharauis
Además, el TJUE constata que los pactos no crean obligaciones jurídicas que recaigan sobre el pueblo del Sáhara Occidental, pero añade que tampoco confieren ningún derecho ni ventaja en favor de los saharauis, en particular porque no se benefician de ninguna contrapartida financiera por la explotación de los recursos naturales de ese territorio o de las aguas adyacentes al mismo en virtud de los pactos.
La corte matiza que el consentimiento de una población concreta a un acuerdo entre un país y la UE no debe ser explícito en todos los supuestos: puede presumirse cuando el acuerdo no crea obligaciones a cargo del pueblo tercero y le confiere una ventaja precisa, concreta, sustancial y verificable derivada de la explotación de los recursos naturales de ese territorio.
Sin embargo, esa presunción de consentimiento puede ser examinada por el juez de la Unión si los representantes legítimos del pueblo en cuestión demuestran que un acuerdo no cumple los requisitos expuestos, o también a petición de las instituciones o de los Estados miembros, con anterioridad a la celebración de un acuerdo en el marco de un procedimiento de dictamen sobre la compatibilidad de este con los tratados europeos.
En consecuencia, la corte considera que, en este caso, el consentimiento del pueblo del Sáhara Occidental a la aplicación de los Acuerdos en ese territorio no puede presumirse.
El etiquetado de los tomates y melones del Sáhara Occidental
En una segunda sentencia, la corte con sede en Luxemburgo se pronunció este viernes sobre el etiquetado de los tomates cereza y los melones charentais recolectados en el Sáhara Occidental, y concluyó que cualquier indicación que no especifique su procedencia de ese territorio «sería engañosa y podría inducir a error al consumidor«.
Como productos importados en la Unión Europea, los melones y los tomates recolectados en el Sáhara Occidental deben indicar su país de origen en virtud de la normativa de la Unión, que no solo se aplica a los productos originarios de un «país» como sinónimo de «Estado», sino también a los que son originarios de «territorios», palabra que se refiere a entidades distintas de los «países».
#ECJ: The labelling of melons and tomatoes harvested in Western Sahara must refer to that territory, and not Morocco, as the country of origin 👉 https://t.co/ATb3CgbPxg
— EU Court of Justice (@EUCourtPress) October 4, 2024
Añadió que, aún encontrándose bajo la jurisdicción o la responsabilidad internacional de un Estado, dichos territorios disponen, según el Derecho internacional, de un estatuto propio y distinto, y que para el Derecho europeo, el Sáhara Occidental es «un territorio aduanero».
De esa manera, el Tribunal de la UE considera que mencionar Marruecos en vez del Sáhara Occidental «induciría a error al consumidor por lo que respecta a su origen real».
La sentencia se refiere a una pregunta prejudicial francesa, que pone el acento en las denominaciones de origen saharauis, tras pedir el sindicato agrícola Confederación Paisana que se prohíba su importación como marroquíes.
Dicho sindicato solicitó en particular al Gobierno francés prohibir la importación de tomates cereza y melones de la variedad charentais recolectados en el territorio del Sáhara Occidental, por considerar que no pertenece a Marruecos, y alegó que su etiquetado infringía la normativa europea.
El Tribunal de Justicia dictaminó este viernes que los Estados miembros no pueden adoptar unilateralmente medidas que prohíban la importación de determinados productos agrícolas que sistemáticamente no se atengan a la normativa europea sobre la indicación del país de origen o territorio de origen.
Precisó que solo la Unión puede legislar y adoptar actos vinculantes en el ámbito de la política comercial común y que, por tanto, correspondería a la Comisión Europea intervenir en el marco establecido por los mecanismos de cooperación previstos en el Acuerdo de Asociación UE-Marruecos, aunque en este caso, el etiquetado debe atribuirse al Sáhara Occidental.
Editado por Lucía Leal
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Europa
EE.UU. quiere fijar las reglas de la IA; Washington y Londres rechazan la «Declaración de París»

París (Euractiv.com/.es) – El vicepresidente de Estados Unidos, J.D Vance, aseguró este martes en su intervención ante la Cumbre sobre Inteligencia Artificial de París, que su país seguirá marcando las reglas de la gobernanza mundial de la Inteligencia Artificial en su beneficio, a menos que se derogue la normativa de la Unión Europea (UE) en la materia.
El primer día de la reunión, este lunes, el presidente francés, Emmanuel Macron, trató de posicionar a Francia y a la UE como actores cada vez más relevantes en la carrera tecnológica mundial de la IA.
Pero las cosas, que parecían ir bien para Europa, se torcieron cuando Vance empezó a hablar.
En un discurso de 20 minutos, el vicepresidente de EE.UU. -que realiza su primera gira por Europa desde que asumió el cargo- criticó la «sobrerregulación» europea, advirtió contra la «censura» estatal a la libertad de expresión y cargó contra las regulaciones emblemáticas de Europa, entre ellas la Ley de Servicios Digitales (DSA) y el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR).
«Estados Unidos quiere asociarse con todos ustedes», dijo Vance, «pero para crear ese tipo de confianza, necesitamos un régimen regulatorio internacional que fomente la tecnología de IA en lugar de estrangularla.», subrayó.
Por otra parte, admitió que le agrada el «sabor desregulador» que está tomando forma en la cumbre a medida que se van alejando otros conceptos considerados hasta hace poco prioritarios, entre ellos «seguridad» y «regulación», que han sido reemplazados por la palabra «inversión».
«La tecnología estadounidense de IA es la referencia mundial», comentó, al tiempo que alabó el «tono normativo abierto» del país y su dinámica política de innovación.
Y para los asistentes a la cumbre, que esperaban un cambio de tendencia más favorable a Europa, Vance fue inequívoco.
«Estados Unidos es el líder en IA y esta administración pretende que siga siéndolo», agregó.
La UE puede cooperar con Estados Unidos, pero le costará liderar la IA. Anuncios como el del domingo pasado acerca de que Francia ha conseguido 109.000 millones de euros de inversión en centros de datos y proyectos de IA no servirán de mucho para cambiar esta situación, según la interpretación de Vance.
En última instancia, el Vicepresidente de EE.UU hizo en París lo que mejor sabe hacer Donald Trump: que el debate se centre en Estados Unidos y en proteger los intereses de las empresas estadounidenses, sobre todo de las grandes tecnológicas, que recientemente han pedido a la Administración que las proteja de las multas de la UE.
En Washington preocupa que algunos gobiernos extranjeros quieran apretar las tuercas a las multinacionales tecnológicas estadounidenses.
«Estados Unidos no puede y no aceptará eso», subrayó Vance, al tiempo que cargó contra la Ley de Servicios Digitales de la UE (DSA), la ley de moderación de contenidos de la UE y el combate de Europa contra la «llamada desinformación», señaló.
Por otra parte, criticó los «interminables costes de cumplimiento» normativo impuestos a las pequeñas empresas estadounidenses por los requisitos del GDPR.
Pero Vance no solo se metió con la UE: también apuntó a China, sin nombrarla explícitamente.
Arremetió contra los «regímenes autoritarios» que refuerzan sus capacidades militares, utilizan programas espía y «crean propaganda» en otras naciones soberanas,y todo ello ante la atenta mirada del viceprimer ministro chino, Zhang Guoqing.
«Quiero recordar a nuestros socios internacionales que asociarse con esos regímenes nunca es rentable a largo plazo», advirtió Vance.
Reino Unido y Estados Unidos rechazan firmar la Declaración de París
Sólo 61 países de un total de más de 100 firmaron este martes la declaración final de la Cumbre de París sobre Inteligencia Artificial (IA), un documento que Estados Unidos y el Reino Unido se negaron a rubricar.
La declaración conjunta de la cumbre pretendía comprometer a los países firmantes con el desarrollo responsable de la IA, pero el texto final dista mucho de ser unánime, a pesar de la supresión de algunas disposiciones.
La Unión Europea, India, China y la Comisión de la Unión Africana, en especial rubricaron una versión del texto ligeramente distinta de la consultada por Euractiv.
«Reconocemos la necesidad de diálogos inclusivos entre múltiples partes interesadas y de cooperación en materia de gobernanza de la IA», reza el texto del acuerdo.
Sin embargo, ni Estados Unidos ni el Reino Unido han firmado el documento ni han explicado los motivos de su negativa.
Washington tuvo que abstenerse de firmar la declaración porque las expresiones «inclusión» y «sostenibilidad» van en contra de la política estadounidense de desregulación.
En una reunión informativa celebrada el martes, el portavoz del Primer Ministro británico afirmó que el Gobierno de Londres «siempre antepondrá el interés nacional», informó The Guardian.
Reino Unido organizó una cumbre sobre la seguridad de la IA a finales de 2023 y se había posicionado como precursor en este campo. Pero el enfoque defendido por Londres quedó visiblemente marginado en París, donde los participantes se centraron en la inversión y la innovación.
El investigador Max Tegmark, uno de los principales defensores de la seguridad de la IA, pidió a los gobiernos de todo el mundo que no firmaran el acuerdo, ya que ignora «el consenso científico y político que existe en torno a los riesgos que plantean los sistemas de IA».
Sin duda, el Reino Unido también desea ganarse el favor de Estados Unidos para estimular el desarrollo de la IA en su territorio y mantener una buena colaboración entre Londres y Washington en el ámbito de las pruebas de seguridad de los modelos de IA de las empresas estadounidenses.
India, por su parte, espera encontrar un lugar en el terreno de la IA. Macron invitó al primer ministro indio, Narendra Modi, a subir al escenario para el discurso final de la Cumbre de París.
«India estaría encantada de acoger la próxima cumbre», anunció Modi.
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[Editado por Owen Morgan/Euractiv.com y Fernando Heller/Euractiv.es]
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Europa
Último intento de Meloni para salvar su acuerdo migratorio con Albania

Roma (Euractiv.it/.es) – El gobierno de la primera ministra italiana, Georgia Meloni, quiere renombrar sus polémicas instalaciones para inmigrantes en Albania para clasificarlas como centros de repatriación, para intentar sortear así las constantes trabas judiciales a su controvertido «modelo» de externalización migratoria, según informan medios italianos.
En una reunión celebrada el pasado viernes, funcionarios del gobierno de Meloni (Fratelli d’Italia/ECR) habrían analizado alternativas para mantener en funcionamiento esos centros, financiados por Roma con 653,5 millones de euros, a pesar de tres sentencias judiciales recientes consecutivas que mantienen paralizado el proyecto.
El acuerdo migratorio entre Italia y Albania, firmado en noviembre de 2023, obliga a trasladar a Albania a los inmigrantes adultos procedentes de «terceros países seguros» rescatados por Italia en el mar.
Las operaciones se llevan a cabo en dos localidades albanesas. En Shengjin se someten a controles, mientras que en Gjader los inmigrantes esperan una decisión sobre su posible estatus de refugiados y el derecho de asilo.
Para eludir la supervisión judicial, el gobierno de Meloni (Fratelli d’Italia, Forza Italia/PPE y La Liga/PfE) estudia revisar la nomenclatura de esos polémicos centros.
Si se reclasifican, las instalaciones de Shengjin y Gjader -diseñadas inicialmente para tramitar la situación de los inmigrantes interceptados en el mar- acogerían en su lugar a los migrantes irregulares que ya se encuentran en Italia, incluidos los que están en centros de acogida a la espera de ser expulsados.
El ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani (Forza Italia) se mostró cauto ante la propuesta. «Ya veremos», aseguró este lunes en Roma. «Estamos avanzando, no abandonaremos el trabajo en Albania», añadió.
El futuro de las «soluciones innovadoras»
A pesar de que están operativos desde el 11 de octubre de 2024, los centros para inmigrantes, construidos por Italia en Albania en el marco del acuerdo migratorio Italia-Albania, aún no han recibido a un solo migrante.
El último revés judicial para el plan de Meloni se produjo la semana pasada, cuando el Tribunal de Apelación de Roma se negó a validar la detención de 43 migrantes en Albania, y ordenó su retorno a Italia el sábado. Seis fueron enviados de regreso a Italia por ser menores de edad o por tener problemas de salud.
A pesar de los obstáculos legales, el gobierno de Meloni no ha dado muestras de querer dar marcha atrás. La jefa de gobierno aseguró recientemente que está dispuesta a «pasar todas las noches» en esos centros hasta el final de su mandato si es necesario.
A escala europea, el modelo de externalización migratoria ítalo-albanés forma parte de los debates sobre las «soluciones innovadoras» ante ese reto, a menudo vinculadas al concepto poco definido de los llamados centros de retorno.
En ese sentido, está previsto que la Comisión Europea desvele en marzo próximo su nueva hoja de ruta sobre el polémico asunto de los retornos.
Bruselas declinó este lunes hacer comentarios sobre la idea de renombrar los centros en Albania, y subrayó que se trata de un asunto nacional.
El futuro del sistema «ítalo-albanés» depende ahora del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE), al cual la justicia italiana han remitido el caso. Está previsto que el TJUE se pronuncie de forma definitiva sobre el caso el próximo 25 de febrero.
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(Editado por Daniel Eck/Euractiv.com y Fernando Heller/Euractiv.es)
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Europa
Von der Leyen anuncia la mayor alianza público-privada del mundo para dominar la IA

Bruselas (Euractiv.com/.es) – La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció este martes en París el lanzamiento de la iniciativa investAI dotada con 50.000 millones de euros y otros 8.000 millones para fábricas de Inteligencia Artificial (IA).
Francia y la Comisión Europea se han comprometido a sumarse a la carrera de la IA frente a Estados Unidos y China, los dos grandes gigantes del sector, anteponiendo el crecimiento a otros objetivos.
«La carrera de la IA está lejos de haber terminado», comentó Von der Leyen en su discurso en el marco de la conferencia mundial sobre IA que se celebra desde el lunes en París y concluye este martes.
En ese sentido, la alemana (CDU/PPE) expresó su satisfacción por la iniciativa privada EU AI Champions, dotada con 150.000 millones de euros, desvelada el lunes en la capital francesa, al tiempo que anunció el lanzamiernto de investAI para «completar» esas inversiones con 50.000 millones de euros, lo que la convertiría en la mayor asociación público-privada del mundo.
Explicó que la UE tiene prevista la inversión de 10.000 millones de euros en fábricas de IA y super ordenadores públicos, lo cual sugiere que la iniciativa de 1.960 millones de euros se incrementará en cerca de 8.000 millones.
Por otra parte, von der Leyen aseguró que se trata de la mayor inversión pública en IA, la cual permitirá multiplicar diez veces las inversiones privadas en el sector.
Además, la jefa de Bruselas defendió las Gigafactorías de Inteligencia Artificial que calificó de cumbre de la infraestructura informática pública, emulando el éxito del CERN, que reunió a «los mejores y más brillantes cerebros del mundo para trabajar juntos» en torno a una infraestructura de vanguardia.
No está claro si los 8.000 millones de euros adicionales están destinados específicamente a las Gigafactorías de Inteligencia Artificial o si Bruselas prepara otro anuncio de inversión masiva para las Gigafactorías.
«El liderazgo mundial (de la IA) sigue en disputa», subrayó von der Leyen.
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(Editado por Euractiv.com y Fernando Heller/Euractiv.es)
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