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Ciencia y Salud

Este último hallazgo de la NASA podría dejarnos «a solo un paso» de encontrar vida extraterrestre

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El mes pasado, el telescopio espacial James Webb había conseguido captar dióxido de carbono en la atmósfera del planeta gaseoso gigante WASP-39b. Ahora logró captar imágenes de una planeta gigante similar a Júpiter que se encuentra a unos 385 años luz, llamado HIP 65426 b. Por qué es tan importante este hallazgo.

El jueves, la NASA anunció que su nuevo y reluciente telescopio espacial, James Webb, por primera vez tomó imágenes de un mundo que va más allá de nuestro sistema solar y que había superado altamente las expectativas al hacerlo.

Las capacidades de Webb ofrecen la posibilidad de no sólo contar y catalogar exoplanetas, sino también de ir un poco más allá y comprobar de una vez por todas si hay indicios de vida allá afuera.

Desde la década del 90, los astrónomos sólo han podido confirmar la existencia de planetas que giran en torno a otras estrellas, a años luz de nosotros. Lo cierto es que, hasta ahora, todavía no se han logrado observar al detalle ninguno de estos miles de planetas descubiertos en las últimas tres décadas.

Telescopio webb
Telescopio webb

Antes de Webb, la mayoría de las observaciones de exoplanetas se realizaban mediante uno de estos dos métodos: la observación de una estrella, en busca de breves bajadas de brillo que indiquen que un planeta está pasando por delante de ella; a partir de ligeros tambaleos en las estrellas, que pueden ser causados por la gravedad de un planeta que influye ligeramente en ella.

En otras palabras, rara vez hemos visto directamente a un exoplaneta. En realidad sólo hemos observado sus efectos secundarios en las estrellas anfitrionas. No teníamos  instrumentos lo suficientemente potentes como para detectar directamente la luz de los mundos lejanos. Hasta ahora.

Telescopio James Webb
Telescopio James Webb

Una nueva generación de enormes telescopios que se están construyendo en la superficie de la Tierra prometen asomarse más al cosmos y a objetivos más pequeños pero audaces. En ese sentido, el telescopio Webb de la NASA, es uno de los que tiene todo el potencial para observarlos con más detalle. Incluso por encima de las expectativas iniciales.

Primero llegó la noticia, el mes pasado, de que Webb había conseguido captar dióxido de carbono en la atmósfera del planeta gigante gaseoso WASP-39b. Ahora, ha logrado captar imágenes de una planeta gigante similar a Júpiter que se encuentra a unos 385 años luz, llamado HIP 65426 b.

Esta imagen muestra el exoplaneta HIP 65426 b en diferentes bandas de luz infrarroja, visto desde el telescopio espacial James Webb.
Esta imagen muestra el exoplaneta HIP 65426 b en diferentes bandas de luz infrarroja, visto desde el … [+]

Las imágenes del planeta son realmente notables y se diferencian  de las que se conseguían utilizando las otras técnicas antes mencionadas, parecidas a buscar la sombra de un planeta en lugar del planeta mismo.

Naturalmente, mirar directamente a cualquier objeto en lugar de observar su sombra proporciona muchos más detalles sobre lo que ocurre con el objeto. Y esto es lo que ocurre aquí, con las imágenes logradas con HIP 65426 B. 

En el caso de un exoplaneta, una imagen directa es especialmente prometedora para buscar signos de vida extraterrestre.

En el caso de un exoplaneta, una imagen directa es especialmente prometedora para buscar signos de vida extraterrestre.

Nadie espera que el planeta gigante gaseoso HIP 65426 b sea un candidato probable para albergar vida tal y como la conocemos, pero los científicos tienen la esperanza de que Webb y otros instrumentos venideros puedan obtener imágenes directas de planetas más pequeños y similares a la Tierra.

Por supuesto, si alguna vez Webb apuntara a un planeta y viera señales de megaestructuras alienígenas que recuerden a la Estrella de la Muerte o a una armada de naves espaciales avanzadas, tendremos que mantener serias discusiones como especie.

Así que, en cierto modo, también se podría considerar el nuevo observatorio espacial como una especie de sistema de alerta temprana.

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Ciencia y Salud

El edulcorante que investiga la OMS por sus posibles efectos sobre la salud

Es uno de los endulzantes más utilizados del mundo y está presente en gran cantidad de productos como bebidas, postres dulces, lácteos o chicles

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La Organización Mundial de la Salud (OMS) estudia si el aspartamo, uno de los edulcorantes más utilizados en el mundo, aumenta el riesgo de desarrollar cáncer. La declaración de dos comités de expertos del organismo, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) y el Comité de Expertos de la Organización Conjunta sobre Aditivos Alimentarios (JECFA), se conocerá el 14 de julio.

El aspartamo es un edulcorante intenso, de bajo contenido en calorías que se comercializa en general como un polvo blanco e inodoro. Es aproximadamente 200 veces más dulce que azúcar y es uno de los edulcorantes artificiales más comunes, presente en productos alimenticios como bebidas, postres, dulces, lácteos o chicles y también comercializado como endulzante de bajo contenido calórico en polvo.

“El aspartamo ha sido objeto de una investigación exhaustiva durante más de 30 años, incluidos los estudios con animales de experimentación, la investigación clínica, los estudios sobre su ingesta y epidemiológicos así como la vigilancia posterior a la comercialización. Se ha comprobado que es seguro y está autorizado para el consumo humano desde hace muchos años y en muchos países después de evaluaciones exhaustivas de la seguridad”, señala la Autoridad de Seguridad Alimentaria Europea (EFSA).

Desde 1981, el comité de expertos en aditivos de la OMS ha afirmado que el consumo de aspartamo es seguro dentro de los límites diarios aceptables. La OMS ha establecido la ingesta diaria admisible (IDA) para el aspartamo en 40 miligramos por kilogramo de peso corporal.

La industria alimentaria utiliza edulcorantes artificiales en una amplia gama de alimentos y bebidas como alternativas a los azúcares añadidos  (Foto: Cortesía UNAM)La industria alimentaria utiliza edulcorantes artificiales en una amplia gama de alimentos y bebidas como alternativas a los azúcares añadidos (Foto: Cortesía UNAM)

Esto significa que una persona puede consumir hasta 40 mg de aspartamo por cada kilogramo de su peso corporal diariamente sin riesgo para la salud. Por ejemplo, si una persona pesa 60 kg, su dosis admisible de aspartamo sería de 2,400 mg (40 mg/kg x 60 kg).

La cantidad aproximada de aspartamo que pueden contener una lata de bebida de 355ml ronda entre los 180mg y los 75mg de aspartamo según la marca y si la bebida es cola, sabor naranja, limón u otros.

La dosis de edulcorante que incluye cada producto en su elaboración varía considerablemente según cada fabricante. Esto significa que una personas de 60 kg debería consumir más de 13 latas de gaseosa por día (en las versiones con mayor contenido del aditivo) o 32 latas (en los casos con menor porcentaje de aspartamo) para estar en riesgo.

Por ejemplo, la botella chica de Coca Cola Light de 200 ml que se comercializa en Argentina y en América Latina contiene 0,024% de aspartamo, según la tabla de información nutricional informada por el fabricante.

El uso del aspartamo está autorizado en todo el mundo por los organismos reguladores, que han examinado todas las pruebas disponibles, y los principales fabricantes de alimentos y bebidas han defendido durante décadas el uso de este ingrediente (Getty)El uso del aspartamo está autorizado en todo el mundo por los organismos reguladores, que han examinado todas las pruebas disponibles, y los principales fabricantes de alimentos y bebidas han defendido durante décadas el uso de este ingrediente (Getty)

En los últimos años varios estudios han revisado los efectos del aspartamo en la salud. De hecho, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) examinó en cinco ocasiones la evidencia científica sobre la seguridad de este edulcorante desde que fue aprobado para su consumo en 1981 y su uso sigue siendo seguro, según indicó la agencia regulatoria de EEUU.

En mayo, la OMS publicó una nueva recomendación que desaconsejó el uso de edulcorantes no calóricos, por considerar que no son eficaces para bajar de peso y porque aumentan el riesgo de diabetes tipo 2enfermedades cardiovasculares y muerte prematura en adultos. En ese grupo de edulcorantes comunes figuraban el acesulfamo K, aspartamo, advantamo, ciclamatos, neotamo, sacarina, sucralosa, stevia y derivados de stevia como los que se deben evitar.

Dos organismos dependientes de la OMS anunciarán los resultados de su nueva revisión sobre el aspartamo (REUTERS/Denis Balibouse)Dos organismos dependientes de la OMS anunciarán los resultados de su nueva revisión sobre el aspartamo (REUTERS/Denis Balibouse)

Estudios sobre el riesgo de cáncer

La comunidad científica ha estado debatiendo durante mucho tiempo los posibles efectos en la salud del aspartamo. En 2006 y 2007, el Instituto Ramazzini advirtió que esta sustancia podría causar un aumento en la incidencia de tumores malignos en algunos órganos de ratones, aunque otro análisis concluyó lo contrario, indicando que no tenía un efecto cancerígeno significativo en estos animales. Sin embargo la Autoridad Alimentaria de Seguridad Europea (EFSA) señaló que el estudio no aportaba pruebas suficientes para poner en tela de juicio las evaluaciones de seguridad previas.

La controversia en torno a este edulcorante nunca ha cesado y continúa hasta el día de hoy. Un estudio observacional realizado en Francia entre 100.000 adultos y publicado en marzo de 2022 en la revistaPlos Medicine encontró que el alto consumo de edulcorantes artificiales, especialmente el aspartamo y el acesulfamo-K, se asociaban con un mayor riesgo de cáncer. Este documento estará incluido en la nueva revisión de la OMS sobre el endulzante.

La OMS actualizará su revisión sobre el aspartamo

Actualmente, son dos los grupos de trabajo de la OMS que están en proceso de examinar la seguridad del aspartamo. Recientemente, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) llevó a cabo una reunión en Francia para evaluar el posible efecto cancerígeno de este edulcorante. Por otro lado, el Comité de Expertos de la Organización Conjunta sobre Aditivos Alimentarios (JECFA) de la OMS empezó sus reuniones desde este martes hasta el 6 de julio para actualizar su evaluación de riesgos del aspartamo, incluyendo una revisión de la dosis diaria que se puede consumir de manera segura.

El fallo de la IARC, finalizado a principios de este mes después de la reunión de expertos del grupo, tuvo como objetivo evaluar el peligro potencial del aspartamo en función de toda la evidencia científica publicada. No consideró la dosis que una persona puede consumir de manera segura, ese asesoramiento en cuanto a la cantidad recomendada del producto proviene del otro grupo de especialistas, el comité de expertos en aditivos alimentarios de la OMS. La JECFA debe anunciar sus hallazgos el 14 de julio, el mismo día en que la IARC hará pública su decisión.

En mayo, la OMS publicó una nueva recomendación que desaconsejó el uso de edulcorantes no calóricos, por considerar que no son eficaces para bajar de peso y porque aumentan el riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y muerte prematura en adultos En mayo, la OMS publicó una nueva recomendación que desaconsejó el uso de edulcorantes no calóricos, por considerar que no son eficaces para bajar de peso y porque aumentan el riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y muerte prematura en adultos

Otros estudios advirtieron por el efecto de la sucralosa

Como anticipó el medio Infobae, un reciente estudio realizado en la Universidad Estatal de Carolina del Norte, Estados Unidos, reveló que la sucralosa, un edulcorante sin calorías ampliamente utilizado, podría tener efectos perjudiciales en el ADN, aumentar el riesgo de cáncer y provocar permeabilidad en el revestimiento intestinal.

La investigación, publicada en elJournal of Toxicology and Environmental Health, identificó que un metabolito de la sucralosa llamado sucralosa-6-acetato es genotóxico. Esto implica que puede dañar el material genético que compone el ADN, aumentando así la probabilidad de desarrollar células cancerosas. La autora principal del estudio, la científica Susan Schiffman, quien también es profesora adjunta en el departamento de Ingeniería Biomédica de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, explicó estos hallazgos.

La sucralosa es un compuesto utilizado como edulcorante no calórico y es aproximadamente 600 veces más dulce que el azúcar refinada. En Estados Unidos y muchos países de habla hispana, se conoce popularmente por la marca Splenda™ y se utiliza en la fabricación de una amplia variedad de productos, incluyendo alimentos horneados, bebidas, chicles, gelatinas y postres lácteos.

Además del daño al ADN, el estudio también señaló que la sucralosa puede ocasionar una mayor permeabilidad en el revestimiento intestinal y aumentar la actividad de los genes relacionados con la inflamación y el cáncer.

Fte

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Aspartamo utilizado en la Coca-Cola Diet podría ser cancerígeno

La investigación del organismo internacional será dada a conocer en los próximos días

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Uno de los edulcorantes artificiales más comunes en el mundo será declarado el mes que viene posible carcinógeno por un importante organismo sanitario mundial, según dos fuentes conocedoras del proceso, que lo enfrenta a la industria alimentaria y a los organismos reguladores.

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El aspartamo, utilizado en productos que van desde los refrescos dietéticos de Coca-Cola hasta los chicles Extra de Mars y algunas bebidas Snapple, será catalogado en julio como “posiblemente cancerígeno para el ser humano” por primera vez por el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC), la rama de investigación sobre el cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS), dijeron las fuentes.

El dictamen del CIIC, finalizado a principios de este mes tras una reunión de expertos externos del grupo, pretende evaluar si algo es un peligro potencial o no, basándose en todas las pruebas publicadas.

No tiene en cuenta la cantidad de un producto que una persona puede consumir sin peligro. Este asesoramiento a las personas procede de otro comité de expertos en aditivos alimentarios de la OMS, conocido como JECFA (Comité Mixto de Expertos en Aditivos Alimentarios de la OMS y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), junto con las determinaciones de los organismos reguladores nacionales.

Sin embargo, dictámenes similares del CIIC en el pasado sobre distintas sustancias han suscitado inquietud entre los consumidores sobre su uso, han dado lugar a demandas judiciales y han presionado a los fabricantes para recrear recetas y cambiar a alternativas. Esto ha llevado a criticar que las evaluaciones del CIIC pueden resultar confusas para el público.

El JECFA, comité de la OMS sobre aditivos, también está revisando el uso del aspartamo este año. Su reunión comenzó a finales de junio y está previsto que anuncie sus conclusiones el mismo día que el CIIC haga pública su decisión, el 14 de julio.

Paquetes de chicles Wrigley's Extra expuestos en una tienda de Nueva York, Estados Unidos, 28 de junio de 2023. REUTERS/Shannon StapletonPaquetes de chicles Wrigley’s Extra expuestos en una tienda de Nueva York, Estados Unidos, 28 de junio de 2023. REUTERS/Shannon Stapleton

Desde 1981, el JECFA ha afirmado que el consumo de aspartamo es seguro dentro de los límites diarios aceptados. Por ejemplo, un adulto de 60 kg tendría que beber entre 12 y 36 latas de refresco dietético al día (dependiendo de la cantidad de aspartamo que contenga la bebida) para estar en riesgo. Esta opinión ha sido ampliamente compartida por los organismos reguladores nacionales, incluidos los de Estados Unidos Europa.

Un portavoz del CIIC declaró que las conclusiones de ambos comités eran confidenciales hasta julio, pero añadió que eran “complementarias”, y que la conclusión del CIIC representaba “el primer paso fundamental para comprender la carcinogenicidad”. El comité de aditivos “lleva a cabo la evaluación de riesgos, que determina la probabilidad de que se produzca un tipo específico de daño (por ejemplo, cáncer) en determinadas condiciones y niveles de exposición”.

Sin embargo, la industria y los reguladores temen que celebrar ambos procesos casi al mismo tiempo pueda resultar confuso, según las cartas de los reguladores estadounidenses y japoneses vistas por Reuters.

Pedimos amablemente a ambos organismos que coordinen sus esfuerzos en la revisión del aspartamo para evitar cualquier confusión o preocupación entre el público”, escribió Nozomi Tomita, funcionaria del Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar de Japón, en una carta fechada el 27 de marzo y dirigida a la directora general adjunta de la OMS, Zsuzsanna Jakab.

La carta también pedía que las conclusiones de ambos organismos se hicieran públicas el mismo día, como está ocurriendo ahora. La misión japonesa en Ginebra, sede de la OMS, no respondió a la solicitud de comentarios.

Debate

Los dictámenes del CIIC pueden tener enormes repercusiones. En 2015, su comité concluyó que el glifosato es “probablemente cancerígeno”. Años después, incluso cuando otros organismos como la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) lo impugnaron, las empresas seguían sintiendo los efectos de la decisión. La alemana Bayer perdió en 2021 su tercera apelación contra los veredictos de los tribunales estadounidenses que concedían indemnizaciones por daños y perjuicios a clientes que achacaban sus cánceres al uso de sus herbicidas a base de glifosato.

FOTO DE ARCHIVO: Sede de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Ginebra, Suiza (Reuters)FOTO DE ARCHIVO: Sede de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Ginebra, Suiza (Reuters)

Las decisiones del CIIC también han sido criticadas por generar alarmas innecesarias sobre sustancias o situaciones difíciles de evitar. Anteriormente había clasificado el trabajo nocturno y el consumo de carne roja como “probablemente cancerígenos”, y el uso de teléfonos móviles como “posiblemente cancerígenos”, al igual que el aspartamo.

La IARC no es un organismo de seguridad alimentaria y su revisión del aspartamo no es científicamente exhaustiva y se basa en gran medida en investigaciones ampliamente desacreditadas”, declaró Frances Hunt-Wood, secretaria general de la Asociación Internacional de Edulcorantes (ISA).

Este organismo, entre cuyos miembros se encuentran Mars Wrigley, una unidad de Coca-Cola Cargill, manifestó su “profunda preocupación por la revisión del CIIC, que puede inducir a error a los consumidores”.

La directora ejecutiva del Consejo Internacional de Asociaciones de BebidasKate Loatman, afirmó que las autoridades de salud pública deberían estar “profundamente preocupadas” por el “dictamen filtrado”, y también advirtió de que “podría inducir innecesariamente a error a los consumidores para que consuman más azúcar en lugar de elegir opciones seguras sin o con bajo contenido en azúcar”.

El aspartamo ha sido objeto de numerosos estudios durante años. El año pasado, un estudio de observación realizado en Francia entre 100.000 adultos demostró que las personas que consumían mayores cantidades de edulcorantes artificiales -incluido el aspartamo- tenían un riesgo de cáncer ligeramente superior.

A principios de la década de 2000, el Instituto Ramazzini de Italia publicó un estudio en el que se relacionaban con el aspartamo algunos tipos de cáncer en ratones y ratas.

Sin embargo, el primer estudio no pudo demostrar que el aspartamo causara el mayor riesgo de cáncer, y se han planteado dudas sobre la metodología del segundo estudio, incluso por parte de la EFSA, que lo evaluó.

El uso del aspartamo está autorizado en todo el mundo por los organismos reguladores, que han examinado todas las pruebas disponibles, y los principales fabricantes de alimentos y bebidas han defendido durante décadas el uso de este ingrediente. La IARC afirmó haber evaluado 1.300 estudios en su revisión de junio.

Los recientes ajustes de las recetas del gigante de los refrescos Pepsico demuestran la lucha que tiene la industria cuando se trata de equilibrar las preferencias de sabor con las preocupaciones por la salud. Pepsico retiró el aspartamo de los refrescos en 2015, lo volvió a introducir un año después y lo volvió a retirar en 2020.

La inclusión del aspartamo en la lista de posibles carcinógenos pretende motivar más investigación, según fuentes cercanas al CIIC, lo que ayudará a agencias, consumidores y fabricantes a sacar conclusiones más firmes.

Pero también es probable que vuelva a encender el debate sobre el papel de la IARC, así como sobre la seguridad de los edulcorantes en general.

El mes pasado, según el medio Infobae, la OMS publicó unas directrices en las que aconsejaba a los consumidores no utilizar edulcorantes sin azúcar para controlar el peso. Las directrices causaron furor en la industria alimentaria, que sostiene que pueden ser útiles para los consumidores que desean reducir la cantidad de azúcar en su dieta.

Fte

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Científicos de la UBA buscan utilizar inteligencia artificial para diagnosticar Alzheimer de forma precoz

Expertos de la Universidad de Buenos Aires entrenan a IA con imágenes de resonancias magnéticas, con el objetivo de que reconozca el inicio de distintas patologías neurológicas

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En las primeras etapas, descubrir la enfermedad de Alzheimer es difícil porque los síntomas comienzan a manifestarse de manera muy sutil y pueden confundirse con problemas de memoria, típicos de la edad avanzada. Sin embargo, la detección precoz es fundamental para dar inicio al tratamiento y así retrasar los efectos que, finalmente, impactarán en la calidad de vida de la persona afectada.

Los conocimientos resultantes del atlas pueden ser muy importantes para comprender y combatir enfermedades psiquiátricas y neurodegenerativas complejas (Getty)

El Alzheimer es la causa más común de demencia y consiste en un deterioro gradual en la memoria, el pensamiento, el comportamiento y las habilidades sociales. Suele progresar sin síntomas durante muchos años y, generalmente, está precedida por lo que se conoce como deterioro cognitivo leve.

Ahora, de la mano de la inteligencia artificialinvestigadores de la UBA están utilizando redes de neuronas como modelo para que una computadora pueda ser inteligente, emule la interconexión de las neuronas del cerebro humano y aprenda a identificar el inicio del Alzheimer en imágenes de resonancias magnéticas. A la vez, ver estas redes neuronales artificiales en acción, permite una libertad sin igual para conocer cómo es que funciona el cerebro humano.

Es que el uso de la IA para detectar enfermedades a partir de resonancias magnéticas cerebrales promete automatizar, estandarizar y convertirse en un proceso de diagnóstico a escala, ya que estos estudios clínicos se recopilan de forma rutinaria y se acumulan en grandes bases de datos, que se pueden utilizar para entrenar algoritmos de inteligencia artificial.

Los investigadores utilizan todas las resonancias que se le hicieron a una persona a la que le detectaron alguna enfermedad, para entrenar a la inteligencia artificialLos investigadores utilizan todas las resonancias que se le hicieron a una persona a la que le detectaron alguna enfermedad, para entrenar a la inteligencia artificial

Es este sentido, el aprendizaje profundo (o deep learning), por su parte, ha demostrado tener éxito en la detección de múltiples enfermedades en datos de resonancia magnética cerebral de alta calidad, los cuales fueron recopilados en un entorno de investigación controlado.

Recientemente, un grupo de investigadores del Hospital General de Massachusetts desarrolló un modelo de inteligencia artificial capaz de identificar con más del 90% de precisión a personas que padecen Alzheimer.

En Argentina, este grupo de investigadores de la UBA están utilizando las redes neuronales artificiales para que una IA aprenda a identificar el inicio del Alzheimer en imágenes de resonancias magnéticas. “Nosotros usamos la IA para codificar el cerebro. Cuando se le hace una resonancia magnética al cerebro de una persona, lo que vemos son píxeles o vóxeles de colores, que son pedacitos del cerebro que se iluminan o no en función de lo que está pasando en esa zona del cerebro”, afirmó Diego Fernández Slezak, investigador del Instituto de Ciencias de la Computación UBA/CONICET.

El estudio servirá para avanzar en enfermedades como el Alzheimer y obtener diagnósticos más precisosEl estudio servirá para avanzar en enfermedades como el Alzheimer y obtener diagnósticos más precisos

En ese tono, quien también se desempeña como profesor en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, agregó: “Si lo que se ilumina es normal o no, es difícil de identificar incluso para los especialistas. Entonces, la IA toma las imágenes, las codifica, y devuelve índices que podrían permitir asociarlos a patologías como, por ejemplo, AlzheimerbipolaridadACV epilepsia”.

El trabajo que está haciendo Slezak, junto a colegas del Instituto de Ciencias de la Computación de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, es el de identificar un patrón en las imágenes de resonancias magnéticas del cerebro que le permita a una inteligencia artificial identificar el Alzheimer de forma temprana.

“Ahora estamos trabajando con imágenes y cómo codificar, con resonancias magnéticas del cerebro, atributos que lleven al Alzheimer”, contó el experto. “Es una enfermedad muy bien caracterizada, y que está en constante estudio. Actualmente existen muy buenos tratamientos para retrasar los efectos que afectan la calidad de vida, así es que detectarlo a tiempo es algo vital”, agregó.

Es difícil de descubrir el inicio de la enfermedad de Alzheimer en las primeras etapas, porque los síntomas pueden confundirse con problemas de memoria, típicos de la edad avanzada (Getty Images)Es difícil de descubrir el inicio de la enfermedad de Alzheimer en las primeras etapas, porque los síntomas pueden confundirse con problemas de memoria, típicos de la edad avanzada (Getty Images)

“Una ventaja de trabajar con una red neuronal artificial es que la podemos desarmar y disecar como queramos para estudiarla hasta en el más mínimo detalle. Los que hacemos inteligencia artificial desde la neurociencia, buscamos que lo artificial nos permita aprender sobre la estructura del cerebro humano, y al revés. Cómo están codificadas las cosas, es un ida y vuelta”, explicó el investigador.

Diego Fernández Slezak fue galardonado recientemente con el Premio Konex de la Ciencia y la Tecnología 2023, y también recibió en 2016 el Premio a la Investigación de Google, ambos por el trabajo que viene realizando con inteligencia artificial aplicada a neurociencias desde hace más de diez años.

Detectar patologías cerebrales con IA

Esta es una investigación en curso que se está realizando en colaboración con el hospital Fleni, que es quien aporta las resonancias magnéticas con las que se le está enseñando a la IA. Para que pueda conocer todo el camino que lleva a una enfermedad como el Alzheimer, se inicia con lo que se conoce como queja subjetiva de un paciente. Es decir, alguien que tiene olvidos o se confunde los nombres.

En la actualidad no hay ningún tratamiento que cure la enfermedad de Alzheimer
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RENSSELAER POLYTECHNIC INSTITUTE
En la actualidad no hay ningún tratamiento que cure la enfermedad de Alzheimer SALUD RENSSELAER POLYTECHNIC INSTITUTE

Los especialistas, entonces, le realizan al paciente una batería de estudios, entre los que se encuentra la resonancia magnética, para saber si esa queja subjetiva efectivamente se corresponde con un problema cerebral real. Esto podría ser el inicio de una demencia que podría luego degenerar en Alzheimer, o tal vez una afasia, u otra patología cerebral.

Los investigadores utilizan todas las resonancias que se le hicieron a una persona a la que sí, luego, le detectaron algo. El objetivo: entrenar a la inteligencia artificial a que identifique si existe un patrón anterior que permita detectar esas enfermedades a tiempo.

“El Fleni tiene una base de datos de miles de resonancias viejas”, contó el experto. “Nosotros lo que hacemos primero es que la IA codifique la estructura del cerebro, y después asociar esa estructura a las distintas patologías. Se ve en el historial de diagnóstico, y se ve si una dirección dada de la estructura del cerebro, es la dirección del Alzheimer, o de cada una de las otras patologías”, profundizó.

La inteligencia artificial se usa para codificar el cerebro y comprender mejor su funcionamiento (Getty)La inteligencia artificial se usa para codificar el cerebro y comprender mejor su funcionamiento (Getty)

Neuronas artificiales para comprender las reales

Las inteligencias artificiales funcionan con lo que se conoce como redes neuronales, incluso también las usa el ChatGPT, tan famoso en la actualidad por responder todo tipo de consultas. Se trata de un método que permite a las IA procesar datos de una forma inspirada en como lo hace el cerebro humano.

Utiliza nodos que están interconectados en una estructura de capas, muy similar a como funcionan las neuronas biológicas. Es un sistema que les permite a las computadoras aprender de sus errores y mejorar de forma continua. Establecen relaciones entre los datos con los que se las alimenta, aportando resultados complejos.

“La forma en que estas redes neuronales artificiales aprenden, tiene que ver con cómo nosotros representamos la información en nuestra cabeza”, contó Fernández Slezak. “Nuestra idea es estudiar cómo es que hace eso en nichos muy pequeños y donde tengamos cierto control. El lenguaje es uno de esos ámbitos, es decir, cómo aprende una IA a escribir”, añadió.

El uso de la inteligencia artificial IA para detectar enfermedades a partir de resonancias magnéticas cerebrales promete automatizar, estandarizar y convertirse en un proceso de diagnóstico a escalaEl uso de la inteligencia artificial IA para detectar enfermedades a partir de resonancias magnéticas cerebrales promete automatizar, estandarizar y convertirse en un proceso de diagnóstico a escala

“La asociación libre entre palabras, que es algo automático en nosotros, también ocurre de forma automática en estas redes artificiales. Por ejemplo, si te digo plaza, decís pasto, y así con gran cantidad de palabras. Eso permite ir viendo cómo están relacionadas las ideas en el cerebro”, contó el experto. Y continuó: “Eso estamos haciendo con la red neuronal artificial para ver qué paralelismo hay con: cómo funciona la mente humana”.

“Si bien a las personas podemos hacerles resonancias magnéticas para ver cómo funciona su cerebro cuando asocia palabras, no podemos tener el grado de detalle que nos permite estudiar la red neuronal cuando hace lo mismo. Y entonces puede ayudarnos a comprender cómo se representa la información en nuestro cerebro”, explicó Fernandez Slezak. Lo interesante del paralelismo entre cómo procesa la información la inteligencia artificial y el cerebro humano es que, justamente, hay un desconocimiento en cómo es el funcionamiento.

No se sabe por qué 100 mil bolitas o nodos conectados con pesos, que son probabilidades de conexión entre una y otra, logran representar bien el lenguaje, como una IA al estilo de ChatGPT. Tampoco está claro cómo mil millones de neuronas logran que un ser humano represente el lenguaje. Se sabe que el algoritmo matemático de una red neuronal artificial va adaptando los pesos de los nodos o neuronas, pero se desconoce por qué una estructura de red con ciertos pesos resuelve muy bien un problema dado. Lo mismo para su paralelo biológico. Por eso es que resulta útil poder comprender la forma en que “piensa” una inteligencia artificial, para terminar de entender cómo y por qué el ser humano piensa como piensa.

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