Connect with us

Ciencia y Salud

Seis mitos a revertir para reducir el ahogamiento infantil

Publicado

el

bulos incidentes acuaticos decalogo manguitos bano ninos piscina W6Gq0L

Casi una treintena de la población infantil entre 0 y 17 años falleció por ahogamiento en 2023. Además, la AEP considera que por cada muerte puede haber de uno a cuatro ahogamientos no mortales que requieren hospitalización y pueden dejar secuelas con distintos grados de daños neurológicos. Por eso es importante revertir los mitos para atender eficazmente a las víctimas.

Los principales motivos de incidencia

La AEP registra dos picos de incidencia de ahogamientos:

Niños por debajo de 4 años: en este caso los incidentes suelen producirse en agua dulce, especialmente en piscinas particulares.

Adolescentes, normalmente varones: Estos duplican el índice de mortalidad de las niñas y tienden a sufrir este tipo de accidentes en el mar, canales, ríos y lagos, asociándose el alcohol y las drogas como causas desencadenantes.

“Aunque se disponga de socorrista, los adultos no deben dejar de supervisar activamente a los niños, incluso si están usando sistemas de flotación”, explica el doctor Ignacio Manrique, coordinador del Comité de Soporte Vital de la AEP.

“El único sistema que previene el ahogamiento infantil son los brazos, por lo que no deberíamos estar a más distancia, especialmente, en el caso de menores”, añade.

Al estar estos ahogamientos relacionados con actividades de ocio, se producen principalmente en verano y durante los fines de semana. De hecho, la mayor cifra de ahogamientos se registra entre las 16 y 18 horas de la tarde.

Es importante pedir ayuda a los socorristas pues conocen el protocolo que atiende a las víctimas por ahogo reduciendo los riesgos posibles. EFE/Daniel Pérez

Los mitos más comunes sobre el ahogamiento

Con el objetivo de reducir estas cifras, la AEP desmiente seis mitos sobre el ahogamiento para evitar que estas falsas creencias limiten la capacidad para prevenirlos.

1. Los manguitos y flotadores previenen el ahogamiento infantil

Existen diversos accesorios de flotación frecuentemente usados por niños que tienen mayor dificultad para moverse en el medio acuático. Sin embargo, a pesar de estos accesorios les ayudan a flotar, no previenen el ahogamiento, ya que no garantizan que las vías respiratorias queden fuera del agua en todo momento. Su uso como medida preventiva puede generar una falsa sensación de seguridad que disminuya la atención y la vigilancia.

El único material efectivo y recomendado para la flotación de los bañistas es el chaleco salvavidas que debe usarse siempre que se navegue en cualquier superficie sobre el agua. Por lo que se recomienda especialmente mantener la vigilancia y el uso del chaleco.

2. La persona que se ahoga pide ayuda

Cuando una persona se ahora no grita ni pide ayuda ya que concentra todos sus esfuerzos en sacar la cabeza y respirar.

Según la AEP, se ha observado que en el proceso de ahogamiento pueden transcurrir desde unos pocos segundos a pocos minutos, por lo que reconocer esta situación es un reto para socorristas y bañistas.

3. Ante un ahogamiento hay que lanzarse a socorrer

Los expertos y gestores de riesgo deben hacer un esfuerzo especial para transmitir a los testigos de un ahogamiento que no intenten un rescate entrando en el agua ya que el intento de socorro de un bañista puede terminar mal, pues las víctimas suelen hundir con ellas a todo lo que se acerca, comprometiendo así la vida del primer interviniente generando un nuevo incidente.

Por eso es importante avisar inmediatamente a un socorrista y/o disponer de material de flotación ubicado en lugares públicos.

4. Hay que colocar la víctima ahogada boca abajo para vaciar el agua de los pulmones

Existe la creencia de que para reanimar a un ahogado hay que vaciar el agua de sus pulmones. Estas maniobras, además de ser inútiles según la AEP, suponen una pérdida del tiempo esencial para revertir la hipoxia de la víctima.

Actualmente para personas ahogadas que no respiran se recomienda aplicar el protocolo de RCP con ventilaciones y compresiones torácicas.

5. Tras la comida no hay que bañarse para evitar el corte de la digestión

Tradicionalmente se ha recomendado siempre esperar alrededor de dos horas después de comer antes de bañarse para así evitar un “corte de digestión”. Este término se refiere a la interrupción del proceso digestivo.

Sin embargo, el corte de digestión puede ocurrir tanto dentro como fuera del agua pues lo que en realidad recomienda la AEP evitar es el choque térmico que está relacionado con la circulación sanguínea y que se denomina síncope por hidrocución.

Para prevenirlo, se recomienda la aclimatación gradual, mantener una hidratación adecuada, evitar comidas copiosas y la exposición excesiva al calor. También recomiendan prestar atención a cualquier señal de malestar, mareo o debilidad.

6. La bandera roja no afecta a todos los bañistas

A través de redes sociales se ha extendido la idea de que la bandera roja no afecta a los deportistas ya que para el desarrollo de su actividad necesitan condiciones en las que hayan olas y viento.

Sin embargo, tener un alto conocimiento de un deporte náutico (como surf o natación de aguas abiertas), no exime del cumplimiento de las normativas y no implica inmunidad ante los incidentes acuáticos.

La entrada Seis mitos a revertir para reducir el ahogamiento infantil se publicó primero en EFE Salud.

Seguir leyendo

Ciencia y Salud

Metapneumovirus humano, un virus respiratorio global y conocido sin potencial pandémico

Publicado

el

metapneumovirus humano china pekin

metapneumovirus humano

Lo explica a EFEsalud la microbióloga Concepción Gimeno, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), quien aleja cualquier tipo de alerta ante el metapneumovirus humano (HMPV, por sus siglas en inglés), un virus respiratorio común y global frente al que la mayoría ya hemos desarrollado anticuerpos.

“Un 90 % de las de las personas mayores de diez años tenemos anticuerpos, lo hemos pasado a lo largo de la infancia, en muchos casos asintomáticos o pensando que era un resfriado típico de un niño que está en la guardería”, precisa.

El brote infeccioso de China

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha explicado que, de acuerdo a la información recibida de las autoridades China, los patógenos que se han detectado en el brote infeccioso en el norte del país son los virus sincitial respiratorio (VRS), el metapneumovirus humano (MPVH), el SARS-CoV-2 (causante de la covid) y, sobre todo, el de la gripe estacional.

“Los niveles de infecciones respiratorias notificados en China están dentro de lo habitual para la estación invernal”, ha recalcado la portavoz de la OMS, Margaret Harris.

Sin embargo, el hecho de ser un virus menos conocido que otros entre la población y que, además, exista un metapneumovirus aviar ha encendido algunas alertas.

La microbióloga explica que el metapneumovirus aviar es el posible ancestro del metapneumovirus humano y que ahora no existen brotes importantes de casos de este virus”.

Asegura que el metapneumovirus es un virus lento, que tarda mucho en mutar, y que es muy diferente al de la gripe aviar H5N1 que se adapta con más rapidez, por lo que no tiene porqué existir relación entre estos dos patógenos, “son dos problemas completamente distintos”.

La gripe aviar, por su parte, ha pasado de las aves a los mamíferos y de estos a los humanos, aunque todavía no existe transmisión directa de persona a persona, una amenaza que existe y que sí podría causar una pandemia.

metapneumovirus humano
Un hombre con mascarilla camina por las calles de Pekín (China) en enero de 2025. EFE/EPA/JESSICA LEE

Síntomas y grupos de riesgo del metapneumovirus humano

El metapneumovirus humano cursa con tos, fiebre, dolor de cabeza, congestión nasal…como un resfriado común y tan solo entre el 1 y el 5 % de los casos son graves al derivar en neumonía, bronquitis o bronquiolitis, según la también jefa del Servicio de Microbiología del Hospital General de Valencia.

Los grupos de riesgo son los menores entre 6 meses y 5 años que todavía no han desarrollado los anticuerpos frente a esta infección, pero también los mayores que van perdiendo defensas o las personas inmunodeprimidas a causa de enfermedades.

“Es un virus de la infancia, es un virus de las guarderías, de cuando los niños comienzan a socializar, como ocurre con el virus respiratorio sincitial”, explica la especialista.

Cómo detectarlo y tratarlo

Las pruebas de diagnóstico PCR pueden detectar la presencia del HMPV.

Lo habitual en los hospitales es que a personas con infecciones graves les hagan las pruebas de los virus más comunes, como gripe A y B, coronavirus y respiratorio sincitial, aunque se puede ampliar hasta un total de 23 patógenos entre los que figura el metapneumovirus humano.

“Los microbiólogos queremos identificar los distintos virus (en los pacientes) porque hay algunos que tienen potencial pandémico”, indica Concepción Gimeno, portavoz de la SEIMC.

Y afirma que actualmente se están detectando casos esporádicos, “no hay ningún brote actualmente en España”, al contrario que la gripe estacional, que en esta época empieza a ser un problema respecto a los ingresos y urgencias hospitalarias.

El metapneumovirus humano leve se combate con hidratación, analgésicos, cuidados en casa y, sobre todo, se previene con el uso de la mascarilla y el lavado de manos.

No existe ni un fármaco antiviral específico, ni una vacuna contra el HMPV, aunque la microbióloga considera que, dada su similitud con el virus respiratorio sincitial y si aumenta su incidencia, podría darse la posibilidad de desarrollar una vacuna.

El metapneumovirus humano, de la familia paramyxoviridae, se describió por primera vez en el año 2001 en un laboratorio de los Países Bajos y cuando se analizaron sueros de hasta cincuenta años atrás se observó que las personas habían desarrollado anticuerpos contra un virus que no era nuevo, sino que convivía desde hacía muchos años entre la población global.

La entrada Metapneumovirus humano, un virus respiratorio global y conocido sin potencial pandémico se publicó primero en EFE Salud.

Seguir leyendo

Ciencia y Salud

El 95 % de los españoles reconoce que los abrazos mejoran su bienestar emocional

Publicado

el

dia del abrazo reino unido VzFmXS

abrazos bienestar emocional

Abrazos y bienestar emocional: un vínculo científico

El contacto físico, especialmente los abrazos, es fundamental para el bienestar emocional.

“El gesto de dar un abrazo libera oxitocina, la hormona de la felicidad, lo que genera un mejor estado de ánimo, controla los latidos del corazón e, incluso, nos traslada a un estado de calma y seguridad, que incide directamente sobre la salud emocional de las personas”, explica Soraya Bajat, jefa del servicio de Salud Mental de los Hospitales Universitarios Sanitas la Zarzuela y La Moraleja.

Este proceso químico genera múltiples beneficios:

  • Mejora el estado de ánimo
  • Reduce los niveles de cortisol (hormona del estrés)
  • Regula el ritmo cardíaco
  • Fomenta una sensación de calma y seguridad

Un estudio de Sanitas destaca los beneficios físicos y emocionales del contacto físico en las relaciones personales.

abrazos bienestar emocional
Los jugadores del FC Barcelona Víctor Valdés (i) y Javier Mascherano se abrazan al final de un partido. EFE/Toni Galán

La encuesta, realizada como parte de la campaña navideña “No dejes abrazos pendientes”, revela que el 73 % de los encuestados asocia los abrazos con cariño, el 64 % con amor, el 56,3 % con consuelo y el 53 % con tranquilidad.

Estos resultados subrayan el papel del contacto físico en la gestión emocional diaria, especialmente en momentos de estrés o incertidumbre.

Beneficios físicos de los abrazos

Además del impacto emocional, los abrazos también tienen efectos significativos en la salud física. Nueve de cada diez españoles creen que este gesto contribuye a su bienestar físico.

“Este beneficio físico es real, puesto que esa gestión de la calma ayuda a reducir la presión arterial y la frecuencia cardíaca, por lo tanto, repercute directamente sobre la función cardiovascular. Además, ayudan a controlar la liberación de cortisol, la hormona del estrés, que puede influir, incluso en la calidad del sueño y, por tanto, del descanso”, continúa la doctora Bajat.

El estudio también destaca la frecuencia de los abrazos entre los españoles: en promedio, se dan 15 abrazos a la semana.

Las mujeres lideran esta práctica con 17,7 abrazos semanales, mientras que los adultos entre 35 y 44 años alcanzan los 21.

En contraste, los mayores de 65 años abrazan menos, con un promedio de 10,6 a la semana, siendo además el grupo que menos abrazos recibe.

La campaña “No dejes abrazos pendientes”

Esta investigación forma parte de la campaña de Sanitas, que busca promover el contacto físico como una forma de cuidado mutuo.

La iniciativa incluye un sitio web con información y consejos sobre los beneficios de los abrazos, además de testimonios de expertos en salud mental como Elizabeth Clapés y Patricia Ramírez.

“Como compañía especialista en salud sabemos que parte de nuestra misión pasa por fomentar el cuidado entre nosotros. Un cuidado responsable, honesto en el que la afectividad y la cercanía juegan un papel clave”, subraya Yolanda Erburu, Chief Sustainability y Corporate Affairs en Sanitas y Bupa Europe & Latinamerica.

La entrada El 95 % de los españoles reconoce que los abrazos mejoran su bienestar emocional se publicó primero en EFE Salud.

Seguir leyendo

Ciencia y Salud

Sobrevivir a la muerte súbita sin secuelas: RCP y desfibrilación aumentan las posibilidades

Publicado

el

muerte subita sobrevivir corazon quironsalud CT59OJ

sobrevivir muerte súbita

La aparición repentina e inesperada de una parada cardiaca, en una persona aparentemente sana y con buena salud, se conoce como muerte súbita que precisa de atención médica inmediata para poder sobrevivir sin secuelas.

La causa más frecuente de muerte súbita es una fibrilación ventricular, una arritmia cardiaca maligna que impide que el músculo del corazón se contraiga de forma coordinada, resultando en la ausencia de latidos eficientes y en la detención inmediata del bombeo de sangre al cuerpo.

La víctima, pierde el pulso y pocos segundos después, el conocimiento y la capacidad de respirar, si no recibe atención médica inmediatamente, fallecerá a consecuencia de un paro cardiaco.

Cuando el corazón deja de bombear sangre, la presión arterial cae a cero y se anula el riego sanguíneo, resultando en la detención total de aporte de oxígeno y demás nutrientes al resto del cuerpo.

El órgano más crítico a la hora de no recibir riego sanguíneo es el cerebro, ya que tan solo unos pocos minutos tras la parada cardiaca comienza a sufrir daños irreversibles. El daño cerebral es la principal secuela en pacientes que son reanimados.

La muerte súbita no se puede predecir o controlar, pues ocurre de manera inesperada, sin embargo, algunas personas pueden tener síntomas previos que alerten como sufrir alguna pérdida de conocimiento que se recupera espontáneamente, o episodios de palpitaciones rápidas de inicio y final brusco.

Cuando se produce una parada cardiaca, la persona repentinamente pierde la consciencia y no tiene respuesta a estímulos (como ruidos o dar un pellizco), deja de respirar, y pierde el tono rosado de la piel que se suele volver de color pálido inicialmente y luego azul violáceo.

Las causas más frecuentes de parada cardiaca

Como la enfermedad coronaria (infarto de miocardio) es la causa más frecuente de parada cardiaca, ésta se podría prevenir “evitando factores de riesgo que provocan la aterosclerosis en las coronarias, el endurecimiento de las arterias como consecuencia de la acumulación de grasa, colesterol y otras sustancias en las paredes de las arterias, que posteriormente van a provocar el infarto con arritmia maligna asociada que resulta en la parada cardiaca”, apunta el doctor Borja Ibáñez, cardiólogo intervencionista de la Fundación Jiménez Díaz y director científico del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y jefe de grupo del Centro de Investigación en Red de Enfermedades Cardiovasculares (CIBERCV).

muerte súbita
Doctor Borja Ibáñez, cardiólogo intervencionista de la Fundación Jiménez Díaz y director científico del CNIC y jefe de grupo del CIBERCV.

Otra causa de parada cardiaca es padecer una cardiopatía de origen genético (familiar), que puede ser silente y debutar como una parada cardiaca sin ningún síntoma previo. Los chequeos a familiares con antecedentes en cardiopatías hereditarias o a personas que han sufrido un infarto de miocardio y lo han superado, pueden evitar el riesgo de muerte súbita.

La edad es un factor a tener en cuenta a la hora de tener más posibilidades de sufrir muerte súbita. En personas mayores de 35 años con enfermedad arterial coronaria, o con miocardiopatía hipertrófica, una enfermedad genética que se caracteriza por un engrosamiento del músculo del corazón (que puede dificultar el bombeo de la sangre del corazón), puede aumentar el riesgo de muerte súbita.

También en personas que, tras un infarto de miocardio, a pesar de haber sido tratado correctamente, el corazón ha quedado con una cicatriz que puede aumentar el riesgo de tener una arritmia.

Los factores de riesgo

Aunque es muy difícil de prevenir, pues se produce en personas aparentemente sanas y de forma repentina, existen factores de riesgo como la obesidad, la diabetes o el tabaquismo, que pueden asociarse con este problema cardiaco mortal.

“Hay otros motivos de muerte súbita no relacionados directamente con el corazón como puede ser una hemorragia cerebral o una rotura en un aneurisma de la aorta o, incluso, una embolia de pulmón”, añade el doctor Ibáñez.

Aunque es muy poco frecuente, un suceso que provoque un esfuerzo o dañe el tejido cardiaco puede aumentar el riesgo de muerte súbita, como puede ser un fuerte golpe en una zona pequeña justo frente al corazón como se ha documentado en bolazos de béisbol, por ejemplo.

También, sufrir enfermedades con corazones aparentemente normales pero con alto riesgo arrítmico como el síndrome de Brugada, el de QT largo, o la taquicardia ventricular por catecolaminas pueden provocar muerte súbita.

Acciones para sobrevivir a la muerte súbita

El único tratamiento eficaz para ralentizar el daño secundario a la falta de circulación durante un episodio de muerte súbita es la reanimación cardiopulmonar (RCP) hasta que lleguen los servicios médicos de urgencia.

En muchos casos, la parada cardiaca se puede revertir aplicando una desfibrilación, bien cuando se presentan los servicios de emergencias, o bien usando los DESA (desfibrilador externo semiautomático) que cada vez están presentes en más entornos públicos.

La desfibrilación consiste en administrar al corazón una descarga eléctrica controlada para reiniciar la actividad del corazón y recuperar el ritmo normal.

La RCP se realiza hasta que se pueda utilizar un desfibrilador. La RCP se debe llevar a cabo poniendo ambas manos en el centro del esternón de la víctima y hacer compresiones profundas hacia abajo, con los brazos extendidos en ángulo recto respecto al paciente.

Hay que comprimir el esternón unos 4 ó 5 centímetros con una frecuencia rápida aproximadamente entre 100 y 120 compresiones por minuto, a un ritmo regular y continuo (la canción de la Macarena, es una buena forma de llevar el ritmo de las comprensiones), sin interrupción, hasta que la víctima recupere el conocimiento o lleguen los servicios de emergencia.

La recuperación de las personas que sufren una parada cardiaca depende en gran medida del tiempo que transcurre desde que el corazón se detiene hasta que se aplica la desfibrilación y en función de si se ha aplicado RCP o no hasta la misma.

Por cada minuto que pasa, hay un 10 % menos de probabilidades de que el paciente se recupere. La rapidez con la que se lleva a cabo la ayuda a una persona que sufre un episodio de muerte súbita, marca la diferencia entre el fallecimiento y la recuperación.

“La ejecución de un masaje cardiaco puede hacer que la persona sobreviva y tenga las menos secuelas posibles hasta que lleguen los servicios de emergencias, cuantos más minutos pasen con el corazón parado sin recibir masaje cardiaco, aumenta las posibilidades de que el paciente no sobreviva y si lo hace lo haga con daños neurológicos muy importantes”, explica el cardiólogo.

En España se producen más de 80 casos de muerte súbita cada día, unos 30.000 al año, de los cuales, tan solo entre el 5 y el 11 % de ellos, tienen posibilidades de sobrevivir sin secuelas tras sufrir una parada cardiaca fuera de un hospital.

La entrada Sobrevivir a la muerte súbita sin secuelas: RCP y desfibrilación aumentan las posibilidades se publicó primero en EFE Salud.

Seguir leyendo

Más Leidas