Ciencia y Salud
Por qué estamos perdiendo poco a poco el sentido del olfato (y no es por la covid)
Nuestro sentido del olfato es una de las ventanas más amplias que tenemos para experimentar la riqueza del mundo que nos rodea.


Nuestro sentido del olfato es una de las ventanas más amplias que tenemos para experimentar la riqueza del mundo que nos rodea.
Desempeña un papel vital en todo lo que saboreamos, en nuestras interacciones sociales e, incluso, nos puede ayudar a detectar potenciales amenazas.
Pero un riesgo invisible en el aire que respiramos podría estar erosionando nuestros poderes olfativos.
Muchas personas pudieron experimentar lo que es perder el sentido del olfato cuando se infectaron con covid-19.
La pérdida del olfato se conoce como anosmia y puede tener un efecto sustancial en nuestro bienestar general y en nuestra calidad de vida.
Pero mientras que la pérdida de este importante sentido debido a una infección respiratoria repentina suele ser temporal, es posible que exista otro factor que haya estado erosionando nuestro sentido del olfato gradualmente durante años: la contaminación en el aire.
La contaminación y el olfato

La exposición al PM2.5 -nombre colectivo que se usa para describir las pequeñas partículas de polución aérea que emite la combustión proveniente de autos, estaciones eléctricas y nuestros hogares- ha sido relacionada anteriormente con el desarrollo de una «disfunción olfatoria», pero típicamente solo en escenarios ocupacionales o industriales.
Ahora, un nuevo estudio está empezando a mostrar la escala real que tiene la polución que respiramos, y el daño que puede causar.
Y los resultados nos competen a todos.
Debajo de nuestro cerebro -justo encima de nuestras cavidades nasales- está el bulbo olfatorio. Este trozo de tejido sensible está lleno de terminaciones nerviosas y es esencial para la imagen olfativa tan increíblemente variada que obtenemos de nuestra nariz.

También es nuestra primera línea de defensa contra los virus y los contaminantes que podrían ingresar al cerebro. Sin embargo, con una exposición repetida a agentes externos, estas defensas se desgastan lentamente o se rompen.
«Nuestros datos muestran que existe un aumento de entre 1,6 y 1,7 veces [en el riesgo de] desarrollar anosmia debido a la contaminación sostenida de partículas», dice Murugappan Ramanathan Jr, rinólogo de la Escuela de Medicina Johns Hopkins, Baltimore.
El doctor Ramanathan se ha convertido en uno de los pocos expertos en este campo después de que comenzó a preguntarse si había una relación entre la gran cantidad de pacientes que estaba viendo con anosmia y las condiciones ambientales en las que vivían.
La simple pregunta que quería responder era esta: ¿estaba viviendo un número desproporcionado de pacientes con anosmia en áreas con una contaminación de PM2.5 más alta?
Descubriendo al culpable
Hasta hace poco, la escasa investigación científica sobre este tema incluía un estudio mexicano del año 2006, en el que se usaron olores fuertes (de café y naranja) para mostrar que los residentes de la Ciudad de México -quienes constantemente luchan contra la contaminación del aire- tendían a tener en promedio un sentido del olfato más pobre que las personas que viven en las zonas rurales del país.

Con la ayuda de colegas -incluido el epidemiólogo ambiental Zhenyu Zhang, quien creó un mapa de datos históricos sobre la contaminación del aire en el área de Baltimore-, Ramanathan pudo desarrollar un estudio de casos y controles de datos con un grupo de 2.690 pacientes que habían asistido al hospital Johns Hopkins durante un período de cuatro años.
Alrededor del 20% tenía anosmia y la mayoría no fumaba, un hábito que se sabe que afecta el sentido del olfato.
Efectivamente, se encontró que los niveles de PM2.5 eran «significativamente más altos» en los vecindarios donde vivían los pacientes con anosmia en comparación con los participantes de control sanos.
Incluso cuando se ajustó por edad, sexo, raza u origen étnico, índice de masa corporal, consumo de alcohol o tabaco, los hallazgos fueron los mismos: «incluso pequeños aumentos en la exposición ambiental a PM2.5 pueden estar asociados con anosmia«.
Más sorprendente aún es que ninguno de los pacientes de Johns Hopkins vivía en áreas con una contaminación del aire excesivamente alta: muchos vivían en áreas frondosas de Maryland y ninguno provenía de puntos críticos de contaminación.
Esto sugiere que hasta los niveles bajos de contaminación del aire podrían causar problemas durante un período suficientemente largo.
Pero ¿exactamente cómo está destruyendo la contaminación nuestra capacidad para oler?
Partículas de metal

Según Ramanathan, hay dos vías potenciales. Una es que algunas de las partículas de contaminación pasan a través del bulbo olfativo y llegan directamente al cerebro, causando inflamación.
«Los nervios olfativos están en el cerebro, pero tienen pequeños agujeros en la base del cráneo donde pequeñas fibras entran en la nariz, [parecen] casi como pequeños pedazos de pasta de cabello de ángel», dice Ramanathan. «Están expuestos».
En 2016, un equipo de investigadores británicos encontró diminutas partículas de metal en el tejido cerebral humano que parecían haber pasado a través del bulbo olfatorio.
Barbara Maher, profesora de ciencias ambientales en la Universidad de Lancaster en Reino Unido que dirigió el estudio, dijo en ese momento que las partículas eran «sorprendentemente similares» a las que se encuentran en la contaminación del aire junto a carreteras transitadas (citó las chimeneas domésticas y las estufas de leña como otra posible fuente).
El estudio de Maher sugiere que estas partículas de metal a nanoescala podrían, una vez en el cerebro, volverse tóxicas y contribuir al daño cerebral oxidativo que daña las vías neuronales. Sin embargo, aún sigue siendo una teoría.
Un tema de desgaste

El otro mecanismo potencial, dice Ramanathan, puede que ni siquiera requiera que las partículas de contaminación alcancen el cerebro.
Al golpear el bulbo olfativo casi a diario, provocan inflamación y daño directo en los nervios, desgastándolos lentamente.
Algo parecido a lo que pasa con la erosión costera, en la que las olas arenosas y saladas devoran la costa -sustituyendo las olas por aire contaminado y la costa por nuestros nervios nasales-.
Los métodos de combustión modernos pueden crear nanopartículas tan finas que son lo suficientemente pequeñas como para entrar directamente en nuestro torrente sanguíneo y tejido cerebral.
Como era de esperarse, la anosmia afecta de manera desproporcionada a las personas mayores, cuyas narices han sido atacadas por la contaminación del aire durante más tiempo.
El precio de no oler

Se sabe que la contaminación del aire causa una cuarta parte de todas las muertes por enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares, y casi la mitad de todas las muertes por enfermedades pulmonares.
En comparación, quizás, nuestro sentido del olfato parece estar al final de la lista de preocupaciones.
Pero tanto Ramanathan como la investigadora postdoctoral Ingrid Ekström, del Centro de Investigación sobre el Envejecimiento del Instituto Karolinska, en Estocolmo, advierten que estamos subestimando la importancia del olfato.
Ekström estaba desconcertada por los hallazgos de principios de la década de 2000 que mostraban que más del 5,8% de los adultos en Suecia tenían anosmia y que el 19,1% tenía algún tipo de disfunción olfativa.
Señala que la anosmia puede ser una señal de alerta temprana para la demencia, la cual es su especialidad.
«Con la demencia y especialmente con la enfermedad de Alzheimer, asumimos que la progresión de la enfermedad en realidad comienza varias décadas antes de que podamos ver los primeros síntomas», dice Ekström.
La anosmia es uno de esos primeros síntomas. Cuando se diagnostica el Alzheimer, «casi el 90% de los pacientes tienen anosmia», explica.
A pesar de los vínculos tan fuertes, Ekström argumenta que apenas ahora los investigadores han «abierto los ojos al sentido del olfato» y su papel en las enfermedades.
Calidad de vida

Varios estudios han relacionado la pérdida del olfato con mayores probabilidades de desarrollar depresión y ansiedad, y se sabe que desempeña un papel en la obesidad o la pérdida de peso, la desnutrición y los casos de intoxicación alimentaria.
Las razones son, a lo mejor, obvias: nuestra nariz juega un papel clave en nuestra experiencia del mundo que nos rodea, afecta nuestra capacidad para saborear los alimentos y nos ayuda a evitar las comidas que se han echado a perder.
Un sentido del olfato deficiente puede significar que es probable que los pacientes busquen alimentos de sabores más fuertes, a menudo los salados y grasosos.
Por el contrario, una pérdida total del olfato puede hacer a las personas perder el placer de comer, lo que finalmente reduce el peso corporal, un problema particular entre los ancianos.
Ramanathan dice haber visto a muchos pacientes que «no pueden saborear la comida, no pueden oler el vino, esas cosas que les daban placer en la vida».
¿Predictor de la muerte?
La anosmia también podría ser un indicador de otros problemas de salud más amplios.
Numerosos estudios, generalmente de fumadores -para quienes el deterioro del olfato persiste incluso 15 años después de dejar el hábito-, han demostrado que la disfunción olfativa se asocia significativamente con una mayor mortalidad entre los adultos mayores.

Un estudio en particular incluso planteó la hipótesis de que la anosmia podría usarse como un indicador de una mayor probabilidad de morir en un periodo de cinco años, por cualquier causa, entre los adultos mayores.
En un estudio realizado con 3.005 adultos estadounidenses de 57 a 85 años de edad, se encontró que aquellos con anosmia tenían cuatro veces más probabilidades de morir durante los siguientes cinco años que sus pares.
Los investigadores concluyeron que el deterioro del sentido del olfato podría ser un «indicador» de la acumulación de toxinas del medio ambiente o una regeneración más lenta de las células.
Entonces, ¿debería importarnos que la contaminación del aire, a la que todos estamos expuestos, perjudique nuestro sentido del olfato y provoque anosmia?
Claramente, la respuesta se encuentra en algún lugar entre «sí» y «claro que sí».
Soluciones

Para Ramanathan, la contaminación del tráfico y los incineradores de desechos son las principales preocupaciones locales en referencia a la contaminación en Baltimore.
«La calidad del aire es importante», dice. «Creo que necesitamos regulaciones estrictas y control».
Ekström admite que abordar la contaminación del aire no es simple.
Los eventos mundiales también pueden causar cambios inesperados en el comportamiento: Ekström menciona anecdóticamente que la quema de leña en invierno ha ido en aumento en Estocolmo a medida que los residentes preocupados se alejan del gas ruso.
Pero incluso la contaminación del aire de bajo nivel a la que estamos expuestos todos los días «debe tomarse más en serio», dice.
Y lo que es más, «el deterioro del olfato definitivamente también».
Ciencia y Salud
PP, Vox y Junts rechazan en el Congreso crear la Agencia de Salud Pública

Finalmente, y contra todo pronóstico, la futura Agencia de Salud Pública que debía gestionar y coordinar las crisis y amenazas de salud presentes y emergentes, ha recibido en el Congreso solo 167 síes frente a 176 noes: además de los de Vox, los del PP, Junts y el de la diputada socialista Maribel García, en cuyo caso lo ha hecho por error.
Este proyecto de ley modificaba la Ley General de Salud Pública de 2011, con catorce años de retraso y cinco después de la explosión de la covid-19, cuando se retomó su promesa.
Una de las cuestiones importantes de la agencia era quién la iba a dirigir, y aunque la ministra de Sanidad, Mónica García, ha explicado en varias ocasiones que se habría un concurso de méritos y capacidades, todas las miradas estaban puestas en Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias.
Precisamente, parte de los discursos del debate de hoy han arremetido contra Simón, presente en la tribuna junto a varios compañeros, y quien ya ha manifestado que no ha decidido si se postulará, y que si lo hace nunca aceptará un nombramiento a ‘dedo’.
La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, ha justificado el voto en contra por el veto a unas enmiendas de la ley de desperdicio alimentario: “Cuando se impide que el Congreso, como ha como ha hecho hoy el presidente en funciones, que ha impedido y ha bloqueado que se pueda votar aquello que el Senado ha aprobado, lo que no pueden pretender luego es que no haya una reacción”, ha dicho
Mónica García: “Se han puesto al lado del negacionismo político”
La ministra de Sanidad, Mónica García, ha criticado la “miopía política” y la “irresponsabilidad” de PP, Junts y Vox al “ponerse del lado del negacionismo científico” y tumbar “por una pataleta” la Agencia Estatal de Salud Pública en el Congreso, donde ha garantizado que volverá a llevar esta ley.
“Esto es de una gravedad increíble. No sé si queda alguien ya en el PP con el mínimo espíritu moderado y centrista que no se haya echado en los brazos de la ultraderecha”, ha lamentado García en declaraciones a los medios tras el tenso pleno que, contra todo pronóstico, ha dejado caer la Aesap.
Lo que han hecho estos grupos en su “ataque a la ciencia” y su política “de regate corto”, justo en el momento en el que se cumplen cinco años del estallido de la covid-19 y cuando ya estaba todo el trabajo técnico hecho y consensuado, es “castigar no al Gobierno, sino la salud de los ciudadanos”.
“Si hoy viniera una gripe aviar, si hoy viniera otra pandemia, hoy estaríamos más desprotegidos por culpa de la irresponsabilidad de unas tácticas políticas que nada tienen que ver con la protección de la salud”, ha dicho la ministra visiblemente decepcionada.
García ha garantizado que volverá a llevar al Parlamento la Agencia, el organismo que debía gestionar y coordinar las alertas y amenazas para la salud presentes y emergentes, pero que la “mala práctica política” y “una pataleta” por la ley de desperdicio alimentario han enterrado por “estrategias” que nada tienen que ver con la salud.

La posición de los partidos del Congreso sobre la Agencia de Salud Pública
“Al final va a acabar siendo un chiringuito, una agencia, pero de colocación”, ha denunciado la popular Ana Belén Vázquez, quien ha mostrado su “preocupación” porque el Gobierno ha propuesto un organismo “sin financiación, sin garantía de independencia y con un gran riesgo de servir sólo para el control político y la propaganda”.
Ha criticado que Simón, “el portavoz de las mentiras institucionales, la marioneta del Gobierno que disfrazaba de ciencia las instrucciones que recibía”, se postule como director de la Aesap, aunque hace una semana él mismo afirmó que no había decidido si se presentará al concurso.
El PP “mejorará” el proyecto en el Senado: “Vigilaremos y denunciaremos todos los intentos de atentar contra la independencia científica”, ha subrayado Vázquez antes de advertir de que no permitirá que “se juegue de nuevo con la salud de la población ni que esta agencia sea el brazo ejecutor del PSOE ni de nadie”.
“Dijimos que podría convertirse en un chiringuito para colocar a los suyos y no nos equivocábamos”, ha enfatizado David García, de Vox, que ha descargado contra el “infame” y “funesto portavoz del Gobierno de Sánchez durante la pandemia”, el que “ante la mentira y la manipulación ni denunció ni dimitió” porque solo fue “un títere al servicio de Salvador Illa y de Pedro Sánchez”.
La Aesap será “un chiringuito, una agencia de colocación más” que “no resolverá nada”, solo pagará “los servicios prestados al doctor Fernando Simón, que por mucho que lo blanqueen, mintió, manipuló y fue cómplice”.
La diputada Miriam Nogueras, de Junts, en declaraciones a los medios argumentaba el voto en contra de su grupo a la Aesap: “Desde Junts estaremos hasta el final al lado de los agricultores y ganaderos catalanes y el Gobierno español debería empezar a entenderlo. Ninguna agencia española está por encima de los agricultores y ganaderos catalanes”
Por el contrario, Carmen Martínez, del PSOE, ha agradecido a Simón “todo el trabajo que hizo en la pandemia” y ha dicho sentir “vergüenza” porque el PP se ha “entregado a los brazos del racismo y el negacionismo” de Vox, como han demostrado en la Comunidad Valenciana.
Rafa Cofiño, de Sumar, ha trasladado su “orgullo” y “respeto” a todos los técnicos que lo dieron todo en la covid-19 y ha asegurado que el momento actual requiere de “políticas globales y valientes más allá de las miserias partidistas y vanidades personales”.
En ERC, el interés de aprobar “agencias españolas es más bien cero”, pero Etna Estrems ha aplaudido la incorporación de enmiendas que garantizan el respeto competencial y reconocen la innovación, que “es lo que hacen las pequeñas empresas farmacéuticas para sobrevivir”.
Marije Fullaondo, de EH Bildu, considera “muy grave el negacionismo de la ciencia y la pandemia del que hoy han hecho gala las derechas españolas”, y Maribel Baquero (EAJ PNV) ha avisado de que con la Aesap se trata “de colaborar y acordar en relación con futuras pandemias dentro del Estado, sino también y sobre todo, con Europa”.
Por último, BNG ha celebrado también que se haya resuelto la cuestión competencial y CC ha apelado a “aunar esfuerzos”.
Las sociedades medicas lamentan la falta de consenso
La Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas) y la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) han lamentado la falta de consenso para crear esta futura agencia.
El presidente de la Sespas, Eduardo Satué, presente en la Cámara Baja, cree que se ha perdido una oportunidad histórica para sacar adelante la Agencia de Salud Pública, una estructura de Estado “más necesaria que nunca”, por lo que ha planteado la urgencia de “recomponer puentes y volver a intentarlo”.
“No puede pasar de este año, el trabajo que se ha realizado es muy importante. Las diferencias que puede haber son más coyunturales que sustanciales y entendemos que hay posibilidades de retomar el acuerdo”, ha aseverado.
“Es un jarro de agua fría porque los retos de salud pública están ahí. Las crisis van a seguir llegando no solo epidemiológicas, sino de mucha índole. Y esto lo tenemos que gestionar”, ha aseverado.
Para la SEE, “España lleva más de una década de retraso en la puesta en marcha de una agencia que coordine de manera eficaz la salud pública entre comunidades autónomas”, señalan los epidemiólogos, que recuerdan que la pandemia ya evidenció la necesidad urgente de contar con una agencia con autonomía y capacidad de respuesta.
La falta de una agencia, asegura, nos deja en una posición vulnerable ante futuras emergencias sanitarias y recuerda que sería clave para la coordinación de datos en materia de salud pública, acciones de promoción de la salud o comunicación; y muy necesaria en un contexto en el que la coordinación internacional en materia de salud pública se puede ver muy afectada por la salida de EE.UU y otros países de la Organización Mundial de la Salud.
La entrada PP, Vox y Junts rechazan en el Congreso crear la Agencia de Salud Pública se publicó primero en EFE Salud.
Ciencia y Salud
Perforaciones endoscópicas en el tubo digestivo

“Estas perforaciones pueden provocar una inflamación grave dentro del abdomen, como una peritonitis, o el paso de aire a zonas externas del tubo digestivo, ya sea neumomediastino por perforación esofágica o neumoperitoneo por perforación estomacal o intestinal”, señala el Dr. José Carlos Marín Gabriel.
“De hecho, cuando un paciente sufre una perforación, los síntomas, como dolor intenso, fiebre, dificultad para respirar, náuseas, vómitos o hinchazón, dependerán de la localización de dicho agujero”, destaca el especialista del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid.
“Aunque se trate de un problema de salud muy serio, estas perforaciones en el tubo digestivo pueden ser diagnosticadas y tratadas rápidamente en la mayoría de los casos con técnicas mínimamente invasivas”, subraya el también director científico del Instituto Clínico del Aparato digestivo (ICAdig).
Aún así, y a pesar de que las perforaciones gastrointestinales espontáneas o iatrogénicas (daño no intencionado) supongan un problema médico prácticamente irrelevante, los posibles agujeros generan gran inquietud en l@s pacientes.
“Por eso, los médicos y las médicas siempre les advertimos que existen dos complicaciones al realizar una endoscopia, sea diagnóstica o terapéutica: la hemorragia y la perforación, especialmente esta última, la más temible, como pueda suceder durante una polipectomía”.
“Y vaya por delante una verdad médica y tecnológica: las perforaciones endoscópicas gastrointestinales son muy, muy, muy infrecuentes; y, cuando se producen, la inmensa mayoría se resuelven in situ sin necesidad de pedir ayuda urgente al departamento amigo de Cirugía”, subraya el Dr. Marín Gabriel.

Doctor Marín, ¿cuáles son las causas habituales que originan una perforación en el tubo digestivo?
Las causas de una perforación gastrointestinal son variadas. Pueden producirse de forma espontánea debido a patologías inflamatorias intestinales, como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa, a otras inflamaciones, como la diverticulitis, y a úlceras gástricas no tratadas, incluso a un cáncer de colon.
También, una perforación puede deberse a un traumatismo abdominal o a la ingesta involuntaria de objetos cortantes, punzantes y productos corrosivos como la lejía.
Sin embargo, las perforaciones que nos ocupan hoy en este videoblog son las perforaciones que puedan ocurrir como resultado de las complicaciones durante los procedimientos endoscópicos.
Se denominan perforaciones iatrogénicas, y acontecen durante un estudio diagnóstico (con menor frecuencia), como una gastroscopia o una colonoscopia, y a nivel terapéutico, como una resección de pólipos (RME), la disección submucosa endoscópica (DSE) o la colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE).
Es importante destacar que las perforaciones son eventos excepcionales gracias a los avances en la tecnología endoscópica y a la mejora en las técnicas de los especialistas.
Este tipo de complicaciones se presentan en un porcentaje mínimo de los procedimientos, y su número varía según el tipo de procedimiento realizado, diagnóstico o terapéutico.
Además, en la mayoría de los casos, pueden resolverse sin cirugía abierta, lo que reduce la estancia hospitalaria y el tiempo de recuperación.

Pero doctor, ¿de cuántas perforaciones endoscópicas estamos hablando?
En endoscopias diagnósticas, las perforaciones representan un caso por cada 10.000, menos del 0,01 % de los procedimientos; cifra que significa que son eventos extremadamente raros.
En el caso de una colonoscopia, por ejemplo, el riesgo de perforación es algo mayor, pero sigue siendo bajo, oscilando entre el 0,03 % y el 0,08 % (3-8 casos por cada 10.000 procedimientos).
Para que nos hagamos una idea, en un área sanitaria competencial con doscientos o trescientos mil habitantes se realizan entre 20.000 y 25.000 procedimientos endoscópicos digestivos. Es decir, entre 3 y 5 perforaciones cada año como muchísimo.
En los procedimientos terapéuticos, que implican intervenciones más avanzadas y complejas, se presenta un riesgo ligeramente mayor de perforaciones endoscópicas.
Como ejemplos, en la resección endoscópica mucosa (RME) y la disección submucosa endoscópica (DSE) el riesgo puede variar entre un mínimo de 1-2 % y un máximo de 10-15 % (media de casos en Europa).
Las perforaciones, por tanto, son más frecuentes si la lesión en el tubo digestivo es de gran tamaño o si la pared del intestino es más delgada (duodeno, ciego y colon ascendente).
En el caso de la CPRE (colangiopancreatografía retrógrada endoscópica), procedimiento más invasivo utilizado para tratar problemas en las vías biliares y el páncreas, la tasa de perforación se sitúa en torno al 0,6 %.

¿Y cuando se originan estas perforaciones endoscópicas, siempre habrá que recurrir a una cirugía urgente?
La cirugía no es la primera opción para tratar una perforación endoscópica. De hecho, en la mayoría de los casos, las perforaciones endoscópicas se cierran durante las mismas intervenciones con técnicas mínimamente invasivas.
El objetivo principal es sellar la perforación lo antes posible para evitar la filtración del contenido intestinal y prevenir infecciones graves.
Ilustración facilitada por el Dr. Joaquín Rodríguez Sánchez-Migallón, médico adjunto del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid y jefe del Servicio de Aparato Digestivo de Quirón Salud Ciudad Real (España).
La endoscopia ha experimentado grandes avances en las últimas décadas, lo que ha permitido reducir la frecuencia y gravedad de las perforaciones y mejorar su tratamiento cuando ocurren.
Entre los desarrollos más importantes está el uso de clips endoscópicos más sofisticados, que permiten cerrar perforaciones de manera más eficaz, incluso en defectos más grandes que antes requerían cirugía.
Clips endoscópicos o hemoclips: pequeñas “grapas” metálicas que se colocan sobre la perforación para cerrarla completamente.
Clips Over-The-Scope (OTS clips): dispositivos tipo clips que se usan en perforaciones más grandes. Se parecen a los cepos que se empleaban antiguamente en la caza mayor.
Suturas endoscópicas: permiten un cierre más fuerte y efectivo en lesiones más amplias. Existen diferentes sistemas como el OverStitch o el SutuArt.
Algunos de ellos, como X-Tack, funcionan al estilo que utilizan las manos de los cirujanos: el dispositivo colocado en el endoscopio sutura la zona de la perforación dando puntos con movimientos sincronizados.
El uso de dióxido de carbono (CO₂) en lugar de aire durante la endoscopia, ha sido un avance clave.
El CO₂ se absorbe más rápidamente por el organismo y reduce la distensión del tracto digestivo, lo que minimiza el riesgo de perforación y mejora la comodidad del paciente después del procedimiento.
Por ejemplo, ante una perforación abdominal el paciente no va a sufrir un cuadro tan intenso de dolor y si llega a padecer algo de dolor se le pasará con relativa facilidad.

Endoprótesis (estents) autoexpandibles: solución eficaz para perforaciones esofágicas y algunas perforaciones duodenales, evitando la necesidad de cirugía en la mayoría de los casos. Ayudan a mantener el área sellada mientras cicatriza la perforación.
Otro gran avance ha sido la terapia de vacío endoscópica (TVE), que se utiliza en algunos casos para favorecer la cicatrización de perforaciones difíciles o más grandes. Este método usa un sistema de aspiración controlada que estimula el cierre de la lesión y la regeneración del tejido afectado.

Cuando las perforaciones endoscópicas se detectan y tratan de inmediato la recuperación del paciente es rápida y sin mayores complicaciones.
En casos donde el cierre endoscópico no es exitoso, o si el paciente presenta signos de infección grave, se puede requerir una cirugía abierta o cirugía laparoscópica. Hablamos de uno o dos pacientes cada año.
No obstante, la gran mayoría de perforaciones endoscópicas, sucedan durante una prueba diagnóstica o tras un procedimiento terapéutico, se pueden tratar sin necesidad de cirugía mayor.
Dr. Marín Gabriel, profundicemos en los factores de riesgo que favorezcan las perforaciones endoscópicas en el tubo digestivo
Cuando hablamos de factores de riesgo, no sólo debemos tener en cuenta el historial médico del paciente, sus enfermedades y tratamientos previos (cirugías abdominales, uso prolongado de corticosteroides) o el tipo de procedimiento endoscópico que estemos realizando.
También influyen las características del paciente: la edad avanzada y una pared del tubo digestivo más frágil y propensa a lesiones. De hecho, es importante conocer antecedentes de radioterapia en la zona abdominal o esofágica.
Obviamente, la experiencia clínica es un grado, como se suele decir, y es algo más frecuente que se produzcan complicaciones, sangrados o perforaciones, cuando el endoscopista está comenzando su carrera profesional. Sucede en todas las profesiones, sanitarias o no.
En las resecciones de pólipos en el colon, por ejemplo, el endoscopista debe estar atento, cuando extrae el tejido de la lesión, para que no aparezca el llamado “signo de la diana”.

Se trata de un área de la capa muscular que ha quedado adherida a la base en la que asentaba el pólipo. Es un indicador del resultado de la polipectomía: se ha cortado una parte de la pared muscular y se debe cerrar la zona seccionada. Habitualmente, se emplean clips para tratar ese defecto operativo.
Por tanto, el riesgo de perforaciones es menor en centros con equipos médicos altamente capacitados y familiarizados con las técnicas más avanzadas.
Esto refuerza la importancia de realizar estos procedimientos en hospitales y clínicas con un alto nivel de especialización en endoscopia.

Doctor, a modo de ejemplo, ¿cómo se maneja una perforación endoscópica en el esófago?
Las perforaciones esofágicas requieren un manejo específico y diferenciado debido a la anatomía y función del esófago.
A diferencia de otras perforaciones en el tracto digestivo, donde el contenido intestinal puede filtrarse a la cavidad abdominal, en el esófago una perforación puede llevar a complicaciones como mediastinitis (infección en la cavidad torácica) si no se maneja bien, a tiempo.
Por este motivo, la clave es un diagnóstico rápido y una intervención inmediata.
En la mayoría de los casos, las perforaciones esofágicas pueden cerrarse con técnicas endoscópicas, especialmente si se detectan en una fase temprana. Se pueden utilizar clips endoscópicos o suturas para cerrar el defecto.
Cuando la perforación es más grande o hay riesgo de fuga de líquidos, se puede optar por estents autoexpandibles, que permiten sellar la lesión y proteger la zona mientras cicatriza.
En casos más complejos, la terapia de vacío endoscópica (TVE) ha mostrado buenos resultados al facilitar la cicatrización.
Si la perforación no se detecta a tiempo o si el paciente presenta signos graves de infección, puede ser necesario un tratamiento quirúrgico.
Sin embargo, gracias a los avances en endoscopia terapéutica, cada vez menos pacientes con perforación esofágica necesitan cirugía.

Doctor, ¿acaso una perforación puede pasar desapercibida por el endoscopista?
Cuando la perforación permite ver un orificio grande o estructuras fuera del tubo digestivo, como la grasa abdominal, no es posible que pase desapercibida.
Sin embargo, un defecto pequeño, como el que sucede cuando hay un daño mural discreto, como en el signo de la diana, requiere que el endoscopista revise muy bien la zona donde ha realizado una resección a la vez que la base del pólipo que recién extirpado.
Por otra parte, en ocasiones, las perforaciones endoscópicas no se ven durante el procedimiento y aparecen horas después.
Esto se debe a la quemadura que produce el dispositivo (asa de diatermia, endobisturí) que estemos empleando para realizar la resección en los planos profundos de la pared del tubo digestivo.
Aunque la quemadura no sea claramente visible, puede ir degradando dicha pared y provocar una perforación diferida, que tiene mucho peor arreglo. En realidad, la mayoría de ellas no tienen solución endoscópica.
Cuando tenemos una complicación de este tipo, una perforación diferida que se produce horas o días después de que al paciente se le haya practicado el procedimiento, ese paciente casi siempre va a ser quirúrgico.

Los síntomas de una perforación pueden variar dependiendo de su localización, pero en general, el signo más común es un dolor abdominal repentino e intenso que sucede tiempo después de que el paciente ha sido sometido a la endoscopia.
Para confirmar una perforación, la prueba de elección es la tomografía computarizada (TC), ya que permite detectar la presencia de aire o líquido fuera del tracto digestivo.
Por lo general, una perforación que se diagnostica más de 24 h después del procedimiento o cuando el paciente ya tiene síntomas de infección, no es susceptible de tratamiento endoscópico.
Si la fuga de contenido ha provocado una infección o absceso, puede ser necesario el drenaje percutáneo o una intervención quirúrgica.
En algunos casos y, aunque la perforación suceda tardíamente, se puede evitar la cirugía.

¿Y l@s pacientes, doctor, pueden hacer algo para reducir el riesgo de perforaciones endoscópicas en su aparato digestivo?
Si bien las perforaciones endoscópicas no son eventos que el paciente pueda evitar directamente, hay ciertas medidas que pueden reducir el riesgo.
Lo más importante es elegir un centro médico con experiencia en endoscopia avanzada. Los hospitales y clínicas especializadas en endoscopia digestiva tienen equipos mejor preparados para prevenir y manejar complicaciones.
En el caso de la colonoscopia, una correcta limpieza del colon reduce el riesgo de perforación, ya que mejora la visibilidad para el especialista.
Además, si la hubiera, tener el colon limpio reduce el riesgo de complicaciones importantes como la peritonitis.
Tras el procedimiento, el paciente debe estar atento a cualquier síntoma anormal y reportarlo de inmediato.
Por último, seguir las indicaciones médicas antes y después del procedimiento es fundamental.

En este sentido, ¿cómo es la recuperación del paciente tras sufrir una perforación endoscópica?
La recuperación de una perforación endoscópica depende de varios factores, incluyendo el tamaño de la lesión, su localización y el tipo de tratamiento empleado.
En casos donde la perforación es pequeña y se cierra con éxito durante la endoscopia, el paciente puede recibir el alta en menos de 24 horas y continuar su recuperación en casa con una dieta progresiva y un seguimiento médico adecuado.
Si la perforación es más grande o si hubo alguna complicación durante la intervención, la recuperación puede requerir unos días de hospitalización.
Durante este tiempo, se administran antibióticos para prevenir infecciones y se mantiene al paciente en ayuno o con nutrición parenteral hasta asegurarse de que la perforación ha cicatrizado correctamente.
En algunos casos, se realizan controles endoscópicos posteriores para verificar que el cierre de la perforación gastrointestinal ha sido exitoso.
Cuando el paciente recibe el alta, es importante que cumpla una serie de recomendaciones para evitar molestias o recaídas.
Se suele recomendar una dieta blanda durante varios días, evitar esfuerzos físicos intensos y estar atento a síntomas de alarma como fiebre, dolor intenso o vómitos persistentes.
En general, la mayoría de los pacientes con perforaciones tratadas endoscópicamente se recuperan completamente sin secuelas y pueden retomar su vida normal en muy poco tiempo.
Por último, Dr. Marín Gabriel, ¿cuándo debe ir un paciente al hospital después de recibir el alta médica tras solucionarse una perforación?
Después de una endoscopia es normal sentir cierta molestia abdominal leve o hinchazón, especialmente si se ha utilizado aire o CO₂ para insuflar el tubo digestivo.
Sin embargo, hay ciertos síntomas que pueden indicar una complicación y que requieren atención médica inmediata:
Dolor abdominal intenso y persistente, que no mejora con el tiempo. Fiebre alta o escalofríos, que podrían indicar una infección. Náuseas o vómitos frecuentes, especialmente si hay sangre en el vómito.
Dificultad para respirar o dolor en el pecho, en casos de perforación esofágica. Sensación de hinchazón extrema y abdomen rígido, lo que puede indicar peritonitis.
Si se presenta alguno de estos síntomas, el paciente debe acudir de inmediato a un centro médico.
En muchos casos, una evaluación temprana permite actuar rápidamente y evitar complicaciones mayores.
Con todo, quiero subrayar que las perforaciones endoscópicas son poco frecuentes y, gracias a los avances en la endoscopia terapéutica, la gran mayoría se pueden manejar sin cirugía.
Sin olvidar que es trascendental que los pacientes estén bien informados, sigan las recomendaciones médicas y consulten con su especialista ante cualquier síntoma preocupante.
En el próximo videoblog de Aparato Digestivo hablaremos con el Dr. Marín sobre la microbiota intestinal, dos kilogramos de bacterias, fundamentalmente, virus y hongos que viven de forma permanente en el interior de nuestro tubo digestivo; un conjunto de microorganismos que desempeñan un papel deteterminante tanto en el proceso final de la digestión como en el sistema inmunitario.
La entrada Perforaciones endoscópicas en el tubo digestivo se publicó primero en EFE Salud.
Ciencia y Salud
El albaricoque: beneficios y propiedades para la salud

Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el albaricoque destaca por su contenido en beta-carotenos, que el organismo convierte en vitamina A, esencial para la visión, la piel, el cabello y el sistema inmunológico, además de tener propiedades antioxidantes.
Aporta minerales como potasio, magnesio y calcio, aunque este último con menor biodisponibilidad que en los lácteos. También contiene ácidos málico y cítrico, que potencian la acción de la vitamina C y facilitan la eliminación de toxinas.
Además, posee flavonoides como la quercetina, con propiedades antioxidantes y antitrombóticas, lo que podría ayudar en la prevención de enfermedades cardiovasculares y en la inhibición del crecimiento de algunos tumores, según el ministerio.

La historia del albaricoque
El albaricoque es una drupa casi redonda, con un surco característico y una piel aterciopelada de tonalidad amarillenta o encarnada, a veces con vetas rojas. Su carne es jugosa y dulce, aunque puede volverse harinosa cuando está muy madura. Su hueso liso es como una almendra generalmente amarga.
Según el Ministerio de Agricultura, el nombre original del albaricoque es Prunus armeniaca ya que los romanos lo trajeron a Europa desde Armenia.
Esta fruta es nativa de las zonas templadas de Asia, como Corea del Norte y Manchuria. Su cultivo se remonta al año 3000 antes de Cristo en China.
Hoy en día, se produce en países como Turquía, Suiza, Grecia, España, Francia, Estados Unidos, Sudáfrica y Nueva Zelanda. España es uno de los principales productores, con la cuenca mediterránea como su principal región de cultivo.

Curiosidades sobre esta fruta
Las variedades de albaricoque suelen obtenerse mediante injertos y se distinguen por su tamaño, forma, aroma y origen. En España, las más conocidas son Bulida, Canino, Nancy, Pavito, Maniquí, Currot, Galta Roja, Ginesta y Mitger.
Los albaricoques más dulces y jugosos están disponibles entre mayo y septiembre, desde finales de la primavera hasta finales del verano. Una tonalidad rosada en la piel indica un alto nivel de dulzor.
En cuanto a su composición, el 92 % de su peso es comestible. Es una fuente de fibra, potasio, vitamina C y carotenos, según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
La entrada El albaricoque: beneficios y propiedades para la salud se publicó primero en EFE Salud.
-
Actualidad2 días
Buenos Aires, una ruta de lujo por sus experiencias icónicas
-
Ciencia y Salud2 días
De Luján a la élite de la kinesiología: la historia de Silvina Inamine
-
Innovación y Tecnología2 días
Cómo la Industria 4.0 en Argentina está impulsando la digitalización y el crecimiento productivo
-
Mundo Sociedad2 días
El entorno de la central de Garoña lamenta, 12 años después del cierre, la caída de empleo
-
Newswire2 días
Galaxy Party, con hasta 40% de descuento hasta el 13 de abril
-
Mundo Economía2 días
DIGI crea más de 130 empleos con su nuevo centro de atención al cliente en Sevilla
-
Newswire3 días
Acura presenta la totalmente nueva ADX 2025, primer modelo de la marca de performance hecho en México
-
Newswire2 días
El Zeekr 001 completa exitosamente el desafío de la pista de esquí en Kazajistán y destaca por su rendimiento en la nieve