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Ciencia y Salud

Perforaciones endoscópicas en el tubo digestivo

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Perforaciones endoscópicas en el aparato digestivo.

“Estas perforaciones pueden provocar una inflamación grave dentro del abdomen, como una peritonitis, o el paso de aire a zonas externas del tubo digestivo, ya sea neumomediastino por perforación esofágica o neumoperitoneo por perforación estomacal o intestinal”, señala el Dr. José Carlos Marín Gabriel.

“De hecho, cuando un paciente sufre una perforación, los síntomas, como dolor intenso, fiebre, dificultad para respirar, náuseas, vómitos o hinchazón, dependerán de la localización de dicho agujero”, destaca el especialista del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid.

“Aunque se trate de un problema de salud muy serio, estas perforaciones en el tubo digestivo pueden ser diagnosticadas y tratadas rápidamente en la mayoría de los casos con técnicas mínimamente invasivas”, subraya el también director científico del Instituto Clínico del Aparato digestivo (ICAdig).

Aún así, y a pesar de que las perforaciones gastrointestinales espontáneas o iatrogénicas (daño no intencionado) supongan un problema médico prácticamente irrelevante, los posibles agujeros generan gran inquietud en l@s pacientes.

“Por eso, los médicos y las médicas siempre les advertimos que existen dos complicaciones al realizar una endoscopia, sea diagnóstica o terapéutica: la hemorragia y la perforación, especialmente esta última, la más temible, como pueda suceder durante una polipectomía”.

“Y vaya por delante una verdad médica y tecnológica: las perforaciones endoscópicas gastrointestinales son muy, muy, muy infrecuentes; y, cuando se producen, la inmensa mayoría se resuelven in situ sin necesidad de pedir ayuda urgente al departamento amigo de Cirugía”, subraya el Dr. Marín Gabriel.

Perforaciones endoscópicas digestivas.
Paso de una guía a través del endoscopio para colocar un estent (endoprótesis) en el esófago con el objetivo de resolver definitivamente una perforación en esta parte del tracto digestivo tras una intervención quirúrgica laparoscópica. (Imágenes cedidas por el Dr. Marín Gabriel).

Doctor Marín, ¿cuáles son las causas habituales que originan una perforación en el tubo digestivo?

Las causas de una perforación gastrointestinal son variadas. Pueden producirse de forma espontánea debido a patologías inflamatorias intestinales, como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa, a otras inflamaciones, como la diverticulitis, y a úlceras gástricas no tratadas, incluso a un cáncer de colon.

También, una perforación puede deberse a un traumatismo abdominal o a la ingesta involuntaria de objetos cortantes, punzantes y productos corrosivos como la lejía.

Sin embargo, las perforaciones que nos ocupan hoy en este videoblog son las perforaciones que puedan ocurrir como resultado de las complicaciones durante los procedimientos endoscópicos.

Se denominan perforaciones iatrogénicas, y acontecen durante un estudio diagnóstico (con menor frecuencia), como una gastroscopia o una colonoscopia, y a nivel terapéutico, como una resección de pólipos (RME), la disección submucosa endoscópica (DSE) o la colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE).

Es importante destacar que las perforaciones son eventos excepcionales gracias a los avances en la tecnología endoscópica y a la mejora en las técnicas de los especialistas.

Este tipo de complicaciones se presentan en un porcentaje mínimo de los procedimientos, y su número varía según el tipo de procedimiento realizado, diagnóstico o terapéutico.

Además, en la mayoría de los casos, pueden resolverse sin cirugía abierta, lo que reduce la estancia hospitalaria y el tiempo de recuperación.

Perforaciones endoscópicas digestivas.
Perforación iatrogénica en el tubo digestivo durante una disección submucosa endoscópica (DSE).

Pero doctor, ¿de cuántas perforaciones endoscópicas estamos hablando?

En endoscopias diagnósticas, las perforaciones representan un caso por cada 10.000, menos del 0,01 % de los procedimientos; cifra que significa que son eventos extremadamente raros.

En el caso de una colonoscopia, por ejemplo, el riesgo de perforación es algo mayor, pero sigue siendo bajo, oscilando entre el 0,03 % y el 0,08 % (3-8 casos por cada 10.000 procedimientos).

Para que nos hagamos una idea, en un área sanitaria competencial con doscientos o trescientos mil habitantes se realizan entre 20.000 y 25.000 procedimientos endoscópicos digestivos. Es decir, entre 3 y 5 perforaciones cada año como muchísimo.

En los procedimientos terapéuticos, que implican intervenciones más avanzadas y complejas, se presenta un riesgo ligeramente mayor de perforaciones endoscópicas.

Como ejemplos, en la resección endoscópica mucosa (RME) y la disección submucosa endoscópica (DSE) el riesgo puede variar entre un mínimo de 1-2 % y un máximo de 10-15 % (media de casos en Europa).

Las perforaciones, por tanto, son más frecuentes si la lesión en el tubo digestivo es de gran tamaño o si la pared del intestino es más delgada (duodeno, ciego y colon ascendente).

En el caso de la CPRE (colangiopancreatografía retrógrada endoscópica), procedimiento más invasivo utilizado para tratar problemas en las vías biliares y el páncreas, la tasa de perforación se sitúa en torno al 0,6 %​.

Perforaciones endoscópicas digestivas.
El especialista en endoscopia digestiva toma una muestra de tejido en la pared mucosa del ciego, primera porción del intestino grueso o colon. En este caso, el departamento de anatomopatología recibirá una biopsia de un paciente con enfermedad de Crohn.

¿Y cuando se originan estas perforaciones endoscópicas, siempre habrá que recurrir a una cirugía urgente?

La cirugía no es la primera opción para tratar una perforación endoscópica. De hecho, en la mayoría de los casos, las perforaciones endoscópicas se cierran durante las mismas intervenciones con técnicas mínimamente invasivas.

El objetivo principal es sellar la perforación lo antes posible para evitar la filtración del contenido intestinal y prevenir infecciones graves.

Perforaciones endoscópicas digestivas.

Ilustración facilitada por el Dr. Joaquín Rodríguez Sánchez-Migallón, médico adjunto del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid y jefe del Servicio de Aparato Digestivo de Quirón Salud Ciudad Real (España).

La endoscopia ha experimentado grandes avances en las últimas décadas, lo que ha permitido reducir la frecuencia y gravedad de las perforaciones y mejorar su tratamiento cuando ocurren.

Entre los desarrollos más importantes está el uso de clips endoscópicos más sofisticados, que permiten cerrar perforaciones de manera más eficaz, incluso en defectos más grandes que antes requerían cirugía.

Clips endoscópicos o hemoclips: pequeñas “grapas” metálicas que se colocan sobre la perforación para cerrarla completamente.

Clips Over-The-Scope (OTS clips): dispositivos tipo clips que se usan en perforaciones más grandes. Se parecen a los cepos que se empleaban antiguamente en la caza mayor.

Suturas endoscópicas: permiten un cierre más fuerte y efectivo en lesiones más amplias. Existen diferentes sistemas como el OverStitch o el SutuArt.

Algunos de ellos, como X-Tack, funcionan al estilo que utilizan las manos de los cirujanos: el dispositivo colocado en el endoscopio sutura la zona de la perforación dando puntos con movimientos sincronizados.

El uso de dióxido de carbono (CO₂) en lugar de aire durante la endoscopia, ha sido un avance clave.

El CO₂ se absorbe más rápidamente por el organismo y reduce la distensión del tracto digestivo, lo que minimiza el riesgo de perforación y mejora la comodidad del paciente después del procedimiento.

Por ejemplo, ante una perforación abdominal el paciente no va a sufrir un cuadro tan intenso de dolor y si llega a padecer algo de dolor se le pasará con relativa facilidad.

Perforaciones endoscópicas digestivas.
Los muelles o estents endoscópicos digestivos recubiertos de material sólido de plástico especial o polímeros (estent esofágico en la parte superior de la fotografía y estent biliar en la parte inferior, tamaño de ambos comparado con una moneda de 20 céntimos de euro) sirven para taponar la perforación mientras cicatriza. Semanas después se retiran y el paciente regresa a su actividad normal.

Endoprótesis (estents) autoexpandibles: solución eficaz para perforaciones esofágicas y algunas perforaciones duodenales, evitando la necesidad de cirugía en la mayoría de los casos. Ayudan a mantener el área sellada mientras cicatriza la perforación​.

Otro gran avance ha sido la terapia de vacío endoscópica (TVE), que se utiliza en algunos casos para favorecer la cicatrización de perforaciones difíciles o más grandes. Este método usa un sistema de aspiración controlada que estimula el cierre de la lesión y la regeneración del tejido afectado.

Perforaciones endoscópicas digestivas.
Retirada de la Eso-esponga en un procedimiento de Vacío Endoscópico (TVE): la esponja, que mide 5,5 x 2,4 cm, readaptable, y se introduce habitualmente a través de las fosas nasales, aunque también por vía rectal, se coloca al final de una sonda alargada, que a su vez está conectada a un sistema de aspiración con el cual se formará tejido de granulación que cerrará el orificio.

Cuando las perforaciones endoscópicas se detectan y tratan de inmediato la recuperación del paciente es rápida y sin mayores complicaciones.

En casos donde el cierre endoscópico no es exitoso, o si el paciente presenta signos de infección grave, se puede requerir una cirugía abierta o cirugía laparoscópica. Hablamos de uno o dos pacientes cada año.

No obstante, la gran mayoría de perforaciones endoscópicas, sucedan durante una prueba diagnóstica o tras un procedimiento terapéutico, se pueden tratar sin necesidad de cirugía mayor.

Dr. Marín Gabriel, profundicemos en los factores de riesgo que favorezcan las perforaciones endoscópicas en el tubo digestivo

Cuando hablamos de factores de riesgo, no sólo debemos tener en cuenta el historial médico del paciente, sus enfermedades y tratamientos previos (cirugías abdominales, uso prolongado de corticosteroides) o el tipo de procedimiento endoscópico que estemos realizando.

También influyen las características del paciente: la edad avanzada y una pared del tubo digestivo más frágil y propensa a lesiones. De hecho, es importante conocer antecedentes de radioterapia en la zona abdominal o esofágica.

Obviamente, la experiencia clínica es un grado, como se suele decir, y es algo más frecuente que se produzcan complicaciones, sangrados o perforaciones, cuando el endoscopista está comenzando su carrera profesional. Sucede en todas las profesiones, sanitarias o no.

En las resecciones de pólipos en el colon, por ejemplo, el endoscopista debe estar atento, cuando extrae el tejido de la lesión, para que no aparezca el llamado “signo de la diana”.

Perforaciones endoscópicas digestivas.

Se trata de un área de la capa muscular que ha quedado adherida a la base en la que asentaba el pólipo. Es un indicador del resultado de la polipectomía: se ha cortado una parte de la pared muscular y se debe cerrar la zona seccionada. Habitualmente, se emplean clips para tratar ese defecto operativo.

Por tanto, el riesgo de perforaciones es menor en centros con equipos médicos altamente capacitados y familiarizados con las técnicas más avanzadas.

Esto refuerza la importancia de realizar estos procedimientos en hospitales y clínicas con un alto nivel de especialización en endoscopia​.

Perforaciones endoscópicas digestivas.
Colocación de un estent autoexpandible en el esófago.

Doctor, a modo de ejemplo, ¿cómo se maneja una perforación endoscópica en el esófago?

Las perforaciones esofágicas requieren un manejo específico y diferenciado debido a la anatomía y función del esófago.

A diferencia de otras perforaciones en el tracto digestivo, donde el contenido intestinal puede filtrarse a la cavidad abdominal, en el esófago una perforación puede llevar a complicaciones como mediastinitis (infección en la cavidad torácica) si no se maneja bien, a tiempo.

Por este motivo, la clave es un diagnóstico rápido y una intervención inmediata.

En la mayoría de los casos, las perforaciones esofágicas pueden cerrarse con técnicas endoscópicas, especialmente si se detectan en una fase temprana. Se pueden utilizar clips endoscópicos o suturas para cerrar el defecto.

Cuando la perforación es más grande o hay riesgo de fuga de líquidos, se puede optar por estents autoexpandibles, que permiten sellar la lesión y proteger la zona mientras cicatriza.

En casos más complejos, la terapia de vacío endoscópica (TVE) ha mostrado buenos resultados al facilitar la cicatrización.

Si la perforación no se detecta a tiempo o si el paciente presenta signos graves de infección, puede ser necesario un tratamiento quirúrgico.

Sin embargo, gracias a los avances en endoscopia terapéutica, cada vez menos pacientes con perforación esofágica necesitan cirugía.

Perforaciones endoscópicas digestivas.
Disección submucosa endoscópica (DSE) de tumor epidermoide esofágico: se produce una perforación puntiforme que se logra cerrar con hemoclips.

Doctor, ¿acaso una perforación puede pasar desapercibida por el endoscopista?

Cuando la perforación permite ver un orificio grande o estructuras fuera del tubo digestivo, como la grasa abdominal, no es posible que pase desapercibida.

Sin embargo, un defecto pequeño, como el que sucede cuando hay un daño mural discreto, como en el signo de la diana, requiere que el endoscopista revise muy bien la zona donde ha realizado una resección a la vez que la base del pólipo que recién extirpado.

Por otra parte, en ocasiones, las perforaciones endoscópicas no se ven durante el procedimiento y aparecen horas después.

Esto se debe a la quemadura que produce el dispositivo (asa de diatermia, endobisturí) que estemos empleando para realizar la resección en los planos profundos de la pared del tubo digestivo.

Aunque la quemadura no sea claramente visible, puede ir degradando dicha pared y provocar una perforación diferida, que tiene mucho peor arreglo. En realidad, la mayoría de ellas no tienen solución endoscópica.

Cuando tenemos una complicación de este tipo, una perforación diferida que se produce horas o días después de que al paciente se le haya practicado el procedimiento, ese paciente casi siempre va a ser quirúrgico.

Perforaciones endoscópicas digestivas.
Esfinterotomía endoscópica y limpieza instrumental de la vía biliar con balón de Fogarty. Extracción de litiasis.

Los síntomas de una perforación pueden variar dependiendo de su localización, pero en general, el signo más común es un dolor abdominal repentino e intenso que sucede tiempo después de que el paciente ha sido sometido a la endoscopia.

Para confirmar una perforación, la prueba de elección es la tomografía computarizada (TC), ya que permite detectar la presencia de aire o líquido fuera del tracto digestivo.

Por lo general, una perforación que se diagnostica más de 24 h después del procedimiento o cuando el paciente ya tiene síntomas de infección, no es susceptible de tratamiento endoscópico.

Si la fuga de contenido ha provocado una infección o absceso, puede ser necesario el drenaje percutáneo o una intervención quirúrgica.

En algunos casos y, aunque la perforación suceda tardíamente, se puede evitar la cirugía.

Perforaciones endoscópicas digestivas.
Divertículos en el colon.

¿Y l@s pacientes, doctor, pueden hacer algo para reducir el riesgo de perforaciones endoscópicas en su aparato digestivo?

Si bien las perforaciones endoscópicas no son eventos que el paciente pueda evitar directamente, hay ciertas medidas que pueden reducir el riesgo.

Lo más importante es elegir un centro médico con experiencia en endoscopia avanzada. Los hospitales y clínicas especializadas en endoscopia digestiva tienen equipos mejor preparados para prevenir y manejar complicaciones.

En el caso de la colonoscopia, una correcta limpieza del colon reduce el riesgo de perforación, ya que mejora la visibilidad para el especialista.

Además, si la hubiera, tener el colon limpio reduce el riesgo de complicaciones importantes como la peritonitis.

Tras el procedimiento, el paciente debe estar atento a cualquier síntoma anormal y reportarlo de inmediato​.

Por último, seguir las indicaciones médicas antes y después del procedimiento es fundamental.

Perforaciones endoscópicas digestivas.
Colocación de prótesis para solucionar una perforación.

En este sentido, ¿cómo es la recuperación del paciente tras sufrir una perforación endoscópica?

La recuperación de una perforación endoscópica depende de varios factores, incluyendo el tamaño de la lesión, su localización y el tipo de tratamiento empleado.

En casos donde la perforación es pequeña y se cierra con éxito durante la endoscopia, el paciente puede recibir el alta en menos de 24 horas y continuar su recuperación en casa con una dieta progresiva y un seguimiento médico adecuado.

Si la perforación es más grande o si hubo alguna complicación durante la intervención, la recuperación puede requerir unos días de hospitalización.

Durante este tiempo, se administran antibióticos para prevenir infecciones y se mantiene al paciente en ayuno o con nutrición parenteral hasta asegurarse de que la perforación ha cicatrizado correctamente.

En algunos casos, se realizan controles endoscópicos posteriores para verificar que el cierre de la perforación gastrointestinal ha sido exitoso.

Cuando el paciente recibe el alta, es importante que cumpla una serie de recomendaciones para evitar molestias o recaídas.

Se suele recomendar una dieta blanda durante varios días, evitar esfuerzos físicos intensos y estar atento a síntomas de alarma como fiebre, dolor intenso o vómitos persistentes.

En general, la mayoría de los pacientes con perforaciones tratadas endoscópicamente se recuperan completamente sin secuelas y pueden retomar su vida normal en muy poco tiempo​.

Perforaciones endoscópicas digestivas.

Por último, Dr. Marín Gabriel, ¿cuándo debe ir un paciente al hospital después de recibir el alta médica tras solucionarse una perforación?

Después de una endoscopia es normal sentir cierta molestia abdominal leve o hinchazón, especialmente si se ha utilizado aire o CO₂ para insuflar el tubo digestivo.

Sin embargo, hay ciertos síntomas que pueden indicar una complicación y que requieren atención médica inmediata:

Dolor abdominal intenso y persistente, que no mejora con el tiempo. Fiebre alta o escalofríos, que podrían indicar una infección. Náuseas o vómitos frecuentes, especialmente si hay sangre en el vómito.

Dificultad para respirar o dolor en el pecho, en casos de perforación esofágica. Sensación de hinchazón extrema y abdomen rígido, lo que puede indicar peritonitis.

Si se presenta alguno de estos síntomas, el paciente debe acudir de inmediato a un centro médico.

En muchos casos, una evaluación temprana permite actuar rápidamente y evitar complicaciones mayores.

Con todo, quiero subrayar que las perforaciones endoscópicas son poco frecuentes y, gracias a los avances en la endoscopia terapéutica, la gran mayoría se pueden manejar sin cirugía.

Sin olvidar que es trascendental que los pacientes estén bien informados, sigan las recomendaciones médicas y consulten con su especialista ante cualquier síntoma preocupante.

En el próximo videoblog de Aparato Digestivo hablaremos con el Dr. Marín sobre la microbiota intestinal, dos kilogramos de bacterias, fundamentalmente, virus y hongos que viven de forma permanente en el interior de nuestro tubo digestivo; un conjunto de microorganismos que desempeñan un papel deteterminante tanto en el proceso final de la digestión como en el sistema inmunitario.

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Ciencia y Salud

Andreu Buenafuente y el estrés: la importancia de parar y de recuperarse bien

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Andreu Buenafuente no dará las campanadas en TVE debido a un “episodio de estrés” del que aún necesita recuperarse sin “acelerar”, según ha anunciado él mismo a través de un comunicado emitido este viernes. El tándem del humorista y la actriz Silvia Abril no podrá, por tanto, protagonizar el programa con el que la cadena pública pretendía despedir 2025 y recibir 2026.

Dice Buenafuente en el comunicado: “Tuve un episodio de estrés, común, pero no agradable, por trabajos en los que yo mismo creo. Hubo un momento en el que no pude y mi cuerpo me pidió parar. Quiero agradecer a los profesionales que me están ayudando y a la gente que me rodea. Cada gotita es una vitamina”.

Sobre los plazos de recuperación que le impiden estar en primera línea de TVE la última noche del año, afirma: “No creo que tenga que acelerar mi recuperación para hacer lo que tengo que hacer; tengo que estar feliz, y por eso, voy a seguir recuperándome y cuando sea posible volver, que sea. No sé qué va a pasar, pero la falta de un horizonte exigente es lo que necesita una persona que ha parado por estrés”.

¿Qué es el estrés?, ¿qué le hace a nuestro organismo?, ¿por qué conviene parar?, ¿si se para la actividad laboral, cómo hay que llevar a cabo esa recuperación? Son preguntas para cuyas respuestas EFE Salud ha contado con las explicaciones del psicólogo y psicoterapeuta Sergio García.

El estrés y los «pensamientos intrusivos»

Para empezar, una noción sobre el estrés: se trata de una respuesta natural del organismo a situaciones que percibe como desafiantes o amenazantes. 

Explicaba la neurocientífica Carmen Sandi, presidenta de la Federación Europea de Sociedades de Neurociencia, según una información de EFE, que si esa respuesta “se prolonga o se intensifica más allá de lo necesario, puede transformarse en un problema que afecta tanto a la mente como al cuerpo”.

Entra en escena el “trastorno de ansiedad”, según nos cuenta Sergio García. Estamos ante “una característica mental en la que la persona tiene miedo, nerviosismo o preocupación de manera muy persistente y muy intensa”, lo que puede generar síntomas físicos como “taquicardia o sudoración”, pero también “síntomas mentales y cognitivos”.

vuelta rutina positivo
EFE/Sáshenka Gutiérrez.

García cita entonces “los pensamientos intrusivos”. “Esto quiere decir que estoy pensando en una cosa y me viene a la cabeza otra cosa que se hace protagónica a pesar de que no corresponde”.

Por regla general, añade, los pensamientos intrusivos derivan de no poner límites “entre lo personal y lo laboral”. Esta ansiedad, cabe puntualizar, “se puede generalizar si no se pone remedio a tiempo y si no se acude a un especialista”.

La importancia de parar

Fisiológicamente la situación se describe así: el cerebro interpreta ciertas situaciones como amenazas y activa, por tanto, respuestas de defensa. Envía señales a las glándulas suprarrenales para liberar hormonas como la adrenalina y el cortisol, que son las que contribuyen a la preparación del cuerpo para esa defensa.

En cascada van cayendo las reacciones: aumenta la frecuencia cardíaca, los músculos se tensan, la digestión se resiente… De continuar mucho tiempo este estado de defensa, de huida ante la amenaza, podría debilitar el sistema inmunológico y hasta infligir daños neurológicos.

Parar, además, “facilita la aplicación de estrategias terapéuticas y el aprendizaje de nuevas herramientas para manejar la ansiedad y poder recuperar integralmente la salud mental”, dice Sergio García

Es clave actuar a tiempo ante el estrés crónico. García esgrime la importancia de las pausas, de parones como el que está haciendo Buenafuente. No hacerlos es peligroso porque puede conducir al agotamiento o a la depresión.

Descansar, además, “facilita la aplicación de estrategias terapéuticas y el aprendizaje de nuevas herramientas para manejar la ansiedad y poder recuperar integralmente la salud mental”.  

Y la importancia de la recuperación

Entre esas estrategias terapéuticas, dos perspectivas: la médica y la psicológica. 

La primera, subraya García, plantea la recuperación con el objetivo de que no surjan “nuevas formas de estrés y que se resuelvan de manera adecuada”. Es decir, para “evitar recaídas y problemas a largo plazo”. Una recuperación “paulatina, no acelerada” persigue que “cuerpo y mente se adapten y generen nuevas sinergias” que, a su vez, eviten “un desgaste mayor”, concluye.

La segunda “puede ver necesarias las pausas”, pero, en opinión de García, no coloca al trabajo, la carga laboral, como causa única de la “desazón”. De hecho, desde este prisma, ayuda que el paciente trabaje.  

“Desde la perspectiva psicológica, algún trabajo no sería del todo negativo, pero sin tener la intensidad del trabajo de antes. Trabajo cero durante varios meses tampoco es aconsejable porque es una cuestión que no es real”, reflexiona el psicólogo. 

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La prevención y el tratamiento de la diabetes tipo 2 y la obesidad, entre los grandes desafíos sanitarios de la UE

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Bruselas (Euractiv.com/.es) – Los expertos en temas de salud advierten de que a medida que la iniciativa de la Unión Europea (UE) «Juntos más sanos – Enfermedades no transmisibles (ENT)» entra en sus dos últimos años, el programa podría quedar desfasado en relación con los constantes avances de la investigación científica sobre salud metabólica.

Al tiempo que el marco financiero 2022-2027 ofrece a los Estados miembros del bloque comunitario apoyo para el combate contra las enfermedades cardiovasculares, diabetes, afecciones respiratorias crónicas, salud mental y factores determinantes del estilo de vida, no aborda explícitamente las enfermedades hepáticas, a pesar de sus fuertes vínculos metabólicos con la obesidad y la diabetes de tipo 2.

Durante un debate reciente sobre el tema, titulado «ENT, obesidad y salud hepática: ¿puede la UE cambiar el rumbo?«, varios especialistas calificaron esa omisión de debilidad estructural de la política de la UE en materia de ENT.

En ese sentido, Cyrielle Caussy, catedrática de Medicina Nutricional de la Universidad Lyon 1, advirtió de que pasar por alto la salud hepática supone ignorar uno de los órganos centrales de la epidemia metabólica europea. El hígado está en el centro de las principales enfermedades no transmisibles de Europa, recordó.

«El hígado es actualmente el punto ciego (…) no vemos realmente la salud hepática en la agenda. Sabemos que es un órgano clave en el metabolismo de la glucosa, los lípidos y la energía. Y está directamente relacionado con todas estas enfermedades no transmisibles», explica.

Se calcula que la esteatosis hepática (o hígado graso) afecta a cuatro de cada diez adultos en todo el mundo, pero los expertos subrayan que el problema es, en gran medida, «invisible» en las estrategias de la UE, entre ellas Healthier Together.

La obesidad, ¿es de verdad una enfermedad?

Uno de los motivos por los cuales no se presta atención a las enfermedades hepáticas es la persistente incomprensión de lo que significa la obesidad.

«Todavía hay muchos malentendidos sobre lo que es la obesidad», afirma la Dra. Andreea Ciudin Mihai, endocrinóloga, especialista en obesidad, profesora asociada de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), Hospital Vall d’Hebron y miembro del Consejo Ejecutivo de la Asociación Europea para el Estudio de la Obesidad (EASO).

«La obesidad no es una enfermedad basada en el peso por kilogramo; es una enfermedad del tejido adiposo, lo cual  significa exceso y disfunción de la grasa corporal», sostiene la experta.

«Algo que cambiará el mercado es el reconocimiento de la obesidad como enfermedad no transmisible (…) mientras no se reconozca la obesidad como enfermedad, seguirá habiendo estigmatización», agrega la investigadora.

Medicamentos GLP-1: avances, pero desigualdad

«Ahora disponemos de dos fármacos que cambian las reglas del juego«, explica Mihai, quien destacó los beneficios para la diabetes, el hígado graso y las enfermedades cardiovasculares. Pero el acceso a los fármacos es limitado, ya que «estos medicamentos no tienen reembolso, así que la gente tiene que pagarlos de su bolsillo», explica. Caussy asegura que quienes más los necesitan «son los que no pueden permitírselos».

Por su parte, el Dr. Kremlin Wickramasinghe, asesor de la Oficina Regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Europa, advirtió del riesgo de que estos medicamentos sustituyan a la acción política en materia de prevención. «Me preocupa que todo el mundo piense que ahora tenemos un medicamento (…) y abandonemos la agenda de la prevención», señaló.

«Un tercio (de la población) no sabe que tiene hipertensión (…) y de los que están en tratamiento, un tercio no está bajo control», explica Wickramasinghe.

Detección precoz del «hígado graso»

Los expertos coinciden en que la detección precoz de la enfermedad hepática avanzada es factible y rentable, pero no está muy extendida. «La primera prueba que se recomienda ahora de forma generalizada es la puntuación FIB-4. Es barata porque es gratuita», señala Caussy.

El experto explica que los pacientes que cruzan el umbral clínico requieren una evaluación más precisa. «Si la cifra es superior a 1,3, existe un riesgo, y hay un seguimiento, y el seguimiento consiste en realizar una prueba de segunda línea, que es más precisa. Suele ser una trans-elastografía, que es un método basado en ultrasonidos (…) también se han desarrollado análisis de sangre», agrega.

Por su parte, Gamal Shiha, director de la Asociación Europea de Pacientes Hepáticos (ELPA), subrayó la necesidad de concienciar a la población. «No todos los [obesos ] son pacientes hepáticos (…) el asunto es cómo educar a los pacientes y cómo seleccionar a los que van al especialista», señala.

Lagunas en la prevención

Mientras tanto, Wickramasinghe subraya que el déficit de prevención en Europa empieza mucho antes del cribado. «Estas son las cosas que causan el 80% de las muertes, pero no hablamos con el 80% de los pacientes sobre estos factores de riesgo», asegura.

«Queremos un sistema sanitario que hable con los pacientes sobre estos factores de riesgo (…) un sistema sanitario que tenga la capacidad de hacerlo (…) hay tanto estigma y discriminación que hace que sea un tema controvertido a tratar entre un paciente y su profesional sanitario», explica.

«Antes de llegar al cribado con un montón de máquinas caras (…) tenemos que integrar la atención primaria, crear espacio y reducir la carga», puntualiza.

Retos pendientes en la UE

Por su parte, el eurodiputado Tomislav Sokol (PPE) criticó en el marco del debate la lentitud de la UE en el etiquetado nutricional.

«Llevamos años esperando (…) en realidad no estamos haciendo nada, subrayó Sokol, al tiempo que advirtió de que en el próximo Marco Financiero Plurianual (MFP) para el período 2028-2034, la prevención corre el riesgo de desaparecer.

En ese sentido, aseguró que las competencias de la UE en materia de etiquetado, comercialización, prevención, reforma farmacéutica y Espacio Europeo de Datos Sanitarios siguen infrautilizadas. «Los beneficios (…) no son claramente visibles de forma directa, por lo cual la mayoría de los políticos no se preocupan de las medidas que realmente proporcionan algún efecto a largo plazo».

«Cualquier política que pueda considerarse negativa para la industria no llega a aplicarse», advierte Wickramasinghe.

Los expertos coinciden en que la UE no podrá cumplir sus objetivos en prevención y tratamiento de ENT mientras no enfrente esas presiones políticas y comerciales. A medida que Healthier Together entra en su fase final, el mensaje es claro: Europa tiene las pruebas y las soluciones, pero sólo el coraje político decidirá si es posible invertir la tendencia, según sostienen los expertos.

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(Editado por BM/Euractiv.com y Fernando Heller/Euractiv.es)

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Los síntomas que encienden la alarma ante la disfagia, ese bloqueo que no deja tragar

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La disfagia es la dificultad para tragar, un trastorno grave que se anuncia con síntomas que nos deben encender las alarmas. Detectar cuanto antes evita consecuencias graves como desnutrición, deshidratación o neumonía aspirativa.

En el Día Mundial de la Disfagia, el 12 de diciembre, la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) destaca la necesidad urgente de mejorar el diagnóstico temprano de un trastorno cuyo origen puede ser neurológico, estructural o muscular.

Es habitual en pacientes con ictus, enfermedades neurodegenerativas como párkinson o ELA, así como en personas intervenidas por tumores de cabeza y cuello. Pero también las personas de edad avanzada pueden tener alteraciones.

Según la SEEN, se estima que la disfagia afecta a aproximadamente al 8 % de la población mundial y al 5,6 % de adultos en España, con cifras más elevadas en pacientes hospitalizados, alcanzando hasta el 10,3% en unidades geriátricas y el 7,5% en servicios de neurología, reflejando el impacto de la edad y las enfermedades de base en su aparición.

Tipos de disfagia

La disfagia puede ser de dos tipos según su localización:

  • Orofaríngea: La más frecuente, representa casi el 80 % de los casos. El problema se produce al iniciar la deglución en la boca o faringe. Hay riesgo de atragantamiento o aspiración.
  • Esofágica: Se produce al pasar la comida por el esófago hacia el estómago, hay sensación de atasco.

Y también se distingue la presbifagia, la dificultad para tragar que se produce con la edad. Entre el 10 y el 30 % de los mayores de 65 años presenta algún grado de disfagia, superando el 80 % en mayores de 80 años.

disfagia
Infografía SEEN

Los síntomas de la disfagia

La doctora Emilia Cancer Minchot, vocal de Asistencia de la SEEN y miembro del Área de Nutrición de la sociedad, explica algunos de los síntomas que nos deben hacer sospechar de disfagia en un paciente al comer o beber:

  • Toser con frecuencia.
  • Cambiar la calidad de la voz.
  • Disminución significativa del nivel de oxígeno.
  • Ser incapaz de mantener el bolo alimenticio en la boca.
  • No poder realizar el sello labial y babee.
  • Cuando se quede comida en la boca o a nivel faríngeo tras la deglución.
  • No poder tragar el bolo alimenticio en una única deglución.
  • Sufrir frecuentes infecciones respiratorias.
  • Deshidratarse con frecuencia o desnutrirse.

Las consecuencias de tragar con dificultad

Deglutir significa nutrir e hidratar, si el mecanismos de tragar se altera puede producir desnutrición y deshidratación.

Pero también puede producir aspiraciones orofaríngeas que conllevan infecciones respiratorias.

“Hasta un 50 % de los pacientes que presentan aspiración desarrollan neumonía, siendo la complicación más temida de la disfagia, ya que constituye 5-15 % del total de las neumonías adquiridas y puede tener una mortalidad asociada del 50 %. No es un problema menor”, explica la endocrinóloga.

Pero estas alteraciones también tienen consecuencias en la calidad de vida, la supervivencia del paciente y aumentan las estancias hospitalarias y los costes sanitarios.

La enfermedad puede conducir a aislamiento social, ya que el miedo a atragantarse y la necesidad de texturas modificadas dificultan la participación en comidas familiares y sociales.

“Muchos pacientes dejan de disfrutar de algo tan cotidiano como comer. Esto afecta a su bienestar emocional y a su integración social. El tratamiento no solo es clínico, también humano”, considera la especialista.

El abordaje y tratamiento

El tratamiento puede ser compensatorio, rehabilitador o una combinación, de ambos, e incluye:

  • Adaptación de texturas y viscosidades (evitando alimentos con grumos, pegajosos, duros o con líquido en su interior).
  • Posturas seguras durante la ingesta.
  • Higiene oral estricta.
  • Espesantes y aguas gelificadas para garantizar la hidratación, menaje adaptado y supervisión del cuidador.
  • Ejercicios de deglución y rehabilitación muscular.

Además, cuando la alimentación por vía oral no es segura o existe desnutrición y/o sarcopenia es necesaria una intervención nutricional especializada.

“La disfagia sarcopénica se debe a la sarcopenia, es decir, a la pérdida progresiva de masa y fuerza muscular de los músculos de todo el cuerpo y de la deglución. Es un factor de riesgo importante para desarrollar desnutrición, ya que condiciona una ingesta oral reducida”, explica la doctora de la SEEN.

Es importante en su abordaje una estrategia multidisciplinar que incluya la colaboración de endocrinólogos, otorrinolaringólogos, rehabilitadores, logopedas, geriatras, digestivos, neurólogos y oncólogos.

Uno de los avances para el abordaje de la disfagia ha sido la creación de la “International Dysphagia Diet Standardisation Initiative”, que ha permitido definir globalmente las texturas de alimentos y viscosidades de líquidos para mejorar la seguridad.

También han surgido nuevas propuestas como la gastronomía molecular aplicada a la disfagia dentro de la restauración adaptada e innovaciones en rehabilitación neuromoduladora con resultados prometedores

La entrada Los síntomas que encienden la alarma ante la disfagia, ese bloqueo que no deja tragar se publicó primero en EFE Salud.

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