Ciencia y Salud
Los casos de diabetes en América Latina crecerán el 180% para 2050, según un estudio en The Lancet
El trabajo fue liderado por expertos del Instituto de Evaluación y Métricas Sanitarias de los Estados Unidos, quienes contaron los detalles a Infobae. Qué medidas recomiendan para revertir esta proyección
Cuando el páncreas no puede producir o utilizar la insulina de forma eficaz, aumentan los niveles de la glucosa en la sangre y esto puede conducir al desarrollo de la diabetes. A largo plazo, los niveles elevados de glucosa pueden generar daños en el organismo y fallas en diversos órganos y tejidos.
Un estudio internacional, que se publicó en la revista The Lancet, reveló que 43 millones de personas tenían diabetes en América Latina y el Caribe en 2021, y que la situación epidemiológica podría empeorar dramáticamente.
Los expertos, que fueron liderados por investigadores del prestigioso Instituto de Evaluación y Métricas Sanitarias de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, de los Estados Unidos, pronosticaron que los casos de personas con ese trastorno metabólico serán muchas más en el futuro en la región. Habrá 121 millones de afectados para el año 2050.
Por supuesto, los latinoamericanos no serán los únicos que padecerán más diabetes. En todas las regiones está creciendo su incidencia. Se pasará de 529 millones de personas con la enfermedad en 2021 a 1.400 millones en 2050 en el mundo.
Si no se toman medidas adecuadas, habrá 121 millones de afectados por diabetes en América Latina y el Caribe para el año 2050.(Getty)
En diálogo con Infobae, una de las expertas del Instituto de los Estados Unidos, Lauryn Stafford, explicó que tras hacer un exhaustivo análisis de datos sobre la incidencia y la prevalencia del trastorno, se encontró que “la variación porcentual de la población con diabetes en América Latina y el Caribe entre los años 2021 y 2050 será mayor al 180%”.
Hay varias razones que pueden explicar por qué la enfermedad está aumentando tanto. “De los 16 factores de riesgo estudiados que se asocian a la diabetes tipo 2, el riesgo con mayor carga de diabetes atribuible es el índice de masa corporal elevado”, contestó la investigadora.
“Estimamos que, en 2021, el 63,5% de la carga de diabetes se debe al índice de masa corporal alto en la región”, comentó. Ese índice es el peso de una persona en kilogramos, dividido por el cuadrado de la estatura en metros. Si se encuentra entre 18.5 y 24.9, se encuentra dentro del rango de peso normal o saludable. Si es más alto que lo considerado como peso saludable para una estatura determinada, se considera sobrepeso u obesidad.
El sobrepeso y la obesidad también son los factores de riesgo principales de diabetes en las demás regiones del mundo, mientras que en segundo lugar se encuentra la mala alimentación. Eso incluye el bajo consumo de frutas, verduras, cereales integrales, frutos secos y semillas, fibra, leche, calcio, aceites omega-3 y ácidos grasos poliinsaturados, y comer con mucha sal, carne roja, carne procesada, bebidas azucaradas y grasas trans, según definen los especialistas.
El factor de riesgo principal que conduce a la diabetes es el sobrepeso y la obesidad. Luego, el tipo de alimentación con pocas frutas y verduras y con muchas gaseosas y otros productos procesados y ultraprocesados/Archivo
Que haya tantas personas con la enfermedad implica que también estarán en más riesgo de tener sus complicaciones, como la ceguera, el pie diabético, la insuficiencia renal o la demencia. También podrían subir los costos para los sistema de salud. En el año 2021, se calcula que el gasto sanitario total en diabetes a nivel mundial superó los 960.000 millones de dólares.
Otra consecuencia es que la diabetes puede desencadenar la muerte de los afectados. En 2021, 225 mil personas murieron por esta patología en América Latina y el Caribe. En el estudio, no se estimó cuánto podrían aumentar los fallecimientos para el futuro.
El trabajo se hizo tras analizar la prevalencia, morbilidad y mortalidad de la diabetes en 204 países y territorios por edad y sexo, entre 1990 y 2021. La enfermedad afecta más a las personas de 65 años o más en todos los países y registró una tasa de prevalencia de más del 20% para ese grupo demográfico en todo el mundo.
Seguir un plan alimentario saludable, realizar actividad física regular y mantener un peso normal permiten prevenir la diabetes (Getty)
Ante el pronóstico para 2050 en América Latina, ladoctora María Cecilia Preiti, codirectora de la Maestría en Diabetes Mellitus de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral y jefa del Servicio de Diabetología del Hospital Universitario Austral, consideró al ser consultada por Infobae que es posible torcer el rumbo de la enfermedad. Aunque para eso se deberán implementar o fortalecer de manera urgente diferentes acciones.
Como recomendaciones, Preiti dijo: “Se deberían establecer planes de educación en diabetes para la población en general. Se debería formar más personal de salud especializado en la enfermedad y que integren grupos multidisciplinarios”.
Cada persona debería adoptar un plan alimentario saludable, realizar actividad física regular y mantener un peso normal. “Son las mejores herramientas para prevenir o retrasar la aparición de la diabetes tipo 2″, resaltó la experta.
“Argentina no es ajena a esta epidemia mundial de la diabetes. Según la Cuarta Encuesta nacional de factores de riesgo, la prevalencia de glucemia elevada o diabetes en la población adulta fue de un 12.7%. Ha estado en aumento también”, afirmó.
Otro obstáculo en el control de la enfermedad es que no todas las personas tienen su diagnóstico. Se estima que 1 de cada 3 adultos con diabetes aún no ha sido diagnosticado en América Latina.
Una de cada 3 personas en América Latina no sabe que tiene diabetes. El análisis de sangre que evalúa el nivel de glucemia ayuda a las personas a conocer su situación/Archivo
Carla Musso, coordinadora del Servicio de Diabetes de la Fundación Favaloro en Buenos Aires, también aportó cuáles serían las estrategias para tener en cuenta para el futuro: “Se debe estimular la alimentación saludable con todo lo que eso implica, modificar los alimentos que se dan en escuelas y colegios, y se debería facilitar el acceso de la población al consumo de frutas y verduras a precios bajos”.
Además, según Musso, “se debería estimular la actividad física en todas las edades y el diagnóstico temprano de la alteraciones de la glucemia para detectar la pre-diabetes a tiempo y que las personas puedan modificar hábitos para que no se evolucione hacia la diabetes”.
Ciencia y Salud
Fármacos para adelgazar: retrato de la situación en el año de su despegue
La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó a primeros de diciembre una guía sobre el uso de los fármacos adelgazantes, que en este año han alcanzado una popularidad descomunal. El organismo ha concluido que a tenor de los estudios disponibles existe un bagaje científico y médico lo suficientemente sólido como para establecer que estos fármacos pueden prescribirse sin riesgos.
Pero no sólo ha marcado esta recomendación. También ha abogado por que se dispensen a la mayor población posible. Defendió, en definitiva, que sean accesibles y asequibles.
¿Cómo operan estos fármacos?, ¿pueden usarse en España?, ¿cuáles son sus contraindicaciones? Son algunas preguntas habituales debido a la demanda creada. Cada vez más personas aparecen más delgadas en relativamente poco tiempo gracias a sus efectos.
¿Cómo funcionan los fármacos para adelgazar?
Este tipo de fármacos comenzaron a utilizarse en 2005 para tratar la diabetes tipo 2 porque mejoran el control de la glucosa, pero los distintos estudios que se iban realizando desvelaban beneficios para controlar el apetito y, por tanto, el peso. Sus impulsores fueron reconocidos con el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2024 y la revista Science los destacó como el avance científico del año en 2023.
Se trata de moléculas que imitan a la hormona GLP-1 segregada por el intestino delgado como respuesta a la ingesta de alimentos y que aumenta la sensación de plenitud y saciedad. La que produce el cuerpo humano desaparece rápido de la sangre, sin embargo, las modificadas (el fármaco) provocan una sensación de saciedad durante más tiempo.
Entre los más conocidos se encuentran:
- Ozempic, cuyo principio activo es la semaglutida. En España está diagnosticado para la diabetes tipo 2 y la obesidad.
- Wegovy, con semaglutida también como principio activo.Específico para la obesidad.
- Saxenda, que contiene el principio activo liraglutida y está aprobado exclusivamente para tratar la obesidad.
- Mounjaro, con la tirzepatida como principio activo. Para tratar la diabetes tipo 2 y la obesidad.

Además de ayudar a adelgazar, los estudios muestran que reducen el riesgo de infarto, ictus e insuficiencia cardíaca, y se investiga su posible utilidad en otras patologías como alzhéimer o párkinson.
No obstante, estos pueden presentar efectos secundarios, como problemas intestinales o pancreatitis.
Efecto rebote
Uno de los principales retos de estos fármacos para adelgazar es el efecto rebote.
Un metaanálisis publicado en la revista BMC Medicine, que analizó datos de 11 ensayos clínicos con más de 1.500 pacientes tratados, concluye que la pérdida de peso alcanzada durante el tratamiento suele ir seguida de una recuperación de peso tras abandonar la medicación.
Según el estudio, el aumento de peso comienza a partir de las ocho semanas tras dejar el fármaco y puede prolongarse unas veinte semanas antes de estabilizarse.
El efecto varía en función del medicamento, la presencia de diabetes y de si el paciente mantiene cambios en el estilo de vida, como la dieta y el ejercicio.
“No está indicado tomar el fármaco sin dieta y sin ejercicio físico”, sostiene el catedrático de Nutrición y Bromatología de la Universidad Rovira y Virgili de Tarragona Jordi Salas
En casos como con el uso de la tirzepatida, los pacientes recuperaron casi la mitad del peso perdido tras cambiar a un placebo.
Los autores subrayan que el efecto rebote no ocurre solo con los fármacos, sino también en otros métodos de adelgazamiento como el baipás gástrico o la gastroplastia vertical. Por ello, reclaman más investigaciones con seguimientos más prolongados.
Esencial: dieta y ejercicio
Intentar bajar de peso con los fármacos contra la obesidad y la diabetes, pero sin hacer dieta ni ejercicio físico, “es una equivocación total” que puede tener consecuencias, como el propio efecto rebote o, incluso, pérdida severa de masa y fuerza muscular. Lo advierte Jordi Salas-Salvadó, catedrático de Nutrición y Bromatología de la Universidad Rovira y Virgili de Tarragona.
El catedrático e investigador celebra la llegada de estos fármacos contra la diabetes y la obesidad (los popularmente conocidos Ozempic o Mounjaro) convencido de que van a ayudar a muchas personas, pero considera que “se está haciendo un uso irracional” de estos medicamentos.
“No está indicado tomar el fármaco sin dieta y sin ejercicio físico”, insiste el también director del programa de Nutrición del Centro de Investigación Biomédica en Red de la Obesidad (CIBERobn).
“Primero hay que probar si se puede alcanzar un peso normal a través de dieta y de ejercicio y después tener la autorización de los fármacos, pero siempre con la base de la dieta y el ejercicio físico”, explica.
La entrada Fármacos para adelgazar: retrato de la situación en el año de su despegue se publicó primero en EFE Salud.
Ciencia y Salud
Nochebuena con ese familiar que tanto sabe de todo: una aproximación al efecto Dunning-Kruger
Hemos evitado coincidir con una persona porque nos parece arrogante. Hemos inventado una excusa para no ir a esa ‘quedada’ porque estará el sabiondo de ‘noséquién’. Nos hemos enfadado con un amigo/a porque “no escucha” lo que opinamos o explicamos. Nos hemos mofado de aquella cena de Nochebuena en la que tuvimos que soportar, una vez más, al «listillo» o «listilla» de la familia . Y nos hemos molestado cuando nos hemos enterado de que para alguien somos “soberbios”. El efecto Dunning-Kruger nos acompaña más de lo que creemos. ¿Pero qué es el efecto Dunning-Kruger?
El periodista de El País Kiko Llaneras mencionó este sesgo cognitivo en su newsletter del pasado 13 de diciembre. Aludía a un estudio hecho a personas con ideas firmes y recias sobre asuntos que la ciencia refuta, desde supuestos efectos nocivos de las vacunas a beneficios inapelables de la homeopatía. El trabajo aportaba una conclusión, recordaba Llaneras: a pesar de que estas personas no es que fueran precisamente expertas de aquello de lo que hablaban, se expresaban con una seguridad propia de quienes lo son.
¿Nos suena, verdad? En la era de las redes sociales, seguro que nos suena. En la era de la opinión por encima de todo, seguro que nos suena. En estas fechas navideñas de reuniones familiares, pues segurísimo. Puede que estén pensando en el “cuñao”, en su arquetipo y su parodia, pero el efecto que nos ocupa es más alambicado.
El efecto Dunning-Kruger: también una forma de comunicar
Albert Dunning y Justin Kruger son los dos psicólogos sociales estadounidenses que “hallaron” este sesgo cognitivo, según el cual personas sin conocimiento o sin habilidades en materias concretas, pongamos como ejemplo la política o el fútbol, tienden a sobreestimar su conocimiento y sus habilidades. Asimismo, personas con alto nivel de conocimiento, tienden a subestimarlo.
Es muy probable, lector, lectora, que irrumpan en su cabeza numerosos casos reales, pero aquí vamos a analizar qué caracteriza a las personas que “padecen” dicho efecto.
Lo haremos con la psicóloga general sanitaria Raquel Huéscar, quien aboga por situar el marco de la discusión aquí: “Es la diferencia entre lo que sé y lo que creo que sé”.

La primera anotación que la profesional efectúa es “la manera de comunicar”. “Una persona que cree que sabe –explica– comunicará con más seguridad, con menos contradicción, con menos complejidad”. Esta seguridad, añade, genera una repercusión en quien escucha, en quien lee.
Aplicar esta premisa en los algoritmos de las redes sociales muestra una realidad sobre la que se ha conservado y discutido mucho. “Sabemos que los algoritmos van a dar prioridad al contenido que esté en la línea de lo que nos gusta”, subraya Huéscar, por lo que desembarcamos en uno de los rasgos de la identidad de esta era digital: “Se elimina la complejidad del discurso”.
“Y podemos pensar –apostilla– que quien más interactúa es quien menos sabe, y quién menos interactúa es quien más sabe”.
Personas a las que cuesta cambiar de opinión
No ayuda la polarización predominante. No ayuda nada. Dice Huéscar: “Todos tenemos derecho a opinar, sobre política por ejemplo, pero adentrarse en el conocimiento de la política aporta una serie de componentes que añaden complejidad al discurso, al relato”. Quedarse en el titular provoca una pérdida más o menos ingente de la riqueza y variedad de ese relato, justo una consecuencia de vivir polarizado.
Segunda anotación de la psicóloga: la dificultad de este perfil de personas para cambiar de opinión. Una dificultad que ni siquiera la evidencia científica puede sortear ágilmente. ¿Intolerancia a la discrepancia?
“No sé si es intolerancia. Son personas que no se dejan influir. En todo caso podrían cambiar cuando se ahonda en la base sobre la que articulan este pensamiento”, reflexiona Huéscar.
La psicóloga trae a colación “experimentos interesantísimos” de la psicología social como “la ley de la comparación”, que viene a decir lo siguiente: “Grandes expertos cometen grandes errores cuando les cuesta diferenciarse en un contexto en el que las personas piensan u opinan igual”, precisamente por la comparación con el entorno.
Entramos, así, en el tercer aspecto a destacar: el contexto, su influencia.
El reto de admitir un error
Más allá del efecto Dunning-Kruger, la psicóloga hace hincapié en “la dureza” de una persona para cambiar de opinión, de criterio o de punto de vista. ¿Qué puede hacer una profesional como ella?
“No nacemos así. Nos hacemos así. Uno se va haciendo así por obcecación: puede ser que porque se haya visto muy atacado en el concepto que tiene de sí mismo o porque ha sido así cómo ha salido adelante ante ataques que ha podido recibir. La obcecación en una idea, esa expresión de ponerse cabezón, está determinada por la historia de relación de la persona desde la infancia”, profundiza.
“Hay personas a las que les cuesta admitir un error o un cambio de opinión porque no pueden sostener una imagen así de sí mismo, y se hunden», explica la psicóloga Raquel Huéscar
Y quien habla de cambio de opinión habla, por relación, de reconocimiento del error, o de la equivocación, lo que tampoco es sencillo.
El efecto Dunning-Kruger “se mueve también con el narcisismo”, matiza Huéscar. “Soy lo que parezco que soy”, en resumen.
Añade al respecto: “Hay personas a las que les cuesta admitir un error o un cambio de opinión porque no pueden sostener una imagen así de sí mismo, y se hunden. Es una imagen de sí mismo de ‘todo o nada’. Y no pasa nada por no saberlo todo, por no entenderlo todo, pero no todas las personas están preparadas para admitirlo”.
Nochebuena y la familia (re)unida
Es 24 de diciembre. Día de Nochebuena. Muchísimas personas se reúnen con sus familias y celebran una tradición religiosa o simplemente el hecho de estar de nuevo juntos. Bienvenido sea.
La familia, como indica Huéscar, “es el elemento social de más intimidad”, por lo que estar con la familia, estar en familia, desencadena emociones. Emociones que hablan de amor, pero también de rencillas y rivalidades. Que hablan de secretos y confidencias. De recuerdos y deseos. Por tanto, apunta la profesional, “que haya discrepancias o comunicaciones más violentas es más fácil”.
Pero que nadie se asuste. La cena de la familia (re)unida no tiene por qué salir mal. Quizá saber en qué consiste el efecto Dunning-Kruger favorezca la concordia y la armonía. Al fin y al cabo, todos y todas hemos experimento este efecto, ¿verdad?
La entrada Nochebuena con ese familiar que tanto sabe de todo: una aproximación al efecto Dunning-Kruger se publicó primero en EFE Salud.
Ciencia y Salud
Las navidades pueden quitarte el sueño, consejos de los neumólogos para dormir mejor
Las fiestas navideñas van acompañadas de comidas copiosas, horarios irregulares, un mayor consumo de alcohol y un aumento de estrés social y familiar. Esto puede afectar a nuestro descanso nocturno, un aspecto fundamental para la salud física y mental. Los neumólogos ofrecen recomendaciones para dormir mejor en navidades.
En el año SEPAR 2025-2026 de los Trastornos Respiratorios del Sueño (TRS), una iniciativa que busca concienciar a la población y a los profesionales sanitarios sobre unas patologías que muchas veces son infravaloradas e infradiagnosticadas.
El doctor Carlos Egea, neumólogo y coordinador del Año SEPAR 2025/26 de los Trastornos Respiratorios del Sueño, explica que “un sueño alterado provoca cansancio generalizado e irritabilidad, además de empeorar las enfermedades respiratorias vinculadas con el dormir, como la apnea obstructiva del sueño (AOS).
“Un sueño escaso puede desencadenar problemas metabólicos, como la diabetes o la obesidad, sin olvidar que un alto porcentaje de accidentes domésticos y de tráfico están vinculados a la falta de sueño”, añade.
Seis recomendaciones para dormir mejor durante las navidades
SEPAR ofrece seis recomendaciones clave para dormir y descansar mejor durante las fiestas de navidades:
- Gestionar el estrés. En esta época del año los compromisos sociales, laborales y familiares pueden generar estrés. Los especialistas recomiendan reservar unos minutos diarios a actividades relajantes como la lectura o la meditación.
- Comidas con moderación. Las cenas tardías y abundantes dificultan la digestión y afectan a la calidad del sueño. La doctora Alejandra Roncero, neumóloga y directora del Programa de Investigación en Sueño de SEPAR, aconseja dejar pasar entre dos y tres horas entre la cena y la hora de acostarse, además de evitar alimentos muy grasos, azucarados o picantes por la noche.
- Reducir el consumo de alcohol. Aunque el alcohol puede provocar somnolencia inicial, altera las fases del sueño y favorece los despertares nocturnos, el ronquido y la apnea del sueño. Limitar su consumo y alternar con agua ayuda a proteger el descanso.
- Siestas cortas y sin “compensaciones”. Una siesta breve, de 20 a 30 minutos, puede resultar reparadora tras una mala noche. Sin embargo, dormir muchas horas al día siguiente para “compensar” suele desajustar aún más el ritmo circadiano.
- Apoyarse en remedios tradicionales. Aplicar calor local, tomar infusiones relajantes o realizar estiramientos suaves tras una noche festiva puede ayudar a relajar la musculatura y favorecer el descanso.
- Un día de “reset”. Antes de incorporarse a la rutina, los expertos recomiendan recuperar los horarios habituales, cenar ligero y evitar el uso de pantallas durante la última hora antes de dormir.

Niños y adolescentes: proteger el descanso también en fiestas
Los especialistas subrayan la importancia de que niños y adolescentes puedan dormir bien durante las navidades.
En el caso de los más pequeños, recomiendan mantener rutinas, crear un ambiente tranquilo y limitar la sobreestimulación y el uso de pantallas antes de dormir.
Para los adolescentes, etapa en la que tienden a trasnochar más, es preferible negociar límites razonables, establecer horarios de desconexión digital, mantener cierta actividad física y evitar siestas largas que interfieran en el sueño.
La entrada Las navidades pueden quitarte el sueño, consejos de los neumólogos para dormir mejor se publicó primero en EFE Salud.
-
Mundo Economía3 díasAlivia alerta en Navidad: 7 de cada 10 terapias modernas contra el cáncer no están disponibles en España
-
Mundo Economía3 díasRodrigo Ramos D’Agostino presenta las claves para invertir en startups tecnológicas con potencial global
-
Mundo Política3 díasZelenski busca garantías de seguridad jurídicamente vinculantes
-
Mundo Política2 díasEE. UU. deniega visados a un excomisario de la UE y a otras cuatro personas por la normativa tecnológica
-
Mundo Sociedad3 días¿Qué ocurre con el registro horario en España?
-
Ciencia y Salud2 días
Nochebuena con ese familiar que tanto sabe de todo: una aproximación al efecto Dunning-Kruger
-
Ciencia y Salud1 día
Fármacos para adelgazar: retrato de la situación en el año de su despegue
