Y como el sustantivo coparentalidad se resiste a una vocalización correcta, sin pausas ni equivocaciones, conviene repetir sus principales características, puesto que nuestro modelo de sociedad libre se ve altamente favorecida por la variedad y multiculturalidad en las relaciones de pareja y sus familias consecuentes.
La coparentalidad es una puerta abierta de par en par destinada a cumplir los deseos reproductivos individuales de mujeres y hombres solteros, pero también de parejas homosexuales, que sueñan con ser madres o padres sin vínculos afectivos entre adultos. Sólo quieren tener hijas o hijos.
“Es una oportunidad evidente para que una mujer, por ejemplo, decida quedarse embarazada de un hombre que no sea su novio, pareja de hecho, marido, amante o similar“, expone la tocoginecóloga de la Clínica Gine-3 de Barcelona, especialista en calidad de vida femenina.
“No hay amor, no hay sexo, no hay sentimientos amorosos… Sólo se busca una pareja para procrear un hijo una hija”, subraya la Dra. Carmen Sala. EFE/GRB.
Coparentalidad en España
El origen de la coparentalidad se sitúa en los Estados Unidos de Norteamérica de los años 90. Las numerosas rupturas de parejas y divorcios incentivaron las custodias compartidas acordadas de los hijos menores de edad, ya que las sentencias judiciales no resolvían por completo las disputas interparentales.
Se redujeron así los obstáculos para el cumplimiento de las obligaciones y derechos de madres y padres: de la coordinación de parentalidad centrado en las niñas y niños nació el consenso de los progenitores, reduciendo sustancialmente la conflictividad.
Cabe recordar que en España se registraron 95.650 separaciones y divorcios en el año 2024, un 3,6 % más que en el mismo periodo de 2023.
En 2004, año previo a la aprobación de la Ley del divorcio exprés en nuestro país, se registraron 50.974 divorcios y 81.618 separaciones. En 2006, doce meses después de la Ley, los divorcios aumentaron hasta los 126.952 y las separaciones disminuyeron hasta los 18.793 casos.
A destacar que, en el año 2023, el 48,4 % de las custodias entre progenitores de diferente sexo fueron compartidas. El resto, 47,8 % maternas y 3,5 % paternas.
“Un buen número de mujeres y hombres estiman que el amor romántico ya no es para toda la vida”, plantea Carmen Sala.
“Pero que conste que la coparentalidad no es una custodia compartida según se entiende en la ruptura del matrimonio tradicional, es un modelo de familia innovador”, aclara la ginecóloga.
Las coparentalidad ofrece diferentes opciones de vinculación: una mujer y un hombre; dos mujeres y dos hombres; una pareja de mujeres y un hombre; dos hombres; dos mujeres; o personas BTIQA+.
Y cualquier proyecto de coparentalidad necesita un asesoramiento legal con el que reafirmar los intereses comunes basados en único fin: ser madres o padres.
Este plan de coparentalidad, donde se detallan los derechos y obligaciones, representa un conjunto de responsabilidades consensuadas antes de la formalización del compromiso, así como en la fase de la gestación del bebé, durante su crianza y su desarrollo como persona hasta la mayoría de edad.
“Según mis búsquedas en internet, existen dos aplicaciones o ‘app‘ que te apoyan en tus deseos de la coparentalidad: Copaping y Family 4 Everyone. Ambas webs facilitan la unión de personas, que se conozcan, sin que haya relación afectiva”, comenta la Dra. Sala.
“Según he podido documentarme, las mujeres que acceden a la coparentalidad suelen ser solteras, con estudios superiores y de nivel socioeconómico alto. Los hombres, además, suelen ser gais”, apunta.
¿Qué dice la Ley española sobre este tipo de familia?
Aunque este tipo de familia sea todavía poco frecuente, el Comité de Bioética de España, adscrito al Ministerio de Sanidad, no es contrario a este modelo de vinculación, a pesar de que alerte seriamente del riesgo de convertir a estos niños y niñas en “productos sujetos a acuerdos contractuales”.
“Lo único que le interesa a este Comité de Bioética es el bienestar de los menores. Todo acuerdo de coparentalidad debe estar basado en la dignidad de las niñas y los niños, con derechos propios y no como medios para satisfacer enhelos adultos”, destaca la Dra. Sala.
“Mujeres y hombres no buscan un amor romántico en la coparentalidad. Ellas y ellos no quieren ser madres o padres solteros y tampoco quieren depender de un banco de semen o de ovocitos”, indica la ginecóloga. EFE/GRB
¿Y cuándo interviene la ginecología?
“Aunque todavía no he recibido la oportunidad de tratar un caso en este tipo de familia, que espero y deseo suceda, la ginecología, como es preceptivo, interviene en el método para conseguir el embarazo”, apunta la Dra. Carmen Sala.
“Más allá de la inseminación en el hogar, ayudamos en la inseminación artificial y la fecundación in vitro, según sean l@s las característica de las personas que conformen la familia coparental”, añade.
“Aceptémoslo, es una nueva forma de ser madres y padres sin la necesidad de establecer una relación sentimental… Quizá, algún día, yo pueda entenderlo un poco mejor. De momento, ya he aprendido a decir la palabra coparentalidad“, concluye la Dra. Carmen Sala Salmerón.
Bruselas/Madrid (Servimedia) – El Gobierno de España ha pedido que se abra el debate sobre el blindaje del derecho a la interrupción voluntaria del embarazo también en el seno de la Unión Europea, para poder “garantizarlo en la Carta de Derechos de los europeos”.
Así lo defendió el viernes la ministra de Igualdad, Ana Redondo, durante su reunión en Luxemburgo con la comisaria de Igualdad, Preparación y Gestión de Crisis de la Unión Europea, Hadja Lahbib, para abordar las políticas españolas en materia de Igualdad.
Redondo destacó que también hablaron sobre trabajar en la prevención, con campañas de sensibilización, formación afectivo sexual para prevenir embarazos no deseados.
En ese encuentro, Redondo defendió también los avances en la agenda feminista de España. Pese a las “dificultades” de seguir avanzando, España es un “faro en materia de políticas de igualdad y es una inspiración para el resto de los países”, aseguró.
Por otro lado, la comisaria y la ministra abordaron la guía interpretativa de actividades económicas de Eurostat que incorpora al listado los servicios sexuales.
Redondo señaló que la comisaria fue “muy receptiva” sobre diferenciar entre países que regularon, o que son favorables a estas actividades, y aquellos países, como España, que “están trabajando seriamente en abolir la prostitución”.
Del mismo modo, Ana Redondo aseveró que la abolición “sigue siendo una prioridad” de su ministerio y es “importante” que esa guía interpretativa haga diferencias entre los países que tienen regulaciones diferentes o buscan la abolición.
Por último, abordaron las brechas en el cobro de pensiones entre hombres y mujeres. Redondo defendió que, en España, hubo pasos “importantes” para intentar achicar esa brecha que todavía existe, en torno al 37%, y afirmó que el país continuará “proponiendo y estableciendo medidas” para que haya una igualdad “real y efectiva entre mujeres y hombres en esa etapa de jubilación”.
La ministra también participó el viernes en el Consejo de Empleo, Política Social, Sanidad y Consumidores (Epsco), donde abordó los avances de España en violencia de género y violencia vicaria, violencia sexual y consentimiento, y políticas LGTBI.
En el marco de la aprobación de las conclusiones de este Consejo, Redondo destacó la importancia de la prevención, la detección temprana y la intervención como pilares fundamentales en la lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica.
Además, incidió en la necesidad de que la Unión Europea avance en materia de violencia vicaria y se refirió al nuevo paso del Gobierno español con el anteproyecto de Ley que reconoce y tipifica por primera vez la violencia vicaria como delito en el Código Penal. Este proyecto supone una “adaptación transversal del ordenamiento jurídico, para garantizar una respuesta más rápida, integral y eficaz a esta violencia”, concluyó.
Bruselas (Euractiv.com/.es) – La Comisión Europea sopesa actualizar los tipos impositivos del alcohol en la Unión Europea (UE), que no se han modificado desde 1992, y, entre otras bebidas, mantienen al vino con un tipo cero.
Por su parte, a pesar de los beneficios para la salud que podría aportar elevar esos gravámenes, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha admitido recientemente que se trata de una iniciativa muy difícil de aplicar.
«Estamos al principio del proceso, que incluirá amplias consultas con los Estados miembros», comentó un portavoz de Bruselas a Euractiv.
La fuente del Ejecutivo comunitario subrayaron que «aún no se ha tomado ninguna decisión sobre la fiscalidad del alcohol»,
En su Plan de Lucha contra el Cáncer, la Comisión Europea prometió revisar la legislación de la UE sobre fiscalidad del alcohol para 2025.
Pero de momento, la UE sólo exige un impuesto especial mínimo a la cerveza -cerca de 0,03 euros por una botella media- y las bebidas espirituosas -cerca de 1,54 euros por una botella de whisky-, pero no al vino.
Aparte de esto, cada país miembro fija individualmente sus tipos impositivos al alcohol.
La presión sobre la Comisión para que mueva ficha va en aumento. El debate sobre el efecto cancerígeno del alcohol ha entrado en la arena política. El pasado martes, el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) de la OMS publicó un nuevo Manual sobre prevención del cáncer, basado en estudios realizados en todo el mundo.
La Directora del CIIC, Elisabete Weiderpass, instó a las autoridades a tomar medidas más estrictas de control del alcohol, entre ellas elevar los impuestos.
Los socialistas europeos (S&D) publicaron el miércoles un documento de posición sobre política sanitaria en el cual destacan que el alcohol es una «sustancia tóxica, psicoactiva y productora de dependencia clasificada como carcinógeno del Grupo 1».
El documento expresa su apoyo a «una propuesta sobre la fiscalidad del alcohol que anime a los Estados miembros a adoptar los enfoques más eficaces en función de su contexto nacional».
El vino se grava como la cerveza
Las ONG, entre ellas Eurocare, llevan tiempo exigiendo que la UE aumente los impuestos fijos a partir de 1992 e incluya el vino en el sistema.
La Comisión ha hecho varios intentos por revisar la legislación. En 2010 publicó un estudio en el cual analizaba posibles cambios en los tipos mínimos y las estructuras de los impuestos especiales sobre las bebidas alcohólicas.
El documento recomendaba armonizar los impuestos y considerar la introducción de un tipo mínimo para los productos vinícolas: «El tipo podría considerarse equivalente (en términos de alcohol) al que se aplica a los productos derivados de la cerveza», según el texto.
En febrero, Euronews citó un documento de la Comisión Europea en el cual Bruselas afirma que «se está trabajando en la revisión de la directiva sobre tipos mínimos de impuestos especiales aplicables a las bebidas alcohólicas».
Según el informe, esa iniciativa hace balance de la aplicación del Plan «Vencer el cáncer» de la UE, lanzado en 2021. Gravar el alcohol – «incluido el vino»- sigue siendo «una herramienta estratégica de prevención para la UE», según el documento.
Sin embargo, aunque el nuevo borrador del programa de trabajo de la Comisión para el próximo año menciona una «evaluación del marco legislativo para el control del tabaco«,no dice nada sobre el alcohol.
Hans Kluge, director regional de la OMS para Europa, no se mostró sorprendido por ello. El funcionario afirmó el martes que subir los impuestos es una opción muy impopular para los políticos, y señaló que «aplicarlo es extremadamente difícil».
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(Editado por Euractiv.com y Fernando Heller/Euractiv.es)
EFE Salud presenta ‘Cáncer de mama en mujer joven’, especial multimedia elaborado con motivo del Día Mundial contra el Cáncer de Mama, el 19 de octubre. Testimonios de una superviviente, de dos oncólogas y de una psicooncóloga para mostrar los avances de la ciencia y experiencias de superación.