También, a dos investigadores del Centro Nacional de Gripe de Valladolid, Javier Sánchez Martínez, técnico superior de Laboratorio Biomédico y de Diagnóstico Clínico, y Carla Rodríguez Crespo, técnica de Laboratorio Biomédico y Diagnóstico Clínico.
A nivel mundial, el virus de la gripe causa mil millones de infecciones respiratorias cada año, en torno a cinco millones de hospitalizaciones y unas 700.000 muertes.
En España, el virus provoca cerca de 30.000 ingresos en los hospitales, con 6.000 ó 7.000 fallecimientos, dependiendo de la intensidad epidémica asociada.
Y cabe destacar que, en nuestro país, entre 4.000 y 6.000 niños y niñas necesitan asistencia hospitalaria: 1.000 de ellos y ellas ingresan en la unidad de cuidados intensivos (UCI)… ¡Entre diez y veinte mueren por una enfermedad inmunoprevenible!
Ilustración esquemática del virus de la gripe facilitada por el CNGV.
La influenza, virus ARN de la familia Orthomyxoviridae, provoca la gripe, enfermedad infecciosa muy contagiosa
El virus de la gripe, habitual desde octubre hasta finales de abril en el hemisferio norte, infecta la nariz, la garganta y en algunos casos los pulmones, causando patologías leves, moderadas o graves, estadio que puede ocasionar la muerte, especialmente entre la población más adulta.
La transmisión del virus se produce, esencialmente, a través de las minúsculas gotitas que contienen este microorganismo cuando son expulsadas por nuestras vías aéreas al hablar, toser y estornudar.
El contagio es mayor a partir de los tres o cuatro primeros días desde la aparición de los síntomas de la enfermedad.
Los virus de la gripe humana que circulan por el planeta, responsables de epidemias estacionales y pandemias (epidemias globales), son de dos tipos: influenzavirus A, con diferentes subtipos, e influenza B, con dos linajes, Victoria y Yamagata (casi desaparecido).
Dos proteínas de la superficie del influenzavirus A, la hemaglutinina (HA) y la neuraminidasa (NA), generan 18 subtipos de hemaglutinina y 11 subtipos de neuraminidasa (de H1 a H18 y de N1 a N11, respectivamente).
Se han identificado más de 130 combinaciones de subtipos, grupos y subgrupos de influenza A en la naturaleza, principalmente en aves silvestres.
El intercambio de información del genoma tipo ARN obedece a la predisposición de los segmentos genéticos cuando dos o más subtipos infectan un mismo organismo.
Los virus de influenza A (H1N1) y (H3N2) son los que más suelen preocupar a las autoridades sanitarias mundiales por sus propiedades antigénicas, es decir, porque afectan a nuestra inmunidad.
El virus influenza tipo C no produce epidemias, de momento, y causa infecciones leves, con pocos síntomas y cuadros clínicos intrascendentes.
El virus influenza tipo D, del que sabemos poco y afecta básicamente al ganado, no parece que infecte o enferme al ser humano.
Muestras identificadas y alicuotadas, listas para ser congeladas, en el Centro Nacional de Gripe de Valladolid hasta que se envíen al CDC de Londres. Fotografías de Juan Carlos Fernández Guerrero.
Vigilancia virológica para salvar vidas: un afán diario
Las muestras biológicas extraídas mediante frotis nasofaríngeo a los pacientes adultos y pediátricos llegan al Centro Nacional de Gripe de Valladolid desde los hospitales de referencia de la red centinela sanitaria de Atención Primaria de Castilla y León.
“Esta red, según criterios poblacionales, representa a más de dos millones y medio de habitantes que viven en nuestra Comunidad Autónoma”, destaca el Dr. Iván Sanz Muñoz.
Cada semana se seleccionan de dos a cinco muestras de personas que acuden a consulta con insuficiencia respiratoria aguda leve o moderada (IRA). Además, se añade la información clínica, epidemiológica y demográfica de cada paciente.
También se remiten al CNGV muestras nasofaríngeas o de otra índole de pacientes hospitalizados para evaluar la gripe en estadio grave (IRAG).
Previamente, los servicios de microbiología de dichos hospitales habrán realizado un análisis mediante PCR multiplex con el fin detectar, diferenciar y proporcionar un análisis cuantitativo de los virus respiratorios que aparezcan en cada muestra.
“Es fundamental contar con estas dos fuentes constantes de muestras víricas y datos poblacionales para sumarlos a nuestros propios análisis moleculares, más específicos y detallados”, subraya el virólogo.
Como dato de gran interés, la carga viral es significativamente mayor en las muestras de pacientes que son atendidos en la red centinela de la Atención Primaria en contraposición de los pacientes hospitalizados.
En unos, el virus actúa a su antojo; en los otros, el paciente ya ha generado más anticuerpos antes de llegar a las Urgencias o ingresar en la planta hospitalaria.
Los resultados semanales se envían a todas las autoridades sanitarias regionales y nacionales implicadas y al Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Londres, su centro de referencia para la Organización Mundial de la Salud, que cuenta con 154 organismos colaboradores.
El virus de la gripe, oculto y amenzante en las células de l@s pacientes
Las muestras que llegan al Centro Nacional de Gripe de Valladolid se identifican y alicuotan, es decir, se reparten en dos tubos de análisis clínicos iguales para su investigación.
“Una parte se aprovecha para el estudio de la biología molecular y otra parte se congela para enviarla posteriormente a Londres”, explica Javier Sánchez Martínez, investigador del CNGV.
De cada muestra destinada a investigación se obtiene el RNA del virus, material genético que luego se amplificará en un termociclador, herramienta tecnológica que efectúa una reacción en cadena de la polimerasa o PCR.
“En función de los subtipos víricos que obtengamos en esta PCR (prueba diagnóstica reconocida a nivel popular tras la pandemia del SARS-CoV-2) identificaremos todos los apellidos patógenos que están circulando en ese preciso momento por Castilla y León”, afirma.
“De esta manera, podemos advertir con certezas a nuestro centro de referencia sobre el tipo de virus que circula por nuestro territorio; datos que facilitan el mejor control posible a nivel virológico y epidemiológico”, recalca.
Resultado PCR sobre las muestras genéticas analizadas el pasado día 28 de noviembre: tres positivos para H1N1 con una baja carga viral. Estos datos reflejan que el frotis nasofaríngeo del paciente se pudo realizar una semana o diez días después de la infección por el virus influenza A.
¿Y si apareciera una muestra con virus H5N1, gripe aviar, en el resultado de una PCR?
“Sería toda una sorpresa, puesto que en España no se han producido ni existen brotes de H5N1 (gripe aviar) en la actualidad”, subraya el Dr. Sanz Muñoz.
En un caso hipotético de PCR positiva por un virus como H5N1, forma altamente patógena de la influenza aviar, “siempre procederíamos a una repetición de la técnica analítica para verificar el resultado”.
Y si el resultado fuese nuevamente positivo, tocaría secuenciar el genoma de este virus influenza A H5N1 para compararlo con otras muestras de virus H5N1 detectados en aves silvestres, de corral y animales de granja.
“Sabemos que los virus pueden sufrir cambios en un organismo hospedador mientras se replican después de la infección”, señala.
De hecho, las conclusiones de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) indican que el riesgo de la infuenza A H5N1 para la salud humana sigue siendo bajo a día de hoy.
Aún así, 29 personas han dado positivo por H5N1 en California (EE.UU.) durante este año 2024, todas ellas trabajadores que han tenido contacto con vacas lecheras infectadas por gripe aviar.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) de EE.UU. han informado de un caso de gripe aviar en un niño el pasado viernes 29 de noviembre en California, lo que ha supuesto el primer contagio de un menor de edad registrado en el país norteramericano.
Cada célula verde nos habla de un virus de la influenza. Imágenes facilitadas por el CNGV para su uso divulgativo.
A la vez, los análisis de las muestras víricas que llegan al Centro Nacional de Gripe de Valladolid se evalúan a nivel de su fisiología celular.
“En la sala blanca de cultivos realizamos una prueba de inmunofluorescencia directacualitativa: infectamos células normales con el material vírico de la muestra clínica que ha llegado a nuestro centro”, expone la investigadora Carla Rodríguez Crespo.
“Mediante fluorocromos (sustancias que marcan componentes moleculares, lo que hace que la célula sea fluorescente), determinamos si se ha producido infección celular. Si la imagen es verde nos indica un positivo por gripe, con más o menos carga viral”, describe.
“Si la imagen es rojiza el resultado basico es negativo por virus, aunque no excluye que pueda existir infección. Simplemente, con esta técnica no somos capaces de detectar el virus. La prueba de PCR o el test de hemaglutinación sí descubren el virus por mínima que sea su presencia genética”, especifica.
Doctor Eiros Bouza, ¿por qué es tan difícil controlar el virus de la gripe?
“En primer lugar, porque no sólo existe un virus de la gripe; de momento están registradas hasta cuatro tipologías: A, B, C y D, con sus diferentes subtipos y linajes”, enmarca el también microbiólogo jefe del Hospital Río Hortega de la capital pucelana.
“En segundo lugar, porque el virus de gripe a es, en esencia, zoonótico, puesto que se transmite fundamentalmente a través de rutas migratorias de las aves silvestres”, añade.
“De ahí pasa al ser humano y a otros animales, en concreto, al ganado porcino, que actúa como huésped intermediario en algunas ocasiones, dando lugar a la emergencia de cepas pandémicas”, concreta.
“Como dice el refrán castellano, no se pueden poner puertas al campo“, atestigua.
Cuando el virus de la gripe se adapta al ser humano, dadas sus condiciones biológicas, va ejerciendo en su propia deriva un cambio genómico.
“Esta capacidad de mutación es la estrategia del virus influenza para escapar a las acciones preventivas del ser humano, como la vacunación antigripal”, asegura el médico mindionense.
¿Y por qué la gripe se contagia tan fácil?
“Como sucedió en la pandemia de laCOVID-19, ya controlada, o el VRS, las enfermedades infecciosas demuestran un alto índice de contagio. En el caso de la gripe, la transmisión es muy eficiente al concurrir diferentes factores en su diseminación anual”, enseña.
“En las estaciones frías del año, otoño e invierno, observamos una convivencia más estrecha entre la ciudadanía, incluso hacinamiento. En ese contexto, hablar, estornudar o tocar a otras personas condiciona una acentuada transmisibilidad”, advierte.
Esta situación humana y cultural rutinaria, sin mascarillas, es un caldo de cultivo para la propia dinámica biológica del virus de la influenza, al igual que sucede con otros muchos microorganismos contagiosos de la naturaleza.
¿El virus se puede contrarrestar con medicamentos?
“Sin duda. Con fármacos antigripales que funcionan para controlar diferentes síntomas de la gripe, como la hipertermia (fiebre), el cansancio, los dolores musculares y articulares o la tos”, indica.
“Y con antivirales, que ejercen una acción específica sobre tres zonas del virus: su genoma, su cápside y sus glicoproteínas de envoltura. Son antigripales de verdad, que inhiben la replicación de los viriones (partículas víricas)”, completa.
Pero el foco antigripal se sitúa, sin duda, en la prevención frente al virus con la vacunación anual.
La OMS recibe datos de alrededor de un millón y medio de cepas víricas de la gripe desde sus CDC con los que elabora la recomendación de la vacuna anual.
“La vacuna, que recomienda la OMS cada mes de febrero en su reunión de Ginebra para intentar controlar las infecciones y los efectos patológicos de los virus de la gripe, tiene una composición que llamamos trivalente”, resalta el Dr. Eiros Bouza.
“El compuesto antigripal, derivado de los datos de la vigilancia diaria de todos los CDC repartidos por los cinco continentes, integra la posibilidad de un antígeno de un virus A H1, A H3 y uno de los dos linajes del virus B”, acredita.
Un hándicap para la efectividad de la vacuna, puesto que se aplicará diez meses después frente a un virus con nuevas mutaciones.
Estos compuestos vacunales pueden contener tanto virus atenuados, que se administran de forma intranasal, como virus muertos o una fracción de los viriones.
“En las mejores circunstancias, su eficacia no excederá el 65 %, pero lo que realmente importa es que la vacunación anual previene las complicaciones de la enfermedad infecciosa, sobre todo en pacientes con patologías previas”, refuerza.
Las vacunas de la gripe reducen sustancialmente la posibilidad de desarrollar neumonías, de ser asistidos en una UCI y de morir.
“Creemos firmemente que la vacunación universal es la medida de salud pública más eficiente, segura, saludable y de fácil adopción: el acto médico de vacunarse es sencillo y, además, su coste económico se puede catalogar de barato”, concluye el Dr. José María Eiros Bouza.
¿Por qué son tan seguras las vacunas frente a la gripe?
“Porque hablamos de los medicamentos más estudiados, analizados y vigilados con la lupa científca de múltiples instituciones sanitarias, encabezados por la Organización Mundial de la Salud”, certifica el Dr. Iván Sanz Muñoz.
“Y subrayo que, cuando las empresas farmacéuticas elaboran este tipo de compuestos, lo primero que se evalúa es su seguridad, que no tengan efectos secundarios graves o que puedan ser un peligro para la salud de las personas vacunadas, más aún si son vulnerables”.
A partir de esa premisa, se busca la mayor efectividad e inmunogenicidad posibles.
“Debemos tener muy presente que las vacunas de la gripe llevan en el mercado sanitario más de 80 años, con lo que la progresión positiva de esta medida preventiva ha sido espectacular”, remarca.
“Y claro que tienen algún efecto secundario leve, como molestia en la zona de la inyección, febrícula durante 24 ó 48 horas o algún dolor muscular; síntomas totalmente inocuos en comparación con los que se pueden sufrir en un proceso gripal en el que no media la vacuna”, evidencia.
Doctor Sanz Muñoz, ¿puede haber algún tipo de secuela grave tras la vacunación de la gripe?
“A día de hoy los efectos graves detectados son ínfimos, y cabe decir que la vacuna de la gripe se inocula cada año a centenares de millones en todos los hemisferios. Entre tal número de personas siempre habrá algún caso de gravedad”, argumenta.
Tanto es así que se previenen y vigilan posibles reacciones anafilácticas en personas alérgicas al huevo cuando el compuesto de las vacunas procede de cultivos en huevo de gallina: “Antes de vacunar siempre preguntamos”.
El Dr. Iván Sanz Muñoz, virólogo, responde a las preguntas de la Agencia EFE.
A pesar de que la mayoría de la población confía en las vacunas, ¿cómo se resuelven las dudas de la gente cuando escuchan las palabras “atenuado, virus no muerto o un poco vivo”?
“Administramos dos tipos de vacunas con virus muertos o inactivados, que son extremadamente seguras”, reafirma.
“Después del cultivo vírico, aniquilamos el virus y se rompe en trocitos mediante diferentes técnicas. Sólo inoculamos la proteína que nos interesa, el antígeno frente al que dirigimos la respuesta inmunológica del paciente”, aclara.
También existen las vacunas con virus vivos atenuados, igualmente extremadamente seguras.
“Mediante bioingeniería modificamos los genes del virus para que no puedan, primero, provocar manifestaciones de la enfermedad y, segundo, que su actividad, su infección localizada, quede restringida a la zona nasofarínge del individuo, donde queremos generar la respuesta inmune”, detalla.
Este tipo de vacunas muy localizadas, con una buena respuesta de protección sistémica y a nivel de la mucosa, están destinadas a la población pediátrica entre los dos y los dieciocho años de edad.
“Las vacunas en general, y de la gripe en particular, generan una protección que va más allá del propio individuo: detiene la infección hacia otras personas. En mi opinión, son vacunas solidarias porque nos protegen a tod@s“, razona.
Pero que quede muy claro, las vacunas no impiden que el virus se transmita de una persona a otra, sino que se reduzcan exponencialmente las posibilidades de hospitalización y mortalidad.
Y concluye con una frase que podría subscribir la propia OMS: “Las vacunas están para usarse y tenemos que usarlas. Vacunarse es una ventana de oportunidad vital para la infancia, la juventud y la madurez, especialmente durante la vejez”.
Cuando eres un abuelo o una abuela, no sólo tus anticuerpos generados por el sistema inmune son más flojos, sino que al organismo gastado le cuesta mucho más enfrentarse a las mutaciones genéticas de los virus.
De ahí la importancia de la vacunación sistemática anual contra la gripe. Sin duda alguna.
El Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas han conseguido consensuar en la Comisión de Salud Pública un plan común de medidas para mitigar el impacto de la gripe y otros virus respiratorios, que recupera el uso de mascarilla en centros sanitarios y cuando las personas tengan síntomas.
La Comisión de Salud Pública ha logrado alumbrar un nuevo plan después de que ayer, martes, la Comunidad de Madrid presentara un documento propio de recomendaciones que se han debatido en la reunión de este miércoles; ahora, deberán redactar el texto final con las modificaciones acordadas, que, según fuentes del organismo, apenas desvirtúan la propuesta original.
«Aprobamos con todas las comunidades autónomas un protocolo común frente a la gripe, covid y otras infecciones respiratorias. El teletrabajo o las mascarillas en centros sanitarios salvan vidas. Dijimos que era necesario y posible. Y lo hemos logrado», ha avanzado la ministra de Sanidad, Mónica García, en sus redes sociales.
Cuatro escenarios de riesgo
El nuevo plan define cuatro escenarios de riesgo en función de varios indicadores, que se extraen de la información proporcionada por distintas fuentes: el Sistema de Vigilancia de las Infecciones Respiratorias Agudas (Sivira), junto con la información procedente del sistema de monitorización de la mortalidad diaria (MoMo), las coberturas de vacunación del Sistema de Información de Vacunaciones (Sivamin) y los datos de ocupación hospitalaria y de ucis.
Los cuatro escenarios son: de situación interepidémica o basal; de epidemia de nivel bajo o medio, de nivel alto o de nivel muy alto, que vendrán determinados por los niveles de transmisibilidad detectados junto a la evaluación del resto de indicadores y el análisis del impacto en los recursos asistenciales y en la población susceptible.
Cada uno lleva aparejadas una serie de medidas, cuya aplicación debe hacerse de forma escalonada e incremental, de modo que en cada nivel estén también en vigor las recomendaciones de los anteriores.
Mascarilla y reducir las interacciones, siempre ante síntomas
No obstante, hay una serie de recomendaciones generales para todos ellos, entre ellas, el uso de mascarilla quirúrgica cuando se tengan síntomas, especialmente si van a tener contacto con personas vulnerables, o la reducción de interacciones sociales en esos casos.
También la elaboración y difusión de recomendaciones de vacunación, el mantenimiento y fortalecimiento de los sistemas de vigilancia, la formación del personal sanitario y no sanitario, y la revisión de los planes de contingencia de centros sanitarios y sociosanitarios para garantizar la continuidad asistencial, la ventilación adecuada de espacios y la higiene respiratoria y de manos.
Estas medidas deben comunicarse activamente a la ciudadanía a través de materiales informativos accesibles.
Mascarillas/EFE/Luis Tejido
Medidas específicas por escenarios
En cuanto a las específicas, el documento marco establece las siguientes:
En situación interepidémica o basal, se mantienen las generales, como la promoción de la vacunación, la vigilancia epidemiológica y la formación del personal. Se aconseja a las personas con síntomas ponerse mascarilla, especialmente si van a tener contacto con personas vulnerables, así como su uso continuado por parte de trabajadores sintomáticos en centros sociosanitarios.
En el nivel bajo o medio, se intensifica esa recomendación de cubrebocas a las personas con síntomas y en entornos vulnerables. En hospitales, se aconseja en áreas sensibles (como unidades oncológicas o de trasplantes) tanto por profesionales como por pacientes y acompañantes; en centros residenciales, se mantiene el uso continuado por trabajadores con síntomas, y se pueden adoptar medidas adicionales si se detecta transmisión. Además, se refuerzan las actividades de coordinación interinstitucional y la comunicación activa con la ciudadanía.
En nivel alto, la mascarilla pasa a estar recomendada en espacios comunes de centros sanitarios, como salas de espera o urgencias. Mientras, en las residencias se extenderá la recomendación de mascarilla a las personas vulnerables en espacios cerrados sin ventilación adecuada y se revisará la política de visitas.
Y en un nivel muy alto, se activa la coordinación extraordinaria entre territorios, mediante reuniones del Pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. Las autoridades sanitarias podrán establecer medidas excepcionales para el control de la transmisión en determinados contextos o colectivos especialmente expuestos.
La presidenta de la Alianza Médica contra el Cambio Climático (AMCC), María Rosa Arroyo, subraya la necesidad de tener en cuenta los efectos del clima en la salud; de hecho, asegura que la relación entre ambos es «el determinante social y medioambiental más importante» que hay y que va a haber en la medicina del siglo XXI.
En una entrevista con EFE Salud, Arroyo, oftalmóloga, explica cómo está afectando ya el cambio climático a nuestra salud, expone los objetivos de la AMCC para tratar de mejorar la situación y ensalza el valor de la medicina preventiva como un factor esencial en esta tarea.
Los objetivos de la AMCC
La AMCC es una iniciativa del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos y las sociedades científicas médicas.
Sus objetivos, responde Arroyo, pasan por concienciar a la ciudadanía de los efectos del clima en la salud humana, pero también por formar a los profesionales médicos, porque «la posición de la profesión médica es la que tiene auténtico valor o reconocimiento por parte de la ciudadanía para afrontar este reto».
Un reto, apunta, que publicaciones científicas consideran que es el mayor en salud pública en este siglo.
«Nosotros nos preocupamos de la salud, desde la promoción de la misma, pasando por la prevención, por la curación y por la rehabilitación. En cualquiera de esos pasos, tener en cuenta los efectos del clima en la salud en el mundo es fundamental», sostiene Arroyo.
La importancia de la medicina preventiva
Respecto a si existe negacionismo dentro de la profesión médica, la presidenta de la AMCC afirma que más que eso, hay «un poco de escepticismo» de que el cambio climático pueda suponer un problema para la salud individual y colectiva, algo que se debe, dice, a varias razones.
«Una de ellas es que a veces nos dedicamos mucho a actuar de manera reactiva, no proactiva, a tratar a los pacientes agudos y nos olvidamos un poco más de cómo la promoción de la salud y la prevención son factores fundamentales», opina.
Así, recuerda una frase de la comisión de deontología de la AMCC sobre la responsabilidad de los médicos de hacer una medicina preventiva.
«Una medicina preventiva es una medicina ética, sostenible, más equitativa. Los recursos no son ilimitados y no lo van a ser. Hay que hacer un uso de los recursos que tenemos ahora sin comprometer los que puedan necesitar las generaciones futuras», afirma la presidenta de la Alianza.
Arroyo durante la entrevista en la sede del CGCOM. EFE Salud/BPC
En este sentido, considera que la tecnología ha deslumbrado a todo el mundo, también en la medicina, para tratar problemas agudos graves de una manera más eficiente con una gran inversión, pero «nos hemos olvidado de la medicina preventiva porque requiere más tiempo y no produce unos efectos tan rápidos».
«¿Qué es más fácil, explicarle a un paciente que tiene que hacer ejercicio y adaptar su dieta o mandarle una pastilla para rebajar el colesterol? (…) El ejercicio, la vida al aire libre, el vivir en ciudades que sean amigables, esto hace mucho sobre la salud, porque la salud no es solamente el estado de tus funciones orgánicas», reflexiona.
Los efectos son una realidad
Incide en que el cambio climático ya está afectando a la salud, y no lo dice solo la Alianza, aclara Arroyo. Hay un editorial del New England Journal of Medicine que acumula la experiencia de 120 revistas científicas y que constata que ya se notan los efectos, sobre todo entre la población más vulnerable, procedente de países que probablemente son de los que menos están contaminando, apunta.
«El cambio climático y en general, la salud y el clima, esa relación es el determinante social y medioambiental más importante que hay o que va a haber en la medicina del siglo XXI», subraya.
Desde alergias, también alimentarias que están desarrollándose a nivel exponencial, hasta enfermedades respiratorias como el asma. Además, incide, hay estudios «muy relevantes» que indican que la mortalidad antes era mayor en épocas frías y ahora, en las cálidas.
«Ya se ha se ha invertido esa mortalidad y no solo mortalidad, también esa morbilidad asociada a las olas de calor extremas, a la no capacidad de las ciudades y algunos barrios de tener refugios climáticos», señala Arroyo, quien añade que también afecta a la salud mental.
Y llegando a la salud mental, porque el cambio climático provoca que haya desplazamiento de la poblaciones enteras, que además, no tienen acceso ni a la medicación ni a la asistencia sanitaria, ni siquiera a las condiciones básicas.
«Genera poblaciones ya desde niños sometidos a un riesgo extremo, un riesgo importante sobre su salud mental y sobre su desarrollo posterior», sostiene Arroyo, que insiste en que la salud no tiene fronteras.
Los sistemas sanitarios, agentes contaminantes
Para la AMCC, hay varios riesgos preocupantes. Sobre todo es el que se cierne sobre los enfermos crónicos y los pacientes más vulnerables. También considera necesario que las prácticas médicas sean más sostenibles.
«Los estudios estiman que si el sector sanitario global fuera un país, sería el quinto más contaminante. No contamina lo mismo el sistema sanitario de Estados Unidos que el de Nigeria, pero obviamente, a nivel global supondría el quinto país más contaminante», asegura.
Tratar de que los materiales sanitarios no tengan tanto empaquetado sin poner en riesgo la seguridad, de forma que su fabricación sea más amigable con el medio ambiente, tratar de usar energías limpias o fomentar la descarbonización en los congresos médicos son algunas de las propuestas que plantea la Alianza.
También recoge otras prácticas, como la que proponen los nefrólogos, según cuenta la presidenta de la AMCC, de reutilizar el agua de la diálisis para lavandería u otros servicios de los hospitales.
«Cada especialidad debería de tener una serie de normas que mejoraran el consumo y el reciclado, no solo de los medicamentos, sino de todos los productos sanitarios que utilizamos y concienciar también a la administración», remarca.
El jugador del FC Barcelona Ronald Araujo ha decidido parar un tiempo para recuperarse anímicamente y poder afrontar las exigencias de la alta competición en el fútbol del máximo nivel. Su decisión no es aislada. Se suma a otras que tomaron en su momento deportistas de elite como la gimnasta Simone Biles o el jugador de baloncesto Ricky Rubio.
La salud mental se ha convertido en prioridad pública y social a tenor del creciente interés de la ciudadanía por cuidarla, por protegerla. Personalidades conocidas en los ámbitos de la cultura, la política y el deporte llevan relativamente poco tiempo desvelando que ésta es la razón por la que suspenden su actividad profesional un tiempo, el necesario hasta recuperarse. Los expertos/as consideran importante para la sociedad que figuras tan seguidas como éstas den pasos así.
Aunque no han trascendido los motivos psicológicos o emocionales que han llevado a Araujo a tomar la decisión de apartarse un tiempo de la competición, diferentes deportistas de prestigio los han contado en entrevistas, en comunicados o a través de sus cuentas en redes sociales.
Repasamos algunos casos y sus testimonios.
Simone Biles
La gimnasta estadounidense Simone Biles marcó un punto de inflexión en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 al retirarse de varias pruebas para centrarse en su salud mental. Explicó que sufría ansiedad y un bloqueo que le impedía coordinar mente y cuerpo.
Este año, durante una charla en Buenos Aires, dijo que con su gesto buscó romper el estigma que aún pesa sobre la salud mental en el deporte y aseguró: “Antes que atletas, somos personas”.
Simone Bales sonrie tras finalizar el ejercicio de barras en los Juegos Olímpicos de Paris 2024. EFE/EPA/ANNA SZILAGYI
Ricky Rubio
El baloncestista anunció en agosto de 2023 que detenía su carrera profesional para cuidar su salud mental. A través de un comunicado, pidió respeto y privacidad.
En julio de este año, ofreció una entrevista, emitida en la cadena de televisión La Sexta, en la que desgranó la influencia que la salud mental ha ejercido en su trayectoria.
Éstas fueron algunas de sus afirmaciones:
«No tuve adolescencia, no cambiaría lo que viví, pero me hubiera gustado disfrutar más como un adolescente. Prácticamente no tenía fines de semana desde los 14-15 años».
«Jugar en la NBA ha sido una experiencia brutal, pero igual la persona hubiese sido más feliz en Badalona».
«En mi tercer o cuarto año en la NBA no lo estaba pasando bien (…) Vi que entonces todo tenía que ser un mundo falso y bonito, tenía que esconder mis emociones».
«Un pensamiento muy difícil y no quiero magnificarlo, pero una de las noches en el hotel pensé: yo no quiero seguir con la vida. Me sentí así por un segundo. Yo sabía que no era yo, que algo tomaba el control de mí mismo (…) Cuando paro para no ir al Mundial, parecía que mi vida no tuviese sentido».
El jugador de baloncesto Ricky Rubio en Barcelona en junio de 2024. EFE/ Marta Perez
Andrés Iniesta
El exfutbolista padeció una depresión cuando jugaba en el FC Barcelona. Es uno de los pasajes del libro que publicó este año, ‘La mente también juega’.
Durante el acto de presentación, recalcó la importancia de cuidar la salud mental y pronunció palabras como las siguientes: “Cuando tuve problemas de salud mental, tuve la gran suerte de contar con Pep Guardiola y empatizó mucho conmigo. Y eso fue clave para que pudiera seguir avanzando, pero a veces la persona que tienes enfrente no es fácil de gestionar”.
O éstas: «Hubo un día que, por ‘x’ o por ‘y’, sentí que no podía seguir así y nos pusimos manos a la obra. Y estoy más que agradecido a todas las personas que en cierta medida me acompañaron. La palabra es más acompañar que ayudar. Pude salir de ese momento».
El exfutbolista Andrés Iniesta presenta su libro ‘La Mente también juega’ en Barcelona. EFE/ Quique García
Álvaro Morata
En octubre de 2024, durante una conferencia de prensa con motivo de la concentración de la selección española previa a un partido frente a Dinamarca, el futbolista, actualmente en el Como italiano, reveló sus problemas de salud mental.
Un documental (puede verse en Movistar Plus +) profundiza en tales problemas, contados por el propio futbolista. La depresión y los ataques de pánico aparecen en su testimonio.
Cuenta que comenzó a padecerlos durante la recta final de su contrato con el Atlético de Madrid y que los afrontó de la mano de un especialista.
Asegura en la producción: “Tenía miedo de todo. Tenía muchos pensamientos horribles, autodestructivos. Se me ha pasado por la cabeza el simular lesiones para no tener que estar. Tu cabeza te propone cualquier tipo de cosas que te haga evitar lo que te hace sufrir. Era como si estuviera en una habitación negra en la que todo el mundo me estaba mirando fijamente a mí. Mi cabeza me mandaba todo el rato señales y mensajes y voces diciéndome cosas horribles”.
El delantero Álvaro Morata durante un entrenamiento de la selección española en Las Rozas. EFE / Borja Sánchez-Trillo.
Sara Sorribes
En abril de 2025, la tenista española Sara Sorribes anunció un parón indefinido tras meses de sufrimiento emocional. Reconoció haber perdido la ilusión y necesitar ayuda para cuidar su cabeza y su cuerpo.
Meses después, en noviembre, comunicó su regreso a las pistas y aseguró que “parar ha sido una de las mejores decisiones” de su vida.
Sara Sorribes en un partido de la Billie Jean King Cup contra Brasil en Ostrava. EFE/EPA/MARTIN DIVISEK
Gabriel Medina
El surfista brasileño Gabriel Medina, tricampeón mundial, anunció en 2022 que se tomaría un tiempo para cuidar su salud mental. Reconoció que la temporada anterior había sido “una montaña rusa de emociones” y que había llegado a su límite físico y emocional.
Iván Ares
El piloto gallego Iván Ares, campeón de España de ralis, anunció en septiembre de 2024 su retirada temporal para cuidar su salud mental. Confesó en redes sociales que su mente “no estaba al mismo ritmo que su cuerpo” y que necesitaba ponerse en manos de profesionales.
** En 2023, RTVE estrenó el documental “El viaje. La medalla de la salud mental”, con la participación de deportistas como Ruth Beitia, Almudena Cid o Edurne Pasabán.