También, a dos investigadores del Centro Nacional de Gripe de Valladolid, Javier Sánchez Martínez, técnico superior de Laboratorio Biomédico y de Diagnóstico Clínico, y Carla Rodríguez Crespo, técnica de Laboratorio Biomédico y Diagnóstico Clínico.
A nivel mundial, el virus de la gripe causa mil millones de infecciones respiratorias cada año, en torno a cinco millones de hospitalizaciones y unas 700.000 muertes.
En España, el virus provoca cerca de 30.000 ingresos en los hospitales, con 6.000 ó 7.000 fallecimientos, dependiendo de la intensidad epidémica asociada.
Y cabe destacar que, en nuestro país, entre 4.000 y 6.000 niños y niñas necesitan asistencia hospitalaria: 1.000 de ellos y ellas ingresan en la unidad de cuidados intensivos (UCI)… ¡Entre diez y veinte mueren por una enfermedad inmunoprevenible!
Ilustración esquemática del virus de la gripe facilitada por el CNGV.
La influenza, virus ARN de la familia Orthomyxoviridae, provoca la gripe, enfermedad infecciosa muy contagiosa
El virus de la gripe, habitual desde octubre hasta finales de abril en el hemisferio norte, infecta la nariz, la garganta y en algunos casos los pulmones, causando patologías leves, moderadas o graves, estadio que puede ocasionar la muerte, especialmente entre la población más adulta.
La transmisión del virus se produce, esencialmente, a través de las minúsculas gotitas que contienen este microorganismo cuando son expulsadas por nuestras vías aéreas al hablar, toser y estornudar.
El contagio es mayor a partir de los tres o cuatro primeros días desde la aparición de los síntomas de la enfermedad.
Los virus de la gripe humana que circulan por el planeta, responsables de epidemias estacionales y pandemias (epidemias globales), son de dos tipos: influenzavirus A, con diferentes subtipos, e influenza B, con dos linajes, Victoria y Yamagata (casi desaparecido).
Dos proteínas de la superficie del influenzavirus A, la hemaglutinina (HA) y la neuraminidasa (NA), generan 18 subtipos de hemaglutinina y 11 subtipos de neuraminidasa (de H1 a H18 y de N1 a N11, respectivamente).
Se han identificado más de 130 combinaciones de subtipos, grupos y subgrupos de influenza A en la naturaleza, principalmente en aves silvestres.
El intercambio de información del genoma tipo ARN obedece a la predisposición de los segmentos genéticos cuando dos o más subtipos infectan un mismo organismo.
Los virus de influenza A (H1N1) y (H3N2) son los que más suelen preocupar a las autoridades sanitarias mundiales por sus propiedades antigénicas, es decir, porque afectan a nuestra inmunidad.
El virus influenza tipo C no produce epidemias, de momento, y causa infecciones leves, con pocos síntomas y cuadros clínicos intrascendentes.
El virus influenza tipo D, del que sabemos poco y afecta básicamente al ganado, no parece que infecte o enferme al ser humano.
Muestras identificadas y alicuotadas, listas para ser congeladas, en el Centro Nacional de Gripe de Valladolid hasta que se envíen al CDC de Londres. Fotografías de Juan Carlos Fernández Guerrero.
Vigilancia virológica para salvar vidas: un afán diario
Las muestras biológicas extraídas mediante frotis nasofaríngeo a los pacientes adultos y pediátricos llegan al Centro Nacional de Gripe de Valladolid desde los hospitales de referencia de la red centinela sanitaria de Atención Primaria de Castilla y León.
“Esta red, según criterios poblacionales, representa a más de dos millones y medio de habitantes que viven en nuestra Comunidad Autónoma”, destaca el Dr. Iván Sanz Muñoz.
Cada semana se seleccionan de dos a cinco muestras de personas que acuden a consulta con insuficiencia respiratoria aguda leve o moderada (IRA). Además, se añade la información clínica, epidemiológica y demográfica de cada paciente.
También se remiten al CNGV muestras nasofaríngeas o de otra índole de pacientes hospitalizados para evaluar la gripe en estadio grave (IRAG).
Previamente, los servicios de microbiología de dichos hospitales habrán realizado un análisis mediante PCR multiplex con el fin detectar, diferenciar y proporcionar un análisis cuantitativo de los virus respiratorios que aparezcan en cada muestra.
“Es fundamental contar con estas dos fuentes constantes de muestras víricas y datos poblacionales para sumarlos a nuestros propios análisis moleculares, más específicos y detallados”, subraya el virólogo.
Como dato de gran interés, la carga viral es significativamente mayor en las muestras de pacientes que son atendidos en la red centinela de la Atención Primaria en contraposición de los pacientes hospitalizados.
En unos, el virus actúa a su antojo; en los otros, el paciente ya ha generado más anticuerpos antes de llegar a las Urgencias o ingresar en la planta hospitalaria.
Los resultados semanales se envían a todas las autoridades sanitarias regionales y nacionales implicadas y al Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Londres, su centro de referencia para la Organización Mundial de la Salud, que cuenta con 154 organismos colaboradores.
El virus de la gripe, oculto y amenzante en las células de l@s pacientes
Las muestras que llegan al Centro Nacional de Gripe de Valladolid se identifican y alicuotan, es decir, se reparten en dos tubos de análisis clínicos iguales para su investigación.
“Una parte se aprovecha para el estudio de la biología molecular y otra parte se congela para enviarla posteriormente a Londres”, explica Javier Sánchez Martínez, investigador del CNGV.
De cada muestra destinada a investigación se obtiene el RNA del virus, material genético que luego se amplificará en un termociclador, herramienta tecnológica que efectúa una reacción en cadena de la polimerasa o PCR.
“En función de los subtipos víricos que obtengamos en esta PCR (prueba diagnóstica reconocida a nivel popular tras la pandemia del SARS-CoV-2) identificaremos todos los apellidos patógenos que están circulando en ese preciso momento por Castilla y León”, afirma.
“De esta manera, podemos advertir con certezas a nuestro centro de referencia sobre el tipo de virus que circula por nuestro territorio; datos que facilitan el mejor control posible a nivel virológico y epidemiológico”, recalca.
Resultado PCR sobre las muestras genéticas analizadas el pasado día 28 de noviembre: tres positivos para H1N1 con una baja carga viral. Estos datos reflejan que el frotis nasofaríngeo del paciente se pudo realizar una semana o diez días después de la infección por el virus influenza A.
¿Y si apareciera una muestra con virus H5N1, gripe aviar, en el resultado de una PCR?
“Sería toda una sorpresa, puesto que en España no se han producido ni existen brotes de H5N1 (gripe aviar) en la actualidad”, subraya el Dr. Sanz Muñoz.
En un caso hipotético de PCR positiva por un virus como H5N1, forma altamente patógena de la influenza aviar, “siempre procederíamos a una repetición de la técnica analítica para verificar el resultado”.
Y si el resultado fuese nuevamente positivo, tocaría secuenciar el genoma de este virus influenza A H5N1 para compararlo con otras muestras de virus H5N1 detectados en aves silvestres, de corral y animales de granja.
“Sabemos que los virus pueden sufrir cambios en un organismo hospedador mientras se replican después de la infección”, señala.
De hecho, las conclusiones de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) indican que el riesgo de la infuenza A H5N1 para la salud humana sigue siendo bajo a día de hoy.
Aún así, 29 personas han dado positivo por H5N1 en California (EE.UU.) durante este año 2024, todas ellas trabajadores que han tenido contacto con vacas lecheras infectadas por gripe aviar.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) de EE.UU. han informado de un caso de gripe aviar en un niño el pasado viernes 29 de noviembre en California, lo que ha supuesto el primer contagio de un menor de edad registrado en el país norteramericano.
Cada célula verde nos habla de un virus de la influenza. Imágenes facilitadas por el CNGV para su uso divulgativo.
A la vez, los análisis de las muestras víricas que llegan al Centro Nacional de Gripe de Valladolid se evalúan a nivel de su fisiología celular.
“En la sala blanca de cultivos realizamos una prueba de inmunofluorescencia directacualitativa: infectamos células normales con el material vírico de la muestra clínica que ha llegado a nuestro centro”, expone la investigadora Carla Rodríguez Crespo.
“Mediante fluorocromos (sustancias que marcan componentes moleculares, lo que hace que la célula sea fluorescente), determinamos si se ha producido infección celular. Si la imagen es verde nos indica un positivo por gripe, con más o menos carga viral”, describe.
“Si la imagen es rojiza el resultado basico es negativo por virus, aunque no excluye que pueda existir infección. Simplemente, con esta técnica no somos capaces de detectar el virus. La prueba de PCR o el test de hemaglutinación sí descubren el virus por mínima que sea su presencia genética”, especifica.
Doctor Eiros Bouza, ¿por qué es tan difícil controlar el virus de la gripe?
“En primer lugar, porque no sólo existe un virus de la gripe; de momento están registradas hasta cuatro tipologías: A, B, C y D, con sus diferentes subtipos y linajes”, enmarca el también microbiólogo jefe del Hospital Río Hortega de la capital pucelana.
“En segundo lugar, porque el virus de gripe a es, en esencia, zoonótico, puesto que se transmite fundamentalmente a través de rutas migratorias de las aves silvestres”, añade.
“De ahí pasa al ser humano y a otros animales, en concreto, al ganado porcino, que actúa como huésped intermediario en algunas ocasiones, dando lugar a la emergencia de cepas pandémicas”, concreta.
“Como dice el refrán castellano, no se pueden poner puertas al campo“, atestigua.
Cuando el virus de la gripe se adapta al ser humano, dadas sus condiciones biológicas, va ejerciendo en su propia deriva un cambio genómico.
“Esta capacidad de mutación es la estrategia del virus influenza para escapar a las acciones preventivas del ser humano, como la vacunación antigripal”, asegura el médico mindionense.
¿Y por qué la gripe se contagia tan fácil?
“Como sucedió en la pandemia de laCOVID-19, ya controlada, o el VRS, las enfermedades infecciosas demuestran un alto índice de contagio. En el caso de la gripe, la transmisión es muy eficiente al concurrir diferentes factores en su diseminación anual”, enseña.
“En las estaciones frías del año, otoño e invierno, observamos una convivencia más estrecha entre la ciudadanía, incluso hacinamiento. En ese contexto, hablar, estornudar o tocar a otras personas condiciona una acentuada transmisibilidad”, advierte.
Esta situación humana y cultural rutinaria, sin mascarillas, es un caldo de cultivo para la propia dinámica biológica del virus de la influenza, al igual que sucede con otros muchos microorganismos contagiosos de la naturaleza.
¿El virus se puede contrarrestar con medicamentos?
“Sin duda. Con fármacos antigripales que funcionan para controlar diferentes síntomas de la gripe, como la hipertermia (fiebre), el cansancio, los dolores musculares y articulares o la tos”, indica.
“Y con antivirales, que ejercen una acción específica sobre tres zonas del virus: su genoma, su cápside y sus glicoproteínas de envoltura. Son antigripales de verdad, que inhiben la replicación de los viriones (partículas víricas)”, completa.
Pero el foco antigripal se sitúa, sin duda, en la prevención frente al virus con la vacunación anual.
La OMS recibe datos de alrededor de un millón y medio de cepas víricas de la gripe desde sus CDC con los que elabora la recomendación de la vacuna anual.
“La vacuna, que recomienda la OMS cada mes de febrero en su reunión de Ginebra para intentar controlar las infecciones y los efectos patológicos de los virus de la gripe, tiene una composición que llamamos trivalente”, resalta el Dr. Eiros Bouza.
“El compuesto antigripal, derivado de los datos de la vigilancia diaria de todos los CDC repartidos por los cinco continentes, integra la posibilidad de un antígeno de un virus A H1, A H3 y uno de los dos linajes del virus B”, acredita.
Un hándicap para la efectividad de la vacuna, puesto que se aplicará diez meses después frente a un virus con nuevas mutaciones.
Estos compuestos vacunales pueden contener tanto virus atenuados, que se administran de forma intranasal, como virus muertos o una fracción de los viriones.
“En las mejores circunstancias, su eficacia no excederá el 65 %, pero lo que realmente importa es que la vacunación anual previene las complicaciones de la enfermedad infecciosa, sobre todo en pacientes con patologías previas”, refuerza.
Las vacunas de la gripe reducen sustancialmente la posibilidad de desarrollar neumonías, de ser asistidos en una UCI y de morir.
“Creemos firmemente que la vacunación universal es la medida de salud pública más eficiente, segura, saludable y de fácil adopción: el acto médico de vacunarse es sencillo y, además, su coste económico se puede catalogar de barato”, concluye el Dr. José María Eiros Bouza.
¿Por qué son tan seguras las vacunas frente a la gripe?
“Porque hablamos de los medicamentos más estudiados, analizados y vigilados con la lupa científca de múltiples instituciones sanitarias, encabezados por la Organización Mundial de la Salud”, certifica el Dr. Iván Sanz Muñoz.
“Y subrayo que, cuando las empresas farmacéuticas elaboran este tipo de compuestos, lo primero que se evalúa es su seguridad, que no tengan efectos secundarios graves o que puedan ser un peligro para la salud de las personas vacunadas, más aún si son vulnerables”.
A partir de esa premisa, se busca la mayor efectividad e inmunogenicidad posibles.
“Debemos tener muy presente que las vacunas de la gripe llevan en el mercado sanitario más de 80 años, con lo que la progresión positiva de esta medida preventiva ha sido espectacular”, remarca.
“Y claro que tienen algún efecto secundario leve, como molestia en la zona de la inyección, febrícula durante 24 ó 48 horas o algún dolor muscular; síntomas totalmente inocuos en comparación con los que se pueden sufrir en un proceso gripal en el que no media la vacuna”, evidencia.
Doctor Sanz Muñoz, ¿puede haber algún tipo de secuela grave tras la vacunación de la gripe?
“A día de hoy los efectos graves detectados son ínfimos, y cabe decir que la vacuna de la gripe se inocula cada año a centenares de millones en todos los hemisferios. Entre tal número de personas siempre habrá algún caso de gravedad”, argumenta.
Tanto es así que se previenen y vigilan posibles reacciones anafilácticas en personas alérgicas al huevo cuando el compuesto de las vacunas procede de cultivos en huevo de gallina: “Antes de vacunar siempre preguntamos”.
El Dr. Iván Sanz Muñoz, virólogo, responde a las preguntas de la Agencia EFE.
A pesar de que la mayoría de la población confía en las vacunas, ¿cómo se resuelven las dudas de la gente cuando escuchan las palabras “atenuado, virus no muerto o un poco vivo”?
“Administramos dos tipos de vacunas con virus muertos o inactivados, que son extremadamente seguras”, reafirma.
“Después del cultivo vírico, aniquilamos el virus y se rompe en trocitos mediante diferentes técnicas. Sólo inoculamos la proteína que nos interesa, el antígeno frente al que dirigimos la respuesta inmunológica del paciente”, aclara.
También existen las vacunas con virus vivos atenuados, igualmente extremadamente seguras.
“Mediante bioingeniería modificamos los genes del virus para que no puedan, primero, provocar manifestaciones de la enfermedad y, segundo, que su actividad, su infección localizada, quede restringida a la zona nasofarínge del individuo, donde queremos generar la respuesta inmune”, detalla.
Este tipo de vacunas muy localizadas, con una buena respuesta de protección sistémica y a nivel de la mucosa, están destinadas a la población pediátrica entre los dos y los dieciocho años de edad.
“Las vacunas en general, y de la gripe en particular, generan una protección que va más allá del propio individuo: detiene la infección hacia otras personas. En mi opinión, son vacunas solidarias porque nos protegen a tod@s“, razona.
Pero que quede muy claro, las vacunas no impiden que el virus se transmita de una persona a otra, sino que se reduzcan exponencialmente las posibilidades de hospitalización y mortalidad.
Y concluye con una frase que podría subscribir la propia OMS: “Las vacunas están para usarse y tenemos que usarlas. Vacunarse es una ventana de oportunidad vital para la infancia, la juventud y la madurez, especialmente durante la vejez”.
Cuando eres un abuelo o una abuela, no sólo tus anticuerpos generados por el sistema inmune son más flojos, sino que al organismo gastado le cuesta mucho más enfrentarse a las mutaciones genéticas de los virus.
De ahí la importancia de la vacunación sistemática anual contra la gripe. Sin duda alguna.
Psicólogos, psiquiatras y otros especialistas han coincidido en que los menores que han hecho un uso problemático de internet y las redes sociales sufren efectos. Son menos empáticos, más impulsivos, tienen problemas de comprensión verbal, peor tolerancia a la frustración, trastornos de sueño y mayor desarrollo de conductas suicidas, entre otros.
Los especialistas han hecho estas consideraciones en el encuentro ‘No caigas en sus redes’, organizado por el Consejo General de Psicología de España y la Plataforma Control Z.
Aumento de suicidios
¿Han aumentado los suicidios de los jóvenes como consecuencia de este uso de redes? “Completamente”, advierte Mar España, directora de la Plataforma Control Z.
“Los médicos y los especialistas en salud mental están asustados porque los suicidios ya son la segunda causa de muerte entre los jóvenes hasta los 29 años, no solo en España, también en Europa, y las unidades que antes había en los hospitales donde se atendía a personas que habían intentado suicidarse están multiplicando por cuatro los pacientes”, abunda.
El psicólogo del Programa de atención a la conducta suicida del Hospital Sant Joan de Deu de Barcelona, Francisco Villar, ha confirmado el aumento de casos.
“Tenemos a chicas de 9 años haciendo toda la parte de ejercicios faciales y de maquillajes, que están súper preocupadas en luchar contra las arrugas; esa focalización en la imagen incrementa con mucho la presión estética, piensan que podrían ser más guapas” y reciben un mensaje continuo de que no son suficientes o podrían ser mejores.
Pérdida de oportunidades
Para el psicólogo, el principal problema que tienen esos menores “es que todo el tiempo que están dedicando a esto no están haciendo cosas sanas para ellos; tiene que ver con la pérdida de oportunidades”.
Un niño mira el móvil en su habitación.EFE/ ADRIÁN RUIZ HIERRO
“Un chico que no puede descansar por la noche, que no duerme, no puede aprender, no puede crecer, no puede estar, no puede sentir bienestar. Acaba arrastrando ese malestar, enfrentando una pérdida de ánimo y perdiendo la capaz de vincularse con los otros”, ha añadido el experto a EFE.
El uso problemático y excesivo de las pantallas y las redes también tiene otros efectos en los menores, en concreto aumentan los casos de obesidad. “Un niño que ve televisión tiene muchas más posibilidades de tener la obesidad que un menor que no la ve. No solo porque la televisión es una actividad estática, sino por todos los contenidos publicitarios que le llevan a modificar la alimentación y otros hábitos”.
Sin móvil hasta los 16
Para el experto, la solución es fácil: “No le des el móvil al niño al menos hasta los 16 años, aguanta la presión social” porque los entornos digitales son un mundo de adultos.
La directora de la Plataforma Control Z ha explicado que va a plantear a los grupos parlamentarios propuestas para mejorar la ley de protección de los menores en los entornos digitales, que se tramita en el Congreso de los Diputados y que ha deseado que se apruebe “con el máximo consenso”.
EFE/ Antonio García
Una de ellas va dirigida al sistema educativo para que la enseñanza digital se adapte a las pautas que están dando las sociedades médicas: entre de 0 a 6 años de cero horas, es decir, en educación infantil no puede enseñarse con pantallas porque es la edad de máxima plasticidad cerebral; de 6 a 12 años máximo una hora al día y a partir de los 12 años, dos horas con máximo.
Además, apuesta por la prohibición del acceso a redes sociales hasta una determinada edad (que coinciden puede fijarse en los 16 años) y exigir responsabilidad penal a las plataformas.
“Hay un abanico de medidas que todavía pueden mejorar la ley; estamos hablando realmente de una epidemia y un delito de salud pública. El algoritmo por ese uso excesivo va a provocar que si estoy mal, mi mente se vaya como un pegamento atraída hacia contenidos más negativos que van a poder provocar incluso mis ideas suicidas”, ha aseverado la ex directora de la Agencia Española de Protección de Datos.
“Y si también está afectado el prepucio, piel que recubre el glande, el diagnóstico será de balanopostitis“, completa la jefa del Servicio de Urología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid, nueva y flamante presidenta de la Asociación Española de Urología (AEU).
La inflamación de estas dos zonas peneanas está provocada por hongos, bacterias o virus, parásitos microbianos íntimamente relacionados con una mala higiene genital y la falta de aireación; dos condiciones que provocan irritación y edema.
“En estas zonas observaremos un enrojecimiento, una decoloración, es decir, esa piel podría ser rojiza, morada, gris o blanquecina, incluso con ciertas manchitas y, en ocasiones, luciendo partes brillantes a la vez que porciones hinchadas”, destaca.
La balanitis causará, además, molestias y dolor al orinar, picazón del prepucio, esmegma (secreción de células muertas, sebo y fluidos corporales), olor desagradable, a veces fétido por culpa de las bacterias actuantes, como la Gardnerella vaginalis.
Se estima que alrededor del 10 % de los hombres, sean niños o adultos, padecerán algún proceso de inflamación en su glande a lo largo de la vida, es decir, balanitis, postitis -inflamación del prepucio- o balanopostitis.
“Este tipo de inflamación es más probable en adultos diabéticos, especialmente cuando la glucemia está mal controlada, y en aquellos varones que sufren fimosis o tienen un prepucio reducido que dificulta la limpieza del glande”, constata.
Las personas obesas también son diana de la balanitis.
“Su higiene genital no suele ser la más adecuada debido al obstáculo permanente que entraña el tamaño de su abdomen y el enterramiento del pene dentro de la grasa infra y suprapúbica”, describe.
La balanitis, pendiente de cualquier descuido motivado por las prisas familiares, es frecuente en niños menores de cuatro años no circuncidados “por las mismas razones desencadenanates que afectan al resto del sexo masculino”, subraya.
Dra. González Enguita, ¿existen diferentes tipos de balanitis?
“Si nos atenemos a la literatura científica, sí; están descritas varias tipologías de balanitis. Aún así, desde el punto de vista clínico podríamos aseverar que nos encontramos ante una única inflamación, una especie de dermatitis o proceso benigno a nivel del pene”, responde la uróloga y cirujana.
No obstante, la academia explica la balanitis Zoon, de células plasmáticas, una inflamación crónica de la muscosa de los genitales masculinos que suele aparecer en adultos no circuncidados mayores de 40 años de edad. Representa hasta el 10 % de los casos.
La balanitis circinada, asociada a la artritis reactiva (síndrome de Reiter), cursa con pequeñas lesiones circulares -llagas- en el glande con bordes elevados y de color rojizo o blanquecino.
La balanitis queratósica y micácea pseudoepiteliomatosa (balanitis de Lortat-Jacob) es menos común. Afecta a hombres de más de 60 años y cursa con verrugas o protuberancias escamosas en el glande.
La balanitis por erupción fija medicamentosa: lesiones cutáneas como reacción a ciertos medicamentos o sustancias químicas, como las que se encuentran en la composición de ciertos jabones higiénicos.
Y liquen plano, afección mucho más seria que provoca erupciones cutáneas en una o más partes del cuerpo humano, no sólo en el aparato genital. Se relaciona con una balanitis previa.
Este liquen -balanitis xerótica obliterante (BXO)- puede afectar a cualquier zona de la piel, pero se concentra especialmente en los genitales de mujeres y hombres.
Destaca aquí, consecuentemente, la curiosidad multidisciplinar de la pediatría, la dermatología, la ginecología, la urología y, por supuesto, la función reveladora de la anatomopatología, departamento que resuelve dudas y confusiones mediante biopsias, para elaborar un diagnóstico certero y precoz.
“Pero no es oro todo lo que reluce. L@s dermatólog@s no suelen realizar exploraciones detalladas de los genitales y l@s urólog@s y ginecólog@s no suelen centrar su atención en zonas cutáneas impropias a sus competencias, lo que puede retrasar el diagnóstico”, matiza.
Lesión precancerosa en el glande.
En este sentido patológico, cabe señalar que existen circunstancias a vigilar, puesto que la posibilidad de que este tipo de inflamaciones deriven en una lesión precancerosa es real, como el carcinoma basocelular, el carcinoma de células escamosas, el sarcoma de Kaposi o la enfermedad de Paget extramamaria.
“No estamos hablando de una enfermedad oncológica, sino de un proceso inflamatorio, benigno, pero sobre el que hay que prestar especial atención, ya que puede desencadenar o ser confundido con lesiones precancerosas, incluso cancerosas”, apunta.
“De hecho, sabiendo que el cáncer de pene no es de los más frecuentes, hablamos, precisamente, de situaciones en las que suele ser protagonista la falta de higiene en el aparato genital masculino”, apunta la Dra. González Enguita.
Doctora, ¿la balanitis es una infección de transmisión sexual… Es una enfermedad grave… Acarrea alguna consecuencia?
“No, en absoluto. Y en este sentido tengo que decir que tampoco es una enfermedad infectocontagiosa. Los hombres que padecen balanitis no contagian a otras personas por contacto sexual, aunque sea muy recomendable abstenerse de practicar sexo en pareja mientras dure el proceso inflamatorio”.
“Sobre todo -refuerza-, hasta que se identifique claramente si estamos o no ante una infección de transmisión sexual y que dicho examen sea valorado por un médico, un urólogo, quien determinará la realidad de la situación en el glande: balanitis o ITS”.
Si el resultado fuera de balanitis no hablaríamos, en principio, de enfermedad grave, sino de levedad.
“En cualquier caso, habrá que identificar casos de evolución de largo recorrido que nos harán sospechar, por precaución, de un desarrollo precanceroso o del origen primario de un liquen escleroso, complicación que también afecta a las mujeres”, reincide.
“Por tanto, la balanitis no suele generar grandes consecuencias a largo plazo… Salvo, por ejemplo, una meatitis o un endurecimientos en el tejido de la zona del meato uretral -orificio en la punta del glande-, lo que dificulta la micción y la eyaculación del semen”, advierte.
De ahí, entre otras cosas, que la propia inspección y observación del paciente sobre su anatomía sea fundamental en la prevención y el diagnóstico de la balanitis y otras posibles dolencias relacionadas.
“Es decir, la primera parte del diagnóstico será muy sencilla, puesto que la exploración física de la zona pondrá de relieve la higiene del paciente. Luego, habrá que explorar un poquito sus hábitos sexuales y costumbres culturales, básicamente por la posibilidad de indicar una futura cincuncisión”, menciona.
“Además, deberemos solicitar un estudio de orina para poner nombre y apellido al microorganismo responsable de la balanitis. También, un análisis de sangre para poner de relieve las enfermedades relacionadas, como la diabetes o enfermedades infeccionas que conllevan inmunosupresión”, aconseja.
Dra, Carmen González Enguita, jefa del Servicio de Urología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz y presidenta de la Asociación Española de Urología (AEU), entre otros cargos. Fotografía de Pedro Gago.
El tratamiento de la inflamación en el glande y el prepucio
Antes de prescribir antiinflamatorios y analgésicos para contrarrestar las molestias y el dolor aparejados, habrá sido conveniente limpiar a fondo todo el pene con sustancias no agresivas; costumbre higiénica que debe ser sistemática, de por vida.
“Hay que retirar hacia atrás la piel del prepucio, descubriendo todo el glande, y lavar bien con agua tibia. No conviene frotar ni usar jabones irritativos. El secado del pene debe ser completo, dado que la humedad favorece enormemente el crecimiento de hongos”, afirma.
Pero la mayoría de los casos de balanitis requerirán algún tipo de tratamiento.
“Si el paciente no recibe la terapia más oportuna, los síntomas pueden empeorar o desarrollar otros. Con el tratamiento la mejoría será evidente en unos pocos días o una semana”, certifica.
Las cremas antimicóticas (cotrimazol) y los medicamentos antibacterianos se recetarán después de concluir los análisis preceptivos, concluyentes (pruebas serológicas, microscopia, cultivo fúngico, tinción de Gram, PCR, antibiograma, etc.).
“No debemos olvidar que estamos hablando de una inflamación que es más frecuente en ciertas personas, como aquellos que sufren diabetes o los que presentan fimosis, sobre todo si es de nacimiento, que puede haber causado escleroatrofia”, plantea.
En el primer caso habrá que mantener a raya el nivel de glucosa en sangre, puesto que la diabetes tiene mucho que ver con la alteración vascular que produce la propia enfermedad diabética sobre los vasos sanguíneos.
En el segundo caso no quedará otro remedio que proceder a una circuncisión, cirugía con buen pronóstico que sorprende a muchos hombres adultos.
“Muchos de ellos me dicen con lamento… Nunca sufrí este problema durante la infancia y mi juventud, y ahora, con esta edad, tengo que operarme de fimosis para curarme una balanitis…”.
El consejo urológico de la Dra. Carmen González Enguita
“Si los niños pequeños conservan su prepucio, porque todavía no se han sometido a una circuncisión, es muy recomendable que aprendan a cuidarse ellos solitos cuanto antes, disfrutando de la higiene de sus genitales, como del resto del cuerpo.
Y, sin duda, los hombres deben compartir cualquier duda, inquietud o circunstancia que les llame la atención, ya sea con su médic@s de cabecera o en pediatría, dermatología y urología.
Las decisiones compartidas sobre el tratamiento, bien informadas, serán la manera más efectiva de solucionar la balanitis, la postitis o la balanopostitis; tres procesos benignos, inflamatorios, pero muy molestos”, concluye.
El estrés, la presión, la falta de tiempo y la mala organización pueden condicionar tanto lo que comemos como la energía y rendimiento en el trabajo, concluye el estudio “Hábitos alimentarios en el entorno laboral”, elaborado por Cigna Healthcare España.
El trabajo reconoce que los factores personales y profesionales pueden condicionar los hábitos a la hora de comer en el trabajo. Un 34,2 % de los encuestados señala, de hecho, que una dieta adecuada mejora su concentración y productividad.
Estrés y comer bien, una mala relación
Realizado a partir de una muestra de 1.000 personas con edades de entre 25 y 65 años, y con una representación equilibrada entre hombres y mujeres, esta investigación recalca que la dieta mediterránea es la que más se consume en España, tal y como indica un 55 % de los encuestados/as, porcentaje que se eleva a un 61,4 % en los mayores de 55 años.
Con respecto a la calidad de los alimentos, son los jóvenes de entre 25 y 34 años los que consumen más productos frescos, tal y como afirma un 57,8 %, lo que refleja toma de conciencia sobre la importancia de una dieta equilibrada, remarca el informe.
Sin embargo, aún hay carencias sobre la calidad de lo que se come en el entorno laboral. La presión y las exigencias laborales se suman a los malos hábitos alimentarios.
Entre los directivos de las empresas, un 61 % revela que no hace pausas regulares para comer y un 68,9 % admite que muchas veces se salta las comidas por la carga de trabajo o reuniones.
¿Por qué importa cómo comemos en el trabajo?
A veces resulta difícil mantener una regularidad en la dieta bajo el ritmo laboral, lo que hace que empeore la alimentación, según dice un 53,4% de los encuestados.
Un 49,1 % organiza sus comidas con antelación y un 42,2 % lleva comida preparada desde casa. Sin embargo, un 25,3 % admite que improvisa su almuerzo a diario.
La falta de tiempo repercute tanto en la calidad de la dieta como en la energía para poder trabajar, lo que puede suponer un círculo de cansancio, estrés, y por consiguiente, malas elecciones alimentarias.
Teletrabajo y hábitos alimentarios
Teletrabajar puede favorecer los hábitos saludables, aunque también conllevar a ciertos riesgos, concluye el estudio.
La mayoría de los encuestados que teletrabajan lo valoran, no obstante, porque un 59,8 % afirma que su dieta ha mejorado y un 61 % consume más frutas y verduras. Esto se explica debido a la posibilidad de tener más tiempo para cocinar y de acceder a la cocina propia.
Sin embargo, la reducción de la actividad física al no tener que desplazarse al lugar de trabajo, junto con tener la cocina propia a mano puede ser negativo para la salud.
Un 46,5 % de las personas encuestadas admite que el teletrabajo les hace picar más entre horas. Esto puede favorecer el aumento de peso al ingerir más calorías y no realizar actividad física.
EFE/Emilio Naranjo
La nutrición en políticas de bienestar de las empresas
La Dra. Daniela Silva, especialista en Medicina Interna y E-Health Manager de Cigna Healthcare España, afirma que “la alimentación no es solo una cuestión de salud física, sino que también influye en el estado de ánimo, en la capacidad de concentración y en la productividad”.
Una de las conclusiones principales ha sido la integración de la nutrición de las empresas en sus políticas de bienestar. Estas no solo benefician a los empleados, sino que además fomentan un mayor rendimiento y menor absentismo laboral.
Entre las medidas que comprenden se encuentran:
Implantación de agua potable (62,7% de los casos).
Promoción de pausas para el almuerzo (59,7%).
Flexibilidad horaria para comer (56,1%).
Disponibilidad de un espacio para las comidas (53,8%).
Sin embargo, las opciones saludables siguen siendo poco frecuentes.
Dentro del entorno laboral, solamente un 29,6 % de los encuestados dispone de snacks como fruta o frutos secos, un 28,4 % indica que su empresa promueve el consumo de alimentos naturales y apenas un 24,4 % tiene acceso a comer menús saludables.
Un 81,2 % de los encuestados remarca que en su empresa no existen programas de bienestar corporativo enfocados en la alimentación.
“Este estudio demuestra que las empresas tienen un papel fundamental en facilitar que sus equipos puedan tomar decisiones alimentarias saludables”, añade la experta.
“No basta con ofrecer fruta o snacks saludables, es necesario crear una cultura corporativa que eduque, motive y acompañe a los empleados en la adopción de buenos hábitos, tanto en la oficina como en casa. Esto es invertir en el bienestar y el rendimiento a largo plazo”, concluye.