“Este tipo de contratiempos, inherentes a la propia cirugía, es más común de lo que se suele imaginar cuando hablamos de intervenciones quirúrgicas donde se aumentan, se reducen, se levantan o se reconstruyen los pechos de las mujeres”, destaca el cirujano plástico.
Cabe recordar que una mama de aspecto normal, de tamaño variable, simétrica a la vista de su par y ubicada sobre el músculo pectoral mayor, tendrá distribuido su tejido interno o el implante mamario, en su caso, con predominio en el polo inferior.
Su forma será redondeada y se visualizará una distancia adecuada entre la estructura de la areola-pezón y el surco submamario (límite inferior de la mama), manteniéndose idealmente por encima de la altura de este surco, que tiene una naturaleza ligamentosa.
Un implante mamario deberá recomponer el aspecto estético jovial de los senos de la mujer, minimizando el efecto del envejecimiento sobre los tejidos internos que sujetan cada mama… Al igual que pueda suceder en los casos de mamas tuberosas.
Tanto la asimetría de las mamas como su decaimiento, el tamaño reducido o un exceso mamario puden ser desencadenantes de cierta inestabilidad emocional en las mujeres, lo que a su vez podrá interferir en las relaciones de pareja.
El Dr. José María Pedraza Abad responde a todas las cuestiones y dudas que EFEsalud plantea en una entrevista con el interés informativo centrado en aquellas mujeres que decidieron realizarse una mamoplastia y el resultado no llegó a ser totalmente satisfactorio, en este caso por malposición del implante mamario.
¡ATENCIÓN!, el reportaje audiovisual y fotográfico puede afectar a su sensibilidad.
¿Qué motiva a las mujeres a pasar de nuevo por el quirófano para reajustar el resultado insatisfactorio de una mamoplastia?
Las causas son muy variadas, desde un resultado insatisfactorio en la primera intervención hasta el decaimiento propio de las mamas con el paso de los años, causas que requerirán una nueva puesta a punto a nivel estético.
Lo habitual es que estas pacientes que se someten a una segunda operación busquen el mismo resultado de la primera cirugía: estar a gusto consigo mismas en el presente y a largo plazo, siempre conservando su morfología natural.
Doctor Pedraza, ¿qué indicaciones comunes tenemos en estas cirugías secundarias o de revisión?
Grosso modo, problemas con los implantes mamarios, como la malposición o la contractura capsular, un mal desarrollo de los tejidos blandos y la evolución negativa de las cicatrices postoperatorias.
Las estadísticas nos dicen que más de un 10 % de las pacientes necesitarán una cirugía de revisión.
Doctor, ¿estos datos señalan mala praxis o simplemente problemas inherentes a cualquier cirugía?
Son casos debidos a circunstancias propias de la cirugía, que siempre conlleva riesgos y pueden manifestarse con alguna evolución insatisfactoria a largo plazo, lo que nos hace intervenir de nuevo implementado soluciones reparadoras. La mala praxis es muy infrecuente, rara.
Doctor Pedraza, ¿cómo se encuentran estas mujeres desde el punto de vista físico y psicológico antes de esta cirugía de rectificación?
Su situación emocional es muy variable, aunque es verdad que las mujeres que han sufrido consecuencias más serias después de una primera cirugía viven su día a día con mucha ansiedad y acuden a nosotros buscando una solución definitiva.
Debemos encauzar estos sentimientos, su insatisfacción, su nerviosismo y su estrés para ofrecerles una cirugía en un contexto de expectativas realistas con el fin de que se sientan contentas tras el resultado de esta segunda operación.
Doctor Pedraza, ¿qué técnicas quirurgicas se utilizan para corregir estos problemas secundarios a una cirugía de mama con implantes?
Las técnicas que empleamos están íntimamente relacionadas con el problema o problemas que hayan surgido en la primera intervención, una mamoplastia.
Si el problema ha sido un rechazo a los implantes, llevaremos a cabo una extirpación de la cápsula y un recambio del implante.
Si el problema es la malposición de los implantes, podemos mantener el mismo implante o cambiarlo tras reajustar el bolsillo mamario.
Si el problema se diagnostica en los tejidos blandos internos, que han cedido con el paso del tiempo, podrá ser necesario reconfigurarlos, reducirlos o cambiarlos de posición para obtener una forma satisfactoria de la mama.
Si el problema se constatara en las cicatrices resultantes de la cirugía primaria, ya sea por su mala evolución o por su localización inadecuada, habrá que rehacerlas con el fin de minorar significativamente su visualización antiestética.
Doctor Pedraza, ¿este tipo de cirugías reparadoras son más sencillas o más complejas que la cirugía primaria?
Por regla general, en todas las intervenciones quirúrgicas, ya sea en cirugía de mama o cualquier otra que hagamos en el cuerpo humano, la cirugía secundaria suele ser más compleja que la cirugía primaria.
La segunda operación presenta desafíos adicionales por el estado de los tejidos, las acciones quirúrgicas que se hayan realizado sobre la zona tratada o por las cicatrices resultantes de la primera operación.
Podríamos decir que si una cirugía primaria tiene una dificultad de entre 5 y 7 puntos, una secundaria tendrá una dificultad mayor, entre 8 y 10.
Doctor Pedraza, ¿cómo se procede en una cirugía de malposición de implantes?
Si el implante se ha desplazado de su lugar, primero debemos decidir dónde se recolocará el mismo implante, salvo que la paciente decida implantarse unas nuevas prótesis o no quede otro remedio por deterioro funcional de las prótesis extraídas.
A continuación, medimos, marcamos y delimitamos la zona quirúrgica con un rotulador médico estéril para fijar la colocación del reimplante mamario, es decir, el lugar exacto donde estará la prótesis al final de la intervención.
Es importante hacer este marcaje con la paciente despierta y en bipedestación (de pie) para determinar el sitio correcto, aunque a posteriori se confirmen las marcas en la mesa de operaciones.
Doctor Pedraza, la mujer siempre estará informada y de acuerdo con todas las decisiones estéticas de la cirugía de mama, ¿verdad?
Sí, claro. Durante la consulta preoperatoria hemos simulado con la paciente todos los escenarios posibles, especialmente dónde van a quedar las mamas y cuál será el resultado esperable de la intervención.
Además, habremos ofrecido la posibilidad de cambiar los implantes: los puede elegir de otro tamaño y con texturas lisas o rugosas (protector del relleno) para modificar a su gusto el resultado de esta segunda oportunidad quirúrgica.
Doctor Pedraza, ¿qué se observa en el espacio interior de la mama durante la cirugía de malposición?
Una vez que hemos retirado el implante, observamos que la prótesis mamaria disponía de un espacio excesivo, la causa de la malposición. Nuestro objetivo será reducir dicho espacio o bolsa mamaria.
Esta reducción del bolsillo se efectúa por medio de dos técnicas. En primer lugar, quemando la cápsula interior para que se forme una cicatriz gruesa. En segundo lugar, suturamos por dentro los tejidos de la cápsula formando una especie de anillo a base de puntos.
Conseguiremos así que el bolsillo quede significativamente reducido y en la posición que deseamos, en este caso más arriba y más hacia el centro que la posición previa de partida.
Doctor Pedraza, ¿pero cuál puede ser el origen de esta malposición de la mama?
Generalmente, el origen del desplazamiento puede deberse a un peso excesivo del implante mamario (prótesis), a una disección desproporcionada del bolsillo o a una falta de resistencia de los tejidos internos de la zona mamaria.
Con esta segunda cirugía aportamos resistencia adicional a los tejidos para que resulte mucho más difícil que la prótesis se desplace de su espacio ideal en la mama.
Doctor Pedraza, ¿además de bien posicionado, cómo se asegura que la prótesis permanecerá fija en su nuevo bolsillo?
Tras la cirugía y antes de suturar las heridas, es importante cumplir los objetivos previstos en relación a las medidas y el marcaje: comparamos la posición definitiva de las dos mamas por separado y su visión de conjunto, puesto que toda la operación está basada en los deseos íntimos, estéticos y psicológicos de la paciente.
Doctor Pedraza, ¿y cuál es el resultado habitual de este tipo de cirugías de rectificación, revisión o secundarias?
El resultado final depende de que hayamos ejecutado de forma adecuada la planficación previa y el proceso de la cirugía. Cabe afirmar que las mujeres quedan bastante satisfechas tras su paso por la Clínica Imema, donde resolvemos mamoplastias fallidas por causas diversas.
Doctor Pedraza, dada su enorme experiencia en cirugía plástica, ¿cómo ve a estas mujeres tras la operación?
La evolución de las pacientes desde el antes al después suele ser espectacular. Las pacientes recuperan su autoestima y, de paso, la confianza en la cirugía plástica.
Quiero subrayar, en este sentido, que son mujeres que acuden a nuestra consulta envueltas en un mar de dudas y reproches hacia la medicina, puesto que sufrieron en el pasado una primera intervención en la que no obtuvieron el resultado óptimo que esperaban.
Doctor Pedraza, por último, ¿qué mensaje dirige de forma específica a las mujeres que tienen dudas sobre los diferentes tipos de mamoplastias?
Es fundamental que las mujeres se informen y asesoren con profesionales especialistas debidamente cualificados antes de tomar la decisión inequívoca y voluntaria de practicarse cualquier tipo de cirugía plástica en sus mamas.
Si tienen dudas sobre el resultado de la intervención quirúrgica tienen que acudir siempre a sus médic@s de referencia. Y si necesitan o desean una segunda o tercera opinión, son muy libres de hacerlo sin que haya condicionamientos de ninguna clase.
Entrevista de Gregorio del Rosario, periodista de la Agencia EFE, al Dr. José María Pedraza Abad, cirujano plástico de la Clínica IMEMA, con el foco puesto en la felicidad de las mujeres, objetivo del Videoblog de Tricología y Estética.
Los infartos que se producen de noche son menos graves que los que suceden durante el día, y la razón, según un estudio del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), es que los neutrófilos (un tipo de glóbulos blancos) son menos agresivos por la noche.
La investigación, liderada por Andrés Hidalgo y publicada en el Journal of Experimental Medicine, muestra que los neutrófilos tienen un reloj interno que regula su agresividad a lo largo del día y determina el alcance de los daños que causan al corazón después de un infarto.
En el mismo estudio, los investigadores también desarrollaron una estrategia farmacológica en modelos experimentales para bloquear el reloj molecular en los neutrófilos y mantenerlos en un estado «nocturno» para reducir su potencial dañino durante un ataque al corazón.
El sistema inmunológico protege el cuerpo contra los microorganismos que causan infecciones. Dado que los humanos son diurnos, la probabilidad de exposición a patógenos es mayor durante el día y, por lo tanto, el sistema inmunológico ajusta sus picos de actividad a este ritmo circadiano pero esa respuesta defensiva puede volverse dañina.
Los neutrófilos y sus ritmos circadianos
Tras décadas de investigación, se sabe que casi la mitad del daño cardíaco después de un ataque al corazón está causado por los neutrófilos, pero este daño fluctúa a lo largo del día, lo que sugiere que hay mecanismos circadianos que limitan la actividad de los neutrófilos y protegen el cuerpo.
Para averiguarlo, el equipo examinó datos de miles de pacientes en el Hospital 12 de Octubre de Madrid y confirmó que una menor actividad de los neutrófilos por la noche resulta en infartos menos graves durante este período.
Desarrollaron entonces una estrategia farmacológica en modelos experimentales para bloquear el reloj molecular en los neutrófilos, reduciendo su potencial dañino durante el infarto.
EFE/Nacho Gallego
«El compuesto imita un factor que el cuerpo produce principalmente durante la noche. De alguna manera, este factor ‘engaña’ a los neutrófilos para que piensen que es de noche, reduciendo su actividad tóxica», explica Hidalgo.
La razón de que ocurra esto, apunta la primera autora del estudio, Alejandra Aroca-Crevillén, es que «por la noche, los neutrófilos migran a la zona dañada sin afectar el tejido sano. Durante el día, pierden esta direccionalidad y causan más daño al tejido circundante».
Puerta abierta a nuevas terapias
Este estudio es uno de los primeros en aprovechar los ritmos circadianos del sistema inmunológico para modular la inflamación sin comprometer la defensa contra infecciones.
«Nos sorprendió encontrar que bloquear el reloj circadiano de los neutrófilos no solo protege el corazón, sino que también mejora las respuestas a ciertos microbios e incluso reduce los émbolos asociados con la anemia falciforme», añade Aroca-Crevillén.
Los autores creen que los resultados abren la puerta a nuevas terapias basadas en la cronobiología (la rama de la biología que estudia cómo los organismos vivos estructuran sus procesos fisiológicos en el tiempo), con el potencial de proteger el corazón y otros órganos de los daños inflamatorios sin debilitar las defensas naturales del cuerpo.
Cuando una persona padece sensibilidad química múltiple (SQM) se enfrenta a muchos desafíos en su día a día. El puesto de trabajo es uno de ellos. Estas personas son intolerantes a sustancias químicas que están en el entorno cotidiano, como productos de limpieza, ambientadores o los meros perfumes de los compañeros. Una guía recoge pautas para adaptar los entornos laborales para que los afectados de esta patología y de electrohipersensibilidad (EHS) puedan desempeñar su labor sin dañar su salud.
Tanto la SQM como la EHS son enfermedades ambientales que se encuentran con «barreras invisibles», asegura a EFE Salud la presidenta de la Coalición Nacional de Fibriomialgia, Síndrome de Fatiga Crónica (SFC), Sensibilidad Química Múltiple y Electrohipersensibilidad (CONFESQ), María López.
Barreras invisibles
Y son barreras invisibles, explica. Pone este ejemplo: para una persona que va en silla de ruedas, toparse con escaleras en vez de con una rampa para acceder a su lugar de trabajo le resultará un obstáculo claramente visible. Sin embargo, una persona con SQM que acude a trabajar en un entorno en el que se han utilizado productos de limpieza comunes, ambientadores, tintas, o disolventes puede manifestar síntomas multisistémicos, como cefalea, mareos, dificultades cognitivas o problemas respiratorios.
«A veces entran en estos espacios que están muy contaminados, porque a lo mejor acaban de limpiar con productos fuertes y la persona empieza a convulsionar o le falta la respiración», asegura López.
EFE/EPA/YAHYA ARHAB
En el caso de la EHS, se caracteriza por la aparición de síntomas cuando la persona se expone a campos electromagnéticos de baja intensidad, como los emitidos por antenas, routers wifi, dispositivos inalámbricos o líneas eléctricas.
Los síntomas, al igual que los de la SQM, pueden ser variados y van desde las cefaleas y fatiga hasta dificultades de concentración o alteraciones del sueño.
Ninguna de las dos está reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la Clasificación Internacional de Enfermedades (sistema de codificación CIE-11) con códigos propios, con lo que CONFESQ considera que repercute «directamente» en el diagnóstico de la enfermedad.
En España, indica López, la SQM está reconocida como patología y la EHS como uno de los síntomas, a pesar de que «por la experiencia» de los afectados ésta «realmente es una patología completa».
Incomprensión y estigma
La presidenta de la Coalición señala que hasta hace no mucho se hablaba de los afectados como «personas burbuja» porque tendían a no salir de casa.
Por eso, López considera fundamental que haya «orientaciones claras» para la adaptación del puesto de trabajo, porque tampoco se trata de que solo teletrabajen, ya que hay profesiones en las que está modalidad es imposible, y aunque lo sea, también quieren participar del entorno laboral como el resto de los compañeros.
Según datos recogidos en un estudio cuantitativo de CONFESQ, sólo el 30 % de las personas encuestadas para el mismo había solicitado medidas de adaptación en diferentes ámbitos de su vida y en el 70 % de estos casos, las medidas no habían sido implementadas.
La consecuencia es que el 59 % de las personas encuestadas se siente incomprendido y el 33 %, estigmatizado.
En resumen: el 72 % de las personas con SQM y EHS se sienten excluidas de la sociedad, señalaba el estudio.
El «Libro Verde»
De ahí que hace unos días la coalición presentara un «Libro Verde», que pone sobre la mesa distintos aspectos nuevos para poder abrir el debate y estudiar la situación, a la vez que plantea una serie de medidas para la adaptación del puesto de trabajo para las personas afectadas de SQM o EHS.
La guía, elaborada por nueve autores, está financiada por la Fundación ONCE, y realizada en colaboración con la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (Cocemfe).
La presidenta de la CONFESQ, María López, durante la presentación del libro. Foto cedida
Presentan la problemática de los pacientes en el ámbito laboral y cómo puede resolverse, es decir, qué habría que cambiar a nivel legislativo y de prevención de riesgos, entre otros campos, así como medidas para una adaptación total o parcial del puesto de trabajo.
«Queremos llegar a las asociaciones empresariales, a los sindicatos, lógicamente, a las entidades y a la Administración Pública», abunda López, quien padece SEQM leve y EHS más pronunciada.
La adaptación
No obstante, matiza, la guía indica que ya a partir del covid la normativa española recoge una serie de obligaciones para las empresas, como mantener un aire limpio, que si se cumpliera, ya estaría cubierta el 85 % de la adaptación que hay que hacer para que las personas con estas afecciones puedan trabajar sin que su salud se resienta.
«El resto va a depender de utilizar, por ejemplo, unos productos de limpieza que sean aptos, que no tengan perfume, mejor que sean ecológicos. El no tener ambientadores, el que las personas que trabajan en tu mismo espacio no se perfumen, entre otras medidas», explica López respecto a la sensibilidad química múltiple.
Sobre la electrohipersensibilidad, la solución «a veces es más difícil» y consiste en reducir la intensidad y la proximidad a las fuentes.
«La idea es no funcionar con wifi sino con cableado», expone López, quien en su casa, por ejemplo está «totalmente cableada, sin wifi».
EFE/Eduard Serra
Vidas duras
Las personas con estas afecciones llevan «vidas duras» y «hacen lo que pueden».
«Se te complica la existencia muchísimo. Si tienes niños, por ejemplo, llegan del cole y tienen que meter su ropa en unas bolsas de plástico, ducharse y cambiarse para no contaminar el espacio», afirma.
Y la vida social cae en picado, porque se necesita empatía por parte de los demás.
«Hay gente que no lo entiende y que dice ‘¿tú por qué me tienes que decir a mí si yo me tengo que echar perfume, o no?’, pero es que es como si a un diabético te empeñas en darles dulces, pues es un poco lo mismo. Si quieres estar conmigo y quieres que pasamos un rato a gusto, tienes que cumplir una serie de requisitos», incide López.
La intención de CONFESQ es enviar el Libro Verde a los diferentes centros de valoración de discapacidad y presentarlo en ministerios y administraciones autonómicas, entre otros.
Andreu Buenafuente no dará las campanadas en TVE debido a un “episodio de estrés” del que aún necesita recuperarse sin “acelerar”, según ha anunciado él mismo a través de un comunicado emitido este viernes. El tándem del humorista y la actriz Silvia Abril no podrá, por tanto, protagonizar el programa con el que la cadena pública pretendía despedir 2025 y recibir 2026.
Dice Buenafuente en el comunicado: “Tuve un episodio de estrés, común, pero no agradable, por trabajos en los que yo mismo creo. Hubo un momento en el que no pude y mi cuerpo me pidió parar. Quiero agradecer a los profesionales que me están ayudando y a la gente que me rodea. Cada gotita es una vitamina”.
Sobre los plazos de recuperación que le impiden estar en primera línea de TVE la última noche del año, afirma: “No creo que tenga que acelerar mi recuperación para hacer lo que tengo que hacer; tengo que estar feliz, y por eso, voy a seguir recuperándome y cuando sea posible volver, que sea. No sé qué va a pasar, pero la falta de un horizonte exigente es lo que necesita una persona que ha parado por estrés”.
¿Qué es el estrés?, ¿qué le hace a nuestro organismo?, ¿por qué conviene parar?, ¿si se para la actividad laboral, cómo hay que llevar a cabo esa recuperación? Son preguntas para cuyas respuestas EFE Salud ha contado con las explicaciones del psicólogo y psicoterapeuta Sergio García.
El estrés y los «pensamientos intrusivos»
Para empezar, una noción sobre el estrés: se trata de una respuesta natural del organismo a situaciones que percibe como desafiantes o amenazantes.
Explicaba la neurocientífica Carmen Sandi, presidenta de la Federación Europea de Sociedades de Neurociencia, según una información de EFE, que si esa respuesta “se prolonga o se intensifica más allá de lo necesario, puede transformarse en un problema que afecta tanto a la mente como al cuerpo”.
Entra en escena el “trastorno de ansiedad”, según nos cuenta Sergio García. Estamos ante “una característica mental en la que la persona tiene miedo, nerviosismo o preocupación de manera muy persistente y muy intensa”, lo que puede generar síntomas físicos como “taquicardia o sudoración”, pero también “síntomas mentales y cognitivos”.
EFE/Sáshenka Gutiérrez.
García cita entonces “los pensamientos intrusivos”. “Esto quiere decir que estoy pensando en una cosa y me viene a la cabeza otra cosa que se hace protagónica a pesar de que no corresponde”.
Por regla general, añade, los pensamientos intrusivos derivan de no poner límites “entre lo personal y lo laboral”. Esta ansiedad, cabe puntualizar, “se puede generalizar si no se pone remedio a tiempo y si no se acude a un especialista”.
La importancia de parar
Fisiológicamente la situación se describe así: el cerebro interpreta ciertas situaciones como amenazas y activa, por tanto, respuestas de defensa. Envía señales a las glándulas suprarrenales para liberar hormonas como la adrenalina y el cortisol, que son las que contribuyen a la preparación del cuerpo para esa defensa.
En cascada van cayendo las reacciones: aumenta la frecuencia cardíaca, los músculos se tensan, la digestión se resiente… De continuar mucho tiempo este estado de defensa, de huida ante la amenaza, podría debilitar el sistema inmunológico y hasta infligir daños neurológicos.
Parar, además, “facilita la aplicación de estrategias terapéuticas y el aprendizaje de nuevas herramientas para manejar la ansiedad y poder recuperar integralmente la salud mental”, dice Sergio García
Es clave actuar a tiempo ante el estrés crónico. García esgrime la importancia de las pausas, de parones como el que está haciendo Buenafuente. No hacerlos es peligroso porque puede conducir al agotamiento o a la depresión.
Descansar, además, “facilita la aplicación de estrategias terapéuticas y el aprendizaje de nuevas herramientas para manejar la ansiedad y poder recuperar integralmente la salud mental”.
Y la importancia de la recuperación
Entre esas estrategias terapéuticas, dos perspectivas: la médica y la psicológica.
La primera, subraya García, plantea la recuperación con el objetivo de que no surjan “nuevas formas de estrés y que se resuelvan de manera adecuada”. Es decir, para “evitar recaídas y problemas a largo plazo”. Una recuperación “paulatina, no acelerada” persigue que “cuerpo y mente se adapten y generen nuevas sinergias” que, a su vez, eviten “un desgaste mayor”, concluye.
La segunda “puede ver necesarias las pausas”, pero, en opinión de García, no coloca al trabajo, la carga laboral, como causa única de la “desazón”. De hecho, desde este prisma, ayuda que el paciente trabaje.
“Desde la perspectiva psicológica, algún trabajo no sería del todo negativo, pero sin tener la intensidad del trabajo de antes. Trabajo cero durante varios meses tampoco es aconsejable porque es una cuestión que no es real”, reflexiona el psicólogo.