La multinacional Nestlé ha anunciado este jueves que ha logrado reducir las emisiones de CO2 en España en 1.400 toneladas, derivadas de sus rutas logísticas en el traslado del café que se produce desde diferentes factorías de Cataluña.
Dentro de esta estrategia, el café verde llega al puerto de Barcelona y desde ahí se lleva, a través de un camión eléctrico y 11 vehículos impulsados por biocombustibles avanzados renovables HVO, producidos con residuos de aceites usados, hasta las fábricas de Girona y de Reus (Tarragona).
Este camión eléctrico, según han detallado en un comunicado, se caracteriza por disponer de 6 ‘packs’ de baterías con tecnología ion litio con una capacidad total de 540 kWh, junto con 3 motores eléctricos con una potencia de hasta 490 kW (660 CV).
En cuanto a la elección de los biocombustibles avanzados renovables HVO, desde la compañía han argumentado su elección porque reducen en un 80 %, como mínimo, los gases de efecto invernadero por kilómetro realizado, en comparación con otros combustibles fósiles.
Tres camiones eléctricos
Para el traslado posterior tras su producción, Nestlé cuenta con una flota total de 3 camiones eléctricos y 44 de HVO para abarcar las diferentes rutas logísticas por toda España y, que con base en sus estimaciones, suponen una reducción de 9.500 toneladas de CO2 equivalente al año para esta actividad.
El director de Supply Chain y Sostenibilidad de Nestlé España, Jordi Aycart, ha asegurado en la nota emitida que el objetivo es alcanzar cero emisiones netas en 2050: “La descarbonización de nuestra logística es un claro ejemplo de cómo la innovación y la sostenibilidad pueden ir de la mano para reducir significativamente nuestra huella de carbono”.
Además, ha asegurado que mantienen una “estrecha colaboración” con sus proveedores para desarrollar este tipo de soluciones “más eficientes y sostenibles” en rutas clave y, todo ello, dentro de una estrategia integral para “garantizar un impacto positivo en las comunidades y en el planeta”. EFEAGRO
La falta de acceso a agua de calidad, uno de los puntos más críticos de la crisis hídrica, se muestra al desnudo en tres comunidades de la triple frontera entre Brasil, Colombia y Perú, en el minidocumental ‘Amazonas, la memoria del agua’, que se estrenó este martes en la COP30 en Belém.
Creado por la organización World Vision y We are Water, el cortometraje cuenta las historias alrededor del Río Amazonas, que baña y une la ciudad colombiana de Leticia, con la brasileña Tabatinga y la localidad de Santa Rosa, en Perú, para contar las historias de las casi 3 millones de personas que sufren en carne propia lo que las delegaciones negocian en la cumbre climática.
Durante 18 minutos, indígenas ticunas y otros pueblos relatan su rutina y muestran en carne propia cómo la crisis hídrica afecta a niños, mujeres y comunidades enteras del Amazonas que, a pesar de contener el 20 % del agua dulce del planeta, tiene a siete de cada diez habitantes sin acceso a agua potable.
Donde se abren lugar las palafitas, las mujeres tienen que caminar el doble de kilómetros para encontrar agua porque el río se secó o porque, en su quebrada, el agua desemboca contaminada.
Sassi Cerda, amazónica del pueblo quichua en Ecuador, afirmó que la crisis hídrica ya se puede ver “reflejada en sus cuerpos”.
El líder regional de World Vision para América Latina y el Caribe, Joao Diniz, habla durante un panel organizado por World Vision y We Are Water este martes, en el Centro de Convenciones Hangar donde se realiza la COP30, en Belém (Brasil). EFE/ Andre Borges
Contó que casi el 50 % de las familias amazónicas ecuatorianas toma agua con presencia de E.coli y, en varios afluentes del río, se encuentran “niveles de plomo, hierro, aluminio, zinc” en proporciones hasta 500 veces superiores del límite permitido para consumo humano.
Los niños en edad de crecimiento “sufren diarrea y vómitos constantes”, lo que hace que no consigan contener los nutrientes, por lo que la contaminación no solo afecta al presente, sino también a las futuras generaciones,
El líder regional de World Vision para América Latina y el Caribe, Joao Diniz, manifestó a EFE tras la proyección del documental la importancia de enfocarse en los niños y las niñas de las comunidades que, además de ser el futuro, funcionan como “conectores” entre las familias para expandir conocimiento y técnicas de cuidado.
El director de la fundación We Are Water, Carlos Garriga, habla durante un panel organizado por World Vision y We Are Water este martes, en el Centro de Convenciones Hangar donde se realiza la COP30, en Belém (Brasil). EFE/ Andre Borges
El proyecto de la asociación, llamado Aquanexos, trabaja en tres ejes: la infraestructura, para garantizar un acceso a agua segura; el aspecto educativo, para hacer un uso responsable del agua; y el empoderamiento para fomentar la construcción de redes entre miembros de las comunidades y otros actores, como la política o el sector privado.
El factor educativo en las regiones es clave porque “la única forma de que los proyectos sean sostenibles en el tiempo es que sean acompañados por las comunidades”, expresó el director de la fundación We Are Water, Carlos Garriga.
Además, sostuvo que el documental tiene el objetivo de dar a conocer la problemática del acceso al agua y al saneamiento, y “sensibilizar” sobre todo a los países que menos la sufren, para que tomen dimensión de la gran cantidad de aristas que tiene esta crisis.
“La gente se puede imaginar lo que pasa cuando no hay agua para beber, para limpiar o para higienizarse. Pero quizás no son tan conscientes de los efectos que tiene el agua en cuestiones de género, en la educación, en la salud, en el crecimiento”, comentó.
Por su parte, Diniz declaró que la COP30 será exitosa si resuelve “proteger y dar futuro” a los niños de los pueblos más vulnerables, y hace que “las inversiones lleguen hasta ese nivel”, en pos de reconocer su rol activo en la protección del agua y la biodiversidad. EFE
Brasil, uno de los principales exportadores del mundo, busca impulsar la biosocioeconomía amazónica como estrategia de crecimiento global, una apuesta que promete transformar la realidad local y que el país busca reforzar en la 30 conferencia del clima de la ONU, la COP30, que se celebra bajo su liderazgo en la ciudad de Belém.
De acuerdo con la Agencia Brasileña de Promoción de Exportaciones e Inversiones (ApexBrasil), productos compatibles con el bosque mueven globalmente unos 300.000 millones de dólares.
Brasil participa con el 1 % de ese total, aunque alberga cerca del 60 % de la mayor selva tropical del mundo.
“Si ampliamos la presencia de nuestros productos de biosocioeconomía, podemos transformar la realidad amazónica (…) y generar más de 2.000 millones de dólares solo en la región”, afirmó el presidente de ApexBrasil, Jorge Viana, durante su participación en el evento, que concluye este viernes.
Fotografía de archivo tomada con dron del 22 de abril de 2024 que muestra el lago con especies vegetales Vitoria Regia, en el museo de la Amazonia, en la ciudad de Manaos (Brasil). EFE/ Isaac Fontana ARCHIVO
Además de un escaparate global para la región y sus productos, la COP30 da a empresas, instituciones y autoridades de todo el mundo la posibilidad de conocer de primera mano las múltiples realidades de la Amazonía brasileña.
Así, es un momento ideal para fortalecer e impulsar las conexiones entre la riqueza local y el mercado internacional.
Pará, el potente protagonista de la COP30
Para ello, la agencia brasileña lanzó durante la COP nuevos estudios sobre estados amazónicos, entre ellos Pará, donde identificó 1.702 oportunidades de negocios con mercados como Estados Unidos, México, Francia o China.
Sede de la primera COP celebrada en la Amazonía, se luce por el potencial de sus cadenas productivas de base forestal y bioeconómica, capaces de generar empleo, ingresos y valor agregado con bajo impacto ambiental.
El estado más poblado del norte de Brasil, con cerca de 8 millones de habitantes, también fue en el 2024 el mayor exportador de esta región (77,5 %) y el sexto del país.
La industria extractiva respondió por el 70,1 % de los 23.000 millones de dólares en ventas al extranjero.
Asimismo, el estudio resaltó que entre 2019 y 2024, se anunciaron 255,5 millones de dólares en inversiones en el estado procedentes de Estados Unidos (72,2 %), España (21,4 %), Alemania y Japón, y concentradas en los sectores de software informático (55,5 %) y bancos, seguros y servicios financieros (23,1 %).
Esto demuestra, según Viana, el potencial de Pará para convertirse en modelo de una nueva economía verde que “concilia prosperidad, conservación e innovación”.
Productos estrella de la amazonía brasileña
Más allá de Pará, la selva amazónica, que ocupa casi un 50 % del territorio brasileño, ofrece oportunidades únicas y subexplotadas para transformar la realidad de comunidades locales y la economía nacional con productos como café, cacao, castañas, açaí o pescados.
Fotografía aérea de archivo del 14 de junio de 2024 que muestra una zona deforestada donde se encuentra dos centrales termoeléctricas de la empresa Eneva, en la selva amazónica (Brasil). EFE/ Antonio Lacerda /ARCHIVO
“La Amazonía no solo es vital para el equilibrio climático, sino también una frontera estratégica para la bioeconomía y el comercio sostenible”, enfatizó.
Sin embargo, hace falta avanzar en políticas públicas y en la implementación de prácticas que permitan aumentar la producción y agregar valor a estos ítems de forma inclusiva y sostenible, para que logren su máximo potencial.
El cacao, por ejemplo, es originario de la Amazonía, pero son los africanos Costa de Marfil y Ghana los responsables del 70 % de la producción mundial.
Aunque constituye una de las bases de la biosocioeconomía brasileña, de acuerdo con Viana, apenas cerca del 7 % del valor del chocolate se queda con los productores, una realidad que debe cambiar para impulsar este comercio.
Por otro lado, el café, un commodity cuya producción y exportación global es liderada por Brasil, cuenta con una variedad amazónica adaptada al clima y altamente productiva, y que podría ser más utilizada por pequeños productores y para recuperar áreas degradadas.
“Es un producto compatible con el bosque,que puede ser entre 50 y 100 veces más rentable que la ganadería. Simboliza una nueva economía que genera ingresos sin destruir”, explicó Viana.
Otro producto que destaca por su aplicación en la recuperación de áreas degradadas es el açaí, un super alimento amazónico muy popular entre brasileños y extranjeros que Viana considera “el ejemplo de mayor éxito del enorme potencial que tienen los productos compatibles con el bosque en la Amazonía”. EFE
Neoenergía, filial de la eléctrica española Iberdrola en Brasil, reforzó su compromiso con la transición energética en el gigante suramericano, durante su participación en la COP30 -la conferencia del clima de la ONU en la amazónica ciudad brasileña de Belém-, y anunció la meta de alcanzar el neto cero en toda su cadena de valor hasta 2039.
La compañía, que opera en Brasil desde 1997 y hoy cuenta con 4,2 gigavatios (GW) de capacidad instalada en generación, un 87 % de ella de fuentes renovables, también reducirá las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de sus operaciones directas en un 73 % por megavatio/hora (MWh) hasta 2030, al tener como base el año 2021.
Así mismo, la filial disminuirá en un 42 % hasta 2030 las emisiones absolutas restantes de GEI del Alcance 3, que se refieren a sus proveedores y distribuidores.
Además, Neoenergía recortará en un 83 % por MWh hasta 2039 las emisiones de GEI de toda su cadena de valor relacionada con combustibles y energía, al cubrir toda la electricidad vendida por la empresa, que actúa en las áreas de generación, distribución, transmisión y comercialización en dieciocho estados brasileños y en el distrito federal.
Fotografía de archivo que muestra aerogeneradores en el Complejo Renovable Neoenergia, en Santa Luzia (Brasil). EFE/Sebastião Moreira ARCHIVO
Todos estos ambiciosos objetivos han sido validados por la Iniciativa de Objetivos Basados en la Ciencia (SBTi, por sus siglas en inglés), una organización de acción climática -formada por instituciones de referencia global, como el Pacto Global de la ONU o el WWF– que apoya empresas en el combate a la crisis climática.
“La validación de nuestras metas por la SBTi es un hito que reafirma a Neoenergía como protagonista de la transición energética en Brasil y cobra aún más relevancia con nuestra presencia en la COP30”, destacó el director general de la empresa, Eduardo Capelastegui, en un comunicado.
Según la compañía, las metas están alineadas con la ciencia climática y buscan limitar el calentamiento global a 1,5°C, con lo que contribuye a una transición energética responsable y coherente con el Acuerdo de París y “situando a Neoenergía a la vanguardia de una economía baja en carbono”.
“Seguimos comprometidos en anticipar soluciones que combinan innovación, sostenibilidad y generación de valor para toda la sociedad”, agregó Capelastegui.
Jóvenes, los protagonistas del cambio
En ese sentido, Neoenergía, que está entre las patrocinadoras de la COP30, también hizo hincapié en la importancia del rol de los jóvenes para cambiar la realidad y avanzar en la transición verde, con un foro temático organizado en conjunto con Iberdrola en Belém.
Durante su intervención en el evento, la vicepresidenta de la compañía, Solange Ribeiro, afirmó que las oportunidades generadas por la electrificación de la economía y la expansión de tecnologías como la inteligencia artificial solo podrán ser aprovechadas si los jóvenes logran acceder a una formación adecuada.
“Estamos viviendo un momento sin precedentes y la transición verde necesita de la energía, la creatividad y la determinación de la juventud”, subrayó la también vicepresidenta del consejo del Pacto Global de la ONU.
En el ‘Diálogo Juvenil sobre Oportunidades de Empleo Verde’, cerca de veinte jóvenes participaron en una conversación directa con ejecutivos de la empresa sobre las perspectivas laborales en este nuevo escenario y destacaron los empleos verdes como una “agenda crucial” para un futuro más inclusivo y sostenible.
Según Thuane Nascimento, directora ejecutiva de PerifaConnection, plataforma que busca conectar las periferias brasileñas a través de la comunicación y la formación, “las oportunidades y tecnologías están surgiendo de la sostenibilidad”.
“(Por eso), estamos en los territorios, pensando soluciones y abriendo diálogo con quienes están dentro de las empresas, del sistema de la ONU y de los gobiernos, buscando cómo conectar las personas con las oportunidades”, acotó.
Un estudio realizado por LinkedIn mostró la necesidad de duplicar el número de profesionales dedicados a empleos verdes hasta 2050, y, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Brasil tiene un gran potencial para ello, al ser el cuarto país del mundo en número de jóvenes entre 18 y 24 años que no estudian ni trabajan.
Kennedy Costa, gestor del proyecto Casaverde -parte de la red de PerifaConnection-, señaló la necesidad de promover la igualdad en el acceso a oportunidades y de no limitar las discusiones a “tecnología o inversiones”. EFE