“Y si también está afectado el prepucio, piel que recubre el glande, el diagnóstico será de balanopostitis“, completa la jefa del Servicio de Urología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid, nueva y flamante presidenta de la Asociación Española de Urología (AEU).
La inflamación de estas dos zonas peneanas está provocada por hongos, bacterias o virus, parásitos microbianos íntimamente relacionados con una mala higiene genital y la falta de aireación; dos condiciones que provocan irritación y edema.
“En estas zonas observaremos un enrojecimiento, una decoloración, es decir, esa piel podría ser rojiza, morada, gris o blanquecina, incluso con ciertas manchitas y, en ocasiones, luciendo partes brillantes a la vez que porciones hinchadas”, destaca.
La balanitis causará, además, molestias y dolor al orinar, picazón del prepucio, esmegma (secreción de células muertas, sebo y fluidos corporales), olor desagradable, a veces fétido por culpa de las bacterias actuantes, como la Gardnerella vaginalis.
Se estima que alrededor del 10 % de los hombres, sean niños o adultos, padecerán algún proceso de inflamación en su glande a lo largo de la vida, es decir, balanitis, postitis -inflamación del prepucio- o balanopostitis.
“Este tipo de inflamación es más probable en adultos diabéticos, especialmente cuando la glucemia está mal controlada, y en aquellos varones que sufren fimosis o tienen un prepucio reducido que dificulta la limpieza del glande”, constata.
Las personas obesas también son diana de la balanitis.
“Su higiene genital no suele ser la más adecuada debido al obstáculo permanente que entraña el tamaño de su abdomen y el enterramiento del pene dentro de la grasa infra y suprapúbica”, describe.
La balanitis, pendiente de cualquier descuido motivado por las prisas familiares, es frecuente en niños menores de cuatro años no circuncidados “por las mismas razones desencadenanates que afectan al resto del sexo masculino”, subraya.
Dra. González Enguita, ¿existen diferentes tipos de balanitis?
“Si nos atenemos a la literatura científica, sí; están descritas varias tipologías de balanitis. Aún así, desde el punto de vista clínico podríamos aseverar que nos encontramos ante una única inflamación, una especie de dermatitis o proceso benigno a nivel del pene”, responde la uróloga y cirujana.
No obstante, la academia explica la balanitis Zoon, de células plasmáticas, una inflamación crónica de la muscosa de los genitales masculinos que suele aparecer en adultos no circuncidados mayores de 40 años de edad. Representa hasta el 10 % de los casos.
La balanitis circinada, asociada a la artritis reactiva (síndrome de Reiter), cursa con pequeñas lesiones circulares -llagas- en el glande con bordes elevados y de color rojizo o blanquecino.
La balanitis queratósica y micácea pseudoepiteliomatosa (balanitis de Lortat-Jacob) es menos común. Afecta a hombres de más de 60 años y cursa con verrugas o protuberancias escamosas en el glande.
La balanitis por erupción fija medicamentosa: lesiones cutáneas como reacción a ciertos medicamentos o sustancias químicas, como las que se encuentran en la composición de ciertos jabones higiénicos.
Y liquen plano, afección mucho más seria que provoca erupciones cutáneas en una o más partes del cuerpo humano, no sólo en el aparato genital. Se relaciona con una balanitis previa.
Este liquen -balanitis xerótica obliterante (BXO)- puede afectar a cualquier zona de la piel, pero se concentra especialmente en los genitales de mujeres y hombres.
Destaca aquí, consecuentemente, la curiosidad multidisciplinar de la pediatría, la dermatología, la ginecología, la urología y, por supuesto, la función reveladora de la anatomopatología, departamento que resuelve dudas y confusiones mediante biopsias, para elaborar un diagnóstico certero y precoz.
“Pero no es oro todo lo que reluce. L@s dermatólog@s no suelen realizar exploraciones detalladas de los genitales y l@s urólog@s y ginecólog@s no suelen centrar su atención en zonas cutáneas impropias a sus competencias, lo que puede retrasar el diagnóstico”, matiza.
Lesión precancerosa en el glande.
En este sentido patológico, cabe señalar que existen circunstancias a vigilar, puesto que la posibilidad de que este tipo de inflamaciones deriven en una lesión precancerosa es real, como el carcinoma basocelular, el carcinoma de células escamosas, el sarcoma de Kaposi o la enfermedad de Paget extramamaria.
“No estamos hablando de una enfermedad oncológica, sino de un proceso inflamatorio, benigno, pero sobre el que hay que prestar especial atención, ya que puede desencadenar o ser confundido con lesiones precancerosas, incluso cancerosas”, apunta.
“De hecho, sabiendo que el cáncer de pene no es de los más frecuentes, hablamos, precisamente, de situaciones en las que suele ser protagonista la falta de higiene en el aparato genital masculino”, apunta la Dra. González Enguita.
Doctora, ¿la balanitis es una infección de transmisión sexual… Es una enfermedad grave… Acarrea alguna consecuencia?
“No, en absoluto. Y en este sentido tengo que decir que tampoco es una enfermedad infectocontagiosa. Los hombres que padecen balanitis no contagian a otras personas por contacto sexual, aunque sea muy recomendable abstenerse de practicar sexo en pareja mientras dure el proceso inflamatorio”.
“Sobre todo -refuerza-, hasta que se identifique claramente si estamos o no ante una infección de transmisión sexual y que dicho examen sea valorado por un médico, un urólogo, quien determinará la realidad de la situación en el glande: balanitis o ITS”.
Si el resultado fuera de balanitis no hablaríamos, en principio, de enfermedad grave, sino de levedad.
“En cualquier caso, habrá que identificar casos de evolución de largo recorrido que nos harán sospechar, por precaución, de un desarrollo precanceroso o del origen primario de un liquen escleroso, complicación que también afecta a las mujeres”, reincide.
“Por tanto, la balanitis no suele generar grandes consecuencias a largo plazo… Salvo, por ejemplo, una meatitis o un endurecimientos en el tejido de la zona del meato uretral -orificio en la punta del glande-, lo que dificulta la micción y la eyaculación del semen”, advierte.
De ahí, entre otras cosas, que la propia inspección y observación del paciente sobre su anatomía sea fundamental en la prevención y el diagnóstico de la balanitis y otras posibles dolencias relacionadas.
“Es decir, la primera parte del diagnóstico será muy sencilla, puesto que la exploración física de la zona pondrá de relieve la higiene del paciente. Luego, habrá que explorar un poquito sus hábitos sexuales y costumbres culturales, básicamente por la posibilidad de indicar una futura cincuncisión”, menciona.
“Además, deberemos solicitar un estudio de orina para poner nombre y apellido al microorganismo responsable de la balanitis. También, un análisis de sangre para poner de relieve las enfermedades relacionadas, como la diabetes o enfermedades infeccionas que conllevan inmunosupresión”, aconseja.
Dra, Carmen González Enguita, jefa del Servicio de Urología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz y presidenta de la Asociación Española de Urología (AEU), entre otros cargos. Fotografía de Pedro Gago.
El tratamiento de la inflamación en el glande y el prepucio
Antes de prescribir antiinflamatorios y analgésicos para contrarrestar las molestias y el dolor aparejados, habrá sido conveniente limpiar a fondo todo el pene con sustancias no agresivas; costumbre higiénica que debe ser sistemática, de por vida.
“Hay que retirar hacia atrás la piel del prepucio, descubriendo todo el glande, y lavar bien con agua tibia. No conviene frotar ni usar jabones irritativos. El secado del pene debe ser completo, dado que la humedad favorece enormemente el crecimiento de hongos”, afirma.
Pero la mayoría de los casos de balanitis requerirán algún tipo de tratamiento.
“Si el paciente no recibe la terapia más oportuna, los síntomas pueden empeorar o desarrollar otros. Con el tratamiento la mejoría será evidente en unos pocos días o una semana”, certifica.
Las cremas antimicóticas (cotrimazol) y los medicamentos antibacterianos se recetarán después de concluir los análisis preceptivos, concluyentes (pruebas serológicas, microscopia, cultivo fúngico, tinción de Gram, PCR, antibiograma, etc.).
“No debemos olvidar que estamos hablando de una inflamación que es más frecuente en ciertas personas, como aquellos que sufren diabetes o los que presentan fimosis, sobre todo si es de nacimiento, que puede haber causado escleroatrofia”, plantea.
En el primer caso habrá que mantener a raya el nivel de glucosa en sangre, puesto que la diabetes tiene mucho que ver con la alteración vascular que produce la propia enfermedad diabética sobre los vasos sanguíneos.
En el segundo caso no quedará otro remedio que proceder a una circuncisión, cirugía con buen pronóstico que sorprende a muchos hombres adultos.
“Muchos de ellos me dicen con lamento… Nunca sufrí este problema durante la infancia y mi juventud, y ahora, con esta edad, tengo que operarme de fimosis para curarme una balanitis…”.
El consejo urológico de la Dra. Carmen González Enguita
“Si los niños pequeños conservan su prepucio, porque todavía no se han sometido a una circuncisión, es muy recomendable que aprendan a cuidarse ellos solitos cuanto antes, disfrutando de la higiene de sus genitales, como del resto del cuerpo.
Y, sin duda, los hombres deben compartir cualquier duda, inquietud o circunstancia que les llame la atención, ya sea con su médic@s de cabecera o en pediatría, dermatología y urología.
Las decisiones compartidas sobre el tratamiento, bien informadas, serán la manera más efectiva de solucionar la balanitis, la postitis o la balanopostitis; tres procesos benignos, inflamatorios, pero muy molestos”, concluye.
La salud de la princesa Mette-Marit de Noruega ha empeorado significativamente este otoño y los médicos que la tratan han comenzado a prepararla para un posible trasplante de pulmón. Y la causa radica en una enfermedad, la fibrosis pulmonar crónica que padece desde hace algunos años.
Se trata de una enfermedad crónica de causa desconocida que provoca un endurecimiento o cicatrización progresiva (lo que se denomina fibrosis) del tejido pulmonar.
La fibrosis pulmonar deteriora, lenta pero progresivamente, la función respiratoria, según información de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR)
Su pronóstico es grave y la tasa de supervivencia a cinco años después de su detección sin tratamiento no supera el 40 %. Por eso, es muy importante el diagnóstico precoz ya que cuando antes se empiece el tratamiento con antifibróticos antes se puede frenar la progresión.
Los síntomas y el tratamiento de la enfermedad de Mette-Marit
Mette-Marit, de 52 años, esposa del príncipe heredero Haakon, fue diagnosticada de fibrosis pulmonar crónica en 2018, una enfermedad que en los últimos años la ha obligado a cancelar su asistencia a varios actos de la agenda de la Casa Real noruega.
Esta enfermedad tiene síntomas son poco claros y suelen confundirse con los de otras enfermedades del pulmón. Puede aparecer tos y disnea (sensación de falta de aire, ahogo).
Al principio solo hay signos al realizar esfuerzos, pero en fases más avanzadas los síntomas son más frecuentes, incluso en reposo.
No existe ningún tratamiento que cure la enfermedad. Hay tratamientos antifibróticos que enlentecen la progresión y mejoran el pronóstico.
En casos avanzados de la enfermedad se necesita la administración de oxígeno y en otros hay que recurrir a un trasplante pulmonar.
Los príncipes Haakon y Mette-Marit de Noruega en un campeonato de esquí el pasado mes de marzo. EFE/EPA/Terje Pedersen
El trasplante como opción
Y ese escenario, el del trasplante de pulmón, es el que se está planteando en el caso de la princesa noruega.
«Estamos llegando al punto en el que será necesario un trasplante de pulmón, y estamos llevando a cabo los preparativos necesarios para garantizar que esto sea posible cuando llegue el momento», dijo el jefe del Departamento de Medicina Respiratoria del Hospital Universitario Rikshospitalet de Oslo, Are Martin Holm, en un comunicado de la Casa Real.
«Por el momento, no se ha tomado ninguna decisión sobre cuándo se incluirá a la princesa heredera en la lista de espera para un trasplante de pulmón», añadió.
La Casa Real señaló que Mette-Marit necesita cada vez más un régimen de ejercicio específico, descanso y recuperación física, aunque ha manifestado «un gran interés» en seguir desempeñando sus funciones.
El programa oficial de la princesa se organizará de manera que sus actividades se adapten en la medida de lo posible a su estado de salud, se añade en la nota.
«Siempre tuve la esperanza de que pudiéramos controlar la enfermedad con medicamentos y hasta ahora la evolución había sido bastante lenta. Sin embargo, últimamente ha sido más rápida de lo que tanto yo como los médicos esperábamos», declaró Mette-Marit a la televisión noruega NRK.
Lista de espera
En una rueda de prensa posterior al anuncio de la Casa Real, Holm confirmó que la princesa heredera no tendrá prioridad sobre el resto de pacientes que esperan un trasplante de pulmón.
«No tendrá prioridad. Cuando llega un órgano, tiene un tamaño y un tipo de sangre específicos. Según eso, tenemos que ver qué paciente de la lista es el más adecuado. De los que coinciden, siempre elegimos al más enfermo, al que lo pasa peor y al que tiene menos capacidad de espera», dijo Holm.
El especialista en neumología, responsable del Departamento de Medicina Respiratoria del único hospital de Noruega que practica trasplantes de pulmón, señaló que actualmente hay entre 20 y 40 pacientes en lista de espera, pero insistió en que es imposible determinar cuál es el tiempo de espera.
También afirmó que por el momento es demasiado pronto para incluir a la princesa heredera en la lista de espera, porque su situación aún no es lo bastante grave, aunque dijo que «ya se la está preparando para un trasplante».
Para ser considerado candidato a un trasplante, hay que estar «lo bastante enfermo», pero también «lo suficientemente sano» como para soportar el tratamiento posterior, dijo.
«Es una intervención importante y conlleva riesgos. Las personas que se someten a un trasplante deben tomar además potentes medicamentos inmunosupresores durante el resto de su vida», subrayó.
Asimismo, Holm señaló que entrar en la lista de espera implicaría estar preparado para ser ingresado de inmediato en el caso de que el hospital reciba un órgano compatible.
La pérdida dental en las personas mayores puede dificultar la masticación, limitar la variedad de alimentos y reducir los valores nutricionales. Por ello, es importante seguir una serie de consejos como adaptar la dieta, mantenerse hidratados y acudir a revisiones periódicas.
Los especialistas de Sanitas, a través de una nota de prensa de la entidad, explican que el cuidado de la salud oral en las personas mayores es clave tanto para mantener una buena nutrición como para preservar el bienestar y la calidad de vida.
Como explica Gabriela Aldana, miembro del equipo de Calidad Clínica e Innovación de Sanitas Dental, los dientes, además de cumplir con su función mecánica, participan en la primera fase del proceso digestivo.
“Una masticación insuficiente impide fragmentar bien los alimentos y reduce la acción de la saliva, lo que afecta tanto a la absorción de nutrientes como al aprovechamiento de la dieta”, explica Aldana.
“Con el tiempo, esta alteración puede tener un impacto directo en el metabolismo y en la salud general”, añade.
Riesgo de aislamiento
Además, la pérdida dental tiene implicaciones psicológicas y sociales. Debido a la incomodidad al hablar o sonreír, muchas personas mayores reducen sus encuentros en ciertos espacios o momentos, lo que conlleva aislamiento y perjudica el bienestar.
Por ello, cuidar la salud dental, según Miriam Piqueras, directora médica de Sanitas Mayores, protege “la autoestima, la participación social y la calidad de vida de las personas mayores”.
EFE/Mario Ruiz
Cinco consejos a tener en cuenta ante la pérdida dental
Ante la pérdida dental de las personas con edad avanzada, los expertos de Sanitas Mayores ofrecen unos consejos:
Hacer revisiones dentales periódicas. Acudir al dentista a menudo puede ayudar a detectar a tiempo caries, problemas de encía o pérdidas dentales. De esta manera se pueden valorar opciones que ayuden a mantener una correcta masticación, como implantes.
Adaptar la alimentación sin perder nutrientes. Modificar las texturas haciendo purés, guisos tiernos o pescados suaves, para seguir cubriendo las necesidades de proteínas, fibras y minerales.
Comer despacio y en pequeñas cantidades. Masticar con calma facilita la digestión, mejora la absorción de nutrientes y reduce el riesgo de atragantamiento.
Mantener una buena hidratación. Beber suficiente agua ayuda a combatir la sequedad, facilita la deglución y protege la salud de las encías.
Consultar a un especialista si hay pérdida de apetito o de peso. La falta de interés por la comida o las bajadas de energía pueden indicar problemas nutricionales y conviene buscar apoyo profesional cuanto antes.
Antes de los excesos gastronómicos de las navidades seguimos dietas muy restrictivas a base de vegetales o, incluso, hacemos ayuno, para poder compensar luego las comilonas. Para el médico y nutricionista Jesús Vázquez esto no es eficaz y propone, un par de días antes, reducir al máximo los hidratos de carbono y los vegetales. Este y otros consejos evitarán que ganes kilos.
“Hay que preparar el cuerpo para que no se asuste, es como una caldera a la que dar mayor capacidad de quemar” lo que consumimos de sopetón en los días festivos, advierte en una entrevista con EFE Salud en la que también explica qué hacer después de los excesos para depurar.
El especialista pone un ejemplo: “Cenar poco para comer mucho al día siguiente asusta al cuerpo”, que se defiende con la inflamación y la retención de líquidos ante “los fogonazos” que producen los azúcares, las calorías de las grasas y del alcohol.
El cuerpo obtiene la energía de distintas fuentes, como los hidratos de carbono (pan, pasta, arroz, legumbres…) y los vegetales, y la ubica en los almacenes de glucógeno de las células, en especial del hígado y de los músculos.
Evitar o reducir al máximo estos dos grupos de alimentos (hidratos y vegetales) hace que los depósitos vacíen sus reservas de glucosa y las células tengan que recurrir a la grasa para sacar energía.
“Eso se llama flexibilidad metabólica, poner en marcha la maquinaria de la caldera, vaciarla para que pueda quemar los azúcares, las grasas…rellenando los vacíos almacenes del hígado y de los músculos y evitando convertir esas calorías en grasa abdominal”, precisa.
Por eso propone, dos días antes de los excesos de las navidades, dietas centradas en la proteína, a base de caldos no vegetales, acompañados de pescado, huevos o carnes poco grasas, como pollo o conejo.
“Para comer, un caldo de pollo y una tortilla francesa, y para cenar, unas gambas con un pescado. Y si sales a tomar algo pide un poco de jamón, pulpo o chipirón a la plancha”, sugiere.
De lo contrario, si los días previos tomamos más frutas, verduras o hidratos, cuando lleguen las ingestas copiosas los almacenes de glucógeno están llenos y entonces se convierte en grasa abdominal.
El médico y nutricionista Jesús Vázquez. Foto cedida
Frenar la subida de peso
Si la media de subida de peso en las fiestas navideñas es de 2 a 4 kilos, “al preparar el cuerpo llegas con inercia de quemar grasa, perdiendo algo de peso los dos últimos días antes de la celebración, y es mucho más difícil subir más de 2 kilos, como mucho uno ó uno y medio”, asegura el especialista al frente de la Clínica Nutrivázquez de Zaragoza.
Y explica que la mayor parte del peso ganado no es tanto grasa como un altísimo porcentaje de líquido retenido.
“Si has hecho una preparación previa, es muy fácil quitar la grasa y la retención de líquido después”, apunta.
Cómo depurar los días posteriores los excesos de las navidades
Si antes de los excesos de las navidades no es conveniente hacer dietas muy bajas en calorías a base, sobre todo, de vegetales, después de varios días de comilonas, es justo lo que hay que hacer para depurar el organismo.
“La compensación siempre después de los excesos, no antes”, insiste. Es lo que comeríamos si estuviéramos empachados.
Y lo ideal es hacerlo con una dieta depurativa y diurética a base de caldos vegetales que nos desinflen, incluso durante un día entero, o alimentos como la piña que ayudan a eliminar líquidos o cenar solo unas mandarinas o un pescado a la plancha.
Incluso, después de un exceso, propone no cenar, dejar nuestro organismo en reposo para que la caldera funcione. Y en los días siguientes seguir con una dieta baja en calorías: espárragos, pechuga de pollo, tomate, tortilla francesa, verduras…
Así dejamos descansar al hígado “que es como una depuradora gigante donde llegan todos los deshechos metabólicos”, tiene un gran trabajo en navidades y hay que dejarlo en reposo, apunta el nutricionista.
Y el hígado cuenta con un aliado, el agua, el vehículo que nos ayuda a eliminar los tóxicos y facilita la digestión.
“Si has hecho una preparación previa y es muy fácil quitar la grasa y la retención de líquido después”, asegura.
EFE/Ana Soteras
Masticar también ayuda a no engordar
No nos damos cuenta de la importancia que tiene masticar ya que se lo pones más fácil a tu sistema digestivo, evitando la inflamación, pero también activas la sensación de saciedad.
“Si eres capaz de masticar es más difícil engordar”, asegura Jesús Vázquez quien aconseja comer despacio, disfrutando.
“No metas el cubierto en el plato mientras tengas comida en la boca. No vayas a por el siguiente bocado hasta que no tragues”, recalca.
De esta manera, llega antes la sensación de saciedad ya que los músculos que utilizamos en la masticación activan unos sensores que envían mensajes al cerebro que le indican que hemos comido más de lo que realmente estamos comiendo.
Ejercicio antes y después
Jesús Vázquez considera que el ejercicio no debe faltar ni los días previos, ni los posteriores a los excesos de las navidades, pero eso sí, sin forzar y adecuándolo a las capacidades y circunstancias de cada persona.
“Somos ingresos y gastos”, por lo que una forma de gastar lo que hemos ingresado de más es mediante la actividad física.
Por eso, recomienda hacer ejercicio antes y después de las grandes fiestas, pero con matices.
Para preparar al organismo, vaciar la caldera, es mejor hacer ejercicios de fuerza, que ayuden a vaciar los almacenes de glucógeno de los músculos. Podemos usar pesas, hacer sentadillas, flexiones..
La dieta depurativa tras los excesos de las navidades mejor acompañarla con ejercicio más aeróbico, como caminar “y cuánto más dure y a buen ritmo, mejor”, recomienda el médico y especialista en nutrición.
Consejos para prepararnos antes y después de las comilonas navideñas que nos ayudan a controlar el peso pero también a depurar nuestro organismo sin dejar de disfrutar de la gastronomía.