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Ciencia y Salud

Perforaciones endoscópicas en el tubo digestivo

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Perforaciones endoscópicas en el aparato digestivo.

“Estas perforaciones pueden provocar una inflamación grave dentro del abdomen, como una peritonitis, o el paso de aire a zonas externas del tubo digestivo, ya sea neumomediastino por perforación esofágica o neumoperitoneo por perforación estomacal o intestinal”, señala el Dr. José Carlos Marín Gabriel.

“De hecho, cuando un paciente sufre una perforación, los síntomas, como dolor intenso, fiebre, dificultad para respirar, náuseas, vómitos o hinchazón, dependerán de la localización de dicho agujero”, destaca el especialista del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid.

“Aunque se trate de un problema de salud muy serio, estas perforaciones en el tubo digestivo pueden ser diagnosticadas y tratadas rápidamente en la mayoría de los casos con técnicas mínimamente invasivas”, subraya el también director científico del Instituto Clínico del Aparato digestivo (ICAdig).

Aún así, y a pesar de que las perforaciones gastrointestinales espontáneas o iatrogénicas (daño no intencionado) supongan un problema médico prácticamente irrelevante, los posibles agujeros generan gran inquietud en l@s pacientes.

“Por eso, los médicos y las médicas siempre les advertimos que existen dos complicaciones al realizar una endoscopia, sea diagnóstica o terapéutica: la hemorragia y la perforación, especialmente esta última, la más temible, como pueda suceder durante una polipectomía”.

“Y vaya por delante una verdad médica y tecnológica: las perforaciones endoscópicas gastrointestinales son muy, muy, muy infrecuentes; y, cuando se producen, la inmensa mayoría se resuelven in situ sin necesidad de pedir ayuda urgente al departamento amigo de Cirugía”, subraya el Dr. Marín Gabriel.

Perforaciones endoscópicas digestivas.
Paso de una guía a través del endoscopio para colocar un estent (endoprótesis) en el esófago con el objetivo de resolver definitivamente una perforación en esta parte del tracto digestivo tras una intervención quirúrgica laparoscópica. (Imágenes cedidas por el Dr. Marín Gabriel).

Doctor Marín, ¿cuáles son las causas habituales que originan una perforación en el tubo digestivo?

Las causas de una perforación gastrointestinal son variadas. Pueden producirse de forma espontánea debido a patologías inflamatorias intestinales, como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa, a otras inflamaciones, como la diverticulitis, y a úlceras gástricas no tratadas, incluso a un cáncer de colon.

También, una perforación puede deberse a un traumatismo abdominal o a la ingesta involuntaria de objetos cortantes, punzantes y productos corrosivos como la lejía.

Sin embargo, las perforaciones que nos ocupan hoy en este videoblog son las perforaciones que puedan ocurrir como resultado de las complicaciones durante los procedimientos endoscópicos.

Se denominan perforaciones iatrogénicas, y acontecen durante un estudio diagnóstico (con menor frecuencia), como una gastroscopia o una colonoscopia, y a nivel terapéutico, como una resección de pólipos (RME), la disección submucosa endoscópica (DSE) o la colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE).

Es importante destacar que las perforaciones son eventos excepcionales gracias a los avances en la tecnología endoscópica y a la mejora en las técnicas de los especialistas.

Este tipo de complicaciones se presentan en un porcentaje mínimo de los procedimientos, y su número varía según el tipo de procedimiento realizado, diagnóstico o terapéutico.

Además, en la mayoría de los casos, pueden resolverse sin cirugía abierta, lo que reduce la estancia hospitalaria y el tiempo de recuperación.

Perforaciones endoscópicas digestivas.
Perforación iatrogénica en el tubo digestivo durante una disección submucosa endoscópica (DSE).

Pero doctor, ¿de cuántas perforaciones endoscópicas estamos hablando?

En endoscopias diagnósticas, las perforaciones representan un caso por cada 10.000, menos del 0,01 % de los procedimientos; cifra que significa que son eventos extremadamente raros.

En el caso de una colonoscopia, por ejemplo, el riesgo de perforación es algo mayor, pero sigue siendo bajo, oscilando entre el 0,03 % y el 0,08 % (3-8 casos por cada 10.000 procedimientos).

Para que nos hagamos una idea, en un área sanitaria competencial con doscientos o trescientos mil habitantes se realizan entre 20.000 y 25.000 procedimientos endoscópicos digestivos. Es decir, entre 3 y 5 perforaciones cada año como muchísimo.

En los procedimientos terapéuticos, que implican intervenciones más avanzadas y complejas, se presenta un riesgo ligeramente mayor de perforaciones endoscópicas.

Como ejemplos, en la resección endoscópica mucosa (RME) y la disección submucosa endoscópica (DSE) el riesgo puede variar entre un mínimo de 1-2 % y un máximo de 10-15 % (media de casos en Europa).

Las perforaciones, por tanto, son más frecuentes si la lesión en el tubo digestivo es de gran tamaño o si la pared del intestino es más delgada (duodeno, ciego y colon ascendente).

En el caso de la CPRE (colangiopancreatografía retrógrada endoscópica), procedimiento más invasivo utilizado para tratar problemas en las vías biliares y el páncreas, la tasa de perforación se sitúa en torno al 0,6 %​.

Perforaciones endoscópicas digestivas.
El especialista en endoscopia digestiva toma una muestra de tejido en la pared mucosa del ciego, primera porción del intestino grueso o colon. En este caso, el departamento de anatomopatología recibirá una biopsia de un paciente con enfermedad de Crohn.

¿Y cuando se originan estas perforaciones endoscópicas, siempre habrá que recurrir a una cirugía urgente?

La cirugía no es la primera opción para tratar una perforación endoscópica. De hecho, en la mayoría de los casos, las perforaciones endoscópicas se cierran durante las mismas intervenciones con técnicas mínimamente invasivas.

El objetivo principal es sellar la perforación lo antes posible para evitar la filtración del contenido intestinal y prevenir infecciones graves.

Perforaciones endoscópicas digestivas.

Ilustración facilitada por el Dr. Joaquín Rodríguez Sánchez-Migallón, médico adjunto del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid y jefe del Servicio de Aparato Digestivo de Quirón Salud Ciudad Real (España).

La endoscopia ha experimentado grandes avances en las últimas décadas, lo que ha permitido reducir la frecuencia y gravedad de las perforaciones y mejorar su tratamiento cuando ocurren.

Entre los desarrollos más importantes está el uso de clips endoscópicos más sofisticados, que permiten cerrar perforaciones de manera más eficaz, incluso en defectos más grandes que antes requerían cirugía.

Clips endoscópicos o hemoclips: pequeñas “grapas” metálicas que se colocan sobre la perforación para cerrarla completamente.

Clips Over-The-Scope (OTS clips): dispositivos tipo clips que se usan en perforaciones más grandes. Se parecen a los cepos que se empleaban antiguamente en la caza mayor.

Suturas endoscópicas: permiten un cierre más fuerte y efectivo en lesiones más amplias. Existen diferentes sistemas como el OverStitch o el SutuArt.

Algunos de ellos, como X-Tack, funcionan al estilo que utilizan las manos de los cirujanos: el dispositivo colocado en el endoscopio sutura la zona de la perforación dando puntos con movimientos sincronizados.

El uso de dióxido de carbono (CO₂) en lugar de aire durante la endoscopia, ha sido un avance clave.

El CO₂ se absorbe más rápidamente por el organismo y reduce la distensión del tracto digestivo, lo que minimiza el riesgo de perforación y mejora la comodidad del paciente después del procedimiento.

Por ejemplo, ante una perforación abdominal el paciente no va a sufrir un cuadro tan intenso de dolor y si llega a padecer algo de dolor se le pasará con relativa facilidad.

Perforaciones endoscópicas digestivas.
Los muelles o estents endoscópicos digestivos recubiertos de material sólido de plástico especial o polímeros (estent esofágico en la parte superior de la fotografía y estent biliar en la parte inferior, tamaño de ambos comparado con una moneda de 20 céntimos de euro) sirven para taponar la perforación mientras cicatriza. Semanas después se retiran y el paciente regresa a su actividad normal.

Endoprótesis (estents) autoexpandibles: solución eficaz para perforaciones esofágicas y algunas perforaciones duodenales, evitando la necesidad de cirugía en la mayoría de los casos. Ayudan a mantener el área sellada mientras cicatriza la perforación​.

Otro gran avance ha sido la terapia de vacío endoscópica (TVE), que se utiliza en algunos casos para favorecer la cicatrización de perforaciones difíciles o más grandes. Este método usa un sistema de aspiración controlada que estimula el cierre de la lesión y la regeneración del tejido afectado.

Perforaciones endoscópicas digestivas.
Retirada de la Eso-esponga en un procedimiento de Vacío Endoscópico (TVE): la esponja, que mide 5,5 x 2,4 cm, readaptable, y se introduce habitualmente a través de las fosas nasales, aunque también por vía rectal, se coloca al final de una sonda alargada, que a su vez está conectada a un sistema de aspiración con el cual se formará tejido de granulación que cerrará el orificio.

Cuando las perforaciones endoscópicas se detectan y tratan de inmediato la recuperación del paciente es rápida y sin mayores complicaciones.

En casos donde el cierre endoscópico no es exitoso, o si el paciente presenta signos de infección grave, se puede requerir una cirugía abierta o cirugía laparoscópica. Hablamos de uno o dos pacientes cada año.

No obstante, la gran mayoría de perforaciones endoscópicas, sucedan durante una prueba diagnóstica o tras un procedimiento terapéutico, se pueden tratar sin necesidad de cirugía mayor.

Dr. Marín Gabriel, profundicemos en los factores de riesgo que favorezcan las perforaciones endoscópicas en el tubo digestivo

Cuando hablamos de factores de riesgo, no sólo debemos tener en cuenta el historial médico del paciente, sus enfermedades y tratamientos previos (cirugías abdominales, uso prolongado de corticosteroides) o el tipo de procedimiento endoscópico que estemos realizando.

También influyen las características del paciente: la edad avanzada y una pared del tubo digestivo más frágil y propensa a lesiones. De hecho, es importante conocer antecedentes de radioterapia en la zona abdominal o esofágica.

Obviamente, la experiencia clínica es un grado, como se suele decir, y es algo más frecuente que se produzcan complicaciones, sangrados o perforaciones, cuando el endoscopista está comenzando su carrera profesional. Sucede en todas las profesiones, sanitarias o no.

En las resecciones de pólipos en el colon, por ejemplo, el endoscopista debe estar atento, cuando extrae el tejido de la lesión, para que no aparezca el llamado “signo de la diana”.

Perforaciones endoscópicas digestivas.

Se trata de un área de la capa muscular que ha quedado adherida a la base en la que asentaba el pólipo. Es un indicador del resultado de la polipectomía: se ha cortado una parte de la pared muscular y se debe cerrar la zona seccionada. Habitualmente, se emplean clips para tratar ese defecto operativo.

Por tanto, el riesgo de perforaciones es menor en centros con equipos médicos altamente capacitados y familiarizados con las técnicas más avanzadas.

Esto refuerza la importancia de realizar estos procedimientos en hospitales y clínicas con un alto nivel de especialización en endoscopia​.

Perforaciones endoscópicas digestivas.
Colocación de un estent autoexpandible en el esófago.

Doctor, a modo de ejemplo, ¿cómo se maneja una perforación endoscópica en el esófago?

Las perforaciones esofágicas requieren un manejo específico y diferenciado debido a la anatomía y función del esófago.

A diferencia de otras perforaciones en el tracto digestivo, donde el contenido intestinal puede filtrarse a la cavidad abdominal, en el esófago una perforación puede llevar a complicaciones como mediastinitis (infección en la cavidad torácica) si no se maneja bien, a tiempo.

Por este motivo, la clave es un diagnóstico rápido y una intervención inmediata.

En la mayoría de los casos, las perforaciones esofágicas pueden cerrarse con técnicas endoscópicas, especialmente si se detectan en una fase temprana. Se pueden utilizar clips endoscópicos o suturas para cerrar el defecto.

Cuando la perforación es más grande o hay riesgo de fuga de líquidos, se puede optar por estents autoexpandibles, que permiten sellar la lesión y proteger la zona mientras cicatriza.

En casos más complejos, la terapia de vacío endoscópica (TVE) ha mostrado buenos resultados al facilitar la cicatrización.

Si la perforación no se detecta a tiempo o si el paciente presenta signos graves de infección, puede ser necesario un tratamiento quirúrgico.

Sin embargo, gracias a los avances en endoscopia terapéutica, cada vez menos pacientes con perforación esofágica necesitan cirugía.

Perforaciones endoscópicas digestivas.
Disección submucosa endoscópica (DSE) de tumor epidermoide esofágico: se produce una perforación puntiforme que se logra cerrar con hemoclips.

Doctor, ¿acaso una perforación puede pasar desapercibida por el endoscopista?

Cuando la perforación permite ver un orificio grande o estructuras fuera del tubo digestivo, como la grasa abdominal, no es posible que pase desapercibida.

Sin embargo, un defecto pequeño, como el que sucede cuando hay un daño mural discreto, como en el signo de la diana, requiere que el endoscopista revise muy bien la zona donde ha realizado una resección a la vez que la base del pólipo que recién extirpado.

Por otra parte, en ocasiones, las perforaciones endoscópicas no se ven durante el procedimiento y aparecen horas después.

Esto se debe a la quemadura que produce el dispositivo (asa de diatermia, endobisturí) que estemos empleando para realizar la resección en los planos profundos de la pared del tubo digestivo.

Aunque la quemadura no sea claramente visible, puede ir degradando dicha pared y provocar una perforación diferida, que tiene mucho peor arreglo. En realidad, la mayoría de ellas no tienen solución endoscópica.

Cuando tenemos una complicación de este tipo, una perforación diferida que se produce horas o días después de que al paciente se le haya practicado el procedimiento, ese paciente casi siempre va a ser quirúrgico.

Perforaciones endoscópicas digestivas.
Esfinterotomía endoscópica y limpieza instrumental de la vía biliar con balón de Fogarty. Extracción de litiasis.

Los síntomas de una perforación pueden variar dependiendo de su localización, pero en general, el signo más común es un dolor abdominal repentino e intenso que sucede tiempo después de que el paciente ha sido sometido a la endoscopia.

Para confirmar una perforación, la prueba de elección es la tomografía computarizada (TC), ya que permite detectar la presencia de aire o líquido fuera del tracto digestivo.

Por lo general, una perforación que se diagnostica más de 24 h después del procedimiento o cuando el paciente ya tiene síntomas de infección, no es susceptible de tratamiento endoscópico.

Si la fuga de contenido ha provocado una infección o absceso, puede ser necesario el drenaje percutáneo o una intervención quirúrgica.

En algunos casos y, aunque la perforación suceda tardíamente, se puede evitar la cirugía.

Perforaciones endoscópicas digestivas.
Divertículos en el colon.

¿Y l@s pacientes, doctor, pueden hacer algo para reducir el riesgo de perforaciones endoscópicas en su aparato digestivo?

Si bien las perforaciones endoscópicas no son eventos que el paciente pueda evitar directamente, hay ciertas medidas que pueden reducir el riesgo.

Lo más importante es elegir un centro médico con experiencia en endoscopia avanzada. Los hospitales y clínicas especializadas en endoscopia digestiva tienen equipos mejor preparados para prevenir y manejar complicaciones.

En el caso de la colonoscopia, una correcta limpieza del colon reduce el riesgo de perforación, ya que mejora la visibilidad para el especialista.

Además, si la hubiera, tener el colon limpio reduce el riesgo de complicaciones importantes como la peritonitis.

Tras el procedimiento, el paciente debe estar atento a cualquier síntoma anormal y reportarlo de inmediato​.

Por último, seguir las indicaciones médicas antes y después del procedimiento es fundamental.

Perforaciones endoscópicas digestivas.
Colocación de prótesis para solucionar una perforación.

En este sentido, ¿cómo es la recuperación del paciente tras sufrir una perforación endoscópica?

La recuperación de una perforación endoscópica depende de varios factores, incluyendo el tamaño de la lesión, su localización y el tipo de tratamiento empleado.

En casos donde la perforación es pequeña y se cierra con éxito durante la endoscopia, el paciente puede recibir el alta en menos de 24 horas y continuar su recuperación en casa con una dieta progresiva y un seguimiento médico adecuado.

Si la perforación es más grande o si hubo alguna complicación durante la intervención, la recuperación puede requerir unos días de hospitalización.

Durante este tiempo, se administran antibióticos para prevenir infecciones y se mantiene al paciente en ayuno o con nutrición parenteral hasta asegurarse de que la perforación ha cicatrizado correctamente.

En algunos casos, se realizan controles endoscópicos posteriores para verificar que el cierre de la perforación gastrointestinal ha sido exitoso.

Cuando el paciente recibe el alta, es importante que cumpla una serie de recomendaciones para evitar molestias o recaídas.

Se suele recomendar una dieta blanda durante varios días, evitar esfuerzos físicos intensos y estar atento a síntomas de alarma como fiebre, dolor intenso o vómitos persistentes.

En general, la mayoría de los pacientes con perforaciones tratadas endoscópicamente se recuperan completamente sin secuelas y pueden retomar su vida normal en muy poco tiempo​.

Perforaciones endoscópicas digestivas.

Por último, Dr. Marín Gabriel, ¿cuándo debe ir un paciente al hospital después de recibir el alta médica tras solucionarse una perforación?

Después de una endoscopia es normal sentir cierta molestia abdominal leve o hinchazón, especialmente si se ha utilizado aire o CO₂ para insuflar el tubo digestivo.

Sin embargo, hay ciertos síntomas que pueden indicar una complicación y que requieren atención médica inmediata:

Dolor abdominal intenso y persistente, que no mejora con el tiempo. Fiebre alta o escalofríos, que podrían indicar una infección. Náuseas o vómitos frecuentes, especialmente si hay sangre en el vómito.

Dificultad para respirar o dolor en el pecho, en casos de perforación esofágica. Sensación de hinchazón extrema y abdomen rígido, lo que puede indicar peritonitis.

Si se presenta alguno de estos síntomas, el paciente debe acudir de inmediato a un centro médico.

En muchos casos, una evaluación temprana permite actuar rápidamente y evitar complicaciones mayores.

Con todo, quiero subrayar que las perforaciones endoscópicas son poco frecuentes y, gracias a los avances en la endoscopia terapéutica, la gran mayoría se pueden manejar sin cirugía.

Sin olvidar que es trascendental que los pacientes estén bien informados, sigan las recomendaciones médicas y consulten con su especialista ante cualquier síntoma preocupante.

En el próximo videoblog de Aparato Digestivo hablaremos con el Dr. Marín sobre la microbiota intestinal, dos kilogramos de bacterias, fundamentalmente, virus y hongos que viven de forma permanente en el interior de nuestro tubo digestivo; un conjunto de microorganismos que desempeñan un papel deteterminante tanto en el proceso final de la digestión como en el sistema inmunitario.

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Ciencia y Salud

El tratamiento para los infartos no ayuda a todos los pacientes y perjudica a las mujeres

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Insuficiencia cardíaca enfermedades

‘Reboot’, coordinado por el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) en colaboración con el Instituto Mario Negri de Milán (Italia), se puso en marcha hace cinco años.

Su objetivo: determinar si los betabloqueantes prescritos de por vida eran necesarios para los tratamientos de infartos en los que no había disminuido la contracción del corazón (infartos no complicados).

Aunque el tratamiento consigue reducir la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la contractilidad para mejorar el flujo de sangre a las arterias, presenta efectos secundarios como fatiga, astenia o disfunción sexual.

Los autores del ensayo, en el que participaron más de 8.500 pacientes de 109 hospitales de España e Italia, han publicado los resultados en las revistas ‘The New England Journal of Medicine’ y ‘The Lancet’.

Además, fueron presentados el pasado fin de semana en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología celebrado en Madrid.

Un estudio que cambiará los tratamientos de los infartos

Divididos en dos grupos aleatorios, tras el alta hospitalaria, los participantes del ensayo recibieron (o no) betabloqueantes.

Tras una media de seguimiento de cuatro años, los investigadores no encontraron diferencias significativas en las tasas de mortalidad, reinfarto o ingreso por insuficiencia cardiaca entre los que habían tomado los fármacos y los que no.

Reboot va a cambiar el tratamiento en estos casos en todo el mundo, ya que hasta ahora más de un 80 % de los pacientes con este tipo de infarto no complicado son dados de alta con tratamiento con betabloqueantes”, asegura Borja Ibáñez, investigador principal del estudio, director científico del CNIC y jefe de grupo en el CIBER de enfermedades cardiovasculares (CIBERCV).

Fibrilación auricular corazón
EFE/Alejandro Prieto

Además, en un metaanálisis con otros ensayos más pequeños, confirmaron que los betabloqueantes solo reducen significativamente el riesgo de muerte, infarto recurrente o insuficiencia cardíaca en los pacientes que tras un infarto presentan una función contráctil cardíaca moderadamente reducida.

Cada año, más de 2 millones de personas sufren un infarto en Europa, unos 70.000 en España. Hasta ahora, más del 80 % de los pacientes recibían el alta con un tratamiento con betabloqueantes, una práctica que este ensayo pone en cuestión.

Diferencias entre sexos: más riesgo de mortalidad en mujeres

Reboot también ha revelado notables diferencias entre sexos: mientras que los hombres no experimentaron ningún beneficio ni riesgo al ser tratados con betabloqueantes, las mujeres que tomaron estos fármacos tuvieron un aumento significativo del riesgo de muerte, reinfarto u hospitalización por insuficiencia cardíaca, en comparación con las mujeres que no los tomaban.

Además, las mujeres tratadas con betabloqueantes tenían un riesgo absoluto de mortalidad un 2,7 % mayor que las que no fueron tratadas con betabloqueantes durante los 3,7 años de seguimiento.

Otro hallazgo importante del ensayo Reboot es que las mujeres que presentaban infarto tenían un perfil cardiovascular peor.

Eran mayores, tenían más comorbilidades (incluida una mayor prevalencia de hipertensión, diabetes y dislipidemia) y sufrían con mayor frecuencia infartos sin obstrucción de las arterias coronarias (6 % frente al 2 % en los hombres).

Mujeres soledad jóvenes
EFE/ Paco Campos

Cabe destacar que, en general, las mujeres tenían un pronóstico significativamente peor que los hombres (la mortalidad a lo largo del estudio fue del 4,3 % en las mujeres frente al 3,6 % en los hombres).

Xavier Rosselló, científico del CNIC, cardiólogo del Hospital Universitario Son Espases de Mallorca y uno de los responsables del ensayo, afirma al respecto: “En muchos casos, recetar betabloqueantes a mujeres tras un infarto sin complicaciones puede ser más perjudicial que beneficioso”.

“Los médicos deben sopesar cuidadosamente los riesgos y los beneficios, y considerar ajustes de dosis o terapias alternativas al tratar a pacientes mujeres”, añade.

Valentín Fuster, director general del CNIC, presidente del Mount Sinai Fuster Heart Hospital subraya en esta línea: “Este estudio contribuye significativamente a este conocimiento al demostrar que la respuesta a los medicamentos no es necesariamente igual en mujeres y hombres. Debería impulsar el tan necesario enfoque específico por sexo para las enfermedades cardiovasculares”.

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Cuatro nutrientes esenciales en tu alimentación para facilitar un buen descanso

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Alimentación y descanso

El triptófano, la vitamina B6, el magnesio o los ácidos grasos omega-3 son nutrientes necesarios en la alimentación: regulan neurotransmisores y hormonas fundamentales para el sueño, y por tanto, para las horas de descanso.

Tal y como advierten los expertos de Cigna Healthcare, descansar mal también puede aumentar la probabilidad de sufrir enfermedades cardiovasculares y metabólicas, alteraciones emocionales, estrés y ansiedad. Por ello, una adecuada alimentación y un correcto descanso son claves para mantener la salud física y mental.

Algunos nutrientes favorecen la síntesis de serotonina, que interviene en la regulación del estado de ánimo y es precursora de la melatonina, la hormona responsable de sincronizar el ritmo circadiano y facilita la conciliación del sueño. 

El informe Cigna International Health Study indica que un 55% de los españoles sufre interrupciones frecuentes durante el sueño, lo que conlleva a tener un descanso insuficiente y un mayor riesgo de trastornos del sueño, como el insomnio. 

De hecho, un 10% de la población padece insomnio crónico, según estima la Real Academia Nacional de Medicina de España. 

Alimentos para ayudar a un correcto descanso

Los expertos de Cigna Healthcare recomiendan incorporar los siguientes nutrientes en nuestra alimentación diaria para ayudar al organismo a regular el sueño y tener un descanso efectivo:

  • Triptófano: Es un aminoácido esencial, el organismo no puede producirlo por sí mismo y se adquiere a través de la alimentación. Participa en la síntesis de serotonina, que a su vez se transforma en melatonina. Está presente en alimentos como el pavo, el pollo, huevos, lácteos, plátanos y frutos secos. 
  • Vitamina B6: Ayuda a convertir el triptófano en serotonina y contribuye al correcto funcionamiento del sistema nervioso. Se encuentra en alimentos como legumbres, pescados, plátanos y patatas. 
EFE/Paco Torrente
  • Magnesio: Es un mineral fundamental para el sistema nervioso porque ayuda a reducir la excitabilidad neuronal y promueve la relajación muscular, funciones que facilitan la conciliación y la calidad del sueño. Abunda en verduras de hoja verde, frutos secos, semillas y cereales integrales. 
  • Ácidos grasos omega-3. Contribuyen a regular procesos inflamatorios que pueden afectar al sueño. Su consumo se asocia con la reducción de la ansiedad y la mejora del descanso. Están presentes en pescados grasos como el salmón, la caballa y las sardinas, y semillas de lino y nueces.
EPA/Matt Writtle UK AND IRELAND OUT

La crononutrición: alimentación pensando en el descanso

La Doctora Daniela Silva, especialista en Medicina Interna y E-Health Medical Manager de Cigna Healthcare España, explica que hay otros factores externos “que pueden alterar los mecanismos hormonales implicados en el descanso”:

  • Contaminación lumínica
  • Exceso de ruido
  • Temperatura

Sin embargo, puntualiza que “la nutrición también es clave, y debemos considerar tanto la calidad de lo que consumimos como el momento en el que lo hacemos”.

“La crononutrición es un enfoque multidisciplinario de la nutrición que estudia el impacto de la ingesta de alimentos en la salud y el horario de las comidas”, explica la experta. 

Silva recomienda planificar las comidas, ya que el ritmo circadiano “determina el momento más eficiente para la digestión y el metabolismo de alimentos”. Si consumimos alimentos fuera de estos horarios, podemos tener una mala digestión y causar un mal descanso.

“Por este motivo, -recomienda- debemos evitar la ingesta de alimentos durante las dos horas previas a acostarnos”. 

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Hacerte un maratón de series puede afectar a tu memoria y atención

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Maratón de series

Expertos de la Universidad Oberta de Catalunya (UOC) nos explican dos fenómenos que surgen cuando haces maratón de series, “memoria de pez” y “efecto túnel”, y advierten de sus consecuencias cognitivas y culturales. 

“Memoria de pez”: memoria saturada

El fenómeno “memoria de pez” hace referencia a no recordar nada cuando empieza una nueva temporada de la serie. Esto se produce por el “consumo en maratón” o ver muchos capítulos en poco tiempo.

Elena Neira, profesora colaboradora de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC e investigadora en distribución de contenidos audiovisuales en plataformas de streaming, explica que “ver muchos capítulos de golpe influye sobre dos procesos básicos sobre los que se construyen nuestros recuerdos”:

  • Los procesos de codificación de la memoria de nuestro cerebro. Afecta al poder almacenar la información y poder acceder a ella más tarde.
  • El proceso de enlazar la nueva información con lo que ya está presente en nuestra memoria, ya que  “comentar la serie reflexionar sobre ella mientras esperas la siguiente entrega, leer artículos… Todas estas actividades contribuyen a cimentar la memoria a largo plazo sobre bases más sólidas porque las conexiones entre esos estímulos recién recibidos y el backup de tu cerebro son más fuertes”.

Sin embargo, este olvido no es casual, según confirma Juan Luis García Fernández, profesor de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC: “No es que tengamos mala memoria, sino que estamos saturando el cerebro con demasiada información, sin darle tiempo a procesarla bien”. 

“Para que algo se nos quede en la memoria a largo plazo, necesitamos prestarle atención, entenderlo, relacionarlo con otras cosas de nuestra vida y vincularlo con aspectos emocionales”, añade el experto.

EFE/Erik S. Lesser

Efecto túnel: cuando el algoritmo piensa por ti

El otro fenómeno es el “efecto túnel”: consumir siempre el mismo tipo de contenido a pesar de contar con un gran catálogo para elegir. 

Esto se debe al algoritmo de las plataformas. “La personalización algorítmica no deja de ser un filtro que hace predicciones sobre lo que cree que va a gustar”, sostiene Neira. 

El cerebro sigue la tendencia de repetir patrones que ya han funcionado. “Buscamos ver cosas que nos gusten, y qué mejor manera que cosas parecidas a las que nos han gustado”, explica García Fernández. 

Los algoritmos refuerzan este efecto al ofrecernos títulos similares a los que ya nos gustaron, lo que activa la dopamina (asociada al placer y a la motivación) y centra nuestra atención solo en lo familiar. 

Todo esto genera esa especie de “visión de túnel, donde solo vemos una parte del catálogo, la que el algoritmo nos sugiere, pero también la que más encaja con nuestros gustos”, concluye el experto. 

Según García Fernández hay dos tipos de atención:

  • La dirigida por los algoritmos (bottom-up). Al buscar contenido, algo ‘resalta’ por encima de lo demás, ya sea porque hemos visto esa serie promocionada o porque el título o el cartel nos puedan gustar, y es entonces cuando elegimos verlo. 
  • La voluntaria (top-down). Requiere esfuerzo y se activa cuando decidimos buscar algo nuevo, explorar el catálogo y comparar opciones.

Consecuencias de ver siempre lo mismo y cómo elegir mejor

Ver contenido similar puede limitar la plasticidad cerebral. “Si todo lo que vemos es predecible, la adaptación a nuevos retos y aprendizajes se reduce”, explica el experto. 

Sin embargo, consumir series fuera de la zona de confort, añade, “permite activar regiones frontales relacionadas con el pensamiento crítico, el aprendizaje de nuevas informaciones, e incluso potenciar nuestra reserva cognitiva”. 

La profesora de la UOC señala que la competencia entre plataformas ha multiplicado la oferta, pero no ha mejorado las decisiones de consumo. Estas aplicaciones saben que el mejor usuario es el que consume mucho contenido, lo que hace más difícil captar la atención, por ello diseñan sus catálogos para engancharlo. 

Por último, en cuanto a la calidad de contenido, ésta no ha disminuido, pero la experta sí remarca la existencia de una “mayor proliferación de series de tramas menos complejas”.

Ambos expertos coinciden en un punto clave: es necesario recuperar el control. Espaciar el tiempo frente a la pantalla, elegir con criterio, salirse de las recomendaciones automáticas y comentar lo visto enriquece la experiencia y protege la salud cognitiva.

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