Ciencia y Salud
El silencio de las víctimas de ciberbullying
El 55,1 % de las víctimas de ciberbullying niega habérselo contado a alguien, es decir, más de la mitad de las víctimas guarda silencio ante esta situación.
Esta cifra es mayor en comparación con el acoso escolar presencial donde el 38 % de las víctimas no lo explican.
En aquellos casos en que las cibervíctimas si se lo han comunicado a alguien, los amigos (78,1 %), la madre (68,7 %) y el padre (58 %) son las principales figuras a las que recurren para contar su experiencia.
Estos son algunos datos que recoge el I Estudio sobre el acoso escolar y el ciberacoso en la infancia y adolescencia en España, llevada a cabo por la Unidad de Psicología Preventiva de la Universidad Complutense y la Fundación Colacao.
En el marco del Día Internacional contra la violencia y el acoso en la escuela, incluido el ciberacoso, se presentó la semana pasada esta investigación realizada en 2023 con la participación de 15 Consejerías de Educación de las Comunidades Autónomas y con la participación de 20.662 estudiantes, desde 4º de primaria hasta 4º de secundaria, de 325 centros educativos de las 17 Comunidades Autónomas.
1 de cada 4 ciberacosadores reconocen haber intentado quitarse la vida alguna vez
La investigación pone de manifiesto la relación entre vivir un proceso de ciberbullying con la salud mental, y en concreto con la ideación suicida.
Los problemas de salud mental pueden incrementar el riesgo de ser elegido víctima y también ser una consecuencia del acoso o ciberacoso sufrido.
En este aspecto, los resultados muestran que la exposición a la violencia, ya sea presencial o virtual, incrementa el riesgo de emplear la violencia contra uno mismo.
En el caso del ciberacoso, 1 de cada 4 ciberacosadores reconocen haber intentado quitarse la vida alguna vez (un 24,9 %), y en el caso de las cibervíctimas 1 de cada 5 (un 21,1 %).
La doctora María José Díaz-Aguado, directora de la investigación y de la Unidad de Psicología Preventiva de la Universidad Complutense de Madrid, explica que los programas contra el acoso escolar deben prevenir también su actual extensión a través de dispositivos digitales.
“Los dispositivos digitales, que aumentan su gravedad al hacer que las víctimas lo sufran de forma permanente y sin poder encontrar un lugar seguro que lo detenga, inhibe la empatía de quienes lo ejercen y potencian un anonimato e impunidad de graves consecuencias. Escuelas y familias deben cooperar estrechamente en la lucha contra estas dos formas de acoso y necesitan la colaboración del resto de la sociedad”, indica la especialista.
Situaciones del ciberacoso
Entre las situaciones más comunes de ciberacoso que se reconoce haber vivido, de forma repetida en
los dos últimos meses son de tipo verbal y relacional.
Entre ellas se encuentran contar mentiras para causar rechazo entre los demás (5,4 %), hablar mal del aspecto físico para herir los sentimientos (4,5 %), llamar por motes, burlarse o ridiculizar (4,2 %) e ignorar a propósito, excluyéndole del grupo (3,5 %).
Se trata también de las situaciones más frecuentes en el acoso escolar presencial, con porcentajes más elevados que con TIC, Tecnologías de Información y Comunicación.
Por otro lado, teniendo en cuenta las formas específicas de ciberbullying que se pueden ejercer a través de dispositivos digitales y móviles, incluyendo los que reconocen haberlas sufrido alguna vez, las situaciones más preocupantes son:
- Enviar o publicar fotos o vídeos sin permiso o para hacer daño (8 %)
- Llamar de forma anónima para amenazar o dar miedo (6,7 %)
- Coger el móvil y enviar fotos, vídeos o mensajes malos para meterte en problemas (6 %)
- Piratear tu cuenta para hacerse pasar por ti (4,7 %)
- Crear un perfil falso con datos personales para hacer daño (4,2 %).
Diferencias según el género
El 10,3 % de los jóvenes con acceso a internet sin supervisión adulta reportaron haber sufrido durante los dos últimos meses y de forma repetida alguna situación de ciberviolencia llevada a cabo por chicos o chicas de su edad, con una mayor incidencia en ellas (12,7 %) que en ellos (8,7 %).
Al segmentar este resultado en función de la etapa educativa, se diferencia que, el 9,1 % del alumnado de 5º y 6º de primaria; y el 11,4 % del alumnado de secundaria han sufrido varias situaciones de ciberbullying durante los dos últimos meses.
Por otra parte, en cuanto a quiénes realizaron ciberacoso, los chicos (5 %) reconocen participar en situaciones de ciberacoso con mayor frecuencia que las chicas (3,6 %).
A nivel del total del alumnado de 5º de primaria a 4º de secundaria, el 4,4 % reconoce haber participado, en los dos últimos meses, en alguna situación de ciberacoso con una frecuencia de mínimo 2 o 3 veces al mes.
De acuerdo con estas cifras significa que hay un ciberacosador por aula (estimando 28 alumnos por aula), y 134.448 alumnos de estas etapas educativas que reconocen haber ejercido este tipo de violencia con la periodicidad mencionada.
Factores de protección del ciberbullying
Las estrategias para proteger a los estudiantes del ciberacoso incluyen la educación sobre los riesgos de las TIC, saber dónde encontrar ayuda y fomentar la comunicación con padres y profesores.
El 85,2 % de los estudiantes recuerda haber recibido formación en su centro educativo sobre los riesgos de internet y redes sociales, lo que reduce significativamente el riesgo de acoso.
Además, el 69,4 % de los estudiantes saben dónde pedir ayuda.
En cuanto a hablar con la familia sobre sus actividades en el entorno digital, sólo el 20,7 % de la muestra lo hace de manera habitual.
Asimismo, se observa que los estudiantes que no participan en el acoso escolar o que son víctimas de él reciben un mayor apoyo familiar y tienen una mejor calidad educativa en comparación con quienes ejercen el acoso.
Este apoyo familiar contribuye al desarrollo de la empatía y a la capacidad de resolver conflictos sin recurrir a la violencia.
La seguridad de un buen apoyo familiar puede disminuir la percepción de vulnerabilidad en los estudiantes, reduciendo así el riesgo de ser víctima de acoso escolar o ciberacoso.
Esta seguridad ayuda también a que las víctimas pidan ayuda desde el principio, facilitando con ello la intervención temprana y la prevención del agravamiento del acoso.
Por tanto, es esencial involucrar a las familias en la prevención del acoso escolar y el ciberacoso, ya que su participación es crucial para erradicar estos problemas.
Decálogo para avanzar en la erradicación del acoso escolar y el ciberacoso
El estudio de la Universidad Complutense de Madrid ofrece diez principios básicos para hacer frente a esta situación:
- Adoptar una perspectiva proactiva, que se anticipe al acoso y al ciberbullying antes de que se produzcan, para prevenirlos.
- Enseñar a rechazar el acoso escolar y el ciberbullying como dos graves amenazas a los derechos humanos, desarrollando el compromiso de intervenir para detenerlos desde la primera señal.
- Adoptar una perspectiva de género, que ayude a construir una identidad basada en la igualdad y el respeto mutuo.
- Desarrollar las competencias socioemocionales en todo el alumnado, con las que afrontar el estrés sin recurrir a la violencia ni utilizarla contra uno/a mismo/a.
- Favorecer la inclusión de todo el alumnado en su grupo de clase y ayudar a construir simultáneamente la igualdad y el respeto a la diferencia.
- Desarrollar la autoridad de referencia del profesorado para que pueda favorecer el empoderamiento y el sentido de pertenencia al centro escolar de todo el alumnado.
- Ayudar a las víctimas a paliar el daño originado por el acoso escolar y el ciberacoso.
- Corregir la conducta de quienes ejercen acoso escolar o ciberacoso.
- Promover la colaboración de las escuelas con las familias, para que puedan transmitir su claro rechazo al acoso escolar y al cibreacoso, ayudar a quienes los han sufrido y corregir a quienes los ejercen.
- Desarrollar la colaboración de las escuelas con el resto de la sociedad.
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Ciencia y Salud
Fumar y cáncer de vejiga, con datos y razones
“Y a nivel general en España, el hábito tabáquico es el responsable de un 40 ó 50 % de todas las neoplasias vesicales o tumores malignos en la vejiga, aquellos cánceres que se desarrollan en el epitelio interior del tracto urinario”, informa la jefa de Urología del HUFJD.
“El cáncer de vejiga, quebradero de cabeza en urología, no es un cáncer muy conocido por la mayoría de la población; y sin embargo es un tumor mucho más frecuente de lo que a veces nos transmiten las estadísticas o los medios de comunicación”, añade.
La vejiga, que tiene forma de globo y se aloja en la parte inferior del abdomen, es un músculo detrusor, liso membranoso, que se hincha o desinfla en función del contenido de orina procedente de lo riñones.
La vejiga almacena alrededor de 500 mililitros de orina en el caso de las mujeres y de 700 ml en los hombres. Las personas producen entre un 1,5 y 1,7 litros de orina cada día.
La función de la vejiga es dinámica: los músculos esfínteres se abren y cierran para vaciar o retener el paso de la orina hacia la uretra, conexión corporal con el exterior.
“Su pared muscular permite a la vejiga adecuarse y agrandarse para almacenar la orina, y contraerse para vaciar la orina, producto final del todo el metabolismo celular“, subraya la Dra. González Enguita.
Más de 60 productos carcinógenos contenidos en los cigarrillos son absorbidos y eliminados por la orina afectando en gran medida a las células de la pared de nuestra vía urinaria.
El cáncer de vejiga se presenta cuando las células de esta pared urotelial comienzan a multiplicarse de forma descontrolada.
Más del 90 % de los cánceres de vejiga que se diagnostican son carcinomas uroteliales, de células de transición (CCT) puros o CCT mezclados con otros tipos histológicos, habitualmente, carcinomas de células escamosas (CCE), adenocarcinomas o de ambas tipologías.
Otro 3 ó 4 % de los casos son CCE puros, que afectan con más del doble de probabilidad a las mujeres.
Frente al cáncer de vejiga, MPOWER
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha impulsado desde los inicios del siglo XXI políticas preventivas para el control del tabaquismo (CMCT) y una estrategia denomina «MPOWER» que se define con seis medidas de acción frente al hábito tabáquico:
- Vigilar el consumo de tabaco y las medidas de prevención.
- Proteger a la población del humo de tabaco.
- Ofrecer ayuda para el abandono del tabaco.
- Advertir de los peligros del tabaco.
- Hacer cumplir las prohibiciones sobre publicidad, promoción y patrocinio del tabaco.
- Aumentar los impuestos al tabaco.
En España, en 2005, se estableció la norma de Medidas Sanitarias frente al tabaquismo y reguladora de la venta, el suministro, el consumo y la publicidad de los productos del tabaco, lo que restringía el consumo de tabaco en todos los centros de trabajo y otros lugares públicos.
Supuso un avance considerable en el control del tabaco y tuvo un impacto positivo en la salud pública.
En 2011 entró en vigor la Ley Antitabaco, por la cual se vetó también el consumo tabáquico en los locales de ocio cerrados, incluyendo los espacios dedicados a la hostelería (restaurantes, bares, discotecas, bingos y casinos), sin distinción entre espacios de fumadores y libres de humo.
Quedaba prohibido, además, fumar a las puertas de hospitales, colegios y zonas o parques de recreo.
En abril de este año se aprobó el Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2024-2027 con el fin de reducir la mortalidad, la enfermedad y la discapacidad por tabaquismo,
El objetivo se centra en reducir el consumo de tabaco hasta lograr una generación libre de humo tabáquico.
“Aún así, y sin menospreciar los resultados positivos en cuanto a las cifras de cáncer de pulmón y otras enfermedades relacionadas con el tabaco, los datos no son tan concluyentes como esperábamos en la incidencia y prevalencia en cáncer de vejiga”, señala la uróloga.
“Quizá no hemos dejado de fumar con la relevancia que se presumía o no ha pasado el tiempo suficiente, tras el abandono tabáquico, como para haber conseguido disminuir los índices del riesgo”, añade.
Más datos esclarecedores en cáncer de vejiga
El cáncer de vejiga es un tumor característico en países desarrollados e industrializados. La incidencia es tres veces mayor en países de altos recursos comparado con los que tiene escasos o bajos recursos.
Donde más incidencia se observa es en América del Norte, Europa y oeste de Asia.
El cáncer de vejiga ocupa el noveno puesto en cuanto al número de diagnósticos de cáncer a nivel mundial y suele ser la 13ª causa de muerte por cáncer cada año.
En España, se posiciona como el quinto tumor más frecuente en ambos sexos, siendo mucho más frecuente en hombres, con una proporción de tres casos por cada uno de la mujer; aunque será más agresivo en ellas cuando se presenta.
Además, es la séptima causa de fallecimiento en varones.
La disminución del riesgo en exfumadores demuestra la importancia de abandonar el hábito tabáquico para reducir las posibilidades de desarrollar esta neoplasia mortal.
Las personas fumadoras tienen un riesgo 3,47 superior de padecer cáncer de vejiga en comparación con las que nunca fumaron. El riesgo de los exfumadores es el doble respecto a las personas que no fuman.
El riesgo aumenta con la edad, más acentuadamente a partir de los 50 años. La media de edad al diagnóstico se encuentra en torno a los 70 años.
Con todo, sólo conocemos una pequeña parte de las causas que generan este tipo de cáncer.
“En la comunidad científica existe desde hace muchos años alta preocupación ante el desconocimiento de otros factores de riesgo”, dice la Dra. González Enguita.
“De hecho, no podemos identificar a tiempo los síntomas de alerta y no conseguimos un diagnóstico precoz, algo fundamental para un buen pronóstico y lograr, incluso, la curación del paciente”, resalta.
La literatura científica reporta otros factores de riesgo que podrían estar relacionados con el cáncer de vejiga, si bien se consideran poco habituales y/o poco frecuentes en nuestro medio.
Se estima que un porcentaje de estos tumores podrían deberse al hecho de que el individuo sea portador de serotipos de alto riesgo del virus del papiloma humano (VPH).
La presencia de un genotipo de acetilación lenta de aminas aromáticas (NAT2) se ha asociado a un mayor riesgo de cáncer de vejiga, de tal manera que estos pacientes podrían ser más vulnerables al cáncer de vejiga.
Por lo tanto, el desarrollo de cáncer de vejiga no depende solo de la exposición a carcinógenos, sino también de la susceptibilidad individual a los mismos.
La exposición a radioterapia (RADT) de la pelvis durante el tratamiento de otros cánceres próximos a la vejiga (cérvix, útero, linfoma no Hodgkin, testículo y cáncer de próstata) pueden desarrollar cáncer de vejiga pasados diez años, especialmente si el paciente es de edad avanzada.
La exposición a fármacos como la ciclofosfamida (quimioterapia).
La inflamación vesical crónica por distintos motivos (sondaje, litiasis, vejiga neurógena, enfermedades de transmisión sexual, etc.) se relaciona con un mayor riesgo de cáncer de vejiga comparado con el resto de la población.
Cáncer de vejiga derivado de la esquistosomiasis, infección parasitaria más frecuente después del paludismo, producida por gusanos platelmintos, que tiene mayor incidencia en ciertas regiones de América Latina y África.
La presencia de antecedentes familiares de cáncer de vejiga aumente el riesgo de desarrollar la enfermedad en otros miembros de la misma familia, aunque el diagnóstico en pacientes menores de 60 años debería considerarse con especial atención.
El cáncer de vejiga como enfermedad laboral
Fue en el siglo XIX cuando se estableció por primera vez la relación entre el cáncer vesical y ciertas sustancias químicas de las que se rodeaban algunas profesiones.
Se trata de sustancias químicas de uso industrial, como el alquitrán, ciertos metales (aluminio), colorantes, tintes, pinturas, gomas, cuero, caucho, etc., pero también el humo y el hollín.
Hablamos de trabajadores industriales, mineros, pintores, maquinistas… Incluso profesionales de la peluquería.
Un estudio señala que una exposición importante al riesgo podría incrementar hasta doscientas veces el riesgo de muerte por cáncer, entre ellos los de vejiga.
El riesgo de muerte por cáncer de vejiga parece permanecer elevado durante más de 30 años desde el cese de la exposición laboral.
Ya en la Inglaterra de los siglos XVII y XVIII se había detectado que muchos de estos trabajadores presentaban úlceras en los testículos, que resultó ser cáncer de escroto.
Era común ver a niños y adolescentes limpiando chimeneas: su tamaño facilitaba el acceso y realizaban parte de sus tareas semidesnudos para evitar quedarse enganchados por la ropa en el interior del estrecho conducto.
Numerosos estudios posteriores demostraron que además del cáncer de escroto, los deshollinadores presentaban mayor riesgo de otros cánceres, como pulmón, esófago y vejiga.
Síntomas y diagnóstico del cáncer de vejiga
“Desgraciadamente, no disponemos de estudios de imagen o marcadores tumorales para poder adelantarnos a lo que pueda estar pasando en la vejiga”, dice la Dra. Carmen González Enguita, uróloga y cirujana.
Quizá, en aquellas personas con mayor riesgo, como las que fuman, cualquier alerta miccional debe llevarles inmediatamente a la consulta del especialista.
“Muchas veces digo que el problema en la vejiga se manifiesta por un susto, dado que, repentinamente, el paciente comienza a orinar de color rojizo, es decir, orina con fluido sanguíneo”, comenta.
Y curiosamente, esta orina sanguinolenta, incluso con coágulos, no les lleva al médico, sino a callarse por miedo.
“Silencio de días y días que muchas veces retrasa el diagnóstico. A veces, vemos tumores muy avanzados porque el paciente ocultó, sin decírselo a nadie, este episodio de hematuria“, descifra.
Tanto es así que, en ocasiones, las personas con las que convive en su hogar, pareja o familia, descubren manchas oscuras, restos, en el inodoro… Y saltan las alarmas.
Si la micción se acompaña de coágulos puede ser dificultosa y dolorosa, con posibilidad de interrupción; en ocasiones imposible, situación que le conducirá a Urgencias hospitalarias.
Puntualmente, el estudio urológico del paciente comenzará ante síntomas irritativos al orinar: escozor, ardor, aumento de la frecuencia y urgencia miccional.
De forma extraordinaria, el cáncer de vejiga se identificará por la determinación de hematuria microscópica en un análisis de orina. Este tipo de estudio se lleva a cabo en personas de riesgo conocido, como fumadores y fumadoras.
Después de una entrevista con el paciente y tras realizar una correcta historia clínica (anamnesis), se requiere la información de una ecografía abdominal, que incluya riñones y vejiga, y de una cistoscopia para visualizar un posible crecimiento anómalo en la pared vesical que pueda estar ocupando el interior de la bolsa urinaria.
La cistoscopia es un procedimiento de visualización directa del interior de la vejiga a través de un cistoscopio de longitud adecuada (instrumento flexible, delgado, en forma de tubo), para recorrer la uretra y alcanzar la vejiga.
Este dispositivo se acompaña de luz y flujo de agua (suero fisiológico) que va abriendo los espacios que recorre. En el extremo final también lleva una cámara de televisión. Las imágenes se observan en una pantalla.
El diagnóstico del cáncer de vejiga se complementa con analíticas de sangre y orina, aunque no existen marcadores tumorales identificables a día de hoy.
La citología de orina es un estudio microscópico que realiza el patólogo (citopatólogo). Examina las células de la muestra de orina buscando anomalías con el fin de detectar células precancerosas o cancerosas.
Algunos estudios moleculares en orina aportan información sobre casos con sospecha de tumor de urotelio no identificado o intentan resolver datos con significado incierto de la citología de orina.
Del diagnóstico al tratamiento de la neoplasia vesical
Con toda la información disponible, el paciente se somete a una exploración bajo anestesia (EBA) en el quirófano, es decir, a una exploración endoscópica de la vejiga para la realización de una RTU (resección transuretral) del tumor.
Este procedimiento tiene la doble función: diagnóstico (las muestras de la resección se envian a anatomopatología para su estudio miscroscópico) y tratamiento, puesto que la uróloga extirpa el crecimiento tumoral que ha surgido anómalamente en la pared de la vejiga.
Tras la resección, en las horas posteriores a la intervención, y según las características macroscópicas del tumor, se procede a la instilacion endovesical, gota a gota, de un fármaco quimioterápico (mitomicina C/epirubicina/otros farmacos). Es la denominada Instilacion Endovesical Postquirúrgica.
“Es muy importante realizar una correcta y radical RTU-V (Resección Transuretral de Vejiga): no podemos dejarnos nada de la enfermedad en el grosor de la pared vesical sin resecar. Una insuficiente ejecución quirúrgica puede ser motivo de que el resto del tumor no extirpado siga creciendo”, subraya la cirujana.
“En ocasiones es necesario realizar una RTU en dos tiempos. Son casos de tumores grandes o que presentan dificultades que impiden abordarlo en su totalidad en una sola cirugía”, completa.
El tumor de vejiga es una enfermedad que obliga al paciente y al uróloga a desarrollar un seguimiento riguroso, disciplinado y muy cercano durante muchos años.
Características anatomopatológicas y extensión del tumor
El diagnóstico anatamopatológico del tipo de tumor identificado, así como la extensión del mismo van a ser determinante para saber cómo proceder a continuación, establecer el seguimiento, indicar otros tratamientos adyuvantes (complementarios y preventivos) y establecer un pronóstico evolutivo.
Con otras palabras, el grado y el estadio en el momento del diagnóstico del cancer de vejiga, y en cada momento de la enfermedad, tienen consecuencias pronósticas y terapéuticas de gran importancia.
El pronóstico de l@s pacientes y la elección de los tratamientos dependen de la malignidad y el grado o estadio del tumor.
Los tipos histológicos de células no transicionales son más agresivos y tienen un comportamiento muy maligno. Son menos receptivos a los tratamientos farmacológicos adyuvantes.
Según la extensión de la pared vesical afectada se identifican dos grandes grupos de cánceres de vejiga:
CVNMI (carcinomas de vejiga no músculo infiltrantes): estarán afectadas exclusivamente las zonas más superficiales de la pared vesical
CVMI (carcinomas de vejiga músculo infiltrantes): habrán invadido la pared vesical en profundidad.
Los CVNMI completarán su tratamiento con un programa de medicación intravesical (instilaciones) con determinados fármacos de quimiterapia (QMT) o inmunoterapia.
Los CVMI precisarán de tratamientos radicales: los pacientes tendrán que someterse a la extirpación de la vejiga (cistectomia) habitualmente precedidos por un fase de QMT IV Neoadyuvante.
Los carcinomas de vejiga no músculo infiltrantes tienen, generalmente, un pronóstico más favorable: su tasa de supervivencia a los cinco años del tratamiento es alta, alrededor del 80-90 %.
Hay que saber, sin embrago, que es alta la probabilidad de recurrencia… Y además de forma aleatoria y caprichosa.
Es decir, la recurrencia es común y el riesgo de progresión a un cáncer de veijga músculo infiltrante (CVMI) es una preocupación.
Factores como el tamaño del tumor, el número de tumores y la presencia de carcinoma in situ (CIS) pueden influir en el pronóstico.
Los carcinomas de vejiga músculo infiltrantes tienen un pronóstico más reservado. La tasa de supervivencia a los cinco años es menor, alrededor del 50-60 %.
La invasión del músculo de la vejiga aumenta el riesgo de metástasis y recurrencia. El tratamiento suele ser más agresivo, incluyendo la cistectomía, la quimiterapia o la radioterapia.
Finalmente, señalar que la enfermedad del cáncer de vejiga puede saltarse los limites anatómicos de la vejiga, provocando una enfermedad loco-regional avanzada o a distancia.
“Se crean metástasis en otros órganos y el tratamiento subsiguiente estará centrado en la quimioterapia IV, en inmunoterapia o terapias dirigidas, que en la actualidad están en desarrollo y ya en muchos casos en la práctica clínica”, avanza la uróloga.
La radioterapia en cáncer de vejiga puede ayudar a aliviar síntomas y a controlar la progresión en casos específicos.
Con inmunoterapia se ayuda al sistema inmunológico a reconocer y atacar a las células cancerosas.
las terapias dirigidas son aún poco conocidas. Están siendo investigadas y utilizadas en ciertos casos de cáncer de vejiga avanzado.
Cuatro consejos de la Dra. Carmen González Enguita, jefa del Servicio de Urología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid; recomendaciones cuyo éxito dependen del paciente, sea hombre o mujer:
Evite los factores de riesgo en cáncer de vejiga relacionados y conocidos, especialmente el hábito tabáquico.
Mantenga una adecuada salud urológica: ingesta abundante de líquidos (1,5 litros de agua/día) y una micción frecuente y adecuada. Ayudamos así a eliminar sustancias “toxicas” que pudiesen estar en la orina y que tengan riesgo potencial de producir daño físico/químico o molecular de las células de la pared vesical.
Acuda al urólog@ ante cualquier síntoma que detecte como sospechoso o inquietante. El objetivo de los exámenes de detección es la identificación temprana del cáncer de vejiga, antes de que invada el músculo cuando la terapéutica va a ser más invasiva y el pronóstico mucho peor.
Si ya ha sido diagnosticado y tratado de un cáncer de vejiga, no olvide ser riguroso y estricto en el cumplimiento de los controles evolutivos o de seguimiento.
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Ciencia y Salud
Campaña ´12 deportistas, 12 causas´ para promover buenos hábitos de vida
La campaña 12 deportistas, 12 causas ha sido creada por la Asociación Nereu, reconocida por su trabajo pionero en luchar contra la obesidad infantil, con el apoyo de Plátano de Canarias y el Consejo Superior de Deportes (CSD), a través de su Fundación Deporte Joven.
La Asociación Nereu, que impulsa la promoción de estilos de vida saludables, da un paso más en esta campaña para mejorar la vida de niños y niñas a través de la actividad física, la alimentación saludable y la educación emocional.
Para ello, contarán con la participación de 12 deportistas que, como figuras referentes para el público más joven, darán visibilidad a 12 causas, entre las que se encuentran el fomento de la actividad física, la promoción de la dieta mediterránea, el refuerzo de la salud mental y el bienestar, la importancia de la sostenibilidad alimentaria, la integración de personas con discapacidad o visibilizar el creciente auge del deporte femenino, entre otras.
El futbolista canario Pedri, jugador de la selección española de fútbol y del FC Barcelona; Marcus Cooper, piragüista y medallista olímpico; Emmanuel Reyes Pla, boxeador y medalla de bronce en París 2024; Ray Zapata, gimnasta y medallista olímpico en Tokio 2020; Sandra Sánchez, karateka campeona olímpica en Tokio 2020; Fernando Romay, exjugador de baloncesto y medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 84; la atleta paralímpica Adi Iglesias, oro y bronce olímpicos en Tokio 2020; Lucía Martín-Portugués, esgrimista medalla de bronce en los europeos de 2024; María Corbera, piragüista y ganadora de 11 medallas europeas y mundiales durante el último ciclo olímpico; Laura Fuertes, boxeadora y bronce europeo y mundial; Álvaro Valera, ganador de seis medallas en tenis de mesa adaptado en otros tantos Juegos Paralímpicos; y Sara Hurtado, patinadora olímpica, conforman la docena de deportistas.
Su compromiso ha hecho posible la puesta en marcha de esta campaña, que se enmarca en el Plan ADB 2030 de Apoyo al Deporte de Base, impulsado por el Consejo Superior de Deportes y la Fundación Deporte Joven.
El reto de la campaña ’12 deportistas, 12 causas’ es convertir esta acción en un movimiento que tenga impacto real en la sociedad y sus hábitos para la mejora de su calidad de vida.
Una acción que se apoya en el deporte como uno de los ámbitos más relevantes de la sociedad, conectando y empatizando con las familias y sirviendo como ejemplo e inspiración para las nuevas generaciones a través de 12 iconos del deporte, que trasladan un mensaje a la sociedad desde 12 causas para transcender desde la visibilidad y la educación.
La iniciativa arranca este jueves 21 de noviembre, y se desarrollará hasta el mes de mayo de 2025 en web y redes sociales.
La Asociación Nereu nació en 2006 y, desde entonces, lleva desarrollando diversas acciones y proyectos que luchan contra el sedentarismo y los malos hábitos alimenticios.
Plátano de Canarias representa desde hace años el compromiso con el fomento de hábitos de vida saludables, entre los que destacan la alimentación equilibrada y la práctica de deporte, subraya la nota de prensa del evento.
La Fundación Deporte Joven es una entidad privada y de promoción pública, creada por el Consejo Superior de Deportes en 1996. Su misión es mejorar la vida de todas las personas a través del deporte.
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Ciencia y Salud
Vacunas, terapias personalizadas o el microbioma, retos en cáncer de páncreas
Con motivo del Día Mundial del Cáncer de Páncreas, el 21 de noviembre, el presidente del Pancreatic Cancer Europe, el oncólogo Alfredo Carrato, ha participado recientemente en una jornada en el Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid organizada por la Asociación Cáncer de Páncreas (Acanpan), por su décimo aniversario, en la que ha hecho una radiografía de este tumor y de sus retos.
Se estima que en 2024 se diagnostiquen 9.986 cánceres de páncreas, según el documento “La cifras del Cáncer en España 2024” de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), un tumor que en 2022 se cobró la vida de 7.973 personas.
“Es una necesidad concienciar a la sociedad de que estamos ante un gran enemigo que se va a convertir en la segunda causa de muerte por cáncer tras el cáncer de pulmón en los próximos años”, advierte el doctor Carrato.
En el momento del diagnóstico, solo un 10 % tiene el tumor localizado, un 29 % lo tiene avanzado en la zona del páncreas y en un 52 % debuta con metástasis, según datos aportados por el también investigador del Instituto Ramón y Cajal de Investigación Sanitaria.
Y para abordar este cáncer, el experto cita algunas acciones tanto en la investigación como en la práctica clínica, donde el tratamiento estándar sigue siendo la quimioterapia que consigue un 35 % de largos supervivientes.
- Hacer programas de cribado en poblaciones de alto riesgo: En Hospital Ramón y Cajal han atendido a familiares en primer grado de pacientes de cáncer de páncreas, unas 250 familias en diez años, con el fin de detectar el tumor en estadio precoz, cuando es asintomático, y conseguir frenarlo.
- Avanzar en los tratamientos personalizados gracias a los análisis genómicos que identifiquen mutaciones del tumor contra las que dirigir terapias. Una de las mutaciones es KRAS y uno de los objetivos es su inhibición.
- Conseguir que sea un tumor sensible a la inmunoterapia y desarrollar vacunas y virus oncolíticos “que permitan que nuestra propia inmunidad pelee contra este cáncer”, apunta el experto.
- El papel del microbioma o conjunto de microorganismos (bacterias, virus, hongos…) que habitan en el organismo de cada paciente con composición propia y que puede promover la carcinogénesis o favorecer la inmunidad.
- Dar pasos en la cirugía, un desafío por la complejidad del páncreas, lo que requiere equipos especializados, y a la que solo son candidatos un 15-20% de los diagnosticados.
Retos en el cáncer de páncreas, un tumor con “una biología única, peor que los demás”. Una de las razones es porque ya se identifican células tumorales progenitoras de este tumor circulando por la sangre antes de que el tumor exista como tal en la glándula.
“Estamos intentado ganar terreno a una enfermedad que es una de las más difíciles de vencer, necesita mucha inversión y la concienciación de los políticos que diseñan estrategias de sanidad para que haya un trabajo en red, una infraestructura útil para los pacientes y obtengan el mejor de los tratamientos”, aboga el doctor Alfredo Carrato.
Los pacientes demandan
Esta jornada organizada por Acanpan refleja el trabajo que durante diez años ha realizado esta asociación en pro de potenciar la investigación y el acompañamiento sanitario de los pacientes de cáncer de páncreas.
“Solo un 8 % sobrevive a los cinco años del diagnóstico”, apuntó la presidenta de Acanpan, Cristina Sandín, quien citó datos de 2022 que, aunque bajos, suponen un incremento del 5% en la última década.
Por eso, pacientes, familiares, médicos e investigadores quieren seguir avanzando y se proponen los siguientes desafíos:
- La necesidad de impulsar la investigación de nuevas vías diagnósticas y de cribado para conseguir un diagnóstico temprano, directamente relacionado con el incremento de la supervivencia.
- La importancia de formar a los profesionales de Atención Primaria e insistir en la difusión de los signos y síntomas del cáncer de páncreas.
- La necesidad de crear una red de centros de referencia en cáncer de páncreas, así como protocolos coordinados de todas las disciplinas.
- Que médicos, investigadores y asociación de pacientes nos unamos con el fin de crear un plan conjunto para presentar a las autoridades fortaleciendo así nuestra capacidad de influencia en las instituciones.
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Lecanemab, claves y retos de un medicamento para frenar al alzhéimer